lunes, 31 de enero de 2011

MILITARIZACIÓN-IMPUNIDAD, MEZCLA PERVERSA

31/enero/2011

*Antes los demonios; hoy los asesinos andan sueltos
*El allanamiento de marines en el Distrito Federal

Con tres o cuatro mudas que ha tomado el Operativo Conjunto Chihuahua desde que entró en vigor en marzo de 2008 —que no pasan de eso: un cambio de piel—, la violencia atroz que en Ciudad Juárez sigue cobrando vidas [es la ciudad más violenta del país], pese a las acciones cuyo antídoto ha emprendido el gobierno federal en la entidad, desnudan perfectamente la derrota de la estrategia orquestada por Felipe Calderón contra el crimen organizado, tanto a nivel local como nacional. Pero el asunto no para en eso: avanzan y se consolidan la militarización y la impunidad en el país.
Triste ejemplo, la violencia persiste —con o sin el Ejército presente e Juárez— por la batalla entre las bandas del narcotráfico, una impunidad que está a flor de piel porque no se aclaran los crímenes [el tema de las mal llamadas “Muertas de Juárez” sigue en los archiveros de las instancias judiciales también], el incumplimiento a las demandas de justicia de la sociedad civil y, por si fuera poco, los programas del gobierno que han demostrado no funcionar. El caso de los 15 asesinados en Villas de Salvarcar, ayer hizo un año, cuyos deudos siguen demandando castigo a los implicados, representa apenas un botón de muestra.
Renuente al cambio de estrategia federal seguida desde que arrancó el sexenio calderonista —le corresponde directamente al comandante en jefe de las Fuerzas Armadas—, pese a la nulidad en cuanto a resultados porque la violencia arrecia en lugar de contenerse en muchas ciudades del país —violencia que llama más violencia—, a los más de 34 mil caídos —y eso los contabilizados, implicados o no; y no se sabrá hasta en tanto no ocurran las indagatorias ministeriales correspondientes, porque los “daños colaterales” representan apenas un número de 111 [¡sic!]—; no obstante las presiones de la sociedad civil que lo da a conocer por todos los medios posibles —en foros incluso de cara al propio Calderón, en desplegados, en marchas de protesta, en campañas como “No + Sangre”, etcétera—, a la oposición de una parte de los medios de comunicación —porque los hay también quienes se coluden—, la opinión de especialistas —que son cuantiosos, salvo los entreguistas al sistema, que sobran, los “intelectuales orgánicos”— y hasta exfuncionarios de adentro como de afuera del país —como el detestable causante del Fobaproa, Ernesto Zedillo y personajes como el expresidente colombiano César Gaviria, entre muchos otros.
A su vez, las amenazas de militarizar al país so pretexto de la persecución de capos en muchas ciudades capitales, ha llegado hasta los operativos de los marines —perdón, soldados de la Marina— entrenados en escuelas militares gringas como parte de la intromisión de Estados Unidos en los asuntos de la seguridad nacional de México, en el propio Distrito Federal y sin el mínimo de control por parte del Congreso de la Unión [los legisladores de todos los partidos, los propios partidos políticos han sido omisos a las presiones generalizadas desde la sociedad civil], ni el esclarecimiento de su papel acorde con las leyes de este país [pendiente sigue la legislación en la materia].
En otras palabras: Felipe Caderón, y consigo al Partido Acción Nacional, no sólo le ha fallado a los mexicanos en su demanda de brindar seguridad pública, claramente sacó al Ejército a las calles para legitimarse en el poder tras el fraude electoral del 2006 y la mejor muestra es que está militarizando la vida en los centros urbanos, permitiendo el clima generalizando de violencia porque ha utilizado sólo la estrategia de la confrontación y abrasado la impunidad que se generaliza porque los asesinatos están sin la indagatoria correspondiente y los asesinos andan sueltos; a más de consentir la violación de la seguridad nacional de México por tolerar la intromisión amenazadora de los estadounidenses en los asuntos internos del país.
El esclarecimiento del crimen masivo en Salvarcar, pese a las promesas del propio Calderón frente a las madres que lo confrontaron por las declaraciones desatinadas de que se trató de un enfrentamiento entre “pandilleros”, cuando fue un comando de sicarios el que disparó contra jóvenes inocentes en convivio, sigue en espera. Pero además, los programas prometidos y aplicados no operan o se han quedado demasiado cortos. Es el caso reportado la semana anterior por Proceso, donde el programa “Todos somos Juárez”, con el cual llegó el presidente a prometer acciones, está en juicio por los afectados.
Un programa de sólo ¡3 mil 386.5 millones de pesos! para una población con un tejido social desbaratado resulta de chiste. Se trata de un proyecto para ¡seis áreas!: seguridad, educación, salud, desarrollo social, economía y empleo. Pero las “pifias” son patéticas. Crecen delitos como el secuestro y la extorsión, el robo de autos, y el Centro de Emergencia y Reacción Inmediata no reacciona a tiempo como se prometió. Hay 80 mil autos, unidades sin placas por los elevados costos de regularización, pese al “operativo de blindaje” del Programa Nacional Fronterizo. Las violaciones a los derechos humanos son continuas, y parece que en el Centro de Confianza Ciudadana sólo se reciben las quejas y no pasa nada. La afiliación de pobres al Seguro Popular “tiene claroscuros”; la incorporación al IMSS e ISSSTE solo saturó los hospitales, cuando primero debió ampliarse la infraestructura médica. En el control de adiciones, con centros como Nueva Vida, no habrá mejoras en tanto “no mejore la seguridad” de manera sustancial. Y en materia de Salud Mental o Desarrollo Social, o no hay presupuesto o sólo se incorporó a la gente al programa Oportunidades. En tanto la educación no está nada bien.
Además de atender a las víctimas de la violencia y “a los adolescentes en situación crítica”. Lo que en el fondo hace falta es “sanar el tejido comunitario y atacar la pobreza que afecta a la mitad de la población”. Algo que ni por la mente le pasa al gobierno federal, como tampoco lo está enfrentando el nuevo y flamante gobernador César Duarte, a pesar de ser la segunda instancia, después del propio municipio, en la recomposición del tejido social. Pero porque en el fondo la violencia todavía carece de controles. A pesar de las presiones y demandas locales, todo sigue igual. O peor.
Como la violencia y la impunidad, así también crece la presencia militar en las calles de las grandes urbes. Ocurrió en Morelia, Michoacán, Monterrey, Nuevo León, ciudades de Tamaulipas y recientemente en la capital del país. Son los operativos de “inteligencia” de la Marina en el DF, bajo la égida de los órganos de seguridad estadounidenses quienes dan el pitazo, para detener a los capos que o bien operan desde acá o se encubren en la propia capital del país. Y no porque no deben ser perseguidos, sino porque aumentan los espacios para la violación de los derechos humanos y los militares invaden más espacios ciudadanos.
Cuando la estrategia de Calderón desoye propuestas, carece de una de “inteligencia” contra el crimen organizado y alienta una mezcla perversa entre militarización e impunidad, cuando sostiene una batalla perdida en todos los frentes.

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viernes, 28 de enero de 2011

DAVOS, SIGUE LA CRISIS

28/enero/2011

*El optimismo de avanzar no se sustenta
*La Eurozona está en el mayor peligro

“Cuando los ricos se hacen la guerra, son los pobres los que mueren”: Jean Paul Sartre (1905-1980).

Las expectativas de los asistentes a la ciudad Alpina Suiza para la edición 41 de la cumbre del Foro Económico Mundial (FEM) no son de aliciente. A pesar de la concurrencia. Pertenecientes todos a los países ricos —presidentes, primeros ministros, titulares de hacienda y finanzas, economistas y medios—, muchos van o a justificarse o tratar de imponer sus tesis. Lo cierto es que continúa la crisis de la economía mundial en aquellos países cuyo soporte es el sistema capitalista imperialista y global, con muy pocas salvedades.
Así, con la tesis del vaso a la mitad, los asistentes a Davos no lo miran hacia arriba sino hacia abajo: ven el vaso medio vacío, como Nouriel Roubini —el economista que profetizó la gran recesión actual— que adoptó la metáfora cuando se refirió al funcionamiento de la economía global en estos momentos y sus posibilidades de recuperación. Los problemas son muchos y muy complejos, asienten, y la Eurozona es uno de ellos.
Por su parte, metido a la mitad de la madeja por la crisis, con apenas algunos indicadores en positivo, Estados Unidos tiene lo propio. Como suele suceder, Barack Obama está buscando en el pasado a los responsables de la debacle que comenzó en el mercado inmobiliario. Que si la FED, que si los rescates. Que si Bush, que si el entonces titular Alan Greenspan. Pero son todos.
Así lo dio a conocer apenas ayer mismo el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke en EU. Dijo que en su momento los estrategas de la FED no previeron la amenaza del mercado residencial al sistema financiero en 2005, porque no lo consideraron un riesgo importante. Lo cierto es que, al indagar la crisis del 2008, un comité exprofeso identificó que tanto firmas temerarias de Wall Street como reguladores federales “débiles” fueron los responsables porque la crisis pudo evitarse. Dizque. Claro está que Obama se quiere zafar de la responsabilidad y que los republicanos no le llenen todo el morral.
No obstante se olvida que las crisis son estructurales propias del sistema capitalista imperialista global, y sólo esperan un pretexto para estallar y afectar tanto a la economía —estadounidense en este caso—, como su dispersión mundial. De lo contrario no habría afectado tanto a países como los europeos; a Grecia, Irlanda, España, Portugal e Italia. Los eslabones más débiles de la Eurozona. Y ahí es donde los observadores actuales asistentes a Davos colocan los mayores riesgos. Olvidando que no son los países en sí. Cuanto las condiciones bajo las cuales operan todas las economías.
Así lo resume Roubini en el FEM. La Eurozona representa uno de los mayores riesgos para la economía global, por la combinación de varios elementos. No sólo la incertidumbre vinculada al abultado déficit y a la crisis de la deuda por país [“no sólo hay, dijo Roubini, una elevada deuda pública, sino una deuda privada alta”], también por las débiles perspectivas de crecimiento económico, que van de la mano de una baja competitividad y una nula creación de empleos que tampoco reactiva los mercados internos.
A esta situación europea, otros le agregan la llamada “guerra de monedas”, a lo que el presidente francés Nicolas Zarkozy dice que la euromoneda no se dejará caer. [Asisten también: Angela Merkel, canciller de Alemania, David Cameron primer ministro británico; Chen Deming, ministro chino, Timothy Geithner, secretario del Tesoro de EU y el ministro brasileño Patriota; Santos de Colombia y Calderón de México. Abrió el FEM el presidente ruso Dimitri Medvedev, con un minuto de silencio por los caídos durante el atentado coche-bomba en su país].
El caso es que, en general, la economía mundial se ve afectada por un crecimiento incipiente “anémico” o muy diferenciado de las economías desarrolladas, comenzando por la estadounidense, Europa y Japón. Se augura que el desapalancamiento durará algunos años todavía, con medidas drásticas como las reducciones de pensiones, salarios y demás prestaciones para flexibilizar las finanzas de los estados.
Una difícil situación para la economía mundial a la que se agregan, aparte, las alzas en los precios del petróleo y de las materias primas. Situación que provocará inflación y mayor escasez al interior de los países en desarrollo. Ni qué decir que arreciarán las previsiones sociopolíticas; es decir, las movilizaciones de las organizaciones sociales porque no son ellos los que la hacen pero sí los que la pagan. Y no se vale, porque los sistemas financieros del mundo permanecen intocables, al mismo tiempo que son los causantes en tanto aceleran las condiciones de crisis capitalista global.
Pese a las posiciones que se pongan sobre la mesa en Davos, en ese foro donde se expresan los países ricos, puesto que cada país se rasca con sus propias uñas, no habrá consensos mayores y por lo mismo tampoco resultados. Será un paseo por los escenarios de La Montaña Mágica de Thomas Mann. Pero no un espacio donde se lleguen a acuerdos para el repunte económico mundial.
En fin, que maltrechos y divididos, así saldrán los asistentes. No con las manos llenas sino como llegaron; con desilusiones y buenos deseos, más que realidades. Los mercados capitalistas no responden a caprichos ni a discursos cuanto a situaciones estructurales. Y esas no se abordan nunca porque no se mina al capital sino al trabajador. Por eso es previsible que haya más movilizaciones como las de la zona frágil de Europa. También EU, con su deuda pública gigantesca, está frente a una crisis todavía más profunda. Y eso ni se menciona o apenas se toca con pinzas.
Los que se salvan son Brasil, China, India y Rusia, mejor conocido como el BRIC. Brasil es la verdadera excepción y ejemplo para países de Latinoamérica como México. Pero México se empecina con la doctrina ortodoxa más papista que el Papa. Aquí sólo falta que los curas esperen ser convertidos en santos, después de beatos, cuando se cierre el periodo neoliberal con resultados atroces.
Por tanto, en el fondo los que lloran no son tanto los ricos que asisten a Davos, sino los pobres que padecen las consecuencias por su falta de acuerdos. Los ricos son cada vez más ricos —sin arriesgar sus inversiones y ganancias—; los pobres todavía más pobres. A todo, agréguese la crisis de los alimentos; una amenaza más que se incorporará a la situación global actual.

