viernes, 9 de septiembre de 2011

EL 11/S, GUERRA CON MENTIRAS

09/septiembre/2011

*El uso y abuso de la ciencia “oficial”
*Halcones crearon complot perverso

En el estudio de la realidad, la objetividad no es tan fácil de alcanzar. Mejor dicho, es más un artilugio de la “ciencia” para aceptar como válido sólo lo que conviene a los “científicos”, en un contexto o en un país determinado. Pero, eso sí, la ciencia tiene la argucia de, como Santo Tomás, no creer hasta no “ver”. ¿Cuál ver? El del microscopio o el de la prueba “experimental” del ácido. Ni más ni menos.
Pero el dilema, si bien es complejo en el terreno de las ciencias físicas, se embrolla sobremanera cuando los preceptos para alcanzar tamaña objetividad son trasladados a las ciencias sociales. Ahí es cuando [la puerca tuerce el rabo, dice el adagio] lo pretendidamente verdadero es más permeado por las mentiras, porque las “verdades” cuelgan de los puntos de vista de los muchos que participan de ella. Por eso es que no resulta fácil encontrar la verdad, sobre todo aquí.
En el caso de la primera, de la ciencia física, existen sin embargo, ciertos criterios adoptados como preceptos, además de los experimentos [los filtros] y hasta las teorías que guían el decurso del avance. Y de ese modo, claro está que de tumbo en tumbo, se consiguen ciertos descubrimientos novedosos, como por ejemplo en los usos de los materiales, las biotecnologías, la robótica, la computación, etcétera. Aquí la objetividad se convierte en una verdad por razones utilitarias, o mercantiles.
Con las segundas, las ciencias sociales, lo que ocurre no es muy diferente: la verdad, cuando se dice que alcanzó cierta objetividad, se ciñe a la visión de unos cuantos. De aquellos que tratan de justificarlo todo, ni más ni menos que, como una verdad universal o como caída del cielo. Porque, siguiendo un viejo principio medieval, si lo dijo el Papa es verdadero e irrevocable, aunque el ungido sea un perfecto idiota.
Lo mismo sucede con los “científicos” que son ensalzados como los poseedores de la objetividad. Si ellos dicen que el orden social es como es porque se parece al orden natural, luego entonces es verdadero. De ese modo se impone, dirigido por los objetivistas y fieles servidores de dicho orden social [excluyente, de clases y completamente mercantilista, donde el hombre con su romántico humanismo no interesa aunque se muera de hambre], otra vez el sentido material o utilitario.
Ah, pero como no falta un pelo en la sopa, tampoco quien les diga sus verdades —a tamaño orden establecido— y que esa visión es tan miope como la mismísima objetividad empañada cuando los cristales de sus lentes de aumento están sucios.
El orden social, que de natural tiene lo que de libre la mano invisible del mercado, está estructurado conforme a fuertes intereses materiales. La ambición que alimenta la voracidad de ganar más y más, para poseerlo todo, porque entre más se tiene se es más rico [¿cuánto de lo que acumula en oro se lleva el hombre cuando muere?], es la que dirige la existencia del hombre en este mundo tan pleno de desequilibrios y desigualdades por lo mismo.
La predominancia de un Estado sobre otro [o muchos más], no es más que la voracidad de uno sobre el resto. Más cuando el primero tiene fines imperiales, o de existir como dominante de todos los demás. En ese contexto, también bajo lineamientos teóricos si se quiere, todo encuentra explicación.
Incluso fenómenos como —que ahora nos ocupa— el atentado a las Torres Gemelas del 11/S en Nueva York, en su décimo aniversario, adjudicado a Al Qaeda como grupo terrorista, pero convino a Estados Unidos como país en invadir a otros, Irak y Afganistán, estados poseedores de grandes reservas naturales, muy útiles para sus fines militar-industrial e imperial.
Así, del 11/S se ha hablado tanto para justificar las guerras mencionadas emprendidas por George W. Bush y los halcones de su gabinete [Donald Rumsfeld, Dick Cheney, Condoleezza Rice, Colin Powell, George Tenet, en primera fila], que va desde: hacer justicia a los caídos matando a los responsables —por cierto con la caza de Bin Laden se supone erradicado el problema—; explotar el dolor de las víctimas y sus historias personales; el hecho mismo del derrumbamiento de las torres [las teorías de las conspiraciones, pero no son tan inteligentes para planearlo todo]; hasta la exaltación del patriotismo y el nacionalismo estadounidense, y su misión como salvador del mundo. Un país, el más bueno, destinado a derrocar a los tiranos e implantar la democracia en cualquier rincón del planeta que se lo proponga. Para eso están también los superhéroes y el cine de hollywoodense.
Lo que no se dice es que se trata de un país que, a cambio de conseguir lo que quiere, es capaz de todo, incluso provocar la caída de sus propias Torres. Un perverso y sucio acto de autoatentado, para justificar la apropiación de grandes yacimientos petroleros sin importar que mueran cientos o miles de personas de otros países.
Pues bien. En el informe de Arquitectos e Ingenieros por la Verdad del 9/11 [sitio: www.ae911truth.org], 1,554 profesionales, con motivo del 10 aniversario ahora exigen una investigación sobre las Torres Gemelas, porque consideran que es una gran estafa. Han enviado una petición, con el apoyo y firmas de 12,947 personas, a miembros del Congreso de EU. “La destrucción del WTC 1, 2, y 7 [éste, de 47 pisos], que no fue alcanzado por un avión, muestra en cada caso, repentina, simétrica, destrucción secuencial y rápida, con temperaturas sobrecalentadas confirmadas por pruebas físicas, instrumental, fotográfico e incluso testimonial”.
Con las pruebas explosivas en mano, los ingenieros y arquitectos reclaman una investigación real de lo que pasó ese día que azotó a EU y se llevó a muchas víctimas inocentes, además de que se generaron dos guerras en el exterior. Porque, por ejemplo, los edificios se desplomaron “en caída libre” como si nada les “opusiera resistencia”. No obstante los pisos inferiores al impacto, compuestos de acero, estaban intactos. ¿Pero cómo se “pulverizó” el acero de las Torres? ¿Qué energía deshizo los castillos, cuando edificios más altos y con temperaturas más altas nunca se han colapsado?
Sin embargo, el análisis de fragmentos de la destrucción indica la presencia de nanotermita [recortes de óxido ferroso incrustadas en carbono], así como microesferas de hiero fundido y aluminio. Explosivos no convencionales con los que se pudo eliminar la resistencia de los materiales del as Torres para que se derrumbaran como las vimos por televisión, a velocidad newtoniana. La ciencia al servicio del imperio. Ni más ni menos.

