miércoles, 19 de febrero de 2014

GLOBALIZACIÓN E INGOBERNABILIDAD NEOLIBERAL

 “La globalización no es sinónimo de modernidad, sino de retroceso y destrucción”.
Por Salvador González Briceño

BREVE INTRODUCCIÓN
I.- UNA GENERALIDAD APOCALÍPTICA

La “globalización neoliberal” profundiza en todo el mundo, países desarrollados y en desarrollo [capitalistas por supuesto], un abanico de contradicciones. Cuasi perversas.
Destaca la guerra [justificada por el uso del terrorismo (“es más seguro ser temido que amado”: Nicolás Maquiavelo); el fundamentalismo (el “choque de civilizaciones” de Samuel Huntington); la “guerra contra las drogas” (de Richard Nixon dixit, en 1971) y hasta las temidas “conspiraciones” (los atentados a las Torres Gemelas el 11 de septiembre de 2001 apuntan a eso), todo en aras primero de la hegemonía, luego de la “seguridad nacional”] como método generalizado, empleado ya por los imperios del pasado (romano, persa, griego, árabe, otomano, español, británico, etcétera), y ahora por el estadounidense desde los años de la Segunda Guerra Mundial, para perpetuarse como el único garante del estatus quo mundial.
La contradicción riqueza versus pobreza extrema, persistente entre las principales. Es decir, la elevada concentración de la riqueza en pocos países, algunas empresas y unas cuantas manos.
Y, pasando por la destrucción de la naturaleza: espacio, mar y tierra [“sustentabilidad” económica, ecológica, energética o social en entredicho], simultáneamente se crean situaciones de enfermedad, hacinamiento y muerte.
En pocas palabras, con la globalización se aceleran los contrastes económicos, así como la descomposición violenta por la acción del crimen organizado que trastoca pueblos enteros y alcanza al núcleo de la sociedad: la vida familiar.
La globalización destruye todo lo que está a su alcance, vía la carrera libre que se disputan países, empresas (las del adelanto tecnológico) y capitales, o viceversa. La “selección natural” de Darwin, o la ley de la selva del capital financiero de las principales bolsas, que derrumba países enteros. Europa como botón de muestra.
El impacto social es incalculable, porque lastres sociales como el narcotráfico desestabilizan territorios, regiones, estados y amenazan países. Sus valores, en fin, son la competencia, el individualismo, el consumo, el beneficio por sobre todo, la carencia de ética.

LA JUSTIFICACIÓN
II.- EL “MUNDO FELIZ”

Hay quienes desean un mundo mejor, “justo” o “feliz”. Para recordar a Aldous Huxley; “Utópico” por referirnos a Tomás Moro. Qué decir de San Agustín en La ciudad de Dios, La República de Platón o los socialistas Owen de Inglaterra, Saint Simon y Charles Fourier de Francia. Es claro que cualquier nación requiere proyectos propios y de largo plazo. Pero con gobernantes estadistas al frente, o un mínimo de espíritu nacionalista y sentido común.
Atendiendo sus potenciales naturales, económicos y sociales, para un desarrollo que responda a las necesidades [no consumistas por cierto] de la población.
Pero en la actualidad, las últimas dos décadas, sólo unas cuantas naciones se han atrevido a quitarse la soga del cuello que imponen las empresas multinacionales y la banca mundial.
Se pueden mencionar a los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) y algunos países latinoamericanos como Cuba, Argentina, Venezuela, Ecuador, Bolivia. Con propuestas alternativas de desarrollo.
Claro que en referencia a los países “desarrollados” como Gran Bretaña, Alemania o Estados Unidos, ellos son dueños de proyectos propios; pero lo son en sentido estrictamente nacional [con sus particularidades].