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jueves, 27 de enero de 2011

OBAMA, DÉBIL, SE DERECHIZA

27/enero/2011

*Difícil será su reelección
*EU, imperio en la tablita

De plácemes están, seguramente, el Tea party y la derecha republicana en los Estados Unidos. Tras el discurso de Barack Obama del martes 25, se dieron cuenta de que al fin lo doblegaron —o se ablandó porque a partir de ahora va tras la reelección—. Luego de una tenaz oposición política, con descalificativos personales, una campaña permanente de movilizaciones y desplegados en los medios de comunicación, finalmente al flamante presidente demócrata una de dos: o le cortaron las alas o se las cortó solito. Hoy todos los medios de comunicación estadounidenses coinciden en que el presidente se alineó al centro; es decir, se derechizó.
Al menos con las debilidades mostradas por Obama en su discurso, gana la derecha y sus preceptos imperiales, pierden los ciudadanos estadounidenses y relativamente el mundo. Porque Obama les dejó casi todo el futuro a los republicanos, desde el momento en que no replanteó las metas iniciales propias de los demócratas de conducir a EU por una ruta moderada y contraria a la de los halcones de los Bush. Y que, pidiendo una colaboración que no le darán, les deja la iniciativa hacia adelante.
Porque con sus lineamientos discursivos, la inercia continuará. Por tratarse de una máquina que se conduce sobre sus propios rieles imperiales. Y por ello, avanzará hacia la debacle que tanto temen todos, demócratas y republicanos: verse superados por China en la economía y en la geopolítica global al mismo tiempo, porque lo uno es consecuencia de lo otro. Es en este punto donde, quizá, el mundo no pierde sino que la derecha recalcitrante y republicana será la derrotada, y quien porte los cirios del sepelio de la hegemonía estadounidense en la palestra mundial hacia un futuro no tan lejano.
Por lo pronto, atrás quedaron los sueños de Obama de empujar al país más poderoso del mundo por vías alternas, con propuestas a beneficio de la población como la Ley de Salud, recién tirada por la borda gracias al voto republicano en la Cámara de Representantes [el pasado 19 de enero; falta que pase en el Senado donde los demócratas tienen el control], donde ahora representan a la mayoría. Con todo y que el Presidente defendió en su discurso: “Mantener la inversión pública en programas esenciales para mejorar la formación, la educación y la salud de los compatriotas”.
Hizo bien. Sólo que no se ve por dónde logre avanzar hacia el desarrollo social, porque eso demanda fondos. Y el Estado gringo no los tiene ahora. O los tiene, pero los está colocando en las guerras. Como reportó recién el The New York Times: el país está gastando hoy, con el presidente Obama, más en el renglón militar que en el peor momento de la guerra fría contra Vietnam y la guerra de Corea. Tan sólo la guerra de Afganistán costó en 2010, más de lo que le costó a EU la guerra de Revolución, la guerra de 1812, la guerra contra México, la guerra civil y la guerra contra España juntas. Un gasto militar casi equivalente al gasto militar mundial. Pero no se olvide que es inercia de los Bush.
Pero Obama es corresponsable, porque o bien se está llevando por el empuje imperial, o porque está siguiendo los lineamentos republicanos o ha cedido a las presiones por la reelección y actúa en seguidilla. Eso quedará más claro a partir de ahora. Como sucede con la economía. Obama propone acciones demasiado ortodoxas para sacar al país a flote. Ir en tres vertientes: avanzar en la promoción de la innovación tecnológica, reformar la educación e invertir en infraestructura. Pero eso no parece viable. ¿Con qué ojos si a su vez plantea congelar el gasto?
Es decir, el presidente de EU propone reducir el déficit en 400 mil millones de dólares en la próxima década, congelando en los próximos cinco años los gastos del Estado aplicando recortes en proyectos no prioritarios, como reducir gastos militares en [¡apenas!] 78 mil millones de dólares. Sin abandonar Irak del todo o Afganistán. Con todo y presume que el mercado de valores se ha recuperado y la economía crece de nuevo. No menciona el déficit enorme ni el desempleo del 9.4% como trabas para una recuperación pronta como quisiera.
En otras palabras, como van los estadounidenses se derrumba cualquier posibilidad de renovarse. Ni interna ni externamente. Hacia adentro porque un trimestre de crecimiento económico [el primero del 2010] no hace la primavera; la salida de los grandes consorcios que recibieron el apoyo de rescate por parte del Estado están fuertes [saliendo de la crisis, dicen], pero ni el empleo ni se recupera el poder adquisitivo para la ampliación de la demanda interna; es decir, el consumo. Además que la polaridad en la distribución de los ingresos se amplió, porque hoy hay muchos menos ricos contra mucho mayor número de pobres. Y esas son características todavía depresivas. Y más.
Hacia afuera, porque Estados Unidos seguirá empeñado en sus labores militares e imperiales. No hay para cuando EU retire sus ejércitos que tantos recursos le jalan, y tampoco cómo le hará para mantener la hegemonía que se ve apedreada por China, país boyante que está ya en segundo lugar en importancia económica a escala mundial.
Por lo demás, los republicanos harán hasta lo imposible para evitar que Obama avance hacia su reelección. Porque el futuro no se “sueña”, como dijo el presidente de EU: se hace. Y él no lo está haciendo ahora. Los otros pasos que dará serán acudir al extranjero, a países como Brasil; como para atender lo desatendido por décadas, desde la era Clinton. Porque con los Bush en el poder todo el imperio se volcó hacia la persecución de los yacimientos energéticos para la sobrevivencia imperial.
Es tiempo de voltear hacia América Latina. Obama lo hará. Pero no pasará por México. Aunque vaya a Centroamérica. Sus bienes materiales y estratégicos están seguros en México, pese a la cruenta guerra que mantiene contra el crimen organizado y la susodicha amenaza a su seguridad nacional. A partir de ahora, con Obama debilitado, EU marchará bajo los preceptos de la derecha. No se ve otro camino. Más cuando de ello dependerá su reelección. Obama tal vez retome las propuestas de los halcones gringos. Malas y buenas noticias para el mundo: EU irá rumbo a una derrota anunciada a escala global, cuando el dragón chino saca la cabeza. EU es ya un imperio en la tablita.

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miércoles, 26 de enero de 2011

HILLARY, TIRALÍNEA IMPERIAL

26/enero/2011

*De pisa y corre llegó Clinton a México
*Ninguna disculpa por cables Wikileaks

Si hubo quién, comenzando por el propio presidente Felipe Calderón [pero sobre todo los mexicanos, indignados todos], esperaba que la Secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, llegara a México ofreciendo disculpas por el contenido y uso de los cables —revelados por el portal Wikileaks— enviados desde la embajada que encabeza Carlos Pascual hacia el Departamento de Estado de Estados Unidos donde la señora es la titular, se equivocó.
Y por lo sucedido durante la visita relámpago de la señora Clinton a México, vía Guanajuato, también el gobierno mexicano ha dejado pasar la oportunidad de oro para protestar enérgicamente y frente a frente, por los servicios de espionaje y malos tratos otorgados por Pascual a las autoridades mexicanas, comenzando por la institución presidencial, las Fuerzas Armadas, los cuerpos policiacos, la lucha contra el crimen organizado y los servicios de inteligencia nacionales.
En cambio, la señora Clinton vino a hablar de lo que quiso sin que nadie le revirase nada, porque la señora titular de Relaciones Exteriores de México, Patricia Espinosa, está de adorno con todo y asesores. Las declaraciones de Clinton, fueron un espaldarazo al embajador Pascual, más que al presidente Felipe Calderón, como quisieron verlo algunos medios de comunicación. Es más, incluso se hizo acompañar por el experto en “estados fracasados” [sic], exembajador en Ucrania y con pensamientos como este: “Cuando prevalece el caos, puede prosperar el tráfico de estupefacientes” [¿para bien o para mal?]: Carlos Pascual.
Clinton reiteró la estrategia de Estados Unidos: “Combatir el crimen organizado” [lo que ya levanta sospechas, o comienza a dudarse] y, por encima de todo, proteger su seguridad nacional. Llegó, más que con pendientes de la administración Obama para coadyuvar con México en temas como la migración, con exigencias. Todo sin aclarar nunca, siquiera porque fueron sorprendidos con los dedos en la puerta, el tema del espionaje de sus diplomáticos. Y por lo visto, para EU el tema Wikileaks-México está superado. Más en cuanto es omitido por el gobierno mexicano, pese a los cables.
Por lo tanto, lo que ocurrió durante la tercera visita de la secretaria de Estado, Hillary, que se vio acompañada por el propio Pascual, Arturo Valenzuela como subsecretario de EU para Latinoamérica y el embajador Sarukhán, podría resumirse como sigue:
1.- Clinton no se disculpó con el gobierno de México, por el trato que otorga la embajada de EU encabezada por Pascual, conforme a lo revelado por el portal Wikileaks. A lo más, refirió Clinton, no hablaría de una información obtenida ilegalmente, como tampoco la desmintió. Pero México no exigió una disculpa; mucho menos, digamos [¡pidamos peras al olmo!], un replanteamiento de las relaciones México-EU, o la remoción de Carlos Pascual. Este era un momento propicio. Pero como no se hizo ahora, no se hará después.
2.- Cualquier administración, dijo Clinton, sin importar el partido político que gane en México, debe plantearse como meta el combate al narcotráfico y al crimen organizado a pesar de los costos, “pues los narcos no se van a entregar sin una lucha terrible”. Guerra con guerra o violencia con más violencia, sin otras acciones paralelas como atacar al corazón de las finanzas de los grupos del crimen organizado o contener el tráfico de armas desde EU.
3.- Clinton arremete contra el Ejército. Este es un asunto que debe verse con lupa. Haciendo eco, cuando así les conviene, retoman las críticas de Human Rigth Watch, sobre las violaciones a los derechos humanos perpetrados por el Ejército mexicano. La funcionaria se pronunció porque los militares sean juzgados en tribunales civiles cuando incurran en estos delitos. Y hasta le tiró línea al Congreso, esperando: “Que en el país se apruebe la reforma propuesta por Calderón para reformar el Código de Justicia Militar”. Y remató contra los militares —con línea para el Ejército—: “Tenemos que asegurarnos que cualquier violador de derechos humanos, así sea dentro de las Fuerzas Armadas, sea juzgado en una corte civil”. Tremendo reclamo venido de afuera y en nuestras narices sin protesta alguna. Intervencionismo puro. Por lo demás…
4.- Es una falsedad que se esté está apoyando, como dijo la señora, lo que hace el gobierno de México para combatir al narco. Porque los recursos destinados para ello vía la Iniciativa Mérida llegan a cuentagotas, no como la situación de emergencia lo exige, y porque ninguna otra medida importante se lleva a cabo por el gobierno de Barack Obama. Al contrario, dejan que los sucesos de violencia corran, aún con las más de 34 mil víctimas.
En fin, que los temas tratados entre Clinton y Espinosa fueron los que interesan a EU y no a México. Pese al antecedente de Wikileaks. No importa. Sólo si se lleva a cabo todo eso, entonces “estamos dispuestos a ayudar”. En claro: Clinton vino a proteger a Pascual —no interesa que Calderón ya no lo reciba en privado— y a tirar línea al gobierno mexicano. A combatir la violencia con la violencia. Al fin que los muertos los pone México. Al fin que las armas proceden de EU y el flujo ilegal no para, porque son sus armeros los que hacen el sucio negocio, sin importar que entre los principales clientes estén las propias bandas del crimen organizado mexicanas.
En este punto, seguramente Clinton desoyó las protestas de los estudiantes universitarios, de la Facultad de Economías de la Universidad de Guanajuato, cuando le gritaron: “No más armas de estadounidenses”. Porque la señora Clinton sólo refirió que el gobierno de Obama está decidido a “hacer lo necesario”, como obligar a los vendedores de armas estadounidenses a reportar las compras al mayoreo de rifles de alto poder. Pero eso no sirve de nada.
Calderón estará contento —no por las disculpas que no llegaron— por las muestras de “admiración” en su “cruzada” contra el narcotráfico, y por los 500 millones de dólares que le entregarán este año como parte de la Iniciativa Mérida. Un proyecto imperial de allá para acá, ¿y de acá para allá qué? Nada. Ni reclamos ni expulsión, de un espía especialista en “estados fracasados”, como lo es Carlos Pascual.

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martes, 25 de enero de 2011

EBRARD, ABSURDA CAMPAÑA

25/enero/2011

*Agitado, desoye problemas ciudadanos
*Reprime protesta por obras innecesarias

“El que no se atreve a ser inteligente, se hace político”: Enrique Jardiel Poncela
(1901-1952).

No gobiernan, hacen política personal o de grupo. Una vez en el trono, los gobernantes le dan vuelta a la tuerca y se olvidan de sus promesas iniciales de atender la problemática ciudadana. Se sabe que eso ocurre sobre todo con los políticos de la derecha mexicana y del mundo [Estados Unidos, Europa, etcétera], o los pronunciados por el llamado “centro” —aquellos por cuyas medias tintas no saben dónde se ubican ideológicamente, pero tampoco ignoran los intereses para los que sirven—. ¿Pero es creíble de la autoproclamada izquierda, como la que dice gobernar el Distrito Federal?
Porque al menos en la Ciudad de México, el todavía Jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard Casaubón, surgido de las filas del Partido de la Revolución Democrática, anda de asonada campaña con suspiraciones presidenciales. Agitado, pero sin atender el llamado de los capitalinos que son excluidos de la toma de decisiones —demanda lógica para un gobernador de izquierda que se jacte de ser mínimamente democrático [¿qué no?]—, piden el respeto al espacio público y repudian la imposición de obras innecesarias y de gran impacto urbano.
Pero la promoción y venta de un candidato demanda, precisamente en los términos de un populismo trasnochado como el que lleva a cabo Ebrard siendo un activo perredista —supone que el ciudadano común olvidó ya su antepasado priista—, tanto doblegar con el uso de la fuerza la protesta ciudadana como imponer la obra pública que a los intereses personales, de grupo o de partido, convenga.
Esto es, pretendiendo trabajar sobre la misma línea de los gobernantes de la Ciudad de México, que en el pasado han edificado obra pública de relumbrón y sin el mínimo de planeación urbana —como lo hizo en su momento Carlos Hank González, con el trazo de los ejes viales que rompieron la ciudad en cachos para los estacionamientos fijos en que luego se convirtieron, pero le retribuyó enormes ganancias; o el propio López Obrador, El Peje, cuando crucificó a los capitalinos con el llamado “segundo piso” en Viaducto y Periférico, más a contentillo de inversionistas que de la ciudad—, lo único que Ebrard hace es obra para presumir que también puede ofrece resultados y ganar votos con ello.
Sólo que Ebrard olvida que la ciudad no demanda más obra pública sin orden: seguridad, obra en redes hidráulicas, iluminación, espacios públicos, culturales, etcétera [según coordinadores vecinales de varias delegaciones]. No más estacionamiento para automóviles, sino ampliación de las áreas verdes, y la revitalización de las existentes para alimentar los mantos acuíferos. En fin, una recta planeación urbana que marche a la par de la prestación de servicios básicos eficientes. Eso sí, la ciudad de México requiere transporte colectivo, pero no en dónde ya existen vías alternas. Cualquier cosa, menos obra para el lucimiento personal al estilo del viejo cacique priista cachavotos.
Pero justamente tirando por la borda el interés del ciudadano, a quien se le pide participación por un lado y por el otro se le reprime, haciendo caso omiso de los perjuicios que están provocando a la ciudad y alimentando el caos urbano, Ebrard da rienda suelta a sus compromisos con inversionistas brincando incluso todos los procedimientos de legislación urbana federal. Todo porque se le cayó una obra cumbre que no podrá entregar en tiempo, también por precipitar gestiones; la Línea 12 del Metro, o Línea Dorada del Bicentenario, que no estará lista conforme a la promesa de entrega en el 2011 sino hasta el 2012, y no será él quien rompa los listones de la inauguración.
Por eso el candidato Marcelo Ebrard está urgido de dar resultados. Así sea a contrapelo del capitalino. Por eso ha cosechado protestas en otras dos de sus precipitadas obras: la construcción de la línea del Metrobús y la llamada Supervía. En el primer caso, una obra que corre a la par de la línea 3 del Metro, y que los vecinos rechazan abiertamente. En el segundo, porque ha roto con preceptos de uso de suelo, incuso sin considerar en impacto que la Supervía causará a los mantos acuíferos de la ciudad.
La construcción del Metrobús es cuestionado por no existir las condiciones por la zona de Narvarte; la Supervía en casi toda su extensión. La característica de la actuación del gobierno es pareja: el uso de la fuerza pública para contener la protesta ciudadana, pese a las promesas de diálogo vecinal para el convencimiento de la bonhomía de las obras, con todas las autorizaciones en mano. Ni lo uno ni lo otro. Y en ambos casos se ha hecho caso omiso de la planeación urbana.
Eso es creíble de un gobierno como los emanados del PAN o del PRI que hacen todo a chaleco, pero no del PRD. Pero no se olvide que Ebrard anda en campaña. Y eso se hace con dinero para publicitarse como sus seguros competidores: El Peje y Peña Nieto. Desempeño sin resultados, porque tiene una gestión sin logros, está urgido en decirle a la gente del país que él puede. Que puede ser un flamante candidato presidencial para el 2012. Por eso su presurización. Eso explica sus arrebatos y hasta el uso de la fuerza pública contra la protesta ciudadana y las demandas que tiene en Derechos Humanos.
De ahí también su acelerado apoyo al candidato perredista-priista a la gubernatura de Oaxaca. Porque él puede. Ebrard necesita demostrar resultados lo que no hizo en su tiempo. Quiere avances a costa de lo que sea. Qué importa el ciudadano, el desarrollo o la planeación urbana. Interesa el personaje. Importa el candidato a la Presidencia. Eso descubre a Marcelo como hijo putativo y renegado del viejo PRI.
Es el interés privado con tintes populistas. Por eso desbordan las presiones ciudadanas. Por eso la denuncia pública, por tratarse de un político que hace campaña con presuntas acciones de gobierno. No obstante, Marcelo olvida que quienes otorgan el voto no son los hombres ricos del Pedregal, a quienes va a conectar la Supervía con la zona comercial de Santa Fe, sino la plebe que se ve afectada por las obras, reniega y reprime.
Más cuando la “participación ciudadana” es un slogan de la política perredista que cobija a Ebrard. Todo por sus aspiraciones presidenciales. De ahí que su decisión es política, y de agitada campaña. Allá él.

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lunes, 24 de enero de 2011

CAPACITACIÓN MILITAR, AMENAZA SEGURIDAD NACIONAL

24/enero/2011

*Hillary Clinton llega a México a medir el terreno
*El intervencionismo imperial de Estados Unidos

La consideración, cada vez más palpable, de que las Fuerzas Armadas de México (FAM) son como un brazo armado del Pentágono, representa una amenaza creciente para la seguridad nacional que, merced al gobierno de Felipe Calderón, está llevando a cabo el Departamento de Defensa de Estados Unidos en función de su propia seguridad nacional y en detrimento mexicano.
Incluye, sobre todo, la capacitación de efectivos militares por parte de instructores gringos ya en México y Colombia, como en Alemania, Inglaterra, Argentina, Suiza, Belice, Canadá, entre otros países. Lo descubre el hecho de que EU no hace todo lo concerniente a su papel de corresponsabilidad, prometida tantas veces, en lo que compete al combate a los carteles de las drogas mexicanos.
Habida cuenta que, tanto el concepto como la política de seguridad nacional para EU mudó de piel desde septiembre 2011, eso incluyó algunas de las formas tradicionales de aplicarla. A partir de entonces, la seguridad nacional para ellos —o su geopolítica contra el mundo— cambió so pretexto tipificado inicialmente como de combate al terrorismo; todo desde la paranoia creada por los propios halcones gringos con el autoatentado a las Torres Gemelas de Nueva York. Una guerra contra los terroristas llevada a cabo en territorios externos, sin importar el país —lo que incluye tanto Afganistán como Irak— ¿y México?
En México el combate al “terrorismo” lo pasó a determinar la “guerra” calderonista contra el crimen organizado, principalmente el narcotráfico, especialmente en los estados de la frontera con Estados Unidos; una batalla abiertamente fallida pero que deja al descubierto el influyentismo militar de EU en México, como parte de la amenaza a su “seguridad nacional”. Ese es ahora uno de los principales argumentos y contenido de las declaraciones de políticos y voceros de EU: que la violencia desatada por los carteles de las drogas en México, que arroja más de 30 mil muertes en cuatro años, por desarrollarse cerca de su frontera representa una amenaza creciente para su seguridad nacional.
En otras palabras, que la misma guerra fallida, de la mano del activismo violento de los carteles de las drogas que siembran sangre en muchos estados del país, están representando el trabajo sucio a beneficio de los intereses del intervencionismo estadounidense, que actúa como un imperio que estaría sometiendo a México a sus políticas y ahora arremete sutilmente contra las Fuerzas Armadas mexicanas. Un asunto de absoluto cuidado que se tiene que revisar, como un delicado asunto de Estado.
No haciendo la guerra, pero sí practicando el intervencionismo entrenando a militares mexicanos acorde a sus mismísimos fines. Así lo reportó este sábado 22 el The Washington Post, lo resumió ayer La Jornada, y lo anticipó la revista Contralínea con mayor detalle en su número 216 del 16 de enero corriente.
A ver. Pese al nacionalismo de las fuerzas armadas mexicanas, el entreguismo del actual gobierno de Calderón ha determinado que los militares se capaciten en otros países, función para la cual EU ha destinado todavía más recursos que los determinados para la Iniciativa Mérida —1 mil 777 millones 35 mil 670 dólares, contra 1 millón 500 mil dólares—, tratando de desarticular de ese modo dicho nacionalismo mexicano. Pero sobre todo otorgando un mayor peso a dicha capacitación que a la propia Iniciativa Mérida. Grave, ¿no? Gravísimo.
El caso es que por la amenaza de los carteles de la droga mexicanos —aquí entran los argumentos expuestos por el Post, resumidos por La Jornada—, cada vez más elementos [“policías y soldados mexicanos], han viajado al país sudamericano [Colombia] para ser entrenados. Es decir, que instructores colombianos, “acompañados por investigadores y fiscales de Estados Unidos y Canadá, han impartido cursos semanales [¡semanales!] en México acerca de cómo recabar evidencia y sustanciar procesos judiciales para desmantelar a los cárteles de la droga”.
Y, según el Washington Post, unos 7 mil mexicanos han participado en los cursos de adiestramiento, los cuales han sido financiados, en parte, con 800 mil dólares aportados por Estados Unidos. “Soldados y policías aprendieron a efectuar operaciones en la selva, saltar desde helicópteros, desactivar bombas y atacar bastiones urbanos”, reseña La jornada. Y agrega un testimonio de un policía participante en esos cursos, Carlos Nieves: “Les enseñan que el creciente poder de fuego de los carteles mexicanos se debe combatir con más poder de fuego”. Una capacitación que Colombia aporta a México “sin una presencia sustancial de la policía o las fuerzas armadas de Estados Unidos al sur de su frontera”. ¿Se entiende la jiribilla?
Contralínea lo desarrolla más todavía. Se trata de la capacitación de 6 mil 63 efectivos, con un costo de 1 mil 777 millones de dólares como “donativo” que recibió de EU el gobierno de Felipe Calderón entre 2007 y 2010, “sólo para entrenamiento de tropas mexicanas [marinos y policías] en el combate al narcotráfico y al terrorismo”. Como dice el general en retiro Samuel Lara Villa, en Contralínea: “Estados Unidos tiene como objetivo integrar a las Fuerzas Armadas Mexicanas como parte de su brazo armado. Para ello ha trabajado en cambiar la misión nacionalista del Ejército…[Por ello] México no tiene más enemigo que el que está al Norte. La dominación imperialista que Estados Unidos ejerce sobre América Latina es un hecho. Estos últimos gobiernos se han puesto de rodillas ante las disposiciones y pretensiones de los estadounidenses”.
En fin, que como parte de la geopolítica militar de Estados Unidos, no sería de extrañar que pronto nos enteremos que el llamado Comando Norte [que se presume estar conformado trilateralmente], estaría haciendo planes para un futuro inmediato sin México; es decir, para la preservación de la seguridad nacional de América del Norte que comprende a Estados Unidos, Canadá y México, dejando fuera soterrada pero abiertamente a México. Algo, por supuesto, tremendamente grave porque atentaría contra los intereses de los mexicanos y en favor del imperio de los gringos y de Canadá.
En ese contexto llega a México la secretaria de Estado de EU, Hillary Clinton, y viene a medir el terreno del enemigo —perdón, del amiguo— del sur, a estas alturas tras las revelaciones o el “descubrimiento” de que el personal de la embajada de su país hace trabajo de espionaje, como lo hacen en todas partes del mundo sus “embajadores”. Entonces: ¡a encender todos los focos rojos! Hay que tener cuidado con el enemigo.

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viernes, 21 de enero de 2011

HU JINTAO EN ESTADOS UNIDOS

21/enero/2011

*Reunión histórica entre presidentes
*Lucha de gigantes en la globalización

“La política es una guerra sin efusión de sangre; la guerra una política con efusión de sangre”: Mao Tse-Tung (1893-1976).

Bien recibido como jefe de Estado de altos vuelos por el presidente de Estados Unidos (EU), Barack Obama, el premier chino, Hu Jintao llegó de visita a ese país. Representante de la gran potencia oriental que es China, aparte de hacer diplomacia y anunciar inversiones, fue a demostrar buena voluntad con el asunto de los derechos humanos, entre otras cosas. Pero por encima de todo, a refrendar un “matrimonio” tan obligado como disparejo, que tienen y deben seguir ambas superpotencias tan disímiles pero obligadamente amarradas por la globalización.
Todo el mundo sabe, sobre todo en la parte occidental que lo tiene presente día con día y más desde que la crisis financiera arrasa con las economías otrora firmes y seguras, incluida la estadounidense, de la fortaleza de la economía china. Con tasas de crecimiento que rondan los 9 puntos en promedio desde hace algunos años, los productos procedentes de dicho país han hecho acto de presencia mercantil en todo el mundo.
Con una política de financiamiento estatal de las exportaciones, lo que a los occidentales no les place porque son subsidios para hundir al competidor —no obstante tratarse de una práctica común, aunque selectiva, cuando un sector de la economía les interesa—, China le ha ganado el mercado consumidor en muchas ramas productivas a las principales empresas de los países capitalistas desarrollados, incluido EU.
No sólo eso. A raíz de crisis que sacude a occidente, que no es únicamente financiera sino que arrastra al resto de la actividad económica, el Estado chino que dirige las políticas económicas internas y externas —con el aval siempre del partido único, ciertamente—, ese país oriental ha hecho grandes inversiones en los principales países occidentales.
Con o sin las presiones desde los propios EU para que devalúe su moneda, el yuan en un 15% todavía, los chinos han tratado de sujetar a los países resguardando en sus arcas grandes reservas monetarias extranjeras. Y así, por muchas presiones que le lleguen desde el exterior, los chinos pueden aguantar porque los tiene en un puño, incluido EU.
Además que el crecimiento económico le da la ventaja suficiente a Jintao para hablarse de tú a tú con Obama. De ahí que haya sido tan bien recibido en la Casa Blanca. Pero el asunto va por ahí. Es decir, China no está ni se siente obligada a cumplir demandas que tanto le “preocupan” a los estadounidenses. Ya se sabe que EU presiona en materia de derechos humanos como mero ardid publicitario y diplomático para interferir en los intereses vitales de otros países.
Pero en esta ocasión el presidente chino salió aireado del tema, y Obama se la creyó. No obstante China tiene asuntos graves pendientes en la materia. Tan sólo recuérdese el caso de la reprimenda de los lamas tibetanos por demandar la independencia regional, al igual que las detenciones como la del propio disidente Liu Xiaobo por las protestas todavía vigentes desde la reprimenda del Estado en Tiananmen, cuando los estudiantes exigían reformas democráticas, por citar tres de los temas más ingentes.
El caso es que el presidente Hu Jintao se la capoteó bien. Porque China fue a EU, no a acatar sino a reclamar su turno en la tirada de las piezas internacionales del ajedrez mundial. Está haciendo valer ese peso entre las estrategias de la geopolítica gringas. El asunto de las Coreas es un tema entrambos. Pero le preocupa especialmente a China porque está en sus fronteras. No obstante, Jintao fue a decir no sólo que su palabra vale, también que el bolsillo cuenta. Fue de compras.
Las inversiones constan de al menos 45 mil millones de dólares. Unos 33 mil 665 millones de euros. Todos en productos norteamericanos, que incluyen la adquisición de 200 aviones Boeing. Además de las telecomunicaciones, la computación, la energía y los tractores, porque también tienen un acuerdo en materia agrícola. Adquisiciones suficientes para la creación de por lo menos 235 mil puestos de trabajo en EU. No obstante también saltó el problema de la “piratería”, donde Hollywood, por ejemplo, exige compensaciones por los grandes volúmenes de CD pirata de sus películas.
El caso es que, más allá de las diferencias entre ambos países, y dada su importancia en la economía de la globalización, esta visita de Jintao no sólo resultará histórica sino que abre la puerta a un nuevo tipo de relaciones entre los dos países. Así, para Obama se trata de la llegada de una “amistosa competencia”, en tanto para Hu de “cimentar las bases de una colaboración y un desarrollo conjunto de largo plazo”.
No obstante que a China le interesa todavía más llevar la fiesta en paz. Pero el presidente asiático propuso, todavía más, “establecer un patrón de comunicación y diálogo al más alto nivel”, así como intensificar y agilizar el “intercambio entre los Ejércitos”, y facilitar también la relación directa entre las sociedades, “especialmente el diálogo persona a persona entre los jóvenes”, como reseñó en su edición internacional ayer el diario español, El País.
La queja, sin embargo de los empresarios estadounidenses persiste en que la economía china está demasiado cerrada. Demandan una mayor apertura comercial y la reducción de los controles burocráticos. Pero China no quiere arriesgar a sus empresas y ha dicho que emprenderá una apertura moderada.
El caso es que Hu Jintao fue a abrir puertas y a romper barreras. Prometió a Obama avances en derechos humanos pero sólo para salir del paso. EU cederá a las condiciones chinas porque le representa cuantiosas inversiones.
La relación EU-China dará mucho de qué hablar en el futuro mediato e inmediato. Por ahora la complacencia es de ambas partes, como quedó de manifiesto entre los presidentes. Pero el “matrimonio” obligado de las dos superpotencias puede durar tanto como se estire la liga, porque en algún momento los intereses serán más importantes, y no se ve por dónde hayan contraído un casorio bajo el régimen de bienes mancomunados. Mientras los legisladores de EU no vieron con buenos ojos la visita de Jintao, acusándolo de dictador.
Dos gigantes de la globalización, que más pronto que tarde se estarán disputando las inversiones, las ganancias y la supremacía mundial. Al tiempo.

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jueves, 20 de enero de 2011

USO MEDIÁTICO SUCIO DE CAPOS

20/enero/2011

*Ocultar ineficiencia por caso Chapo
*Crece la ilegalidad en la economía

“Ganamos justicia más rápidamente si hacemos justicia a la parte contraria”: Mahatma Gandhi (1869-1948).

¿En qué país se atiende a los delincuentes como hombres privilegiados? ¿En qué mundo sucede que los narcotraficantes son entrevistados, como estrellas de la farándula, y aparecen en la televisión haciendo declaraciones públicas sobre su caso, sin tapujos el mismo día de su detención y antes que ser sometidos a los interrogatorios judiciales correspondientes sobre el delito cometido? Que se sepa, eso sucede solamente en México. Y en las dos televisoras del país a la vez: Televisa y Tv-Azteca; ni más ni menos, y por dos lectores de noticias de rango en dichas empresas.
Todo menos la eficacia. Esto último es lo que demuestra el gobierno federal con el uso mediático de la detención de capos de la droga, con tal de convencer a la sociedad de que sus acciones son a todas luces eficientes, efectivas y con resultados a flor de piel. Pero es más el oportunismo que conllevan dichos procedimientos. Porque con ello el mismo gobierno intenta tapar el sol con un dedo; detener a capos menores del crimen organizado, con tal de ocultar lo inocultable: toda la colusión del sistema, penitenciario y político, en el manejo del caso de Joaquín El Chapo Guzmán Loera.
Porque el gobierno no se quita los señalamientos sobre el presunto cobijo de que goza El Chapo, un capo de las grandes ligas —ese sí— porque sus redes del tráfico de estupefacientes se han extendido no sólo en México, sino a muchas partes del mundo durante los últimos 10 años —además que Forbes lo coloca entre los hombres más ricos del mundo—, después de su fuga del penal de “alta seguridad” en Puente Grande, Jalisco. A tal grado que aparece como un floreciente capo de la narcoglobalización, por arriba incluso de cabecillas colombianos o italianos.
Con todo y la negativa, dígase lo que se diga, un capo no alcanza tamaña proyección tanto nacional como internacional sin el proteccionismo de un gobierno. Aquí o en China. Y como precisamente ayer se cumplieron los 10 años de la fuga de El Chapo, la suspicacia generalizada es que el gobierno armó todo el show mediático sobre la detención de Flavio Méndez Santiago alias El Amarillo y de José Jorge Balderas Garza, alias El JJ o El Modelo, para taparlo todo.
El primero, señalado como fundador [sic] de Los Zetas, el segundo, como distribuidor de drogas y presunto agresor del futbolista del club América Salvador Cabañas. Aún quizá es más importante la detención del primero que del segundo; pero la cobertura televisiva se la llevó El JJ. Dicho en otras palabras: del tamaño de la espectacularidad que se dio a la detención de dos capos menores es la ineficiencia [o selección] del gobierno para actuar en contra del crimen organizado de altos vuelos. ¡Ni se diga la ineficaz guerra contra el narcotráfico!
No obstante lo del JJ se trató de acciones de la Policía Federal, de un “trabajo muy fino” (comisionado Facundo Rosas de la dependencia), a cargo de Genaro García Luna —una operación de “inteligencia”, seguramente sin la participación del sistema de espionaje gringo que al parecer es todavía más eficiente que el nacional, con todo y el injerencismo que le toleran los gobiernos panistas a Estados Unidos en general y al embajador Carlos Pascual en particular—, que luego derivaron en lo ya señalado: una proyección mediática del detenido.
Sus declaraciones, al aire de El JJ, generan todavía mayor confusión sobre el caso Cabañas. Los dimes y diretes entre lo que declara y lo que señaló en su momento el guarura, Francisco José Barreto García, El Contador. Ahora resulta que ninguno disparó el arma, atenidos a que el agredido no “recuerda nada” y a que no están ni la bala ni el arma con la que se cometió el delito. Vericuetos legaloides todos que, seguramente, servirán para eludir las penas.
Como tampoco se precisa si El Amarillo es o no fundador de Los Zetas. ¿Y en dónde están los capos mayores? ¿Cómo en lugar de El Amarillo no se detiene a Heriberto Lazcano Lazcano, alias El Lazca, que es el cabecilla Zeta? ¿Por qué en lugar de El JJ no se detiene nuevamente a El Chapo Guzmán? Eso sí sería enfrentar las detenciones de capos en serio y no selectiva ni mediáticamente, como se está haciendo.
No obstante, el detener cabecillas de la delincuencia no significa atacar el problema de raíz, o en todas sus aristas; ese es apenas una parte de la solución del problema. Por qué no comenzar por indagar la situación patrimonial de los delincuentes [otra vez la pregunta: ¿por qué Forbes sí sabe lo que tiene El Chapo y el gobierno mexicano no?], los mecanismos de lavado de dinero, las “inversiones” allegadas a la economía real, los grandes capitales que fluyen en los circuitos financieros locales —banca, corredurías, casas de bolsa, etcétera—, todo eso y más también a escala internacional.
El problema es que la ilegalidad está alcanzando a todos los renglones de la economía mexicana, no sólo por las actividades procedentes del crimen organizado. Y si no, recuérdese que apenas antier se dio a conocer el informe de Global Financial Integrity (GFI), “Flujos financieros ilícitos provenientes de países en desarrollo, 2000 y 2008”. Ahí se dijo que México ocupa el tercer lugar, por abajo sólo de China y Rusia, entre las diez economías en desarrollo con los mayores flujos financieros ilícitos.
Es decir, porque las pérdidas generadas por actividades criminales y corrupción ascendieron en ese periodo —precisamente los años de gobiernos del PAN— a 416 mil millones de dólares. Donde México es el único país petrolero donde la facturación fraudulenta es el método preferido para la transferencia al exterior de fondos ilícitos. Por eso mismo el director del GFI, Raymond Baker, “propone un incremento en la transparencia del sistema financiero global para detener el flujo de fondos ilícitos provenientes de los países en desarrollo”. Y es claro en el caso de México, que la cosa no para ahí.
Son urgentes los cambios en materia de políticas de comunicación. Los delincuentes no pueden ni deben aparecer en las pantallas de la televisión en aras de la espectacularidad o la ineficacia de las autoridades. Darle cobertura a los capos, así sean menores, el mismo día de su detención exalta el papel de por sí destructor de su ilícita actividad. Todo para que a la vuelta de unos meses anden delinquiendo, “libres por falta de pruebas”.

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miércoles, 19 de enero de 2011

BABY DOC, A JUICIO

19/enero/2011

*Llegó a Haití para ofrecer “ayuda”
*El pasado represor que lo condena

“La justicia, aunque anda cojeando, rara vez deja de alcanzar al criminal en su carrera”: Quinto Horacio Flaco (65 a.C-8 a.C.).

Dice la novela policiaca que el asesino vuelve siempre al lugar del crimen; ni se diga el asesino serial, como también lo sabe el investigador policial. Pues resulta que, más allá de las explicaciones que ha intentado la psicología sobre los trastornos mentales, o los traumas infantiles de los homicidas que los orillan a cometer el asesinato y del porqué retornar al lugar del crimen —lo que algunos llaman la revisitación para la recreación de los detalles—, lo cierto es que con sus actos el criminal genera un lazo muy fuerte con la víctima que, consciente o inconscientemente, lo obliga a regresar.
Es algo que va más allá de la simple recreación mental del asesino y de intentar reconciliarse con sus propios actos delictivos, porque la conciencia —la poca que pueda tener en su momento— no le permitirá el descanso nunca. Para no decir que el asesino genera con la víctima un lazo kármico, el hecho es que sucede —como corrientemente se explica— que todo lo que se hace en esta vida se paga; o como dice el refrán bíblico, “el que a hierro mata a hierro muere”. Lo que hace el asesino durante la revisitación es, digamos, recrear la escena del crimen que tarde o temprano lo alcanzará. Por eso vuelve.
Como si le faltaran los problemas a Haití, después de la pobreza, el terremoto y el cólera, ahora se agrega otro; el retorno desde Francia el domingo pasado, del exdictador Jean-Claude Baby Doc Duvalier que llega en mal momento, o cuando también los escenarios político electorales están calientes. ¿Qué harán con él? Enjuiciarlo será lo mejor. Como le sucedió recién al exdictador cabeza de la junta militar argentina, Jorge Rafael Videla; y antes al expresidente peruano de origen nipón, Alberto Fujimori. Como tristemente nunca ocurre en México, y es el caso de Luis Echeverría, acusado de la matanza de estudiantes en 1968, que ha quedado en completa impunidad a pesar del juicio de los mexicanos y la condena de la historia.
Baby Doc ha dicho que su regreso a Puerto Príncipe, luego de 25 años de exilio obligado por una revuelta popular, es para “ayudar a la gente” a superar las consecuencias del terremoto de 2010 y participar en el renacimiento de Haití. Pero tiene muchas cuentas pendientes y ayudará mucho a los haitianos enjuiciarlo para ponerse tablas con un pasado de represión y muerte, como la que practicó durante casi 30 años el duvalierismo compuesto por padre e hijo. Recuérdese que su padre, Françoise Duvalier instauró el terror como presidente vitalicio —un dictadorzuelo con ambiciones de emperador que sirvió muy bien a los intereses estadounidenses en los años recios de la guerra fría para hacerle contrapeso al “comunismo” de Cuba— entre 1957 y 1971.
Papa Doc le heredó el poder a Baby Doc, su hijo, convirtiéndose en el Jefe de Estado más joven a sus 19 años, pero encaminado por régimen de represión, terror y odio igualmente heredado. De tal magnitud, que ahora se le responsabiliza de al menos la muerte de 50 mil disidentes, además del desfalco a las arcas públicas por más de 100 millones de dólares en 1986, cuando salió con rumbo a Francia para el exilio.
Ayer mismo, acusado de corrupción, robo, apropiación indebida de fondos y otros delitos cometidos durante su reinado que duró entre 1971 y 1986, Jean-Claude Duvalier tras ser interrogado por un fiscal y un juez en el hotel Karibe, de lujo, donde se encontraba hospedado. De ahí fue sacado y llevado a la Fiscalía de Puerto Príncipe, escoltado por policías. Más tarde se declaró su detención. Vendrá un juicio que, seguramente, no lo exonerará porque son muchas las cuentas pendientes con los haitianos.
Mucho se especuló sobre si hubo algún acuerdo previo entre el presidente René Preval y Duvalier para su regreso, para utilizarlo como distractor y controlar la situación política de unas elecciones donde su candidato favorito está fuera de la segunda vuelta electoral. A esto el primer ministro, Max Bellerive habría dicho que Duvalier viajó como lo haría cualquier ciudadano.
Pero de ser el caso, Préval habría sido superado por la presión, dadas las circunstancias haitianas. Porque tanto las organizaciones de derechos humanos locales, como los organismos Amnistía Internacional (AI) y Human Rights Watch (HRW), exigieron de inmediato su detención y sometimiento a juicio. Como dijo Javier Zúñiga de AI: Duvalier practicó en “forma sistemática la tortura y el maltrato, y cientos de personas desaparecieron o fueron ejecutadas. Las violaciones sistemáticas y generalizadas a los derechos humanos durante su gobierno equivalen a crímenes contra la humanidad”. En tanto José Miguel Vivanco de HRW, dijo que Haití tenía suficientes problemas sin Duvalier, y su presencia es, en caso de que no sea detenido de inmediato, una bofetada para las personas que han sufrido tanto.
Ningún juicio aguantaron, ni Préval ni Duvalier. El primero para salir de la encrucijada política con una elección que de todas maneras se irá hasta marzo, ni el segundo para rendir cuentas con un pasado de represión y muerte por los asesinatos y las torturas cometidos por la milicia de los tonton macoutes, émulo de los camisas negras del fascismo italiano; nombrados primero como VSN, Voluntarios de la Seguridad Nacional, sin sueldo pero que se las arreglaban para subsistir delinquiendo y reprimiendo.
Un duvalierismo que los haitianos no se sacuden todavía. Y falta les hace en estos momentos de tragedia colectiva. Tanto para resolver los problemas coyunturales como los de largo plazo, que son cuantiosos. Salir de la pobreza, reedificar Puerto Príncipe, pero también resolver los problemas inmediatos de salud pública. Y la democracia, tan lastimada que ni la conocen, con un sistema político más herencia del autoritarismo. Mejor dicho de las dictaduras del pasado, porque gobiernos democráticos como el de Jean Bertrand Aristide no han prosperado.
Por su parte, aquellos jóvenes que apoyaron a Duvalier no conocieron e ignoran los daños causados tanto por él como su padre. Hoy Baby Doc enfrentará el juicio de sus propios crímenes. No importa que ayer mismo se le declarara libertad condicional, porque ya tiene acusaciones precisas, como corrupción, robo y apropiación indebida de fondos públicos, y los que resulten. Su padre, Papa Doc, tiene su propio juicio popular [cuando salió Baby Doc en 1986 exoneraron los restos del padre y lo maltrataron los haitianos] e histórico. EU no tiene mucho qué decir porque el duvalierismo era un socio importante. Pero los haitianos sí. Y Duvalier regresó, como los asesinos, sobre sus propios pasos.

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martes, 18 de enero de 2011

CHAPO, DE LA CÁRCEL AL EMPORIO

18/enero/2011

*Controló Puente Grande y se fugó
*Corrompió autoridades ¿a qué nivel?

Bajo el manto de la corrupción en México todo es posible. Desde la aplicación selecta de la justicia de la mano del poderoso, hasta la compra de la libertad de una cárcel de alta seguridad. Eso último ocurrió con el narcotraficante Joaquín Guzmán Loera, alias El Chapo, quien además de gozar de todos los beneficios posibles mientras estuvo recluido, adquirió su libertad, mañana hace 10 años, del penal de Puente Grande —“puerta grande”, como lo calificaron algunos colegas—, estado de Jalisco, de donde “escapó” el 19 de enero de 2001.
Apenas se conocen los detalles, de la manera en que salió —la primera fuga en la historia de un penal de “alta seguridad”—, escondido en un carrito de lavandería, cubierto con una sábana y encima un colchón. Previamente habría tomado el “control” de dicha cárcel, con sobornos o intimidación de autoridades “altas o menores”.
“Ese día, de manera directa, al menos 15 servidores públicos cuidaron que el carrito de lavandería ascendiera tres niveles, pasara el menos seis puntos de vigilancia y saliera de la zona del estacionamiento sin problema. Supuestamente, bajo el colchón iba un kilo de oro que el maestro del taller había pedido a El Chapo que lo enviara fuera del penal”, dicta la nota de Gustavo Castillo de La Jornada de ayer 17 de enero, que reseña el caso. Maniobras del poder la reproduce por su importancia.
“A una década de aquella evasión, la primera y única en la historia de los penales de máxima seguridad en México, Joaquín El Chapo Guzmán Loera se convirtió en una leyenda del narcotráfico mexicano [al ser considerado por la revista Forbes entre los hombres más ricos del mundo con un millón de dólares en su haber] y, según diagnósticos gubernamentales, su organización, el cartel de Sinaloa, opera también en Estados Unidos, y en naciones de Europa, Centro y Sudamérica”.
El caso es que “en junio de 1993 parecía el fin de la historia delictiva de Guzmán Loera tras ser detenido en Guatemala, trasladado a México y enviado a una prisión de máxima seguridad en La Palma, en Almoloya. En esa cárcel permaneció hasta el 22 de noviembre de 1995. Ese día fue transferido a Puente Grande para cumplir una sentencia de siete años por delitos contra la salud, cohecho y asociación delictuosa.
“Llegó al Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) número 2, el 22 de noviembre de 1995; en 1999, con la designación de Leonardo Beltrán Santana como director, corrompió durante dos años todas las estructuras de la prisión. Tenía su propia nómina. Cada mes repartía millones de pesos a los funcionarios, custodios, aduanas, cocineros, lavandería, centros de vigilancia y de seguridad.
“En Jalisco contactó, mediante Eduardo González Quirarte, a los líderes del cártel de Juárez: Amado Carrillo Fuentes, El señor de los cielos (fallecido [sic] en 1997), y su hermano Rodolfo, El niño de oro (quien según versiones de la Procuraduría General de la República —PGR— fue asesinado por órdenes de El Chapo Guzmán el 11 de septiembre de 2004, en Culiacán, Sinaloa).
“Los Carrillo Fuentes financiaron a Guzmán Loera durante su encarcelamiento y posibilitaron su huida, señalan investigaciones de la PGR. El Chapo Guzmán, aprovechó la situación y generó una red de complicidad (…) en pocas palabras (compró) toda la institución carcelaria, afirmaron en febrero de 2001, el subprocurador de Procedimientos Penales B de la PGR, José Jorge Campos Murillo, y el visitador de esa institución, Carlos Javier Vega Memije.
“Prácticamente se adueñaron del Cefereso de Puente Grande (…) instrumentaron una estrategia de cooptación de todo el personal del centro, basada primordialmente en el soborno y la intimidación. En los casos en que había oposición a los designios de los capos, se creó el grupo de Los bateadores, quienes amenazaban a internos, custodios y directivos penitenciarios. Y cuando no entendían, eran golpeados con bates de beisbol.
“Algunos custodios presentaron en enero de 2000 una queja ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos, ese organismo informó a la Comisión Nacional de los Derechos humanos [CNDH]. Ahí quedaron las cosas. La subsecretaría de Seguridad Pública, responsable de las prisiones, que entonces dependía de la Secretaría de Gobernación y cuyo titular era Jorge Tello Peón (exasesor de Calderón en materia de seguridad nacional), supuestamente no tuvo conocimiento de lo que ocurría.
“La coordinación General de Inteligencia de la Policía Federal supuestamente tampoco tuvo información de los planes de fuga, a pesar de que esa corporación estaba a cargo de la seguridad en Puente Grande. Hasta finales del año 2000, esa área estuvo a cargo de Genaro García Luna, actual secretario de Seguridad Pública federal.
“El Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) tenía dos agentes infiltrados en Puente Grande, y a pesar de los reportes que enviaron señalando que El Chapo y sus socios ya se habían apoderado del penal, Alejandro Alegre y Eduardo Medina Mora no atendieron la información. El segundo fue secretario de Seguridad Pública en la gestión de Vicente Fox y en el gobierno de Calderón fue titular de la PGR, ahora es embajador de México en Inglaterra”.
Y siguen los detalles. Pero el mismo día 19 al filo de las 13:00 horas, acudió de visita al penal el subsecretario de Seguridad Pública, Jorge Tello Peón, para supuestamente “detectar anomalías” y “el peso” que tenían El Chapo, El Güero Palma y El Texas, y “ordenó su traslado a un área de mayor seguridad. Instrucción que el director Leonardo Beltrán Santana no cumplió”.
En plena corrupción, el penal estuvo al servicio de El Chapo, quien hasta para el día de su salida hubo custodios para permitir la burla de la autoridad penitenciaria. Y El Chito empujó el carrito que lo puso en el estacionamiento del penal y de ahí a la libertad. De los 74 detenidos se acusó a 71 por la fuga, 59 de los cuales fueron condenados y sólo quedan en prisión cinco, entre ellos Javier Camberos El Chito, sentenciado a 25 años. El director del penal fue liberado en junio de 2010.
Desde 2001, El Chapo hizo alianzas con los capos Ismael El Mayo Zambada, Juan José Esparragoza El Azul e Ignacio Nacho Coronel del cartel de Juárez. Fue el relanzamiento del cartel de Sinaloa, El Chapo rompió con Juárez y amplió su poderío que ahora coloca Forbes en el pedestal de los más ricos. Hoy se dice que domina el 70% de la droga que entra a Estados Unidos, distribuye en Europa y controla el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, según la información referida. El caso es que hoy las fugas de reos de alta peligrosidad es una constante.

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lunes, 17 de enero de 2011

FALTA EL PROYECTO DE NACIÓN

17/enero/2011

*Con PRI o PAN, tras el 2012
*Seguirá la crisis del sistema

Y nada. A punto de entrar el país al jolgorio electoral para elegir el relevo de Felipe Calderón Hinojosa en la Presidencia de la República en julio de 2012, porque los tiempos están muy adelantados, los primeros indicadores tanto de los partidos como de los aspirantes parecen no tener alternativas para México. Y esa no es fruto de una lectura superficial sino de fondo.
La zozobra que padece el país, desde la década de los 70 cuando estalló la crisis económica —la crisis del petróleo con secuelas mundiales— que luego trajo consigo la instrumentación del modelo neoliberal a principios de los años 80, y devino en inestabilidad política por el desequilibrio mismo del sistema en su composición política, en lugar de encontrar salida se profundiza con el tiempo. Pero no es una manifestación en doble sino en triple vertiente; económica, política y social. Y desde entonces los gobiernos no han sabido responder a eso.
En otras palabras, el estatus que legó al país el PRI se engendró en el largo plazo, pero con algunas variantes mínimas siguió con el PAN. El primero la generó, luego de enquistarse en el poder 81 años —y en algunos estados del país más tiempo—, el segundo por una década, pero irá hasta los dos sexenios por lo menos. Hoy la situación de crisis continúa en todas sus variantes, con un anexo que pasará a la historia como herencia de los panistas: la agudización de la violencia en muchas partes del territorio nacional, por una declara “guerra” contra el crimen organizado. Necesaria, pero mal planteada y desarrollada de origen.
La violencia como manifestación de la crisis sistémica de los últimos años. No sólo porque violencia llama violencia, sino sobre todo porque fue una reacción de botepronto por un actor político —aunque haya sido el titular del Poder Ejecutivo, el comandante supremo de las Fuerzas Armadas— que tomó una determinación superficial —con claros fines de legitimidad—, desoyendo consejos y sin planear acciones coordinadas para todas las vertientes posibles en las que se manifiesta el flagelo, tanto del crimen organizado como del narcotráfico.
El caso es que, ya por la ruta del continuismo del PAN o con la restitución del viejo PRI —o el ejercicio de la simple alternancia política—, tras el 2012 habrá más de lo mismo para el país. O sea que, difícilmente veremos una estrategia integral para resolver los problemas derivados del crimen organizado en el corto plazo. No lo ha hecho el PAN —con Vicente Fox ni Calderón—, ¿lo hará el PRI en caso de retomar la silla presidencial para el mediano o el largo plazo? Ojalá, pero nada parece indicarlo. Aunque sea una exigencia nacional. Al menos no se hará desde el poder en tanto no sea por presiones de la sociedad.
Por una razón muy simple: se trata del síndrome de la descomposición de un sistema político viejo que, en lo fundamental, no ha sufrido cambios desde que se instituyó la Revolución Mexicana, o ésta se hizo institucional. Porque tanto la corrupción como la impunidad hacen gala de haber infiltrado abiertamente a toda la estructura del Estado, con sus brazos extendidos hasta la sociedad, aunque sea en menor grado para encontrar sustento. Y precisamente una de sus raíces corroídas se extendió hasta salirse del control. Porque no hay delincuentes fortalecidos sin la protección debida desde el mismísimo poder; sea por corrupción, sea por colusión, sea por la impunidad que deja intacta dicha actividad, sea porque es un negocio millonario.
A tal punto que ahora, al parecer, lo revolucionario del 1910 devino en su contrario en 2010, recordando el Centenario celebrado el año pasado. Antes había urgencia del cambiar el sistema, ahora no sólo no lo hay sino que la sociedad se mira en el espejo de la amenaza de una violencia sin sentido. O por el sinsentido propio de un sistema sin proyecto de país, que es a donde lo ha conducido el ejercicio del poder tanto con el PRI como el PAN.
Porque ambos representan a un poder que no le interesa la sociedad, sino tan sólo su continuidad, consolidación y reproducción. Y en la cumbre de ese poder están los hombres más ricos de México, con sus respectivos homólogos en el terreno de la representación política. Pero también las elites del poder afuera, en los poderosísimos intereses que emanan desde los Estados Unidos. Recuérdese que muchas, o casi todas, de las decisiones y determinaciones que se toman en el país tienen su origen allá. Porque tanto el injerencismo del imperio gringo acá, como la sujeción de las elites del poder local así lo cultivan como una constante desde hace décadas.
Claramente, al menos, desde los mismos tiempos revolucionarios de principios del siglo anterior, pero sobre todo con el entreguismo de presidentes como Miguel de la Madrid, Carlos Salinas, Ernesto Zedillo, Vicente Fox y Felipe Calderón; es decir, los neoliberales desde De la Madrid para acá. Todos han tolerado las políticas impositivas que derivan en aplicaciones públicas aquí sin importar las consecuencias —léase TLCAN o ALCA o Plan Mérida, etcétera—. Dígase por ahora que el interés de EU está en la geopolítica y la seguridad nacional “energética”, como imperio voraz que lucha siempre por la ganancia y la protección de sus empresas, una apuesta suya tanto económica como políticamente a escala internacional.
Así, sin importar que el síndrome se imponga o que rebase al país y desate la violencia en todas sus proporciones, aún amenazando la misma gobernabilidad —mejor para los fines estratégicos del imperio vecino del norte de México, EU, porque tiene pretextos para intervenir como salvador—, ni partidos ni seguramente los candidatos ofrecerán alternativas viables para sacar al país de donde está.
Lástima por México, porque seguir por la línea del PAN o la del PRI [cualquiera que gane en el 2012, da lo mismo] es sumirse en un sexenio más de desastre para la sociedad. Ni las propuestas de los partidos han sido de fondo, mucho menos lo serán las de los candidatos que a estas alturas se perfilan ya por unos y otros. La descomposición del sistema, como lo delata el síndrome visible que llegó con toda violencia en un año antirrevolucionario como lo fue el pasado 2010 pero se extiende más allá, el narcotráfico, no alcanza hasta el trastocamiento de los intereses que encubre desde el mismísimo poder.
Sería tanto como hacerse el haraquiri. ¿O no? Que lo digan los hombres del sistema. Pero ¿cuándo? ¿Lo harán en esta oportunidad electoral, tanto del pasito del 2011 como en el 2012? ¿Habrá candidatos de esa talla, con las propuestas de país, o la capacidad para elaborar bajo consenso un Proyecto de Nación como el que requiere México? La sociedad no aguanta más tamaño deterioro, ni la violencia ni la inestabilidad; ni incertidumbre como ingobernabilidad. Esa misma sociedad debe cobrar las facturas correspondientes a un sistema que no sirve para hacerla avanzar. En tanto el poder no le otorgue a un estadista.

Correo: maniobrasdelpoder@gmail.com

viernes, 14 de enero de 2011

CAMUFLAR LA “GUERRA” ANTINARCO

14/enero/2011

*Entre el manoseo de cifras y el olvido
*La hipoteca de la soberanía nacional

“La estadística es una ciencia que demuestra que si mi vecino tiene dos coches y yo ninguno, los dos tenemos uno”: George Bernard Shaw (1856-1950).