[NB. Atención Editores. Por asuntos personales, Maniobrasdelpoder tomará unos días de descanso a partir de ahora. Nos vemos el 3 de octubre].

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jueves, 8 de septiembre de 2011

¡A MÉXICO!, GUERRA ANTITERRORISTA

07/septiembre/2011

*¡Cuidado!: EU viene tras el petróleo
*Mismas tácticas de Afganistán e Irak

Urge. Prioritario para los mexicanos. Para, al tiempo de exigir al gobierno de Felipe Calderón una revisión de su fallida estrategia contra el crimen organizado, particularmente el narcotráfico —en todo caso relanzarla con tantos frentes como se requiere, si es que no se está camuflando el problema; ¿un trabajo sucio para quién o a beneficio de qué intereses?—, brinde una explicación al país sobre qué tanto y en qué materias ha negociado o cedido frente a los Estados Unidos, que impacte su seguridad nacional y sus intereses económicos y estratégicos como nación.
La urgencia es que, a juzgar por la ofensiva emprendida por EU contra su vecino del sur, ya no lo mira como amigou sino bien parece tenerlo ya de enemigo. Esta consideración, porque desde los autoatentados del 11/S a las Torres Gemelas de Nueva York, EU modificó los principios de su política exterior al pasar de una relación de mero espionaje, a otra contra quien se le ponga enfrente y amenace su “seguridad nacional”. Y México, como muchos otros países del mundo, parece que cayó también de todas sus gracias.
Sabido es que, tras la urgencia de los halcones de EU, los guerreros que llevaron a George W. Bush de la mano cuando inventaron el pretexto de la “guerra contra el terrorismo”, está el asunto este de “seguridad nacional” para ellos que es el abastecimiento de petróleo, dadas sus exigencias de consumo a futuro inmediato que crece a pasos acelerados. Recordemos los datos: “De 1999 a 2002, EU quintuplicó su consumo de petróleo hasta llagar a los 22 mil millones de barriles diarios. E importa más de la mitad, es decir, 12 mil millones por día. Y para 2025, se calcula que consumirá ¡30 millones de barriles! Y tendrá que importar más de 20. Lo que quiere decir que, EU pasará de una dependencia del 55 al 70% del exterior para el consumo. Por eso el petróleo del Golfo de México es declarado de ‘seguridad nacional’ para EU. ¿Y México qué?”. [En “PRI/PAN=EU, con Pemex”, http://maniobrasdelpoder.blogspot.com, 02-septiembre-2011]. También el gas del norte del país.
De ahí la ofensiva gringa sobre México. Muy similar a la que se dio cuando, so pretexto de la “guerra contra el terrorismo”, se atacó tanto a Irak como Afganistán. Por eso el espíritu guerrero del imperio contra su vecino del sur, el primero del ¡patio trasero! O la geopolítica del imperio con fines geoestratégicos y geoeconómicos.
Pero de ahí también salen las explicaciones siguientes:
1) El por qué las ofensivas en todos los sentidos del terreno diplomático de EU con México. El papel del espía principal, con cartera de embajador, Carlos Pascual, y su injerencismo en la política interior de México [las revelaciones del portal Wikileaks que nunca fueron desmentidas, desnudaron tamaño proceder en las embajadas del mundo]. El arribo de más espías, el caso de los agentes de la CIA, de la DEA y del Pentágono: unos asentados en el corazón de México, en Reforma 265; los más, en una base militar en el norte del país [luego se ubicó en Escobedo, Nuevo León], los planeadores de guerra de Afganistán e Irak. ¿A qué llegaron? ¿Quién los llamó y para qué?