LA REALIDAD
III.- EL CABALLERO DE LA TRISTE FIGURA

Pero en la mayoría de países, los planes son unos y la realidad resulta muy otra. ¿Por qué? Todos padecen y reproducen el engaño que, al mismo tiempo, se alimenta con acciones. “El Quijote” cabalga de nuevo. El mundo ilusorio del espejismo, del fetichismo mercantil.
Como seguir el guión trazado por los grandes medios de comunicación, la moda, las películas de Hollywood, etcétera, hasta llegar a las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), donde los jóvenes se sienten amos y señores del Internet. Una herramienta muy útil pero con la que fácilmente se cae en el engaño o el error [léase el robo de identidad].
Es la política del “Gran Hermano” de George Orwell, donde el Estado lo controla todo. ¡Qué decir del espionaje al estilo de la Agencia Nacional de Seguridad de EU donde cabemos todos: países, empresas, organismos, personas! Para recordar a Bradley Manning, Edward Snowden, Julian Assange, y otros como Daniel Ellsberg que reveló en 1971 los “Papeles del Pentágono” sobre Vietnam.
En el fondo, una realidad impuesta, vgr. de consumismo [por eso el éxito de las grandes marcas, o que los mexicanos, por ejemplo, ahora tienen el 1er lugar en obesidad]; mercantilismo [donde no hay dinero que alcance]; el fetichismo señalado por Marx donde las mesas bailan patas arriba.
Como el “american way of life”, la ilusión de los inmigrantes que a falta de oportunidades aspiran a un mayor nivel de vida, alquilándose como mano esclavizada moderna.

A.- EL ESTADO DE LOS RICOS

Es claro que el Estado, o la organización estructurada de la sociedad (sus formas de gobierno, los poderes, la política, la democracia, el territorio y la población), resulta imprescindible para conseguir los fines del desarrollo deseado.
Pero el Estado responde siempre a una “ordenación comandada”, es decir, dirigido por políticas con cualquier tipo de controles desde los centros del poder mundial. Incluida la maquinaria electoral que “legitima” las formas de gobierno como tales expresiones de poder.
Marx nos advirtió, ya desde el Manifiesto comunista, que el Estado responde a los intereses de las clases dominantes. Luego entonces, quien se apodera del Estado se posesiona del mecanismo primero para el control social. Y después todos validan, “legitiman” el procedimiento, no pocas veces ilegal de los operadores, vía el consenso “popular”.
Tamaño engaño, puesto que se avala el proceder de una estructura gubernamental que luego trabaja con fines específicos, más no en función del “interés general”.

B.- EL ESTADO GLOBAL

El mismo esquema nacional se reproduce a escala mundial. Por eso las relaciones inequitativas entre los países. “De te fabula narratur” (a ti se refiere la historia: Horacio), el espejo de las naciones en desarrollo que van tras los pasos de los desarrollados, desde el punto de vista capitalista.
Por ello, la complementariedad de los unos por los otros, resulta de un simple ideal, puesto que rigen los principios del gran capital: “Cuánto tienes cuánto vales”.
De ese modo, las instancias o instituciones internacionales sólo “legitiman” los atropellos. Porque al igual que los Estados nacionales sirven o responden a objetivos precisos. Es el caso de la ONU, la OTAN, la OMC, G-8, G-20, la UE, la OCDE, el BM, el FMI.
Con excepción de algunos organismos regionales (Mercosur, Unasur, Celac; Unión Africana, Liga de Estados Árabes, etcétera).
¡Qué dieran países como Estados Unidos que desean el reinado del “mundo libre”!: Un gobierno mundial, una moneda única o, en pocas palabras, “el fin de la historia”, como planteara en 1992 (tras la caída del Muro de Berlín 1989 y de la URSS en 1991) el politólogo Francis Fukuyama.
Las metas que pregonara en su momento George Bush un 11 de septiembre, pero de 1991, de crear “un Nuevo Orden Mundial” [expresión de la revista Time de enero del mismo año] “¡para alcanzar las aspiraciones de la Humanidad”!, siguiendo los principios de la ONU. (Ver video: http://www.youtube.com/watch?v=E05adbXs_JA). Un sueño ya planteado en los Catorce Puntos de Woodrow Wilson al final de la Primera Guerra Mundial, para la Liga de Naciones, antecedente de Naciones Unidas.