En tanto el gobierno federal trata de camuflar que no está perdiendo la guerra contra el narcotráfico, apostándole a las bondades de la estadística o la política del avestruz, organismos del exterior insisten en la gravedad del asunto en sus evaluaciones sobre lo sucedido en México, como expresó el representante regional de la Oficina de las Naciones Unidas Contra el Delito y las Drogas, Antonio Mazzitelli: “La violencia en México permanecerá por tiempo indefinido”, porque es “un problema el control del territorio”.
Más no sólo Mazzitelli, porque hay otras posturas que ponen el dedo en la llaga sobre lo que está ocurriendo en el país, no obstante la evidencia de las más de 30 mil muertes ocasionadas por los carteles de las drogas —así sea fruto de la pugna entre ellos por las plazas en los diferentes estados del país—, no únicamente en los tres estados señalados por el secretario técnico del Consejo Nacional de Seguridad Pública, Alejandro Poiré, Chihuahua, Sinaloa y Tamaulipas, donde dice él, la violencia se presenta como “fenómeno focalizado” en zonas específicas.
O según sus declaraciones de ayer de que en esos estados se presenta el 50% de los delitos, en referencia a lo sucedido en 2010. No obstante fueron ejecuciones en 89% de los 15 mil 273 homicidios del año pasado, el más violento del cuatrienio del (des)gobierno de Felipe Calderón. Por “evidencia consistente”, presumió Poiré en conferencia de prensa referenciada ayer por La Jornada arrojando cifras al viento como canicas dispersas, los “eventos” se “sucedieron en 90 municipios del país en 2007, cifra que disminuyó a 59 en 2008 y se convirtió en 70 y 73 en los dos años siguientes [2009 y 2010], respectivamente”.
Un fenómeno que se explica, según él, por los conflictos entre los distintos grupos criminales que han transformado su actividad, al pasar “del trasiego a la producción y distribución de sustancias ilegales, e incursionaron en [otras] actividades delictivas…”. El consuelo es que, según el propio gobierno, hubo “cinco trimestres (I-2007 al II-2010) de incremento gradual en el número de homicidios, seguido de uno de estabilidad en el IV trimestre de 2010, que cerró con una caída significativa”. Porque bajó de 90 municipios (en 2007) a 59 (2008) y 79 (a 2009), porque disminuyó en Baja California y ya para 2010 desaparecieron. Así es el artilugio estadístico, a pesar de las acciones —desde luego inexistentes, o que ni se ven— de la policía federal en un año tan violento como el pasado con un problema de violencia tan focalizado.
Por si fuera poco, el mismo presidente Calderón se unió al camuflaje. En esos encuentros donde pretende que todo resulte a modo, llamados “Diálogos por la Seguridad”, las cosas no le salieron bien con la memoria. A cuestionamiento expreso del director del Consejo Cívico e Institucional de Nuevo León, Miguel Treviño Hoyos, cuando reclamó: “Señor Presidente, si ya eligió usted el concepto de guerra para definir lo que estamos viviendo, no puedo imaginar tarea más importante para el comandante supremo que asegurar la unidad de propósitos y la coordinación de todas las instancias públicas que participan en ella”.
A lo que Calderón reviró: “Yo no he usado, y sí le puedo invitar a que, incluso, revise todas mis expresiones públicas y privadas. Usted dice: usted eligió el concepto de guerra. No. Yo no lo elegí”. Refirió usar sólo el término lucha por la seguridad pública. Pero como lo recuerdan los reporteros Gustavo Castillo y Alonso Urrutia en la misma nota de ayer, utilizó el término el 5 de diciembre de 2006, el 20 de noviembre de 2007 y el 12 de septiembre de 2008, por lo menos.
Pero resulta que, también un alto funcionario de Estados Unidos en conferencia con corresponsales extranjeros este martes, para hablar sobre la estrategia de seguridad nacional de su país, el almirante Michael Mullen, quien es el jefe del Estado Mayor, no sólo dijo que las cifras de muertos en México son un muy triste y trágico indicativo de la severidad de la guerra antinarcóticos, y que están trabajando mucho más que otros años con “todo el gobierno y con sus militares”, sino que le da la bienvenida a solicitudes de apoyo estadounidense hechas por sus contrapartes de México [el propio “liderazgo militar mexicano”] para la lucha antinarcóticos. Porque, agregó, hay aspectos de esta guerra contra las drogas y cómo la combatimos muy similares al tipo de cosas que hemos visto en las guerras en que hemos estado. El problema es que con EU se hipoteca la soberanía nacional.
Ahora, después de Wikileaks, ya se sabe que no es la primera vez que el gobierno mexicano pide ayuda, también permite a cambio de eso una mayor presencia del aparato de espionaje del país vecino, del imperio del norte. Por eso desde ahora, ya un funcionario de primer orden lo admite en declaraciones con la prensa extranjera, cuando en México se está tratando de camuflar desde el propio gobierno federal una dichosa guerra que, a todas luces, está perdiendo pero se empecina en seguir por los mismos cauces y, peor aún, trata de esconder con un manejo imprudente de cifras con fines claramente electoreros, además de generar confusión.
En tanto también la firma estadounidense que realiza estudios de inteligencia Stratfor [www.stratfor.com], y es una de las principales consultorías sobre el tema de la seguridad, afirma que hubo un aumento entre 60 y 70% de homicidios en 2010 con respecto al año anterior, pero desde diciembre de 2006, cuando el gobierno de Felipe Calderón lanzó una ofensiva militar contra el narcotráfico, se contabilizan más de 30, 200 muertos, casi la mitad de ellos en 2010, refiere cifras oficiales.
De igual manera Stratfor augura que la violencia del año pasado fue a consecuencia de una guerra sin cuartel entre Los Zetas y la Nueva Federación que encabeza el cartel de Sinaloa con El Chapo Guzmán al frente. Y por cierto señala, entre otras cosas, que habrá un fortalecimiento y “puede convertirse en la entidad dominante del crimen organizado en todo México”; se refiere a la fortaleza de El Chapo y al cartel de Sinaloa en este 2011.
Tanto adentro, la sociedad civil lo ve como afuera las instancias internacionales también. Menos el gobierno federal que ahora, ante tamaños errores, está tratando de ocultar una realidad que a todas luces es inocultable. Pero ni los descalificativos ni las cuentas alegres cuentan como votos en las urnas. Bueno, y ni siquiera el miedo porque la sociedad se manifiesta abiertamente.

Correo: maniobrasdelpoder@gmail.com

jueves, 13 de enero de 2011

HAITÍ, LA RECOMPOSICIÓN SOCIAL

13/enero/2011

*Continúan la tragedia y los retos
*Para salir del infierno de 2010

“Haití para numerosos norteamericanos no solamente evoca los exóticos misterios del vudú o la imagen de la miseria institucionalizada en una isla del Caribe, sino también la turbulencia innata del negro o su impotencia a gobernarse”: Gerard Pierre-Charles (1935-2004).

¿Y el Estado? Con un gobierno incapaz de enfrentar la situación de emergencia continua, un país en ruinas y un pueblo pobre sumido en la desesperación, ayer los haitianos recordaron con dolor a sus muertos del terremoto de 7 grados Richter ocurrido el 12 de enero de 2010, Biblia en manos y frente a una catedral destruida todavía en la capital, Puerto Príncipe.
Súmese a esto que Haití —de por sí el país más pobre de Latinoamérica— enfrenta una crisis social creciente que amenaza con una descomposición mayor, padece un vacío de autoridades y por si fuera poco tiene una efervescencia política, por unas elecciones presidenciales y legislativas —llevadas a cabo el 28 de noviembre pasado— que resultaron fuertemente cuestionadas, pues a estas alturas todavía no ofrecen datos creíbles.
Pero ayer la gente no celebró, más bien anidó esperanzas de salir pronto del infierno que significó para ellos el primer año transcurrido desde una tragedia natural que se llevó a más de 300 mil personas, dejó sin casa a por lo menos dos millones y, de colofón, se hundió en una epidemia de cólera que cobró la vida a otras 3 mil 651 almas —a partir de mediados de octubre— e infectó a unas ¡171 mil 304! Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), no únicamente de la capital del país sino en toda la parte de la isla caribeña que ocupa, y está compuesta por diez departamentos o estados.
Un país de por sí construido sobre ruinas, porque más del 80% del espacio edificado antes del sismo era de estructuras débiles, que incumplían normas mínimas de construcción. Sumado al éxodo masivo desde las comunidades rurales hacia las ciudades, donde la capital absorbía al menos el 72%. Y unas tres cuartas partes de los 2 millones de habitantes de la capital lo conformaban los sin techo. A esa cantidad se suma los que perdieron todo con el sismo del 12 de enero pasado.
Recuérdese la fuerte polémica que se desató por el cólera y llegó hasta las agresiones de los emisarios de Naciones Unidas, a quienes se culpó de traer la epidemia. Los señalamientos recaen sobre los militares procedentes de Nepal, a quienes se les acusó de verter heces fecales contaminadas a las aguas de un río que corre por comunidades donde aparecieron los primeros brotes. Un problema que se complicó, desde luego, debido a las malas condiciones de vida, casi nulas medidas de higiene de una población carente de servicios, previsiones de clorar el agua de consumo, poco uso de letrinas, etcétera. El asunto es atendido por ONG internacionales, pero los riesgos todavía son altos y se teme la posibilidad de que en las siguientes semanas o meses los infectados puedan alcanzar la cifra de las 400 mil personas. Un problema nada menor de salud pública que desde el año pasado se suma a la tragedia.
Hoy, los refugiados carecen de todo: un techo, servicios de atención médica, agua potable, bienes alimenticios (al menos productos básicos) y vestido. Son las personas hacinadas en albergues improvisados. En un país donde la economía y la infraestructura están paralizadas, como efecto de un Estado cuasi inexistente. Nada menos las pérdidas por el sismo se estiman superiores a siete mil millones de dólares para los sectores productivos —un 70% correspondiente al sector privado y un 30% del sector público—, con la desaparición de, cálculos optimistas, un 30% de los empleos existentes antes del devastador sismo. Además la pérdida de 60% de los edificios públicos, los hospitales derribados también y que no han sido restaurados o reedificados; todo tipo de oficinas que incluye las mismas escuelas para los jóvenes y niños.
Para una población que de por sí demanda, además de salud, agua potable y servicios de saneamiento, educación y electricidad, entre otros. Porque, no obstante los millones de dólares disponibles por concepto de ayuda del mundo, o bien están todavía en las cuentas bancarias sin ser liberados o se quedaron en manos de una mísera burocracia, entre quienes está el señalado y todavía presidente René García Preval.
Ni se diga la urgencia especialmente de vivienda, porque la reubicación de un millón de personas desplazadas va de la mano de las exigencias la remoción de escombros que todavía no culmina [si Estados Unidos tardó dos años en remover los cascajos de la Zona Cero, se prevé que este pequeño país tarde unos diez años en lograrlo], y de las amenazas de expulsión por parte de los propietarios de terrenos en donde se ubicaron los albergues provisionales. Porque la reconstrucción del país está en pañales, resulta que la crisis social está también a flor de piel, no obstante la recomendación del 18 de noviembre al Estado, por parte de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, para que “adopte una moratoria” hasta que llegue el nuevo gobierno y evitar así las expulsiones de los campamentos.
Entretanto, la política no sale del bache en el que entró durante las pasadas elecciones. En primera instancia porque más del 50% de los candidatos presidenciales solicitaron la anulación de dichas elecciones señalando fraude y todo tipo de irregularidades. En segunda, porque no hay condiciones para llevar a cabo la segunda vuelta electoral prevista para este 16 de enero, toda vez que a solicitud del propio Preval intervino una comisión de la OEA para el aval electoral.
Pero a estas alturas nadie asegura que, de estar listo el dictamen de dicha comisión sobre la elección, éste sea avalado y aceptado por todos los actores políticos, algunos de los cuales se sientan desplazados. Y nadie quiere, por lo demás, que el actual presidente René Preval siga en el poder más allá del próximo 7 de febrero cuando termina su mandato, pero a la vez él ha dicho que no entregará la estafeta a un presidente provisional sino a uno que haya surgido de las urnas.
De ese tamaño es el revuelo en la política; como si le faltara algo al pueblo haitiano para alcanzar un ambiente de descomposición social. Pero los retos están ahí. Y se presume que 2011 será el año de la reconstrucción. No obstante eso tardará algunos años más. En fin, pocas tragedias como la de Haití. Porque no es sólo la material y la institucional, es sobre todo la social. De por medio está el edificar a un Estado por ahora casi inexistente, como herramienta para la recomposición de una sociedad de por sí carente.

Correo: maniobrasdelpoder@gmail.com

miércoles, 12 de enero de 2011

DEL “NO + SANGRE” A “QUE SE VAYAN TODOS”

12/enero/2011

*No se valen mentiras con tintes electoreros
*El gobierno cambió estrategia: cuentas alegres

La intención de la iniciativa de periodistas como Julio Scherer de Proceso y de dibujantes como Eduardo del Río, Rius, y el resto de los medios que se están sumando a la campaña incluida la red, al sugerir el lema de “¡No + sangre!”, es que la sociedad civil se involucre más y lo reproduzca en cartulinas y pegue en sus casas, los coches, las escuelas, los centros de trabajo, etcétera. Y así que la gente demuestre su descontento con esa fallida guerra contra el crimen organizado y el narcotráfico desatada por el gobierno federal, que a estas alturas ha costado ya —hasta el 1 de enero— 32 mil 197 víctimas, personas caídas en lo que va de los cuatro años del gobierno de Felipe Calderón. Eso sin sumar a los 32 asesinados en Acapulco el fin de semana anterior, 56 caídos en todo el país. Pero como bien se supone, haciendo malos cálculos, al final de un sexenio fallido como este la cifra podría alcanzar hasta las 50 mil personas.
Ayer mismo hubo pronunciamientos de varios intelectuales convocados por La Jornada, para que expusieran sus puntos de vista; mejor dicho, su descontento por la sangre que está corriendo en estos momentos en todo el país [el cálculo dice que son 21 los caídos diariamente], y el error que significó una guerra que a todas luces está descomponiendo cada vez más el clima de convivencia ciudadana. Además de la indiferencia que resulta por el manejo tan desaseado de la información por parte de las televisoras, la violencia le está generando miedo a las personas hasta de salir a las calles en su ciudad natal para hacer sus compras cotidianas; no se diga para las demás actividades.
Pero al “¡No + sangre!”, hay que agregarle un: ¡“Ya basta”! porque no se vale que el gobierno esté tratando de camuflar la situación, queriendo o bien de minimizar el problema, o mal utilizarlo con fines electoreros, ni para el 2011 y menos para el 2012. Porque no se le ve otra intención al manejo desaseado que hace de la información que posee el secretario técnico del Consejo Nacional de Seguridad pública, Alejandro Poiré, cuando por un lado presume que el 70% de la violencia está focalizada en tres estados de la República: Chihuahua, Sinaloa y Tamaulipas —como si no contaran Nuevo León, Guerrero, Michoacán, Morelos, Estado de México, Veracruz, etcétera—, y por otra parte que el gobierno está cumpliendo porque ha detenido a más del 50% de los capos peligrosos del país.
¡Como si la dichosa guerra la estuviera ganando el gobierno!, luego de tanto desatino. Y como si las personas estuvieran inventando el ambiente caliente de riesgo —de vida o muerte; como los “daños colaterales”— que ha generado combatir al crimen con el Ejército, arma con arma, fuego con fuego, ojo por ojo, y las víctimas estuviesen perdiendo sólo los ojos y no la vida misma. Pero lo que Poiré está haciendo es tratar de justificar la dichosa estrategia anticrimen de Felipe Calderón; más no se vale con argumentos falaces. Por eso: ni falsedad ni el triunfalismo, como bien cabría agregar.
Poiré presume que: “Se está debilitando como nunca a todas las organizaciones criminales del país, causándoles un daño severo e irreparable a sus estructuras de organización”. Será por los cabecillas caídos, porque con el “51% de los líderes criminales más peligrosos de México —identificados por la procuraduría General de la República (PGR) en marzo de 2009— [que] han sido abatidos o capturados, lo que significa que en este rubro se ha hecho ya más de la mitad de la tarea”, dijo. O lo que es lo mismo, que el gobierno está cumpliendo y su estrategia está mejor que nunca.
Los caídos o bien son “daños colaterales” o es culpa de los gobiernos locales. Porque el señor se atrevió a decir que “los ajusticiamientos ocurridos en Guerrero en los días recientes es resultado de la lucha de dos grupos criminales [no mencionó al cartel de Sinaloa, quien se adjudicó los narcomensajes dejados en las víctimas] por el control de esa plaza y por la inacción del gobierno de esa entidad por no contar con corporaciones policiacas confiables”. Y es que sólo “reforzando la presencia federal, porque es gracias a la presencia de la fuerza federal como es posible reducir la violencia”, agregó.
Pero si el mismo Poiré nos dijera ¿cuántas de las acciones tan eficientes o definitivas, para “abatir o capturar” a los capos ha participado la policía federal? ¿Qué hace ese elefante blanco que es la Policía Federal que dirige Genaro García Luna, y con tan monumental presupuesto? ¿Acaso se olvida que es por el injerencismo de Estados Unidos, que brinda la información —lo que no hace la PF—, y las preferencias que tiene el Departamento de Estado por Marina, y en todo caso generan divisionismo entre las Fuerzas Armadas, como se captura a capos del tipo de Beltrán Leyva, El Barbas? ¿Qué hace la PF para que con su presencia se reduzca la violencia?
Todavía más. Poiré se refirió al debilitamiento de las bandas del crimen por el cese de algunos capos. Pero lo que en realidad está ocurriendo es la disgregación de las propias bandas, una suerte de dispersión todavía más difícil de combatir; nada qué ver con hacer la tarea, y mucho menos ganar la guerra. Porque la dichosa estrategia seguirá fallando, aunque no se declare la derrota. ¿O de verás creerá el gobierno que bandas como los Zetas o del Chapo se están debilitando y el de La Familia va de retirada? ¿Por qué la actitud triunfalista de Poiré ayer —que es la misma del gobierno la víspera de las elecciones venideras—, cuando ayer mismo Antonio Mazzitelli, representante regional de la Oficina de las Naciones Unidas Contra el Delito y las Drogas, advirtió que “la violencia en México permanecerá por tiempo indefinido”, porque es “un problema el control del territorio”?
O como reveló un estudio a petición del Ejército de EU, develado ayer por el diario Excélsior, que “los carteles mexicanos ya han entrado en 48 de los 50 estados de ese país y donde han abierto, por lo menos, 235 centros de distribución al mayoreo”. ¿Acaso al gobierno se le tiene que recordar que las bandas del narcotráfico mexicanas han extendido sus redes a nivel mundial?
Por eso la demanda debe ir desde el ¡“Ya basta”!, hasta el “Que se vayan todos”. Como demandaron los argentinos en los tiempos recios de la crisis de 2001, contra Fernando de la Rúa y su gabinete, entre ellos los funcionarios que ocuparon el cargo de Ministerio de Economía, por no salvar los ahorros en dólares de las personas. ¡Y eso con la crisis económica! Cuanto más por la crisis social que se ha desatado con una guerra de caprichos y mal llevada; con una serie de falacias con las que ahora se pretende justificar. Por eso cabe decir no sólo que se hable con la verdad. También exigir: “Que se vayan todos”. Los panista en primer lugar.

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martes, 11 de enero de 2011

2011, MÁS INGOBERNABILIDAD

11/enero/2011

*¡No más violencia desde el poder!
*Llegaron las exigencias de la sociedad

A tientas. Así trata de avanzar el actual gobierno de México en este 2011 que acaba de comenzar, ante los problemas latentes del país, viejos y recientes. Con balances nada favorables en todos los órdenes, al término de los cuatro años de (in)administración de Felipe Calderón. Lo primero es que a partir de ahora el tiempo (que le queda libre) es su peor enemigo, si es que quisiera enmendar el rumbo; lo que se ve complicado, porque nunca ha mostrado tablas para proponer alternativas y gobernar bien a este país.
Venidos desde afuera, de los “vecinos” de norte, como se hacen llamar los Estados Unidos —por la vía de las revelaciones de Wikileaks sobre los amigous de la diplomacia que encabeza Carlos Pascual, y tiene su sede en Paseo de la Reforma, también muy cerca del centro de inteligencia de ese país cual brazo ejecutor del Departamento de Estado; o mejor dicho, del ombligo en materia de espionaje del mundo—, y sentidos adentro porque la población padece las secuelas de la ingobernabilidad en la que ha metido al país el actual partido del poder, el de la (In)Acción Nacional. Es decir que México va de mal en peor.
Para comenzar, tan pronto llegó el 2011 aparecieron algunas definiciones en el terreno de la política, que está siempre en primer orden para la toma de decisiones. Cambios en el gabinete de Calderón que se interpretan como preparativos para fortalecer a los candidatos panistas. No tanto al del Estado de México —el cual todavía no se define porque había la expectativa de la posible coalición PAN-PRD, para disputarle al gobernador Peña Nieto y en particular al PRI la gubernatura de la entidad que resulta clave—, como para la presidencial del 2012. En el primer caso no se sabe todavía.
En lo importante para los panistas, se trata de posicionar al alfil sin color que ahora está en Hacienda, Ernesto Cordero. Un hombre de confianza, Dionisio Pérez Jácome, sale de Egresos de Hacienda para la SCT; el otro, José Antonio Meade, de la misma dependencia se va para Energía. Ambos en sustitución de Juan Molinar Horcasitas que se va al PAN y de Georgina Kessel que sale para Banobras, respectivamente. Salientes, los funcionarios dejaron un tiradero como saldo del trabajo en sendas dependencias. Marcadamente en la SCT las demandas están de a peso; ABC, Licitación 21, Mexicana, entre otros.
Desde luego que la estrategia desarrollada por el PAN para el Edomex dibujará los pasos para la definición general de ese partido, más allá de los candidatos, para “ganar” a toda costa la sucesión presidencial que tiene en la mira. Y no muchos observadores coinciden en esto, porque se presume que la elección estatal tiene sus propias exigencias y es verdad; pero sí tiene mucho que ver el 2011 con el 2012, porque habrá medición de fuerzas entre los partidos en disputa. Aparte, asomarán los desaseos a que nos tiene acostumbrados el sistema político en materia electoral [¿a qué va Horcasitas al PAN?]. En otras palabras, se verá cómo, quién gana y en qué condiciones llega a la gubernatura. Y de ahí pa’l real.
Ya se dice que la elección de Alejandro Encinas por el PRD alejó la alianza con el PAN, y que eso derriba la tesis de la coalición no sólo estatal sino también para el 2012. Pero eso es verdad a medias. Es cierto, por una parte, que ganó la propuesta de Marcelo Ebrard, y con ello de Andrés Manuel, de que fuera Encinas como candidato único y sin alianzas con el PAN. Así lo sostiene el propio Encinas y no será de otra manera. Al menos localmente.
Pero no parece ser el objetivo del mediano plazo. Es decir, que si bien al PAN le interesa el Edomex —no obstante reconoce las pobres posibilidades que tiene de ganar sin alianzas—, le importa más ganar la elección presidencial y sólo de momento hay retroceso para el PAN; aparece como cediendo espacios. Pero no se olvide que los panistas le apuestan a que con la tesis electoral de que el PRI sigue siendo el partido de los vicios de siempre, “más de lo mismo de los viejos gobiernos priistas” y demás descalificativos, con eso tratarán de ganar adeptos para no ir solos contra el PRI en el 2012.
Y entre los aliados podrá estar el PRD para el 2012, siempre y cuando la corriente de Los Chuchos, que tiene ahora el aparato en sus manos, lo conserve tras el siguiente relevo de la dirigencia perredista. O sea que para el PAN, la jugada importante todavía no se pierde cuando sólo retrocede con algunas piezas, haciendo ajedrez con la política. Y la alianza con la “izquierda” perredista todavía podrá cuajar rumbo a la elección presidencial que no quieren perder ante el PRI.
Por eso es que, aún sin la definición de candidatos, el partido del gobierno avanza, aunque las posibles alianzas aparezcan desencajadas por ahora. En tanto el PRI, que tiene el control del Edomex, con su discurso “renovado” tratará, con Humberto Moreira que entra en posesión en marzo, no sólo de conservar el poder en la entidad sino de apuntalar con todo a Peña Nieto por ser el candidato mejor posicionado rumbo al 2012.
No obstante las jugadas del PAN y del propio Felipe Calderón en el terreno de la política no pasan del barullo de las expectativas, porque la realidad del país toca siempre a las puertas de los mexicanos de a pie. Y esta es muy lamentable. Es decir, que con todos los esfuerzos que los panistas hacen desde la política, lo demás es un desastre. La economía, la inseguridad, la desigualdad, el empleo, la pobreza, etcétera. Porque los pendientes son muchos. Tantos que se han acumulado para destilar la última como la década perdida del PAN. Se trata de los efectos internos de la ingobernabilidad calderonista.
Por tanto error, así quedó de manifiesto incluso en los balances de los cables revelados por el portal Wikileaks sobre México y los consejos de Pascual a su gobierno en EU. Desconfianza en todo; en el gobierno, en la economía, y hasta en el presidente. No se diga en el combate al narcotráfico, el peor error de Felipe Calderón durante su sexenio. A lo que EU está dispuesto a colaborar: “A respaldar a Calderón en la lucha contra el narcotráfico, pero a cambio de extender sus redes de espionaje, aprovechando la incapacidad del gobierno mexicano”. (Proceso, 2/enero/2011).
Todo no sólo porque los panista no han sabido gobernar, también porque pretenden quedarse un sexenio más. Dependerá de que la sociedad los deje. Para comenzar, desde ayer inició la campaña de “No + sangre” iniciada por los caricaturistas —con Rius a la cabeza—y desplegada en algunos medios. Es importante que la sociedad tome conciencia de que entre las carreras de caballos están los atropellados. De ahí que valga agregar: ¡No más violencia desde el poder!

Correo: maniobrasdelpoder@gmail.com