2) Las amenazas continuas que están atrás de los descalificativos también constantes emitidos por políticos gringos todo calibre. Como aquél de México como Estado fallido —que en este espacio hemos abandonado, por ser útil a los intereses de EU—; o la clasificación de “narcoinsurgencia”, como se catalogo recién a la violencia desatada por los carteles de las drogas, que más parecen aliados del “trabajo sucio” contra los mexicanos y favorables al interés vital de los gringos. ¡Ni hablar de narcoterrorismo!
3) La tan llevada y traída —pero nunca cumplida—, y famosa corresponsabilidad prometida por los más altos niveles del gobierno de Washington, tanto el propio presidente Barack Obama como su ahora nada confiable y secretaria de Estado, Hillary Clinton, para atender el problema del narcotráfico como un asunto común. O de los dos países, con EU a la cabeza como principal demandante/consumidor, y de México como abastecedor, sea por cultivo/proceso o trasiego desde Centro o Suramérica.
4) El sospechosísimo programa Rápido y furioso, en el cual ha quedado de manifiesto que participaron altos funcionarios desde el despacho de Clinton —la ATF no se manda sola; y menos para un proyecto tan delicado de armar a peligrosas bandas—, y más parece un programa para fortalecer al enemigo de México, a los carteles de las drogas y así calentar la zona norte del país, que para seguir la pista de las armas hasta alcanzar la detención de los capos que encabezan los carteles mexicanos. ¡Tamaña tomadura gringa!
5) Ya toca a la puerta el sucesor de Pascual. Al ser palomeado ya por el Senado de su país, como el nuevo embajador de EU en México, Earl Anthony Wayne no tarda. Un diplomático experto en seguridad. Pero que viene desde Afganistán, como segundo de a bordo en ese país al que EU llevó su guerra para apoderarse del negocio de la amapola. ¡Ah, perdón!, pero es que el señor Wayne sabe cómo ayudar a los estados en cuestión para impulsar su desarrollo económico. De todos modos cabe preguntar, ¿a qué viene a México; lo sabe el gobierno de Calderón? ¿Por qué el gobierno mexicano no cuestionó seriamente ese nombramiento al de EU? ¿Por qué el mutis de alfombra roja de Relaciones Exteriores? ¿Y el Senado de México para qué sirve?
6) Pues mal. Lo último de la lista, por ahora, es que México está en la mira de EU para expandir su guerra contra el terrorismo. ¿No que no? Es lo nuevo. Con revelaciones, entre otros medios, de The Washington Post y de la prensa mexicana. Que el mismo comando que aniquiló en un operativo secreto a Osama bin Laden, compuesto por fuerzas especiales militares Seals, ahora EU pretende traer contra su vecino del sur. Se trata del Comando Conjunto Operaciones Especiales del Pentágono (JSOC), la fuerza militar más poderosa de los gringos.
Los reporteros del Post, Dana Priest y William Arkin, revelaron que “México está primero en la lista de sus deseos”. Sobre las tácticas y los enfoques de la guerra antiterrorista estadounidense, “los militares intentan aplicar en México lo mismo que hicieron en Afganistán”, reveló un oficial de EU también a The New York Times. Lo aprendido contra los terroristas de Al Qaeda, lo quieren traer a México para el combate a los carteles de las drogas. ¿Nada más? De entrada, como se sabe, las naves no tripuladas, los llamados drones —tecnología belicista más moderna—, ya sobrevuelan territorio mexicano. ¿Sólo la frontera compartida? ¿Qué sabe de todo esto el gobierno de México?