EL SALDO
IV.- TESIS EXPLICATIVAS
PRIMERA: LA INGOBERNABILIDAD COMO FRUTO DE LA AUSENCIA DEL ESTADO, O EL DESGOBIERNO COMO SECUELA NEOLIBERAL

Luego entonces, con un escenario tan contradictorio, la ingobernabilidad se explica por partida doble:
1)   La ausencia de un Estado preocupado en resolver la problemática social. El Estado de Bienestar o benefactor keynesiano le dio buenos resultados a Teodoro Roosevelt en Estados Unidos para salir de la recesión de 1929-30, el famoso “New Deal”.
Pero la situación cambió a raíz de la crisis de los años 70-75 cuando declinan tasa de ganancia y acumulación de capitales. Entonces se aceleran las reformas liberales, por Ronald Reagan en EU que le otorga mayor autonomía al sector financiero con las políticas desregulatorias, al igual que en la Gran Bretaña la “Dama de hierro” Margaret Thatcher. Ambos son los padres del neoliberalismo.
2)   Recordemos que en términos económicos, la liberalización incluye junto a la privatización, el abandono de la sociedad por parte del Estado. Es la tesis del pensamiento único que reina desde principios de los 80 entre los países de la globalización. Actores hoy en profunda crisis.
Luego entonces, la pérdida de herramientas o de controles por parte del Estado se refleja en la poca o nula posibilidad de conducción otrora eficaz. Pero no sólo eso: la tesis de que el mercado libre lo compone todo no da resultados.
Porque la iniciativa privada no tiene otro fin que la ganancia; además, la ganancia pronta y expedita. O los saldos son sólo benéficos para los particulares, sobre todo los grandes empresarios o los banqueros tanto internos como de fuera. Por cierto que en esta nueva etapa la tasa crece sin acumulación, por eso las burbujas flotantes que estallaron en 2008-09
En ese tenor, es por ello que el Estado se ausenta y pierde los hilos de control que retoman otras expresiones, como los llamados “poderes fácticos”. Los mecanismos de gobierno se interrumpen o simplemente se bloquean. El neoliberalismo versus la gobernabilidad.

SEGUNDA: LA INGOBERNABILIDAD IMPACTA DIRECTAMENTE LA SEGURIDAD INTERNA, PERO TAMBIÉN VULNERA LA SEGURIDAD NACIONAL
¿CÓMO SUCEDE ESO?
1)  Cuando se rompen ciertos vasos comunicantes entre el Estado y la sociedad, se pierde el control interno desde los poderes reales establecidos para con los interlocutores y la problemática corriente. Recuérdese que en política los vacíos de poder no existen. Y la gobernabilidad cuando no se rompe se resquebraja.

2)  Si los hilos llegan a romperse, rápidamente son sustituidos por “otros” en cualquier dirección. Sí. Por una parte entran al escenario los “grupos de presión” tradicionales, ahora más abiertamente [pero el tema no queda ahí]. La otra es: el peligro que representa la presencia de los poderes fácticos con fines claramente ajenos, hasta perversos para la sociedad.

3)  Aquí ya se perdió la gobernabilidad. Es decir, que los problemas que se presentan al interior de la sociedad ya no encuentran interlocutores desde los gobiernos, y no se resuelven sino todo lo contrario. O peor aún si se hace uso de la fuerza represiva del Estado para contenerlos. Aquí se abre un futuro negro para trabajadores, empleados, campesinos, indígenas, jóvenes, todos. Es cuando se pierden las conquistas históricas.

4)  Si el uso de la fuerza deslegitima, cuantimás la falta de respuesta o la complicación de los problemas. Eso es lo que impacta la seguridad interna. La agrava. Y, o el Estado llega a perder el control o se militariza. El autoritarismo es uno de los riesgos tanto de la ingobernabilidad como de la fractura en la seguridad interna. Porque los asuntos propios de un país no encuentran autoridades que resuelvan y éstas se alejan todavía más de la población. La ingobernabilidad polariza a la sociedad entre gobernantes y gobernados.

5)  La vulnerabilidad interna deja al garete la relación con otros Estados. O sea que un país en las circunstancias descritas queda expuesto a los injerencismos o intervenciones extranjeras. Con eso la primera en trastocarse es la seguridad nacional. Porque la globalización trastoca la seguridad nacional de los países que asumen el espejismo.

