viernes, 9 de abril de 2010

CAMBIA LA ESTRATEGIA

09/abril/2010

*Sale el Ejército de Ciudad Juárez
*Llega la policía federal sustituta

En el momento que se cuente con los elementos suficientes para hacer el balance pertinente de la guerra contra el crimen organizado decretada por el gobierno federal utilizando a las Fuerzas Armadas como punta de lanza, saldrán a la luz las mentiras sostenidas, las verdades a medias y el recuento de los daños. No podrá decirse, eso sí, en el parte de guerra: “Sin novedad, mi Comandante”.
Todo lo contrario. Habrá un saldo del que nadie querrá hacerse responsable; es decir, el número de caídos en esta desgastante —¿y de utilidad, para quién?, ¿también se sabrá?, ¿por qué el vecino del norte responde a la violencia sólo militarizando la frontera, y no emprendiendo acciones antinarco en su propio territorio?— guerra en las calles de ciudades donde muchos resultan ser personas inocentes.
¿Quién responderá por ellos? Porque hasta ahora, so pretexto de ser miembros activos del narco, los decesos quedan impunes. O, ¿habrá investigación de o sobre los caídos?, ¿cuándo el ministerio público tomará cartas en el asunto? ¿Habrá un juicio político sobre el principal responsable de tamaña decisión de sacar al Ejército a las calles? Nada, por ahora.
Pero además, parte de lo peligroso, o quizá lo más: subsistirá un montón de sujetos preparados y capacitados —muchos de ellos surgidos de las filas del propio Ejército, como desertores tentados por el dinero fácil; se presume que el grueso del grupo de los Zetas son exmilitares—, como integrantes de los cárteles del narcotráfico que seguirán organizados y activos en el negocio de las drogas, en tanto permanezcan intocables los fondos en los bancos de los grupos delictivos y la demanda se sostenga o siga en aumento desde el mercado consumidor del vecino del norte.
Es decir, que sin atacar el corazón de las finanzas “pegándole donde les duele”, como aseguran muchos expertos en el tema, nacionales y extranjeros, el problema seguirá igual o peor. Por ejemplo, como declaró recién el especialista en seguridad nacional de la UNAM, René Jiménez: “Si no se ataca las finanzas de los narcotraficantes, el gobierno federal sólo realizará acciones mediáticas y no efectivas, para combatir al crimen organizado. Si no se ataca, ellos siguen siendo inmensamente poderosos. Tan sólo de las ganancias que obtienen de Estados Unidos son más de 20 mil millones de dólares anualmente”. (El Sol de México, 5/febrero/2010).
Todavía peor, sin desarticular la demanda, sin evitar la infiltración del negocio en la sociedad capacitándola para ello, sin invertir en la política social, en la prevención y los tratamientos de desintoxicación, el flagelo del narcotráfico seguirá existiendo. Es decir, si las cosas siguen como hasta ahora. Con una guerra sin inteligencia, y desarticulada, como la del gobierno de Calderón. Sin limpiar a las policías, sin investigar y enjuiciar a los involucrados desde las propias instancias de gobierno, etcétera.
Entretanto, los atropellos por el uso de militares en las calles han estado a la orden del día. Así lo muestran los reportes registrados por las asociaciones de derechos humanos, y el informe reciente de la CNDH también. En los últimos cinco años han aumentado las quejas contra el Ejército en un 500 por ciento, como lo asentó el ombudsman Raúl Plascencia. Y muchas de las agresiones han ocurrido porque, se ve claro, los militares no están para hacer funciones policiacas, son los garantes de la soberanía del país. No saben cómo porque no se les capacita para ello, como tampoco adquieren la experiencia con el trato en las calles de cara a la sociedad. Empezando por la parquedad y su torpeza. Porque son eso: militares.
Mientras tanto, importa que algunos indicios muestren ya que el propio gobierno recula, toda vez que su estrategia antinarco sólo con las armas ha resultado fallida. En Ciudad Juárez, donde ha ocurrido el mayor número de caídos por la guerra entre cárteles que se disputan la plaza por la cercanía con EU, quedó más que claro. Por eso ahora el propio gobierno ha anunciado el retiro a labores de coadyuvancia para los militares en esa ciudad.
La Operación Coordinada Chihuahua está mudando de piel por tercera vez en dos años. Es decir, que el gobierno federal reconoce explícitamente su derrota; que no bastó la presencia de los militares en las calles para combatir al flagelo del narcotráfico y el crimen organizado. Todo lo contrario, se recrudeció. Pero aún: abrió las puertas a EU para, por un lado declarar como lo hizo la secretaria de seguridad interna, Janet Napolitano, que la presencia del Ejército en Juárez “no ha ayudado en nada”; y por otro lado en lugar de que EU asuma la parte de responsabilidad que le corresponde en el combate al flagelo del narco (como lo prometió la secretaria de Estado Hillary Clinton), anuncie la militarización velada de su frontera con México como lo hicieron ayer los gobernadores de los estados de Arizona y Nuevo México.
Tanto Jan Brener como Bill Richarson, calificaron de necesaria la presencia de la Guardia Nacional para proteger la frontera con México. Y ambos han solicitado el envío de soldados para, como dijo Richarson: “Quiero que la gente del sur de Nuevo México sepa que estamos tomando todos los pasos necesarios para mantener nuestra frontera segura”. Al final de un recorrido aéreo en compañía de la gobernadora Brener.
Mientras tanto, ayer se anunció el arribo a Juárez de 5 mil efectivos de la Secretaría de Seguridad Pública federal, para cubrir el retiro que incluye 30 mandos castrenses del Ejército que participaban en la seguridad pública de la ciudad. Los 5 mil elementos trabajarán en conjunto con 2 mil 500 elementos de la seguridad municipal y la dirección de vialidad. Con ello, como aseguró el presidente municipal de la entidad, Reyes Ferriz, los juarenses tendrán una solución policial y no militar.
A la vez que se estarán sentando las bases para operar una serie de acciones 24 concertadas previamente, como lo anunció el Gobernador de Chihuahua, José Reyes Baeza, que incluye una reestructuración de las policías y otras acciones que pretenden beneficiar a la sociedad luego de la generalización de la violencia a causa del crimen organizado. En el fondo lo que cambia es la estrategia. Enhorabuena.

Correo: sgb33@hotmail.com

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