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miércoles, 7 de septiembre de 2011

MÉXICO, BARCO QUE ZOZOBRA

07/septiembre/2011

*Miopía, para no ver las consecuencias
*Empujar la propuesta de la UNAM

No hay tierra a la vista. Todo lo contrario, el barco zozobra en la tormenta. En el corto plazo no existe solución para el dilema que padece México, en todo lo que genera la inseguridad. La violencia seguirá detonando en el país. Porque no hay más opciones que las hasta ahora puestas en práctica para combatir el crimen organizado. El gobierno mexicano está empecinado en seguir con lo que viene haciendo desde diciembre de 2006, pese al terrorífico saldo de más de 50 mil mexicanos muertos.
Con oídos sordos y haciéndose de la “vista gorda”, el principal responsable como jefe supremo del ejército, da por hecho que las Fuerzas Armadas seguirán haciendo un trabajo que no les corresponde. Pese a que el dilema que representa la inseguridad es para los cuerpos policiacos; los policías federales, la policía investigadora (PGR, ministerios y jueces). Esa policía que —se enorgullece Genaro García Luna, el titular de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), un funcionario que, sin resultados, tampoco se quita los señalamientos como protector de uno de los grandes capos de las drogas en México—, a la fecha es incapaz de ofrecer resultados, no obstante los enormes emolumentos que goza para el cumplimento de unos fines que no ofrece.
Porque los cuerpos policiacos no cambian. Nadie hace nada por modificar sus prácticas. Peor aún, cuando las policías están o infiltrados por criminales, o son copartícipes de las propias bandas de narcotraficantes. Son síntomas de una corrupción que tiene imbuido todo el sistema. El sistema económico, el político y el social [la corrupción es de herencia española, data desde los siglos de la invasión y la posterior instauración del sistema colonial, pero con innovaciones que han madurado incluso al interior de la misma sociedad hacia las últimas décadas]. No hay exámenes de confiabilidad para policías; el propio García Luna no lo hace como titular de su corporación. La situación de dichos cuerpos policiacos es peor en los estados y mucho mayor a nivel municipal.
La violencia se ha generalizado en el país. Cierto que por un lado es la pugna entre los carteles por el dominio de los territorios para el negocio de las drogas —sintomático, en aquellas rutas principales como el Golfo y el Pacífico, la frontera con Estados Unidos, así como del corredor donde fluyen los inmigrantes desde el sur centroamericano hasta la frontera norte—, pero por el otro que la dichosa guerra ha acelerado la violencia porque la disputa se vuelve más aguda.
Hay estados del país donde reina la violencia. El crimen organizado ha controlado gran parte territorial en varios estados, como Chihuahua, Nuevo León, Tamaulipas, Sinaloa, San Luis Potosí, Veracruz, Zacatecas, etcétera. Los gobernadores de los estados más bien muestran fragilidad que control de la inseguridad. Varias ciudades también padecen un clima de violencia, desbordada.
Sin atender la corrupción y la impunidad, flagelos que demandan una estrategia desde el Estado pero de largo plazo, es como sembrar en empedrado. En el largo plazo también se atiende todo lo relacionado con la economía y con la sociedad. Pero el actual gobierno no tiene proyecto económico, mejor que el heredado por el sistema priista en sus últimas secuelas de neoliberalismo de 25 años [a la fecha casi 30], para resolver el atraso en todos los terrenos, que no sea el utilitario, pragmático y de corto plazo. La política social también del actual gobierno, sin creación de empleos ni salarios justos, no sienta las bases para que la sociedad enfrente los dilemas de la desintegración social —Ciudad Juárez es un lacerante ejemplo—. Peor aún si el Estado abandona su compromiso con la población [hay atrasos en todos los terrenos].
En el último debate cara a cara con Calderón, que se dio merced a la presentación de la más completa propuesta elaborada por 88 especialistas en todos los temas, Elementos para la construcción de una política de Estado para la seguridad y la justicia en democracia, el rector de la UNAM, José Narro, insistió en que se requiere un acuerdo político nacional de corte político social, pero ya: “antes de que termine septiembre”.
Para, en todo caso, entrar a discutir un “giro” en la estrategia de seguridad. “Sabemos —dijo Narro— que no es un asunto de voluntarismo, pero también estamos convencidos que conviene diseñar un plan para el regreso de nuestras fuerzas armadas a sus funciones naturales”. De ahí la integración de un grupo de trabajo en los temas donde pudiera haber consensos, admitidos no obstante en algunos puntos por Calderón.
Pero de entrada, a estas alturas del sexenio ya no hay condiciones para cambiar las formas; mejor dicho, la fallida estrategia. Porque, por una parte, Calderón no ve la “carnita”, para el “giro inmediato” en la estrategia de seguridad; dice que el documento de la UNAM tiene “algunas cosas que suenan genéricas, más de propósito”. Típico de un visionario de corta mirada, no obstante hay al menos 10 coincidencias en las que se puede avanzar —dijo Calderón— como: un diagnóstico estatal sobre la violencia, que la universidad encabece un foro sobre el debate de la prevención, encuesta sobre los actos de corrupción, etcétera.
Por el otro, los tiempos políticos son fatales. El país más bien está entrando de lleno a las definiciones electoreras del 2012. Y Calderón dedicará tiempo a este asunto por encima de otros. En otras palabras, tanto a él como al PAN, les interesa más la definición política que revisar siquiera el asunto de la inseguridad. El tiempo político se acabó para el presidente actual. Es más, el sexenio ya se le acabó a Calderón. Sin logros, sin metas, nada más la inercia de lo que ha emprendido hasta la fecha.
La participación por la vía de la inclusión de la sociedad organizada resulta ahora primordial. Y eso no lo hará el gobierno desde alguna de sus dependencias. Antes bien lo podría hacer, convocar a la participación —por qué no— abierta de la sociedad, la propia institución universitaria. No se olvide que tanto la UNAM como los profesores mismos tienen una elevada aceptación social por encima de otras incluida la presidencia y ni se diga los partidos.
En otras palabras, que movimientos como el que representa el poeta Javier Sicilia, se amplíen al máximo. Llegó el momento, para eso no importan los tiempos políticos [con todo y sean los partidos quienes imponen el itinerario de la sucesión presidencial y por tanto electoral calendarizada], de convocar a la participación social. A todas las asociaciones civiles. La sociedad debe hacerse oír ya. Porque basta de miopía.

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martes, 6 de septiembre de 2011

LA CRISIS MUNDIAL ASOMA

06/septiembre/2011

*Detonante: el incumplimiento griego
*Fragilidad tanto de la UE como EU

Ninguna invitada. No la quiere nadie para la reunión, pero ya está tocando a las puertas del gran salón. La expectación está latente entre los asistentes al festín. Y no falta tanto. Será el más leve movimiento de una sola ficha lo que provoque que todo el dominó se venga al piso. Son las leyes del propio funcionamiento del sistema capitalista-industrial e imperial, usurero y especulador, las que darán al traste con todo el entramado económico mundial.
Con todo y esto último no sea lo que está sobre la mesa de la discusión. Porque el mea culpa, superficialmente, es de las enormes deudas de los estados, de los déficit fiscales y la poca o nula creación de fuentes de trabajo —cual si la responsabilidad fuera de los gobiernos malsanos que no saben administrar un país en un momento dado, o porque no se toman las medidas pertinentes en tiempo y forma—; es decir, de todos menos del funcionamiento mismo de un deplorable sistema excluyente y explotador burgués al borde del caos.
Lo cierto es que, como en otras ocasiones, los países desarrollados abusaron de su Jauja, y ahora la situación es tal que ya no pueden culpar a otros de sus propios dilemas; ni siquiera los altibajos de las monedas [al mínimo escozor de las bolsas] o los elevados crecimientos de economías como China, India o Brasil. Porque se trata de ellos mismos. La (des)Unión Europea por un lado, y los Estados Unidos (EU) por el otro. Con tantos problemas encima desde Fukushima, Japón también caerá de refilón, como los demás afectados. Es decir, que el mundo está al borde de la catástrofe por una recesión profunda que no tarda.
Ni siquiera es un asunto de los presidentes o de los primeros ministros de Europa o de Barack Obama de EU. Como tampoco, y mucho menos, de los trabajadores y la sociedad en general, sobre los que se está inclinando la balanza en contra. En el fondo es el saldo de la propia especulación; es el saldo de los excesos de los mercados financieros internacionales. Porque son los mercados a futuro los que detonaron al final de 2007 y durante 2008 el problema de los créditos en EU, y la crisis en general.
Una situación que se corrió hacia Europa, la (des)Unión Europea que está —por cierto en estos momentos— al borde de la desintegración, por la falta de propuestas para salir unidos del dilema, pero no lo hacen. En cambio, se pretende sacar a Grecia de la “unión”, con la pretensión de evitar cualquier contagio a los mercados europeos. El absurdo de tal propuesta es que, la sola mención es señal de que también España, Portugal, Irlanda e Italia podrían correr la misma suerte. Camino a la desunión.
Pésima señal, entonces, de la (des)UE. Porque cierto que las presiones para los gobiernos hacia los pueblos, quienes están obligados a cargar con el peso de los recortes estatales en todos los sentidos, no se vale porque son los que ni la deben. Mejor dicho, son obligados hasta por la fuerza para pagar la crisis. Porque los culpables resultan intocables; son los mercados financieros locales y mundiales los grandes detonantes.
Lo ha dicho Christine Lagarde, la titular del Fondo Monetario Internacional (FMI), en el sentido que hay riesgo de una recesión global. Que hay pocas opciones para evitarla. Tiembla la UE, ciertamente, pero también EU. Grecia está poniendo el ejemplo; juzgue el lector si es justo o no. Recuérdese que para recibir los recursos para el rescate, Grecia prometió fuertes medidas presupuestales restrictivas, presupuestales y de crecimiento. Pues resulta que el país heleno está reculando al compromiso.
Eso tiene ya encendidos los focos rojos en toda la zona euro. Y los “mercados” ponen los ojos en los demás países con problemas. Por ejemplo, dice Luis Garicano, según la nota de ayer de El País: “Europa vive una encrucijada histórica. Hemos llegado al límite de lo que se podría hacer sin cambios sustanciales. Mientras, llegan muy malas noticias de Grecia e Italia, que parecen un país sin rumbo”. Porque resulta que, el sector financiero cual verdadero causante de los problemas actuales en el mundo, a la postre es intocable.
En ese marco “limitado” y de “pocas posibilidades”, resalta Lagarde, para Der Spiegel: “Todavía podemos evitarla [la nueva recesión]. Las posibilidades de los gobiernos y de los bancos centrales son algo menores que en 2009, porque ya han disparado buena parte de la pólvora. Pero si los gobiernos, organizaciones internacionales y bancos centrales trabajan juntos, la evitaremos”. Pero eso es precisamente lo que no han intentado siquiera los gobiernos más fuertes en el marco de tamaña circunstancia. Por ejemplo, Angela Merkel de Alemania o Nicolas Sarkozy de Francia. Ni lo harán. Por lo tanto, la situación no está fácil.
Por otro lado, Obama está padeciendo intentando sacar una reforma para activar el mercado interno. Un plan estilo Roosevelt, para impulsar la infraestructura cuyos detalles por cierto presentará este jueves 8. Pero es tan limitado como las cadenas que le han impuesto los republicanos de la Cámara baja. Seguro que se quedará en el intento, y al igual que en la (des)UE carece de un proyecto más de fondo. A decir verdad no tiene tampoco el control, las herramientas ni las políticas viables para destapar la fuerte recesión que es tan profunda como la del 29-30 y con menos alternativas para salir.
Por eso, todavía y aún con ese muy corto margen de maniobra que tienen dichos gobiernos, de EU y la UE, les queda cobrársela al sector empresarial y financiero más fuerte, que es el principal beneficiado en cada etapa de crisis. Pero eso también se ve como imposible. Por lo tanto, pese a los llamados para hacer algo al respecto, lo cierto es que la invitada entrará por la puerta grande al festín.
Será la segunda gran recesión mundial, y puede comenzar ciertamente tanto en Europa como en EU. El pretexto puede ser cualquier movimiento en falso, como los que ya están dando los gobiernos griego, ¿italiano?, ¿portugués?, ¿español?, etcétera. Pero más profunda. Tanto porque el margen de maniobra de los gobiernos es menor —incluso para presionar al sector de las finanzas internacionales—, como porque hay menores opciones con estados tremendamente endeudados y sin recursos para aplicar planes de rescate estilo keinesianos. El problema es que no van solos, sino que arrastran al resto del mundo. De no ser por los países del BRIC (China, India, Brasil), al resto no les queda más que el grito desesperado de: “¡Sálvese quien pueda!”.

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lunes, 5 de septiembre de 2011

V INFORME, SIN INFORME

05/septiembre/2011

*La opacidad de logros es general
*La clase política sin acuerdos base

Gobierno sin logros, sexenio de caos. Porque a casi cinco años de gobierno, el balance no le favorece a Felipe Calderón. Tampoco hay metas sin proyectos. Y el actual titular del poder ejecutivo nunca ha mostrado más que propuestas de papel; o buenas intenciones frente a la pantalla de la televisión, más como método de propaganda que en cumplimiento de fines.
El aludido presume que sus logros se ven opacos frente a la abrumadora realidad de la inseguridad. Dicho sea un día después del Informe escrito presentado el pasado 1° de septiembre, en un discurso a modo y ofrecido ante un escenario de fieles seguidores [más bien, el evento sirvió de pasarela política para los presuspirantes del PAN a la candidatura presidencial del 2012].
Pero la realidad es que carece de metas en todo. Por eso, la discusión del Quinto Informe, entre los legisladores que se sumarán tras la apertura del nuevo periodo de sesiones del Congreso, seguramente dará pié a severas críticas. Porque de entrada es falso que la preocupación por la inseguridad oculte el resto de logros en todo lo demás.
Porque no hay tales logros. Y el país lo siente y vive en carne propia. El asunto del combate a la inseguridad motivada por la proliferación del crimen organizado, ha metido al país de lleno en una guerra. Una guerra que nadie pidió sino el propio presidente alentó, más como un golpe de timón para legitimarse en el poder que para contener el avance de temas delicadísimos como el narcotráfico [de ser esta la meta no se habría procedido tan desatinadamente].
Y el saldo de la guerra es atentatorio de la vida de los mexicanos en muchos sentidos. No sólo los más de 50 mil caídos, cuanto el resto de secuelas derivadas de un clima de guerra [la desintegración de las familias, la desatención médica y sicológica, etcétera], que se padece en todo el país, principalmente en los estados del norte fronterizo con Estados Unidos. Lo que traerá consecuencias todavía impredecibles. Como el juicio político a Calderón; si no es que las cosas van más lejos porque, como lo señaló el juez Baltasar Garzón, en México se han cometido “crímenes de lesa humanidad” y alguien tiene qué responder por eso. Queda como un gran pendiente para un futuro no lejano.
Así, como no hay más metas sexenales que la dichosa guerra, tampoco hay logros. Nada más recuérdese que las dependencias que ejercen más presupuesto no son por ejemplo Economía, apoyo al campo o a la industria, pesca, minería siquiera Pemex, sino el ramo judicial. En especial el policiaco-militar. Porque la prioridad de este gobierno no es la economía, la generación de empleos, el apoyo a la producción industrial o del campo, siquiera energético o de otro tipo cuanto el énfasis está en la llevada y traída guerra.
Por eso, frente a una guerra fallida, ¿qué otros logros puede presentar el presidente Calderón en su Informe por escrito, el que llevó Francisco Blake al Congreso? La economía no pasa de tasas de crecimiento pírrico [del 0.48% en cuatro años del PIB per cápita], porque sigue a pie juntillas el precepto neoliberal auspiciado por Washington. La privatización de Pemex es una muestra conspicua de la política económica del actual sexenio. La generación de empleos, que tanto canturrea un inepto titular del Trabajo, de 751 mil permanentes en los cuatro años, no es nada comparable con la demanda del millón 300 que demanda el mercado laboral año con año. El saldo del “presidente del empleo”.
El entreguismo hacia el exterior, desde luego que solo a EU, es de un consentimiento tan servil como reprobable. La política hacia afuera no sirve y carece de cualquier precepto de autonomía e independencia en cuanto al respeto a la soberanía, la autodeterminación y la no intervención. Nada qué ver con el pasado [¿por qué todo lo pasado fue mejor?].
En política el país está tan entrampado como el propio presidente con su partido, con montones de asuntos pendientes y cosas irresueltas. Sin la calidad moral ni el liderazgo suficiente —mínimo siquiera—, Felipe Calderón no atina hacer avanzar el país hacia un posible acuerdo siquiera con los gobiernos de los estados que más lo padecen, para desenmarañar el problema de la seguridad.
Pero claro está que el país reclama más que acuerdos mínimos. Exige propuestas sólidas y de fondo. Pero estas sólo pueden ser planteadas por políticos con visión de largo plazo; con altas miras y no visión de miope [sin ofender a los enfermos]. No hay no habrá en lo que resta del sexenio una propuesta de solución a fondo de los graves temas que tienen al país postrado en la ignominia y el atraso.
No lo han hecho los panistas como tampoco lo han evitado los priistas que lo generaron; ni en su momento ni después. Se trata de la elevada dependencia del país de las fuertes ligas con Estados Unidos. Porque gran parte de los males radican en la mala, pésima relación de México con su vecino del norte. La negociación de acuerdos y tratados que ponen de rodillas a México ante el imperio gringo no tiene precedentes más que de sujeción esclava de un país por otro más poderoso.
Pero en fin. El caso es que el Quinto Informe de gobierno de Calderón dará mucho de qué hablar al poder legislativo, o brindará material de sobra para que los “representantes populares” se explayen todos los temas. Para presionar al gobierno a dar explicaciones que no tiene para muchas materias; más lo que resulte con tantos pendientes.
Por lo pronto, el “día del presidente” se acabó en el sistema político mexicano. Claro que anuló una pisca de democracia al presentarse éste a la realidad tanto de la calle con las protestas de los independientes, como los cuestionamientos de los legisladores de los demás partidos que el propio.
Además, que no hay más el culto personal al protagonista principal previo al Informe: seguir la pista del presidente, desde el desayuno, la salida de Palacio hacia la sede de los poderes, el recorrido en automóvil al descubierto y el confeti, la entrevista personal, el discurso central desde tribuna, la salida triunfal y el famoso besamanos, etcétera.
Sigue tan campante, eso sí, la pasarela de los aspirantes a la candidatura presidencial por el PAN. Y se aprovecha cualquier marco para eso, como el discurso de Calderón de “un día después”. Pronto habrá definiciones en ese sentido, si no del PAN porque esperará a lo que suceda con el candidato del PRD [¡para ir en alianza si es un independiente o incluso Cuauhtémoc Cárdenas, ¿otra vez?!], sí de los demás partidos. Lo peor es que, aún sin logros, Calderón sigue gobernando. Al menos no por mucho tiempo.

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viernes, 2 de septiembre de 2011

PRI/PAN=EU, CON PEMEX

02/septiembre/2011

*El gobierno sigue la línea del PRI: de Washington
*Constitución violada, durante el proceso de venta

Cerrando el ciclo del entreguismo: PRI-PAN-EU con el petróleo. Con opacidad, tanto priistas como panistas, han administrado durante décadas a Petróleos Mexicanos (Pemex). Todo para esconder la venta de la paraestatal. Una privatización vía la apertura a la participación de capitales, sobre todo extranjeros, en la empresa energética que le costó mucho a Lázaro Cárdenas arrebatar a las empresas inglesas y estadounidenses, el 18 de marzo de 1938, y a los mexicanos pagar las indemnizaciones.
Lo último. Si ya como titular de la Secretaría de Energía, entre 2003 y 2004, Felipe Calderón permitió a su operador particular, César Nava [véase el libro de Ana Lilia Pérez, Camisas Azules Manos Negras. El saqueo de Pemex desde Los Pinos], dilapidar parte de la riqueza nacional que representa Pemex, pasándola a manos de particulares fundamentalmente extranjeros, mediante los creados por Ernesto Zedillo, Contratos de Servicios Múltiples (CSM) —artimaña para darle la vuelta a la Constitución—, como presidente Calderón le está asestando la estocada.
No se olvide que para el gobierno mexicano Pemex representa: La caja chica desde donde se extraen los mayores ingresos —el crudo en su mayor parte para el mercado estadounidense—, y los derivados/refinados que igualmente se importan, como la gasolina cara que se paga acá; Pemex ha sido la cereza del pastel para los gringos, acosada porque no quieren otra crisis como la energética de mediados de los 70. Y lo peor: que como empresa Pemex no se administra en dirección del beneficio económico de México, sino para atender los intereses geoenergéticos e industriales de EU.
Aquí recuerdo [para un marco general está el libro de John Saxe-Fernández, La Compra-Venta de México] las recientes declaraciones del 24 de julio de 2011, de María Fernanda Campa, doctora en ciencias, geóloga y fundadora del grupo de “Ingenieros de Pemex, Constitución de 1917”, cuando dijo en el Senado de la República y puso sobre la mesa para la discusión nacional el tema del entreguismo de la paraestatal, bajo presiones y por el sometimiento de los gobiernos neoliberales de Miguel de la Madrid, Carlos Salinas y Ernesto Zedillo, incluso antes de reformar la Constitución. Sin olvidar nosotros, que tienen su propio rol como facilitadores, también los gobiernos panistas de Vicente Fox y Calderón.
Así por ejemplo, se pregunta: ¿Quién se tomó la decisión de vender Pemex? ¿Miguel de la Madrid, Carlos Salinas o Ernesto Zedillo? No. Fueron la casa Blanca, desde Washington a través del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), los estadounidenses. Los gobiernos mexicanos sólo han obedecido órdenes de afuera.
Y refresca la memoria con algunos datos, la doctora Campa ante una mesa con senadores de todos los partidos que no les quedó más que poner cara de sorpresa; porque lo saben y muchos de ellos han sido parte del desfalco. En 1982 estalló la crisis de la deuda y la devaluación del peso mexicano, causadas por el endeudamiento público y privado. Los préstamos especiales que habría obtenido el gobierno mexicano de la banca de Estados Unidos, fueron para extraer los hidrocarburos de Cantarell [Chiapas, Tabasco y la Sonda de Campeche], pero se obtuvieron gracias al aval de las reservas que Pemex descubrió entre 1972 y 1975, por cierto, con méritos propios y el esfuerzo de sus ingenieros.
A principios de los 80, todavía tanto Estados Unidos como Europa estaban desesperados por el control de las reservas, desde la crisis energética de 1973 donde la OPEP tomó el toro por los cuernos e impuso sus condiciones a los países desarrollados [por cierto que México jugó más bien un rol de esquirol en esa crisis, porque no se sujetó a los controles de los países productores y eso contribuyó a desinflar a la OPEP], y las Siete Hermanas comenzaron luego la ofensiva para no volver a hacer el ridículo.
Pero aprovechando la coyuntura de la crisis en México, mediante los préstamos de la banca estadounidense se obligó a Pemex a informar sobre las reservas petroleras, y eso sirvió de aval. La presión comenzó desde el sexenio de Miguel de la Madrid, para eso que se llamó la reconversión industrial y paró hasta la reestructuración de la deuda en 1989 ya con Salinas.
Pese claramente el fraude electoral bajo el cual subió Salinas de Gortari a la silla presidencial, comenzaron las privatizaciones de las empresas paraestatales mexicanas. En 1995, tras el crack de diciembre de 1994 que le estalló a Zedillo pero gestó Salinas, se firmaron los acuerdos marco entre los gobiernos de EU y México, para el otorgamiento de los 55 mil millones de dólares —léase la bonhomía de William Clinton—, otra vez con el aval de Pemex lo que pasó a hipotecar el petróleo mexicano.
Y la famosa “carta de intención” que se envió en enero de 1995 al FMI dice que el gobierno aceleraría las medidas “reglamentarias y legales” para la desregulación —entre otras acciones— del sector petrolero. En eso han trabajado, por cierto, los gobiernos desde Salinas a Calderón [Ver mi nota: “Pemex, ¡en venta!”, 22 de agosto de 2011].
Más datos proporcionados por la doctora Campa: De 1999 a 2002, EU quintuplicó su consumo de petróleo hasta llegar a los 22 mil millones de barriles diarios. E importa más de la mitad, es decir 12 mil millones por día. Y para el 2025, se calcula que consumirá ¡30 millones de barriles! y tendrá que importar más de 20. Lo que quiere decir que, EU pasará de una dependencia del 55 al 70% del exterior para el consumo. Por eso el petróleo del Golfo de México es declarado de “seguridad nacional” para EU. ¿Y México qué?
En la “Memoria de labores de marzo de 2008” de Pemex. Se mencionan un número no determinado de convenios de colaboración con 6 empresas petroleras trasnacionales, 3 de la cuales se firmaron en julio de 2007 con la British Petroleum y una con la Chedron, para explorar aguas profundas del Golfo de México. Es decir, el gobierno otorgaba contratos ilegales ya antes de avalada la reforma de Pemex que se presentó en marzo pero ¡se aprobó hasta octubre de 2008!
Ah, pero eso sí, ahora Pemex compra acciones de la española Repsol. ¿Con qué dinero, si siempre dicen que no hay? Escaramuzas. Como se ve, ninguna decisión de los últimos gobiernos de México favorece a los mexicanos, solo a EU. ¿A costa de qué?

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jueves, 1 de septiembre de 2011

CLASIFICAR TERRORISMO SIRVE A EU

01/septiembre /2011

*La violencia pasó a afectar a la sociedad civil
*Amenaza militarista del imperio, sobre México

La clasificación de terrorista, como fue catalogado por Felipe Calderón [un acto de “verdadero terrorismo”] el ataque al Casino Royal de Monterrey el pasado 25, en donde lamentablemente perdieron la vida ¡52 personas! —un acontecimiento que conmovió a la sociedad mexicana y aterrorizó al mundo—, tiene una doble acepción tan riesgosa la una como la otra. Cierto que es como meter en una misma bolsa lo que ocurrió en Morelia, Michoacán, el 15 de septiembre de 2008, con la explosión de granadas en plena celebración patria; el coche bomba hecho estallar el 15 de julio de 2010 en Ciudad Juárez, cerca de una estación de policía, y ahora el de Monterrey.
Donde los tres atentados fueron perpetrados por bandas del crimen organizado. El de Morelia se adjudicó a los Zetas, en su disputa territorial con La Familia michoacana; el de Juárez se achacó a La Línea, grupo armado del cartel de Juárez en pleito con otros carteles como el de la Congregación que dirige Joaquín El Chapo Guzmán, también en la rebatinga por ese “paso del norte” de las drogas hacia Estados Unidos. Y el último, por “desacuerdo” en la “cuota de protección” de presuntos Zetas con los administradores del lugar, según declaraciones de los primeros cinco detenidos y presuntos responsables, por la policía local, la Procuraduría General del Justicia de Nuevo León (PGJE).
Por esto comenzó a hablarse de narcoterrorismo. Una vertiente donde las bandas del crimen organizado están pasando de la lucha entre ellas por los mercados o el reparto de territorios y la confrontación abierta con las Fuerzas Armadas, a los atentados directos a la población civil inocente que nada tiene que ver, sino todo lo contrario porque es la primera que paga los platos rotos [léase también la balacera en el estadio de futbol de Torreón]. Una modalidad, esa ligada a golpes terroristas, que no había aparecido en México desde que comenzó el combate frontal por el gobierno mediante el uso de la fuerza contra las bandas del crimen organizado.
El caso es que apegarse a una clasificación u otra, si lo son o no actos de terrorismo, tiene sus consecuencias y habría que argumentar a favor o en contra de ambas posturas. Veamos por qué.
Por un lado está la postura de Edgardo Buscaglia, en el sentido que si Calderón hubiera calificado como acto terrorista el perpetrado ya en Morelia, desde entonces México habría conseguido por un lado evitar las subsiguientes acciones de los carteles como esta última de Monterrey. Por otro lado, que como los gobiernos de Rusia, Italia y Colombia recibieron apoyo económico para “perseguir internacionalmente” a los responsables catalogados como terroristas, también aquí se habrían conseguido los recursos y la cooperación internacional desde la ONU en contra de esos delincuentes.
Eso, afirma Buscaglia, habría impedido “la proliferación de mercenarios estadounidenses” en territorio mexicano, según su dicho. Pero el dilema es que, entonces, se habrían brindado los elementos suficientes, tan inmediatos como aquél 25 de septiembre de ¡hace dos años ya!, para que Estados Unidos pretextara el paso del asesoramiento técnico —que nadie cree, porque está aplicando acciones claramente intervencionistas de los asuntos propios de México; sus agentes de espionaje no son almas de la caridad—, a la participación directa. No se olvide que EU quiere cualquier pretexto, cualquier descuido, oportunidad o llamado desde México, para ofrecer sus servicios de país geopolíticamente guerrero, militarista e intervencionista.
Eso nos llama a la segunda consideración. Que EU estaría aplicando en México los mismos preceptos adoptados desde el 11/S en contra de Irak y luego de Afganistán [avalados por la ONU], de guerra contra los terroristas. Postura que de todas maneras, más paciente pero al fin y al cabo agreste, EU ha fraguando desde sus oficinas en Washington —la ATF, cuyo titular acaba de renunciar, no es más que un brazo del trabajo de seguridad interna de la propia secretaría de Estado que preside Hillary Clinton— para con su vecino del sur. Nada más véase el asunto de Rápido y furioso; una argucia para armar a los carteles y arreciar la guerra ya entre sí o en contra del Estado —si no es que prestando un servicio de traidores o mercenarios—, haciendo el trabajo sucio suficiente para desestabilizar amplias parcelas del territorio mexicano y crear la necesidad de la intervención armada.
De por sí, como lo señaló recién el propio diario estadounidense The New York Times, Calderón avaló la presencia de agentes de la DEA, de operadores de la CIA y militares retirados del Pentágono en el norte de México; más, como sabemos, no únicamente en la frontera norte sino desde el centro mismo de operaciones en avenida Reforma, en pleno corazón del país en el Distrito Federal. El entreguismo y servilismo típico del presidente ilegítimo de México, ese que dobló las manos frente a las políticas de Washington al principio de su pésima gestión.
De todas maneras la amenaza del intervencionismo militar en contra de México crece. Les ayuda a los gringos que acá en México se hable del “Estado fallido”, una clasificación empujada por los propios organismos de inteligencia de EU [por eso en este espacio se rechaza esta clasificación, porque sirve a los intereses geopolíticos del imperio]. Al igual les funciona a los gringos que se adopten críticas en contra del gobierno calderonista por su fallida estrategia, como de no combate a los carteles de las drogas. Una postura que también le es útil a EU [pero las críticas, también desde este espacio, como de otros colegas es que se atienda el problema de raíz; por todos los canales que el mismo fenómeno presenta hasta llegar a modificar el modelo de desarrollo neoliberal que nunca ah servido].
Y últimamente, le favorece a EU que en México se hable de terrorismo. Por eso el doble peligro señalado. Porque el terrible atentado —que dejó fríos a miles de mexicanos— del casino en Monterrey, y dejó un saldo de 52 muertos, dio pretexto a EU para movilizar a militares de alto rango expertos en antiterrorismo, desde Irak y Afganistán hasta el centro de inteligencia de Colorado, sede del llamado Comando Norte de Estados Unidos.
Porque dicen —son asesores de los halcones bushianos quienes atizan una intervención militar de sus ejércitos en México— evitarán con todo que la violencia cruce sus fronteras, como las drogas, los dólares y las armas, entre otros ilícitos que son suyos pero sólo ven en los bueyes del compadre. El interés político imperial que intenta allanar a México con el pretexto de las bandas del crimen organizado que ellos mismos alientan con la venta de armas. Doble peligro. Triple, mejor dicho, porque el gobierno de Calderón no hace lo propio.

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