TERCERA: ELEMENTOS PARA UNA EXPLICACIÓN

Por lo tanto, la ingobernabilidad tiene tres vertientes explicativas:
A)   La legitimidad interna vulnerada, y;
B)    La presencia de intereses extranjeros, los que encabezan las multinacionales y el sistema financiero global (la pretendida cara bonita de la globalización).
La primera, que se consiguió en las urnas se ve luego trastocada por la ausencia de directrices y compromisos de los gobiernos.
La segunda, se suscribe por los gobiernos con argumentos de estabilidad económica [macroeconómica en el caso de México], monetarios y fiscales, en tiempos de crisis, con actores externos.
C)    El asunto no para ahí. No únicamente aparecen pronto las señales del deterioro estatal. Los países se derrumban. Las crisis pegan más fuerte y las fracturas económicas se profundizan. Por ejemplo, todavía no se ve cómo Europa saldrá de la recesión profunda que viven algunos países, sin el compromiso del sistema financiero. Claro que los señalados son otros: “el euro”, “el mercado”, el “endeudamiento público” y sin control de los gobiernos, “los políticos irresponsables” [que los hay y para eso baste voltear la mirara a España], los elevados salarios, y hasta la falta de saneamiento de los bancos, etcétera.
Pero nadie señala a los verdaderos responsables representados por la Troika: la Comisión Europea (CE), el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI). Es decir, el sistema financiero global.
Nunca regulado [ni en términos de controles legales ni de cortes a sus ganancias] y siempre apoyado por instituciones “privadas” como la Reserva Federal, que está en el negocio del dinero global vía las tasas de interés permitiendo la especulación abierta y cínica.
Además, que las bolsas de Nueva York y las europeas permanecen intocables y no asumen ninguna responsabilidad. Por eso las presiones contra los países débiles no cesan [Grecia, España, Portugal, Irlanda], y son los pueblos los que son sometidos a los más durísimos recortes.
La vulnerabilidad de los Estados llega al límite de no saber si permanecen o no en la UE. O si se mantiene el Euro como moneda única. Peor aún, si recibirán los apoyos para sortear la crisis o cómo lo harán. Angela Merkel sólo presiona para que los gobiernos paguen sus deudas y para eso exige mayores recortes. La seguridad nacional de los países europeos en crisis está más vulnerada que nunca.
De la mano de eso, los gobiernos responden con la fuerza pública antimotines a los manifestantes que reclaman el respeto a sus derechos, tanto legítimos como a la libertad de expresión. Contra todos estos derechos atentó la globalización, o el librecambismo moderno atroz. Movimiento Ocupy Wall Street, Seattle, Foro Social Mundial, etcétera.
En ambos puntos se refleja la vulnerabilidad; es decir, aparecen los peligros para la seguridad nacional. Por lo tanto, los riesgos devienen estructurales; como la explicación.

V.- CONCLUSIÓN
INGOBERNABILIDAD DE LA GLOBALIZACIÓN
La Globalización genera las condiciones para la descomposición/destrucción económica, política y social de los países. Los ganadores de la globalización son ya no sólo las grandes multinacionales como las petroleras; son los sistemas financieros del mundo, los especuladores y acumuladores de la riqueza.
Las pérdidas de controles estatales redundan en la ilegitimidad de las elites políticas, de los gobiernos. Ello se refleja también en ambientes de clara ingobernabilidad, por la ausencia del Estado de la globalización.
Por la ingobernabilidad florecen los “giros negros” del capitalismo mundial: el tráfico de armas, la venta de drogas, el tráfico de órganos, la pornografía, y todas las actividades del crimen organizado. Su poder es tal que corrompen gobiernos y políticos; los sistemas de justicia son infiltrados, florecen la corrupción y la impunidad.
Porque hay intereses por encima de países, de tratados, de instituciones, etcétera. Y todos dañan a la sociedad, en unos países más que en otros. Son los peligros que acompañan a la ingobernabilidad. Son los riesgos de la globalización que se instaló en los cuatro rincones del planeta. El problema es que, sin ser catastrofistas, esa es la vía de la destrucción. El reto es revertirla.
¿Cómo? Hay palabras, muchas, de sabiduría que resuenan como ecos de un pasado despreciado, pero que nos iguala porque nos brinda identidad como humanidad: