lunes, 31 de mayo de 2010

RECONVERSIÓN PETROLERA GLOBAL

28/mayo/2010

*Entre los riesgos, es mayor el daño ecológico
*Caduca, normatividad de la industria energética

“Vivimos en una sociedad profundamente dependiente de la ciencia y la tecnología y en la que nadie sabe nada de estos temas. Ello constituye una fórmula segura para el desastre”: Carl Sagan (1934-1996).

No siempre el que asume riesgos afronta las consecuencias. No ocurre con individuos tanto como con las empresas trasnacionales que todo el tiempo quieren ganancias millonarias y no aceptan las pérdidas, aunque forman parte de tales riesgos. Del mismo modo que otras tantas hacen negocio a pesar de las secuelas como ocurre, por ejemplo, con las multinacionales de la industria farmacéutica, las agroindustrias, grandes procesadoras y tantas más. De por sí el tipo de industria capitalista internacional es depredadora de la mano de obra trabajadora, y destructora de la naturaleza.
Pero hay negocios que implican mayores peligros, unos más que otros. Es el caso de las energías derivadas de la industria atómica y del petróleo. La fisión nuclear con fines pacíficos; el rompimiento del átomo en los grandes reactores representan una permanente vulnerabilidad en cualquier parte del proceso. El accidente de Chernobyl (26 de abril de 1986) es un ejemplo del tipo de desastre ecológico y humano que puede generarse en este renglón.
El otro ejemplo es el de la industria del petróleo. Un manejo que implica accidentes por muchas razones. Desde la extracción del crudo de los pozos —en general— hasta su refinación-industrialización por parte de las grandes empresas trasnacionales del energético, todo el proceso implica tremendos riesgos. Desde los materiales utilizados (tipos de maquinaria, de ductos, de válvulas, etc.) y el traslado (los grandes buques cisterna), o hasta los contenedores y los procesos de limpieza.
El problema es que las petroleras nunca asumen las secuelas. Simulan pagar, pero nunca logran resarcir los daños, pero hablando de accidentes en el mar cualquier fuga desde un barco cisterna o de una planta de extracción, causan daños altamente perjudiciales e irreversibles. Por eso son impagables. Y esa es una constante de la industria del energético fósil. Y de todos los países por igual. De ahí las exigencias de los organismos protectores del medio ambiente.
En el último incidente ocurrido en el Golfo de México el pasado 20 de abril, cuando explotó la plataforma Deepwater Horizont que dejó sin vida a 11 trabajadores, le tocó a la British Petroleum (BP) de la Gran Bretaña, encargada de la obra cuya extracción de poso está a 1.6 km de profundidad. Pero ningún país ni cualquier otro mar están excluidos de accidentes de ese o cualquier tamaño. Como puede verse en la historia de la industria petrolera. Le pasa tanto a empresas de países desarrollados, como a otros de menor desarrollo.
Y lo primero que han demostrado accidentes como el reciente de BP, es que en la industria del energético ni las leyes para el manejo mundialmente aceptado, ni las medidas de previsión de la seguridad de operación, física y humana, en cada caso resultan suficientes. Y luego vienen las secuelas, tragedias monumentales. Catástrofes de dimensión mundial.
Es cuando la voracidad e insaciabilidad de ganancias de la industria energética y petroquímica, en manos de empresas petroleras inglesas y gringas, está por encima de todo lo demás. Es cuando la naturaleza se impone a la soberbia del hombre “civilizado”, quien alentado por los descubrimientos de la ciencia y sus aplicaciones en “el ámbito de los negocios”, supone que puede “controlar” y “dominar” a la naturaleza para sus fines. Nada está más lejos de eso. O, ¿qué puede hacer el hombre ante fenómenos como las tormentas, los terremotos, los tornados? Nada. Pero no escarmienta, porque la ganancia está primero; la destrucción de la naturaleza es lo de menos.
Fue apenas el jueves pasado (27 de mayo) cuando el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, aceptó que el derrame de petróleo en el Golfo de México adquiere la categoría de ser “el peor desastre ecológico de la historia de los Estados Unidos”. Así lo asumió toda la prensa de su país. Y no lo dijo, pero se entiende que es causa de una destrucción incalculable de especies marinas. Aparte de los daños para la industria pesquera y turística de estados cercanos al desastre como Luisiana.
Ningún intento ha dado resultados. A 40 días del accidente, la última operación top kill, consistente en la inyección de fluidos pesados y otros materiales para tapar el poso y luego sellar con cemento, falló. “No pudimos detener el flujo”, dijo el encargado británico, Doug Suttles. BP anunció que intentará otro procedimiento consistente en “cortar caños rotos” del fondo marino para luego instalar un contenedor y tratar de capturar el petróleo fugado y enviarlo a la superficie. Llevará siete días instalar el artefacto bautizado Lower Marine Riser Package.
Lo que significa que, a partir de ayer y durante los próximos siete días seguirá creciendo el dato acumulado de la fuga —muy por arriba de los 11 millones de galones derramados por el Exxon Valdez en 1989, en las costas de Alaska—: “68 millones de litros de petróleo”, según expertos, o entre 18.6 millones y 29.5 millones de galones de crudo vertidos en aguas de Golfo de México.
Pero las cifras son conservadoras, porque el vertido podría alcanzar una mayor derrama. Los cálculos van desde los 1.9 millones, los 3 millones, hasta los 3.9 millones de litros diarios. Cualquier cantidad multiplicada por los días transcurridos desde el 20 de abril a la fecha.
Y, como era de esperarse, comienza a hablarse más del tamaño de las pérdidas económicas que del impacto del desastre: una filial de BBVA instalada al sur de EU calcula que “el impacto económico del derrame podría ascender a 4 mil 300 millones de dólares”. No se dice si por los litros derramados y “desperdiciados”, o por las pérdidas de BP en sus acciones y lo que invierta en los procedimientos para tapar el poso.
EU, impotente ante la tragedia, ahora Obama promete reglas más duras para la industria petrolera. El jueves pasado habló de la suspensión de 33 operaciones de perforación exploratoria en el Golfo, y de “cancelar o suspender temporalmente las ventas pendientes de arrendamiento y de perforación en Virginia y el Ártico. Refirió también a las relaciones “corruptas” entre los reguladores federales y la industria petrolera. Pero los peligros del negocio del energético son constantes.
Inherentes a la corrosión industrial del sistema de la maximización de la ganancia de las trasnacionales del petróleo, sean de EU o de su socio, la Gran Bretaña. La regulación será insuficiente, habrá que pensar ya en la reconversión de los procesos industriales hacia otros parámetros auténticamente autosustentables.

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sábado, 29 de mayo de 2010

ELECCIONES A LA MEXICANA

30/mayo/2010

*De los fraudes a la legitimidad gubernamental
*Carlos Salinas, Felipe Calderón, la imposición

“La verdad adelgaza y no quiebra, y siempre anda sobre la mentira como el agua sobre el aceite”: Miguel de Cervantes Saavedra (1547-1616).

A los gobiernos no les gusta la crítica. Más cuando se trata de señalamientos incisivos. Pero sólo la crítica pone en su lugar a presidentes y gobernantes; a funcionarios públicos en general. Gobernar es una alta responsabilidad que se adquiere con la población de un país. Con los ciudadanos desde el momento de resultar electos en un proceso democrático. Democracia como forma de gobierno (no meramente electoral) y donde el gobernante responde al interés de los gobernados.
El asunto se distorsiona cuando no ocurre ni lo uno ni lo otro. Ni hay el compromiso, como gobierno, de atender los asuntos —las necesidades de la gente— en beneficio público cuanto se inclinan a resolver intereses específicos, por un aparte. Como tampoco se erigen autoridades con la legitimidad correspondiente; es decir, que broten de un proceso democrático completamente limpio. Por eso el asunto se complica, y los cuestionamientos a los gobernantes resultan incómodos.
En el México moderno hay elecciones cuestionadas desde José Vasconcelos, cuando un gran fraude se operó (en 1929) a favor de Pascual Ortiz Rubio, un peón del expresidente Plutarco Elías Calles (1924-1928). Unas elecciones más, otras menos. Pero así como el Partido Revolucionario Institucional se erigió — primero como PNR (1929), luego como PRM (1938), hasta quedar como PRI (en 1946)— como el gran concertador de las diversas expresiones de clase (CTM, CNC y CNOP) y políticas bajo un único control, también practicó el arrebato electoral.
Antes, Porfirio Díaz orquestó fraudes electorales continuos para permanecer durante 30 años en la silla presidencial entre 1877 y 1911. El rechazo a la reelección de Díaz encabezado por Francisco I. Madero alentó una alta participación durante su elección como Presidente y los hechos de violencia subsiguientes desataron la Revolución Mexicana de 1910.
En lo sucesivo, algunos presidentes como Carlos Salinas (1988-1994) y Felipe Calderón (2006-2012) se han apoderado de la silla presidencial bajo la sombra del fraude electoral. Pese a reformas electorales importantes como la de Jesús Reyes Heroles de 1977 que dieron apertura a todos los partidos opositores, incluidos los de izquierda (PPS, PARM, así como el tradicional opositor Partido Comunista Mexicano), la de 1986 que reforzó los mecanismos de control y la de 1989 que retira de plano la presencia del gobierno de los procesos electorales cuando se crea el Instituto Federal Electoral, los mecanismos de fraude pasaron de las viejas prácticas (embarazo de urnas, ratón loco, compra de voto, suplantación de elector, coacción, robo de urnas, adulteración de datos, etcétera) a la sofisticada y moderna estafa electrónica vía la modificación de los datos desde los centros de cómputo.
La elección de 1988 dio pie a uno de los más escandalosos fraudes en México, cuando Salinas se montó a la fuerza desde el momento en que el propio expresidente Miguel de la Madrid habría ordenado la suspensión del conteo de los votos, a sabiendas de que los datos no favorecían a Salinas.
Manuel Bartlett Díaz, como titular de Gobernación fue el responsable de declarar la “caída del sistema”, pero en todo caso operador de una ordenanza presidencial para favorecer a Salinas en contra del candidato del llamado Frente Democrático Nacional, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, quien iría adelante en las preferencias del ciudadano. Las secuelas fueron cuantiosas, no sólo al interior del sistema político mexicano, la clase política misma, pero sobre todo afectó a la sociedad porque minó la confianza ciudadana en los procesos electorales.
Luego vendría la igualmente cuestionada y fraudulenta elección de Calderón, donde los cambios de tendencia gráfica mostraron comportamientos tan irregulares como fuera de toda explicación estadística y científica. El fraude se operó desde el sistema del control de datos. Tan sólo un testimonio pone al desnudo los resultados en contra de Andrés Manuel López Obrador.
“El 3 de agosto de 2006, reunidos en un seminario especial de trabajo en el Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), 61 investigadores y científicos de diversas disciplinas pertenecientes a 25 instituciones del país, tras analizar y discutir cuidadosamente los resultados de trece estudios realizados en México y uno en la Universidad de Cornell, Estados Unidos de Norteamérica, con base en los datos publicados por el IFE, concluyeron que en la elección de Presidente de la República del 2 de julio de 2006 hubo anomalías lo suficientemente evidentes que no permiten decir que se haya cumplido con el principio rector de certeza”. Fraude cibernético.
Las secuelas del descontento fueron —y siguen en pie— tantas, a partir de las protestas de los seguidores de Andrés Manuel. La conclusión es que en México se orquestó un evidente fraude de Estado. Es decir, que sin la complicidad de otros sectores que avalaron los resultados fraudulentos, Calderón no habría sido presidente. Los hombres del poder en México, aquellos empresarios beneficiados de las reformas económicas operadas por Salinas, son quienes no quieren ningún cambio imprevisto. Como la elección de un político procedente de un partido de izquierda, López Obrador.
Pero en los hechos, o para fines prácticos y a estas alturas, el sistema político sufre un grave deterioro porque la legitimidad cuestionada de Calderón ha impedido tomar las acciones de gobierno necesarias para restaurar la gobernabilidad. Para emprender cambios que resuelvan los principales problemas de la población, contrarrestar al menos en parte los tantos impactos generados por el modelo neoliberal aplicado durante ya más de un cuarto de siglo.
Nada. El caso es que la secuela de una elección fallida permanece. Y muy graves. El riesgo es la gobernabilidad. Al punto del Estado fallido (pese a ser una calificación que responde a fines externos, de Estados Unidos), cuando hay problemas que se desbordan como el de la inseguridad. Porque el gobierno de Calderón no ha hecho otra cosa tratar de resolverlo desdeñando el resto de la problemática nacional. Secuelas de una elección irregular. Frutos del fraude electoral. Mientras el país se descompone por elecciones a la mexicana.

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jueves, 27 de mayo de 2010

POLÍTICA A LA MEXICANA

28/mayo/2010

*Casi la guerra, los preparativos 2012
*Ganar, así sea con el aparato de Estado

“Democracia: es una superstición muy difundida, un abuso de la estadística”: Jorge Luis Borges (1899-1986).

En términos prácticos, más que buenos deseos de servir a los demás, la política es ambición por el poder. Por eso pasa por el arrebato y la traición. Casi la guerra. Un espacio de la vida pública de un país en donde no hay amigos, puros contrincantes; cuasi enemigos. Cada quién lo propio. Ahí sí que aplica el precepto darwinista de la supervivencia del, o de los más aptos. Eso y más se puede decir de la política en el marco del sistema político mexicano. De la política a la mexicana.
Prototipo de una polis donde rige el librecambismo, o el libre mercado del capitalismo y de la cultura occidental. En unos países más que en otros. Pero la política es un arma para apoderarse del aparato estatal. Y donde el grupo o partido que lo tiene no lo suelta por nada; o tan sencillamente. La democracia como vil parapeto. Una moneda de cambio más. Porque es muy raro el acuerdo en torno al consenso. La idea de avanzar conjuntamente en torno a objetivos precisos casi no se da. Al menos entre los grupos o partidos que rondan la cúpula del poder, porque entre ellos está la disputa por el Estado. No así con los ciudadanos, siendo que ellos son el soporte fundamental.
Y cuando se da algún tipo de consenso, es más bien por conveniencia. Ocurre entre grupos. Lo que se conoce como alianza entre partidos políticos distintos. Puede ser. Pero en esos casos depende siempre del objetivo. Es cuando “el fin justifica los medios”. Hasta aquí el problema son los intereses mezquinos: grupales, sectoriales o partidistas. Los de unos cuantos que buscan el control de los demás. Y de la riqueza que conlleva, porque el Estado administra el interés general.
México es de los que más. Aunque también hay políticos de cepa; con el espíritu de servicio a los otros. Cuando arrecia la disputa entre dos o más interesados, es cuando un aparte del poder está en juego. El pleito depende de la rebanada del pastel. Eso pasa en tiempos electorales. Es cuando las tretas se aceleran. Los golpes bajos. Las descalificaciones. La mascarada de la publicidad en la televisión. La venta de un producto, más que de un representante. La pugna empieza en los partidos, pasa por los candidatos y de ahí al resto de la sociedad vía los medios de comunicación. Llega con las campañas.
Para los partidos, en tiempos de elección todas las estrategias son buenas. O malas, según la lente con que se miren. Pero claro está que a falta de convencimiento y de principios, las disputas por la preferencia del voto se dan con todo. Así está ocurriendo en estos días en el país. Y las cosas se complican cada vez. En cuanto avanzan los procesos electorales, se presentan las descalificaciones, los golpes bajos, la guerra sucia. Más como en este caso, que la querella entre los Partido Acción Nacional y Partido Revolucionario Institucional es por todo.
Ambos partidos ensayan lo que serán sus estrategias electorales para el próximo 4 de julio. Día cuando se disputan las 12 gubernaturas. Una buena rebanada de pastel. Ni qué decir que el ambiente está plagado de contradicciones. Enrarecido ambiente porque el 2010 preludiará electoralmente el 2012, cuando haya elección presidencial. Ya la primera elección del 2010, la de Mérida, sembró las dudas. Si bien la votación favoreció al PRI, no ganó con una amplia diferencia, como se preveía. Es decir, que la disputa fue más cerrada de lo que sugerían las encuestas.
Y una réplica de escenarios similares en julio próximo traería problemas. Sobre todo en aquellas entidades en donde se auguran diferencias porcentuales mínimas. Como en Oaxaca y Sinaloa, cuando menos. En ambos casos las diferencias son pocas. De apenas 1 y 4 puntos, respectivamente entre el primero y el segundo lugar. En Oaxaca va arriba Gabino Cué, candidato por la alianza PAN-PRD-PT-Convergencia. En Sinaloa, Jesús Vizcarra, por la coalición PRI-PVEM-Panal.
Pero podría haber problemas también en otros estados como Aguascalientes y Zacatecas, que contagiarían al Estado de México de igual modo. Es decir, que el 2010 podrá complicarse en al menos cinco estados, de los 12 donde se elegirán gubernaturas en julio.
El Partito Acción Nacional quiere conservar la Presidencia de la República. Y el Partido Revolucionario Institucional pretende recuperarla. El pleito es entre los dos. Porque el tercero en discordia, el PRD, está muy deteriorado desde el fraudulento agandalle de la presidencia partidista para Jesús Ortega Martínez. Más porque se prestó a negociar en términos legislativos y ahora político-electorales con el PAN. Ambas circunstancias le están saliendo caras a Ortega y al PRD.
Bajo el principio de divide y vencerás, al parecer el PAN hará todo lo que sea necesario para dos cosas: cerrar la disputa entre candidatos, y a río revuelto ganancia de pescadores. Porque desde el 2006, luego en el 2009 y ahora, está claro que el PAN no tiene con qué ganar a ley. No tiene bases de partido, no ha hecho un buen gobierno y tiene pocos seguidores. Por eso sus alianzas partidistas, para tratar por ese medio de remontar. Aunque sea compartiendo el poder. Al fin que la presidencia está en sus manos. Y cuenta con el resto del aparato estatal.
A eso le apunta el PAN. A dividir, generando altercados como el reciente en contra del candidato al gobierno de Quintana Roo, Gregorio Sánchez Martínez, por la alianza PRD-PT-Convergencia, detenido y trasladado hasta Nayarit bajo acusaciones de presuntos nexos con el narcotráfico. Dizque la averiguación estaba desde enero, basada en la declaración de un “testigo protegido”. ¿Pero por qué esperar a que se registrara y comenzara la campaña electoral? Si es presunto involucrado, ¿por qué no se le detuvo antes? Es claro que para bajarlo de la candidatura y de las preferencias electorales entre los quintanarroenses. Porque va arriba. Aunque en ese estado el PAN no figura.
El único problema es que Acción Nacional estaría echando mano del aparato de Estado utilizando a la PGR como operadora a contentillo de los intereses de sus jefes y del gobierno presidencial en turno. Pero eso siembra la duda si el PAN será capaz de cualquier cosa en lo que falta del proceso electoral. ¿Qué esperar en el 2012? Jugadas de la política a la mexicana.

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SECUESTRO, MENSAJE A CALDERÓN

27/mayo/2010

*Plagio de Diego, un reto para el poder
*¿El narco?, ¿quién? Va vs. el gobierno

“Los políticos son como los cines de barrio, primero te hacen entrar y después te cambian el programa”: Enrique Jardiel Pondela (1901-1952).

Asunto de Estado. El caso es que lo de Diego Fernández de Cevallos se trata de un secuestro, y no como durante siete días sostuvieron las autoridades judiciales: que estaba “desaparecido”. Es la opinión generalizada, al menos desde el pasado jueves 20 por la noche, cuando comenzó a circular por internet una fotografía, con todas las evidencias de que era la persona de Diego, que mostraba signos de vida. Luego se reprodujo en los periódicos y nadie cuestionó la autenticidad de la foto con los ojos vendados.
El mensaje, muy preciso, decía que “El jefe Diego goza de cabal salud, y manda enternecido saludo a quienes lo quieren y hasta rezan por él”. Igualmente se pide al hijo que exija a las autoridades “desbloquear” la comunicación y mantenerse al margen de la negociación que su familia ofrecía públicamente por su liberación.
Pronto los hijos aceptaron que el “enternecido” saludo es típico de su padre, de El Jefe Diego. Por lo tanto, a partir de ese momento todo el mundo aceptó que era un secuestro. Vinieron las reacciones. Siguieron las contradicciones de las autoridades, y hasta policiales. Los dimes y diretes de los medios. Más cuando el noticiero de Televisa decidió “no volver a informar de este caso hasta su desenlace”, del tema del secuestro, “por respeto a la vida” de Diego y de la familia.
Esta peculiaridad de la televisora más influyente del país, junto con el aparatoso dispositivo de seguridad y rastreo de cualquier posible pista o huella para determinar el paradero de El Jefe Diego, causó tremenda zozobra en los medios de comunicación, sacudimiento entre la clase política y, sobre todo, la indignación de la propia sociedad en contra del gobierno porque no hace lo mismo para aclarar delitos que sufren ciudadanos comunes. Porque no se vale la discriminación. La justicia selectiva. Y sale a flote la impunidad del sistema.
Porque, además, el caso de este secuestro aparece frente a la opinión pública como tal sui géneris. En primera instancia, por tratarse de quien se trata. De uno de los hombres más influyentes del propio sistema político mexicano. Un hombre clave al interior del PAN —con todo y que muchos políticos, incluso de su propio partido (ni se diga de otros), tienen sus reservas y le guardan su distancia— porque se le tiene en cuenta para muchas de las decisiones importantes partidistas y del mismo gobierno federal.
Un abogado polémico por tantos casos peleados, y ganados aún a costa del erario público. Señalado por abogar a favor de algunos narcotraficantes (no se le dice “abogado del narco, sino empleado de la mafia”), específicamente del cártel de Juárez en los tiempos de Amado Carrillo. Pero sobre todo el tráfico de influencias porque siendo diputado o senador llevó pleitos legales que le generan ganancias millonarias. Los casos ganados están ampliamente documentados en la prensa (de su momento y de ahora).
Pero si el secuestro es un hecho, lo que todo el mundo se pregunta es quién o quiénes se habrían atrevido al plagio de un sujeto como Diego Fernández de Cevallos. Esa es, y seguirá siendo la gran incógnita. Y las autoridades del caso, sobre todo la PGR, contribuyen a la ampliación de dudas y a generar un amplio clima de incertidumbre porque no informa nada sobre la investigación. Luego entonces, le dejan todo a la especulación.
Aventuremos, pues, en aras del esclarecimiento. Por su influencia dentro del sistema, así como por sus enormes ganancias que le depara la profesión de abogado, es de pensarse que El Jefe Diego sería un hombre tipo, un objetivo para ser plagiado. Pero los secuestradores tendrían que medir las consecuencias posteriores al secuestro de un hombre así. Digamos, prever la reacción de los aparatos de justicia y la participación de los medios de comunicación.
Pero sobre todo, el impacto y la reacción de la clase política. Por estas mínimas previsiones —las secuelas son mayores—, está claro que no cualquier grupo se atrevería a echarse encima un paquete de ese tamaño. Por lo tanto, si quien lo perpetró tuvo las mínimas mediciones de esas reacciones, de todos modos quien o quienes lo hicieron no sería un grupo cualquiera. Es decir, que se trataría de profesionales (una muestra de ello es que no dejaron huella, más allá del propio aparente tiroteo cuando lo “toparon” adentro de su rancho).
Plagio político. De un grupo especial que va, o bien por dinero, o por un escarmiento o mensaje claro y abierto al gobierno de Felipe Calderón. Como se ve, las opciones no son muchas. Sólo hay de dos sopas, a las que habría que agregar la coyuntura. Al menos es lo que parece. Por lo tanto, una primera opción sería —mera suposición— que en el momento que los secuestradores manden otra señal tratando de contactar a la familia para pedir rescate, luego entonces por muy fuerte que sea el grupo el caso será por dinero. Pero el grupo guerrillero ERPI dice que no lo tiene.
Por ese lado habría la esperanza de que el caso se resuelva pronto y bien. Y Diego esté de regreso. La otra opción es más delicada y difícil, si se tratara de uno de los grupos ligados con el crimen organizado, porque entonces sí los objetivos serían de mayor alcance, y el plagio también. El mensaje sería político y para el gobierno. Y no hay tantos “enemigos” enfrente, más allá de los que el propio gobierno tenga identificados, como pudieran ser las bandas ligadas al crimen organizado.
Ahí caben los de mayor sospecha: los cárteles del narcotráfico que se sienten perseguidos por las Fuerzas Armadas, por una decisión presidencial. Pero en este terreno no hay muchas posibilidades de saber de qué se trata. Hasta en tanto no se cuente con mayores pistas. O más señales. Aquí el objetivo principal del secuestro de Diego de Cevallos no se sabe. ¿Será una acción de desesperación porque se sienten acorralados? También puede ser.
Sólo recordemos que hace algunos meses el grupo de Los Zetas —que estarían fuertes en el estado de Hidalgo, cercano al lugar donde ocurrió el levantón de Diego— junto con otros cárteles, han alegado en mensajes vía las narcomantas por qué se protege a El Chapo Guzmán. Y señalan directamente a Calderón. Pero no son los únicos. También los señalamientos vienen desde Washington y por la prensa estadounidense. Tampoco el gobierno federal aclara bien a bien esos señalamientos.
El problema se complica, hasta para la suposición, cuando en la coyuntura se atraviesa el proceso electoral de julio. Delicado asunto para el Estado.

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miércoles, 26 de mayo de 2010

GEOESTRATEGIAS TAN DISÍMILES

26/mayo/2010

*México-Estados Unidos, cada quién lo suyo
*Calderón se balconea con la prensa extranjera

“La indignación moral es la estrategia tipo para dotar al idiota de dignidad”: Herbert Marshall McLuhan (1911-1980).

Lo dicho. Mientras el gobierno mexicano duerme el sueño de los justos, Estados Unidos despliega su propia geoestrategia con México. O en contra de México. Y lo menos que se puede decir, es que de nada sirvió la reciente reunión de Felipe Calderón con el presidente Barack Obama en Washington. Ni el aplauso de los demócratas en el Congreso.
Porque Calderón regresó a México con las manos vacías. O hasta peor. Porque no alcanzó acuerdo sustancial alguno. Fue escuchado, pero desatendido. Hasta ahí. Nada con el compartido problema del narcotráfico. Tampoco con la expiración de la ley de 1994, que restringía la venta de armas en ese país. Pese a la “correlación” que planteó Calderón entre dicha ley de armas y los crecientes decomisos —unas 75 mil, la mayoría contrabandeada desde Estados Unidos, dice Calderón—. Tampoco sobre una posible ley para favorecer a inmigrantes mexicanos. Pese a que lo recibieron con bombo y platillo. Y al presidente Felipe Calderón lo trataron como “héroe”. Obama le dijo que era el Eliot Ness mexicano, por sus combates en contra del crimen organizado y el narcotráfico.
Calderón entró a EU el día 19 de mayo, procedente de España. Pronto la prensa se encargó de prepararle el terreno, por no decir a desacreditarlo. Le dio hasta con sus propias palabras, porque The Wall Street Journal publicó una nota y una larga entrevista con los reporteros David Luhnow y Nicholas Casey. De esa entrevista derivarían algunas secuelas importantes en México.
Un día antes de su llegada, el día 18, la National Public Radio (NPR) leyó un despacho de la agencia EFE (esa nota en México la difundió Apro-Proceso), “la primera parte de una investigación periodística” en la cual se sostiene que el gobierno de Calderón ha favorecido al cártel de Sinaloa en esa “cruenta guerra por las rutas y negocios que ha dejado miles de muertos en México”. Aunque dicha lectura fue desmentida por el portavoz de la Secretaría de Gobernación, Luis Estrada. Como algo “inexacto, porque el gobierno combate con toda determinación al crimen organizado en todo el territorio nacional”. Pero en EU el golpe estaba dado.
Y en la larga entrevista previa, y publicada por el WSJ el día del arribo de la comitiva del gobierno mexicano a EU, Calderón habría hecho algunas revelaciones importantes que colocan en entredicho su tesis de combatir el narcotráfico sólo con el uso del Ejército. Porque no previó la posible reacción del crimen organizado. Como lo reconocería después el propio Gómez Mont, en el marco del Segundo Foro Sobre Seguridad y Justicia.
Entre otras cosas, Calderón dijo a los entrevistadores del Journal, que tras largas reuniones con Lázaro Cárdenas, el gobierno local de Michoacán —su tierra natal— y atendiendo a la solicitud del envío “no sólo de la fuerza federal sino de la fuerza armada”, porque en la localidad el crimen organizado había escalado, él se comprometió. “Él percibía (dice de Lázaro), que tenía muy penetrada la propia policía estatal, y la Procuraduría. Mi percepción es que es un problema que venía de antes del gobierno; el gobierno anterior (¡de Vicente Fox!) fue el que detonó prácticamente la apertura”.
Los criminales empezaron a tomar el control de amplias estructuras en la sociedad y del propio gobierno. El llamado cártel de La Familia, una expresión de Los Zetas en Michoacán, refiere Calderón. “No sé qué pueda decirle ahora, pero él (gobernador) le había solicitado varias veces al Presidente Fox sin encontrar respuesta, y al llegar a mi gobierno se formalizó”. En otras palabras, Calderón reconoce que Fox se quedó con las manos cruzadas, por un lado y por otro que el propio Lázaro no emprendió acción alguna para reconstruir o bien a las propias policías “infiltradas” como tampoco el tejido social dañado, desde su gobierno.
A la pregunta con el dicho que “ningún plan de ataque sobrevive al primer contacto con el enemigo”, FCH responde ejemplificando con una “metáfora” de su invención. “Si yo fuera un doctor y llegó un paciente que tenía un dolor en el estómago, un dolor en el abdomen, y él pensaba que como a un tío de él le había dado alguna vez apendicitis, pues era una apendicitis, sólo que al explorarlo y abrir para operarlo me di cuenta que tenía un gran tumor canceroso, y la alternativa es cortar el tumor y darle un tratamiento que es muy severo ciertamente, pero que sería el único que pueda darle posibilidades de sobrevivir al paciente”. Pero el problema no es el médico sino el paciente.
Su propio dicho lo pone en duda. ¿En qué país vivía Calderón antes de ser candidato de su partido para la Presidencia? ¿En qué país hizo campaña política? ¿Acaso vale la falsa metáfora —porque el paciente está a la vista de todos, y sus problemas también— del médico y por eso determinó “al llegar a la Presidencia”, combatir al crimen sólo con el Ejército?
¿Porqué, como bien lo reconoce —“nuestra presencia es transitoria”, un “espacio tiempo y de fuerza que les damos a las autoridades locales de manera tal que sea suficiente para, como debe ser en cualquier ciudad del mundo, controlar la criminalidad”— no ha hecho nada porque haya una “policía funcional”, preparada, capacitada, con un policía cerca de la genta por cuadra, manzana y barrio; buscar pagarles mejor, en lugar de desarticular a la policía que existe en aras de un control estatal como lo ha propuesto al Congreso? ¿Acaso se trata de que siga siendo, como él dice, “esa parte el eslabón más débil, digamos”? ¿Por qué seguir las pisadas de Fox?
Si, como dijo al WSJ, también “es un problema de procuración de justicia… y están muy deterioradas las instituciones en México, en todo el país y en todos los niveles, y en consecuencia un elemento clave es restaurar, insisto, este tejido institucional que incluye no sólo a los órganos policiacos sino de procuración y administración de justicia”. ¿Por qué no ha iniciado ese camino paralelo de restauración del tejido institucional? ¿Por qué tantas declaraciones, a estas alturas, cuando esas son algunas de las acciones que se demanda reestructurar en la estrategia contra el narcotráfico y el crimen organizado? Ni qué decir del lavado de dinero y atacar el corazón de las bandas: su estructura financiera.
Por eso el mismo Gómez Mont se atrevió a declarar que “al proponer y plantear la fuerza, no era del todo previsible entender el grado de respuesta en la contención en la que se iban a ver enfrentados, venían con toda una racha de no ser sometidos”. Aprovechando tanta ambigüedad, en EU Obama responde a Calderón con el despliegue de 1.200 efectivos de la Guardia Nacional para la frontera con México y la ampliación en 500 millones de dólares en presupuesto para su seguridad. Sin geoestrategia no hay logros. Ni adentro ni afuera.

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martes, 25 de mayo de 2010

HUELGA DE HAMBRE, “FOCOS ROJOS”

25/mayo/2010

*Planteamiento de electricistas del SME
*La solución está en manos de la SCJN

A los huelguistas del SME. ¡Un llamado a la solidaridad internacional!

Ayer, 24 de octubre, fue el día “D”. Porque se cumplen 30 días de la huelga de hambre que mantienen los voluntarios y trabajadores pertenecientes al Sindicato Mexicano de Electricistas en la plancha del Zócalo de la capital del país. A partir de ahora comienza la cuenta regresiva para su salud, “porque se entra en una fase crítica”. Ayer mismo salieron cinco de ellos a revisión médica hospitalaria, por los síndromes de salud.
El tema es que están dispuestos a ir hasta sus últimas consecuencias, en tanto no tengan alguna salida digna. Pese a la descalificación del gobierno, porque para él no se trata de una “huelga de hambre”; no está permitida —en todo caso es un “ayuno”— cuando se vive en un “Estado de derecho”. Por eso decimos que se encienden los focos rojos, porque la vida de los electricistas está en peligro.
Lo único que piden los trabajadores del SME, es que el gobierno de Calderón respete la fuente de trabajo que les arrebató injustificadamente, al decretar la extinción de la compañía de Luz y Fuerza del Centro, el pasado 11 de octubre, que arrojó a la calle a 44 mil trabajadores sindicalizados y a 20 mil jubilados —salvo el 6 por ciento que aceptó una liquidación tramposa de Javier Lozano, suponiendo que con eso desarticularía cualquier reacción sindical contraria.
Es una cuenta regresiva, porque lo que ocurra de ahora en adelante en la salud de los trabajadores será responsabilidad del gobierno calderonista, quien no se apresta a reconocer el error y resolver sobre la ilegalidad del decreto. O, en su caso, de otras instancias como el órgano judicial y autónomo del país, la Suprema Corte de Justicia de la Nación, quien ahora tiene en sus manos el expediente que sustenta la demanda de los electricistas para obtener un amparo en contra de tamaña violación constitucional.
En los hechos, la solución al conflicto la tiene la Corte. De lo que ella resuelva saldrá, o bien la solución a favor del SME o su complicación. Con eso se verá, o bien la autonomía de dicho órgano judicial o una libertad en duda. Porque la última opción del SME la tiene la Corte. No habría más instancias.
Con todo y que el sindicato ha ofrecido en el expediente a la SCJN, con Néstor de Buen y Raúl Carrancá, todos los argumentos constitucionales y laborales que demuestran la falsedad del decreto de extinción. Ayer mismo en conferencia de prensa (no sin antes denostar el trabajo tendencioso de algunos medios de comunicación, como Milenio, al servicio de la oligarquía de este país), dos de los dirigentes del SME, José Antonio Almazán y el propio Martín Esparza, dieron pormenores de cómo va el problema en que metió Calderón a los electricistas.
Primero, informaron del estado de salud de los trabajadores que están en huelga de hambre. Luego parte del procedimiento legaloide utilizado por Calderón para justificar la extinción de LyFC. Se informó, entre otras cosas, que los huelguistas han perdido, en promedio hombres y mujeres, poco más de ocho kilos; un promedio que comprende fechas diferentes de ingreso de cada uno. Porque los primeros que entraron llevan alrededor de 15-16 kilogramos. Hay expedientes completos de frecuencia cardiaca, nivel de glucosa, temperatura, etc.
Los daños causados están corroborados por médicos del sindicato, de Salud del GDF, la Cruz Roja, servicios de emergencia y por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, a partir de análisis periódicos desde el 11 de mayo, y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Rechazando en cambio, por obvias razones, el ofrecimiento de la Segob vía una de las subsecretarías, de atención médica.
Hay un seguimiento de atención y médico, “a los trabajadores que están dispuestos a dar su vida por una causa justa, frente a un gobierno que no escucha, no resuelve y no le importa la suerte, la vida, la salud de electricistas como de millones de mexicanos que padecen condiciones atroces de extrema pobreza”, dijo Almazán. Y cuando los médicos de la CNDH determinen o prescriban la hospitalización, saldrán a recibir atención médica, “porque a diferencia del gobierno que quisiera vernos muertos, vamos a ganar esta lucha del SME con todos los compañeros vivos”.
Martín Esparza refirió, que el decreto del 11 de octubre fue un acuerdo político que se tomó desde la Segob. “Por eso el 5 de octubre hicieron el arreglo entre la Sener, Trabajo, SHCP”. Un decreto sin fundamento ni motivo en el propio Congreso de la Unión. Porque “LyFC no es cualquier empresa paraestatal, sino un organismo público descentralizado creado por iniciativa de ley enviada al Congreso en 1989. Para modificar el 4° transitorio de la Ley de Servicio público de Energía Eléctrica”. Y, con base al Artículo 27 de la Constitución, se establece que la actividad de LyFC es “estratégica”.
Y el gobierno “no ha entregado los documentos que motivaron y fundamentaron el decreto”, donde dicen que LyFC no es rentable. “Y reservaron los documentos por doce años”. Pero no aplican los fundamentos del decreto, porque el artículo 16 de la ley de entidades paraestatales, aplica sólo a las empresas “no estratégicas”. Por eso ocultan los documentos. “La desincorporación vía extinción no existe en la ley, es un concepto nuevo que ellos inventaron”. Qué van a decretar cuando no han presentado los documentos que fundamentan y motivaron el decreto. Por eso los están resguardando. Porque lo hicieron violentando la Constitución, en los artículos 25, 26, 27 y 28. El Artículo 123 constitucional y otras leyes aleatorias.
Y la Constitución es clara —argumenta Esparza—: los únicos facultados para legislar en materia de electricidad es el Congreso de la Unión. Los únicos para legislar en materia laboral, es el Congreso de la Unión. Al poder Ejecutivo, el Artículo 89 fracción I, dice que son obligaciones del Ejecutivo decretar las leyes que del Congreso emanen”. Es decir, que “con el decreto se ha mentido a los mexicanos”, cierra el dirigente del SME.
“En hechos semejantes, concluye Almazán, en cualquier otra parte del mundo, no se actúa con dilación. Cuando hay una huelga de hambre, la obligación de los ministros (de la SCJN), para no violentar un derecho a la vida, es resolver de inmediato”. Eso espera la sociedad. El apoyo internacional también.

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domingo, 23 de mayo de 2010

CALDERÓN EN ARLINGTON

24/mayo/2010

*La visita oficial, agravio a los mexicanos
*Ofrenda a tumba del soldado desconocido

“Meter mucho ruido a propósito de una oferta recibida no disminuye el dolor, sino que acrecienta la vergüenza”: Giovanni Boccaccio (1313-1375).

Regresó a México el presidente Felipe Calderón y su comitiva desde los Estados Unidos, luego de pasar por el viejo continente para asistir a la Cumbre América Latina y el Caribe con la Unión Europea (ALCUE), los días 17 y 18 pasados, con las manos vacías.
A Europa fue a ofrecer la riqueza nacional a los inversionistas españoles (a los amigos de sus amigos, de la derecha); telecomunicaciones, energía y petróleo. A EU llegó a “negociar” los problemas comunes de la relación de vecindad: el narcotráfico —fenómeno en el que se presume hay “corresponsabilidad”— y el asunto del trato xenofóbico a los inmigrantes ilegales mexicanos en ese país vecino. Dejando de lado tantos casos más que igualmente demandan atención pero son desdeñados, o ni siquiera figuran en la agenda. Sólo expuso, porque no hubo negociación. Recogió aplausos, eso sí, de los demócratas en el Congreso.
Pero ojala Calderón hubiese retornado sólo con las manos vacías. Pues no. Cargó en los hombros con un alud de ofensas para los mexicanos desde Arlington, el jueves 20. Agravios para la memoria de México. Ultrajes en contra del nacionalismo forjado en el siglo XIX por la oposición creciente a los EU. Peor tantito, Calderón fue a contracorriente de los rechazos mundialmente aceptados al Pentágono, a sus generales y tropa, por las guerras desatadas en contra de cientos de pueblos inocentes, durante todo el periodo de la segunda posguerra, la llamada Guerra Fría.
Y todavía más: por las invasiones emprendidas aún después de la caída de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Cuando EU creyó en las tesis de su ideólogo Francis Fukuyama sobre El fin de la historia, porque sintió erigirse como el amo y señor del universo. El triunfo del capitalismo-imperialismo sobre el socialismo-comunismo mundial. Se acabaron los enemigos porque terminó la bipolaridad mundial. Hasta que aparecieron los extremistas del Islam a causar el terrorismo y emergieron como los nuevos enemigos. O comenzaron a salir de su letargo las otras potencias para mostrar que el mundo no era el de EU, sino uno multipolar. Y que también cuentan, aparte de Europa, la propia Rusia, Japón y los recientes emergentes China y la India. Todos los que luchan por la hegemonía en estos tiempos de la globalización que encabeza EU.
Todavía Calderón hubiera ido solo al Cementerio Nacional de Arlington, Virginia, en Estados Unidos. Sin la investidura presidencial; sin la comitiva; sin el embajador de México en la Casa Blanca, Arturo Sarukhan. Sin el protocolo de las 21 salvas o la presencia de jerarquía del ejército, la marina o guardacostas. Sin colocar una corona de flores en el monumento de mármol del “soldado desconocido”. Como —digamos— de visita turística, no habría ningún problema porque sería una elección personal. Pero no como presidente de los mexicanos. Eso causó incluso reacciones en el mundo; y ofensas para México como Nación. Aunque, a contrapelo, los funcionarios del gobierno no lo ven así.
El acto protocolario se justificó alegando que allí habría mexicanos anónimos. ¡Claro! Pero hay mexicanos, como los enlistados en el ejército de EU, para combatir en sus filas en una intervención contra México. ¡Traidores a la patria! La invasión al país por el Puerto de Veracruz en 1914, promovida por el entonces presidente de EU, Woodrow Wilson. Así fuese en contra de Huerta (el pretexto fue el “incidente de Tampico”), porque el asunto Huerta —ese dictadorzuelo que asesinó a Madero tratando de erigirse como un Presidente legítimo— era cuestión de mexicanos resolver. De Francisco Villa, de Emiliano Zapata y, en todo caso, hasta de Venustiano Carranza resolver. Como fue. Más no de Wilson, de Alemania, Francia o cualquiera otro.
Pero en Arlington están también soldados de otras guerras perpetradas por EU contra el mundo. En un terreno de 253 hectáreas, hay 320 000 tumbas de militares y veteranos que han caído desde la Guerra Civil, hasta las más recientes guerras en Irak y Afganistán. Pasando por Somalia, Líbano, Corea del Norte, Vietnam, República Dominicana y Cuba. Hay soldados desde la Guerra de Secesión. Luego entonces, estarían todos los artífices de las invasiones del imperio en contra de los países para apoderarse de sus riquezas naturales. Porque EU ha hecho la guerra en muchas partes del mundo, en defensa de sus intereses trasnacionales e imperiales. ¡Ni qué decir de América Latina!, como lo documentó muy bien el maestro Gregorio Selser, entre otros.
Están los caídos en esas guerras, no identificados, en Arlington. Como muchos otros que sí se sabe quiénes son. Por ejemplo: el almirante Frank Friday Fletcher, comandante de la primera división de la flota del Atlántico que dirigió la invasión a Veracruz el 21 y 22 de abril de 1914. John Pershing, participó en contra de Filipinas en 1898 y fue comandante por EU en Europa durante la Segunda Guerra Mundial. John Standorf Mason, cuya carrera comenzó en Tampico, durante la guerra contra México en 1848. Famosos como los Kennedy, John y su hermano Robert.
Pero hay más, como reportó desde Washington para La Jornada, David Brooks: “Este cementerio también tiene otra dimensión histórica que lo liga con la guerra contra México: fue hacienda de esclavos del general Robert E. Lee, comandante de las fuerzas del sur en la Guerra Civil. La primera guerra contra México se originó por la secesión de Texas, motivada en parte, por su deseo de legalizar la esclavitud, en contra de las leyes mexicanas. En este cementerio hay innumerables tumbas de esclavos africanos y afroestadounidenses”.
En México las reacciones no fueron pocas. Los Senadores de todos los partidos (salvo el PAN que trató de justificarlo) lo criticaron. Incluso demandaron que aclare su visita a Arlington. Debería explicar por qué fue. Porque no es equiparable a la presencia de William Clinton en el monumento a los Niños Héroes de Chapultepec. No hay comparación. En la academia, también corrió la indignación. Maestros e investigadores de la UNAM y la UAM, porque “ofenden la memoria histórica del pueblo mexicano”.
Aplausos de pie, los que le dieron los congresistas demócratas a Calderón. Eso cosechó. Porque no hubo nada de los problemas de la relación bilateral. No hay reforma migratoria. Tampoco restricción en la venta de armas a México. Esas son decisiones soberanas de EU. En cambio, la presencia de Calderón en Arlington fue un acto de traición a la patria.

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TIMORATA, LEY OBAMA

23/mayo/2010

*Regular los mercados financieros, ¡vil cuento!
*Con o sin la ley, no termina la especulación

“Si supiera que el mundo se acaba mañana, yo, hoy todavía, plantaría un árbol”: Martin Luther King (1929-1968).

Seducidos por el canto de la sirena. “Habemus reforma financiera”, dijo Barack Obama. Pero apenas son los primeros pasos. Son tantas las expectativas que ha despertado la aprobación en el Senado de Estados Unidos la reforma al sistema financiero, propuesta por el presidente en junio de 2009 y avalada el pasado jueves 20 de mayo por apenas 59 votos demócratas contra 39 republicanos, que se han sobredimensionado sus alcances aún y cuando todavía tiene obstáculos que brincar, tanto en la Cámara de Representantes al “empatar” —o quizá no— con la propuesta presentada por ésta, hasta ser llevada al Congreso en diciembre para su posible aprobación final. Y, luego entonces, su entrada en vigor.
Se quiere antes del 4 de julio, pero eso es demasiado pronto. O sea que, en los hechos, todavía es larga la carrera de obstáculos que tiene por delante la pretendida reforma financiera. Y, por lo mismo, no es tiempo de cantar victoria; mucho menos compararla con la, esa sí, Ley de Salud que está vigente. E igualmente le aportó un gran capital político a Obama —por el impacto social que conlleva—, previo a su posible reelección hacia otro periodo presidencial como se estila en aquél país. ¡Qué más quisieran Obama y los demócratas!
Y no cabe duda que las intenciones del actual presidente sean positivas, cuando les plantea a los estadounidenses la importancia de regular al sistema financiero. La razón fundamental es que la ciudadanía, con dicha ley en vigor, ya no tenga que pagar los platos rotos por los errores de Wall Street, “los abusos y excesos” de los corredores. Cubrir los costos de otra crisis similar a la de 2008, que acabó afectando a los contribuyentes vía el pago de rescates de empresas con fondos públicos, como Goldman Sachs, para evitar su caída y el hundimiento en general del esquema de las finanzas en los EU. Buenas intenciones.
Pero también es verdad que, con todo y que la pretendida reforma al sistema bancario sea la más importante desde los tiempos postreros a la crisis del 29 que tanto golpeó a la economía estadounidense —lo que prueba que los magnates de la banca y de la bolsa, siempre han tenido manga ancha para especular con toda la libertad que les brinda el capitalismo puro primero, el imperialismo después y la globalización reciente—, de no hacerse todavía más profunda (y esa no es una característica distintiva de la reforma Obama), las triquiñuelas estilo casino de los corredores de la bolsa en Wall Street seguirán sin freno.
En primera porque las propuestas medidas regulatorias tienen agujeros por donde seguramente se filtrarán especuladores puros y más dañinos como los del mercado de derivados. En segundo, porque las apuestas por valores y papeles vía la especulación y la ganancia fácil no pararán con una ley tan corta. Mucho menos, y principalmente, por la razón de que quien le dio el toque a la globalización de ahora es, precisamente, el sistema financiero. En otras palabras, porque la globalización es de las finanzas y por eso los contagios a todas las bolsas del mundo, en cuanto brotan los primeros síntomas de inestabilidad en cualquier país por muy insignificante que parezca.
Porque se queda corta la idea de que la era de la globalización la tipificó el avance tecnológico de las computadores y el internet —grandes instrumentos, ¡y muy útiles por cierto!, porque igual han socializado las denuncias en contra de dicha globalización—; más bien lo que la caracteriza y determinó durante las décadas de los 80 y 90 del siglo XX, fueron los acelerados procesos de liberalizaciones de los mercados financieros en cada rincón del planeta, respondiendo a presiones de los organismos financieros, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional que sirven porque representan los intereses de los grandes banqueros que tienen en sus manos el poder económico en los EU.
Particularmente útil resultó la liberalización en los países en desarrollo quienes, una vez desnudos frente al mercado de capitales que maneja Wall Street con el apoyo de la Reserva Federal (sujeta a los intereses de los presidentes en turno, ¡pero por supuesto!; como le sirvió la FED comandada por Alan Greenspan a los Bush, por mucho alarde de “autonomía”) y aplicados los procesos de choque respectivos con los tremendos trastornos sociales que han traído consigo, quedaron a expensas de la especulación. O a ser golpeados en sus monedas, en su tipo de cambio; o para recibir capitales golondrinos o de rápida movilidad en los mercados porque van por los más altos rendimientos y en los tiempos más cortos.
Todo eso ha volatilizado a las economías de los países en desarrollo, al dejarlos a disposición de los lineamientos y las expectativas de atraer capitales. Unos capitales que nunca tienen la característica de ser invertidos en la economía real, porque el desarrollo de los países es lo que menos les importa. Eso es asunto de sus gobiernos, sobre todo que lidien con las protestas de la población que está expuesta a un mayor desempleo, a la carencia de ingresos, etcétera. Pero sobre todo a ser golpeados, en cualquier momento, por una decisión tomada desde afuera trastocando inversiones, finanzas públicas y socializando las pérdidas cuando así conviene.
Por eso es que los pueblos tienen todo el derecho a la protesta en contra del seguimiento de políticas instrumentadas —como responde el modelo neoliberal aplicado en países como México— desde afuera. Porque responden a un esquema financiero que está controlado desde los centros del poder, como las bolsas responden a Wall Street y los bancos a la FED (y ellos a los magnates de las finanzas que no arriesgan nada y van por todo).
Que desaparezca la FED, como lo propuso en algún momento Milton Freedman. ¡Aunque lo tiraron de a loco! Pero esa sí que sería una reforma de fondo y no las timideces de Obama (por eso algunos republicanos avalaron los cambios en el Senado). Para acabar con las especulaciones. Y con el modelo de la globalización. ¡Entonces sí, los magnates dueños de los mercados financieros estarían a las puertas del infierno! Si acaso volver a la idea de un banco central para regular la emisión de la moneda, regular los procesos de intercambio con el exterior y los préstamos para favorecer a la economía real. Y dejar atrás la especulación estilo ruleta rusa. Con o sin reforma Obama.

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viernes, 21 de mayo de 2010

SME, LUCHA DIGNA POR LYFC

21/mayo/2010

*Artilugios de una desaparición injustificada
*Resistencia contra el arrebato presidencial

“Si quieres la paz, lucha por la justicia”: Pablo VI (1897-1978).

El problema sigue. Es por los infundios —artilugios legaloides— en los que se basó el presidente Felipe Calderón desde el domingo 11 de octubre de 2009, para decretar la extinción de la compañía de Luz y Fuerza del Centro (LyFC) y echar a la calle a sus 44 mil trabajadores y 20 mil jubilados. Fue con el uso de la fuerza, porque con el clásico sabadazo llegó la policía federal en horas de la noche (como los ladrones o los dictadorzuelos) y tomó todas las instalaciones del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), sin más.
Desde entonces a la fecha, el gobierno de Calderón ha utilizado todas las medidas posibles —también las imposibles—, para justificar la desaparición (en su momento no probó la causa de “utilidad pública” para la extinción) forzada de LyFC, y desacreditar a los trabajadores que están en pie de lucha por defender su fuente de trabajo. Siempre le apostó al desgaste. Es decir, a que los trabajadores se cansaran de protestar en las calles y que la ciudadanía les diera la espalda por generar cierre de calles o avenidas.
Pero no ha sido así. Con todo y que el gobierno calderonista utilizó el aparato televisivo para golpear a los trabajadores agrupados en el SME (por cierto los primeros indicios de las intenciones gubernamentales de apoderarse de LyFC fue la intromisión del titular del Trabajo, Javier Lozano para no otorgar la “toma de nota” tras la última reelección de Martín Esparza como dirigente del sindicato), tratándolos de flojos porque no hacían su trabajo, de que ganaban miles en salario y prestaciones, vacaciones, etc., para cerrar con que prestaban un mal servicio, no le cuadró.
Tampoco la política de convencimiento de jugosas liquidaciones, cuanto más pronto mejor, si los trabajadores se prestaban a la política de la zanahoria, porque fueron pocos aquellos que —apenas el 6 por ciento, 2 mil 527 orillados por la necesidad, seguramente— acudieron a obtener un finiquito. Luego, las promesas de recontratación en la Comisión Federal de Electricidad (CFE), promovida abiertamente por Lozano resultaron más vacías que una cáscara de nuez. A lo más les ofrecieron abrir un “changarro” (estilo Fox; les faltó la promesa de la “tele” y el “bocho”) a beneficio de la cadena trasnacional Oxxo.
¿Y con el servicio? ¡Ah, pero qué problema! Dijo Elías Ayub, el titular de la CFE, que si ellos abastecían un territorio tan amplio que comprendía el resto del país, sus “ingenieros” se darían abasto. Y sin mayores problemas. Pues también eso resultó un fiasco. Porque nunca han podido con el paquete. Ni al principio, ni últimamente, porque para justificar su ineficacia han acusado a los “ex” —para ellos— trabajadores del SME de sabotaje.
Por cierto que, en el recuento último de Proceso, se encontró que, como todas las medidas para justificar el decreto de extinción de LyFC carecen de fundamento (ni siquiera actos de presunta “corrupción”, vestigios de “ineficacia” y “prestaciones onerosas”, etcétera. “En Los Pinos no cuentan con pruebas de actos de corrupción ni de datos concretos sobre fallas técnicas ineficiencias y privilegios sindicales que el presidente argumentó”, escribió Daniel Lizárraga), es a partir de aquél sabadazo del 10 de octubre que se han abierto las denuncias.
Tras la movilización de los trabajadores y hasta abril pasado —dice Proceso—, es cuando el gobierno arremete contra el sindicato. “La PGR mantenía abiertas 250 averiguaciones contra líderes y miembros del SME, además de 26 actas circunstanciadas… y 19 expedientes en manos de jueces federales”. Son “11 (acusaciones) por robo, 67 por sabotaje, 11 por amenazas, 7 por ataques a las vías generales de comunicación, 6 por actos contra el consumo y la riqueza nacional (sic), 5 por oponerse a ejecución de obra, 5 por lesiones y 2 por fraude. Y otras 36 por diversos delitos”.
Todo eso post festum. Artilugios legaloides para tratar de golpear a la dirección sindical. Porque, lo mejor del caso, hasta hoy no hay en las leyes elementos que le den siquiera el beneficio de la duda al presidente Calderón. Salvo el interés económico que anda de por medio, con eso del triple play. Un jugoso negocio, como lo dijimos en nuestra columna del 19 de mayo (ver en la liga http://www.alainet.org/active/38275&lang=es) que Calderón amenaza con entregar a los españoles que andan sobre la fibra óptica, una opción para las telecomunicaciones (datos, imagen y voz) que promete ganancias por 6 mil millones de dólares.
Por supuesto que ese es un argumento poderoso. Pero Calderón no puede estar por encima de las leyes. ¡Mucho menos de la Constitución Política! Por eso, uno de los abogados del SME, Raúl Carrancá, ha presentado ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) toda la argumentación que desnuda de pies a cabeza las falsedades del decreto de extinción de LyFC de Calderón. Esos elementos, junto con la parte laboral que representa para el sindicato electricista, Néstor de Buen, fortalecen la petición ante la Corte.
Así, después de que el 5° Tribunal Colegiado de Circuito no resolvió la petición de amparo del SME en contra del decreto, el ministro Sergio A. Valls Hernández atrajo el caso. Él fue quien se lo llevó a la Corte. Y ahora los trabajadores esperan una resolución favorable, porque tienen todos los elementos jurídicos, laborales y sociales, para lograr una salida digna de un conflicto que surgió por una decisión autoritaria y presidencial.
En plática con Maniobras del poder, el secretario del trabajo del SME, Eduardo Bobadilla, adelantó una posible solución. Antes aclarar que los abogados decidieron presentar una sola demanda de amparo pero con doble contenido: de inconstitucionalidad y laboral, “la primera vez que se hace”. Para eso elaboraron una síntesis de las 500 fojas. Para consumo de la Corte. En la parte laboral, Bobadilla adelanta que el SME plantea el asunto de “la sucesión patronal”. O del patrón sustituto con CFE, o la empresa que decida el gobierno.
El SME plantea, en voz de Eduardo, “que la SCJN no tenga ningún problema, ningún pavor para determinar a favor de los electricistas. No pedimos que la Corte se enfrente al gobierno federal. Hay una salida en la demanda, y la salida es la sucesión patronal”. Y con eso —dice— la Corte no le pegaría al presidente. El SME plantea una solución política del conflicto que permitiría “además de una salida digna, para levantar los compañeros de la huelga de hambre” que mantienen en el Zócalo. Porque la dignidad está primero.

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jueves, 20 de mayo de 2010

MÉXICO-EU, O EU-MÉXICO

20/mayo/2010

*La geoestrategia del vecino del norte
*Calderón-Obama, relación sinuosa

“Uno de los extremos más necesarios y más olvidados en relación con esa novela llamada Historia, es el hecho de que no está acabada”: G.K. Chesterton (1874-1936).

En la agenda de la relación entre México y los Estados Unidos, los temas son siempre cambiantes. Hasta coyunturales. Hoy unos, y mañana otros resultan prioritarios. Los determinan los intereses, la urgencia del mercado libre o el intercambio de muchos factores, pero sobre todo los actores económicos. La importancia de unos y otros surge en el tiempo, con los gobiernos. Eso se refleja en los encuentros diplomáticos, en las visitas de jefes de Estado y de los gobiernos locales de ambos países. La agenda varía cada vez.
Con un grave problema, de concepción, de por medio para México. Que a la hora de la hora, llegado el tiempo de las negociaciones en la mesa quedan siempre las prioridades de EU. Porque México ni ha entendido bien el papel del vecino del norte como potencia mundial, como tampoco su política exterior que está basada en intereses estratégicos, capitalistas e imperiales, desde siempre.
Es decir, que México es ingenuo porque no acaba de comprender, que en su relación con los países del concierto internacional, y no sólo con el vecino del sur —pero sobre todo con él, por la cercanía y el “peligro” que alega representar para su “seguridad nacional”—, EU se mueve con una visión geoestratégica.
También y sobre todo, geoeconómica y geopolítica. Pero esos son temas casi desconocidos, porque la diplomacia mexicana no los practica, al menos está en pañales. Están las consecuencias, donde poco hace falta para que el vecino se entrometa en todo. El caso es que México se queda en el árbol y perdido en el bosque —mejor dicho, la selva del imperio del norte.
Deslumbrados por el poderío gringo, a diplomáticos y gobernantes no les cabe que la sola cercanía (precisamente por la “seguridad” fronteriza) ya le da a México una importancia para negociar de tú a tú. No se diga si se tiene en cuenta la enorme dependencia del petróleo que tienen las empresas energéticas de EU para sus multimillonarios negocios. Con eso le bastaría a México para parar en seco a EU. Y negociar con varios ases bajo la manga sobre cualquier otro tema. Incluso el relativo al libre comercio.
Como lo fue en su momento el tan desigual TLCAN. De comercio libre para ellos, y con beneficio mínimos para nosotros. Mal negocio de Carlos Salinas, quien le heredó un pesado lastre al país. Y los PRIPANistas que lo siguen sosteniendo, pese al trato tan desigual, comenzando por el resquebrajamiento de empresas de todos los tamaños. Por ejemplo, nunca hubo apoyos ni medidas compensatorias, como sí las hubo para España en los tiempos de su incorporación a la Unión Europea. Tampoco el libre tránsito de personas, porque el asunto de los inmigrantes para EU es un problema y no las soluciones que representa.
Pero a nuestros gobernantes (sobre todo los últimos presidentes priistas y luego los dos del PAN, desde Miguel de la Madrid para acá; ¡tal vez tuvo razón José López Portillo cuando dijo que él era el último “Presidente de la Revolución”!; un tema para discernir), o bien no les interesa el país y no negocian sino que ceden frente a las presiones de EU. O bien, como estudiaron en las universidades estadounidense no tienen otra visión que la del sometimiento ante el más fuerte. Y el entreguismo como solución.
Por eso México adoptó con tanta devoción los preceptos neoliberales desde principios de los 80, precisamente con De la Madrid. Por eso México es más papista que el Papa. Y sigue sosteniendo las líneas del FMI-BM, a pesar de las consecuencias económicas y sociales altamente destructivas y socialmente empobrecedoras, y el abandono desde los propios EU y Gran Bretaña. Por eso mismo —o porque los gobernantes se coluden con los intereses ajenos y no muestran intención alguna de resolver los problemas del país— hay un total sometimiento a EU. Por una relación de dependencia malentendida que tanto nos afecta.
La relación México-EU, o EU-México da para mucho. Y es, sin lugar a dudas, una vecindad importante. Pero mal llevada por México. Por eso, cada vez que hay reuniones, o visitas de presidentes como ahora que Felipe Calderón está en Washington, más que soluciones esperamos la complicación de los problemas. O mayor imposición e injerencia en los asuntos internos. Lo menos serán promesas que se traducen en postergación de soluciones.
Mucho se habla de la agenda para discutir ahora entre Calderón y Barack Obama. Que los temas prioritarios son los relacionados con la frontera entre ambos países. Que el narcotráfico y la inmigración. Pero para EU el problema del narcotráfico es negocio; en cambio para México es sangre de mexicanos. Ya sea por los integrantes de las propias bandas; ya por inocentes que mueren en el fuego cruzado entre los propios cárteles. Pero para EU la droga es dinero en sus mercados financieros, aparte de un sometimiento que le resulta útil para su población.
Aún la materia de intercambio, pese a que ronda diariamente el mil millón de dólares, es insuficiente para calibrar la importancia de la mano de obra mexicana: dócil y mal pagada. Eso mismo impide a EU sacar adelante una reforma migratoria. Porque le obligaría a pagar más a los ahora explotados inmigrantes, y brindarles otros derechos como acceso al sistema de salud del que ahora carecen. Ese es un paquete que no resolverá Obama. Menos con las presiones de la derecha, los neoconservadores —los halcones que llevaron a Bush a la guerra— que todavía dominan entre los partidos republicano y demócrata.
En todo caso es un asunto muy propio para la reelección. Electorero. No para resolverse a cambio de nada. Por mucho que presiones Felipe Calderón. Por tanto que prometa el presidente de EU, con el presunto rechazo a la Ley Arizona. Esta visita, como tantas otras en el pasado reciente, quedará en promesas. El síndrome de una debilidad o un sometimiento vil. En una relación en donde la imposición es de los EU, porque falta construir una visión geoestratégica y geopolítica en México.
Al final, el acercamiento entre ambos vecinos queda en una relación tortuosa; no entre amigos sino simples vecinos. Una relación llena de rencor, de admiración y odio. Porque la historia no olvida que con el uso de la fuerza, EU violentó el territorio mexicano y se apropió una buena parte. Heridas que se anteponen a todo lo demás. México, ni por eso negocia bien.

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miércoles, 19 de mayo de 2010

ALCUE-ENTREGUISMO DE FCH

19/mayo/2010

*A la UE le urge salir de la crisis financiera
*México, cancha libre para los españoles

“¿Quieres ser rico? Pues no te afanes en aumentar tus bienes, sino en disminuir tu codicia”: Epicuro de Samos (341 AC-270 DC).

Los medios de comunicación mexicanos y españoles no reportaron —salvo Proceso el lunes— la lista de todos los ofrecimientos que fue a hacer el presidente Felipe Calderón Hinojosa a los empresarios europeos y especialmente españoles, con motivo de la VI Cumbre América Latina y el Caribe con la Unión Europea (ALCUE), que se realizó en Madrid los días 17 y 18 del mes (FCH llegó antes).
A lo más, la prensa se ocupó de resaltar la “colaboración” que ofrecen los europeos, particularmente España en voz de José Luis Rodríguez Zapatero, al presidente mexicano para combatir el crimen organizado y el narcotráfico. Y dos asuntos más: la violación de los derechos humanos y los problemas derivados del medio ambiente y el calentamiento global.
La citada reunión que se realizó en Madrid —desde enero España tiene la presidencia de la UE con duración semestral— se da en un marco muy delicado para Europa por la crisis financiera global, pero sobre todo para los países más amenazados como son, después de Grecia, la misma España, Irlanda y Portugal.
Para contrarrestar la crisis, Europa está tomando sus medidas en varios sentidos, como son: un plan de recuperación con 400 mil millones en euros (el 3 por ciento del PIB de la UE) para fomentar el crecimiento y la creación del empleo; una baja en las tasas de interés decretada por parte del banco central europeo, para restaurar la confianza y otorgar los créditos tan necesarios; alentar “soluciones globales a problemas globales”, dicen, cooperando con los actores del panorama mundial para salir de la crisis financiera actual, dicen ellos.
Cito estas medidas porque lo que sigue va de la mano y es importante para la región nuestra, América Latina y el Caribe. Es una propuesta triple. Formas de actuación de la UE: 1) restablecer un marco regulatorio de y para los mercados financieros; 2) luchar por la eliminación progresiva del secreto bancario o de los paraísos fiscales; 3) promover la reforma de las instituciones financieras internacionales, agentes de Estados Unidos, como son: el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.
Esta última medida, dicen los europeos, porque tales instituciones no funcionan ya (¡hermanas de la caridad para AL desde los años 80, tiempos álgidos del modelo neoliberal: FMI-BM!). Fueron creadas en 1944 en momentos donde el mundo era bipolar. El control económico, militar y hasta político, pasaba sólo por las dos superpotencias emanadas de la segunda posguerra mundial: la antigua exsocialista URSS y los EU.
Y ahora es multipolar; un concierto geopolítico y geoeconómico en donde Europa reclaman su propio espacio para la toma de decisiones en cierne debido a los acontecimientos de crisis global. Máxime cuando algunos países emergentes, como China e India están ganando terreno en el concierto competitivo mundial.
El caso es que, en eso de cortarle los dientes a las pirañas de las finanzas internacionales, al BM y el FMI, a los latinoamericanos nos conviene —y hay que presionar desde acá para que se logre—, porque significa cambiar el papel de guardianes del imperio que imponen condiciones de ajuste insoportable para las finanzas de nuestros países; siempre al servicio de los Estados Unidos.
En esas anda la UE. Pero España, que representa el presidente Zapatero, está tomando sus propias medidas, sobre todo para no estar en la penumbra de la crisis, como es señalada en el mundo de las finanzas y vigilada de cerca por la propia UE, al igual que el resto. El miércoles 12, anunció restricciones sobre algunas variables para bajar la vulnerabilidad económica española.
Propuso, entre otras medidas “imprescindibles” para reducir el déficit fiscal hasta en un 3 por ciento (la condición de la UE) hacia 2013 (al 0.5 por ciento del PIB en 2010 y al 1 en 2011), un ahorro de 15 mmde en dos años. Para eso deben: bajar la nómina a los 2.6 millones de empleados públicos en un 5 por ciento (y 15 por ciento a los funcionarios); 1.5 millones de euros dejarán de percibir los 6 millones de “pensionistas”; ya no habrá “queque bebé”, para un ahorro de 1.1 millones, a partir del 1/enero/2011; caerá la inversión estatal entre 2010 y 2011, en 6.045 millones de euros. Además del alza en otros impuestos.
Medidas drásticas, pero para cubrir ese déficit están las viejas colonias de América. Y México en primara instancia. No se olvide que, después de EU, España es el segundo país con inversiones en el “Nuevo Mundo”, y en México con 35 mmdd. Y que pese a la crisis financiera sus bancos obtienen cuantiosas ganancias, a más de un amplio control de los dineros púbicos en un país como el nuestro, cuya banca está casi toda en manos extranjeras.
Pues sí, que para ayudar a la “Madre Patria”, Felipe Calderón invitó a invertir, como para que los europeos —mejor dicho, los españoles—, se sigan llevando todo lo que puedan. Una ventaja “comparativa” que tiene España sobre Grecia y los demás países con problemas: Irlanda y Portugal (porque Brasil negocia de tú a tú).
Más para no verse mal, Zapatero pidió a Calderón que las empresas españolas participen en los proyectos de privatización de su gobierno, especialmente en los sectores eléctrico, de telecomunicaciones y del transporte. Sin dejar de lado a Pemex, empresa en donde ya hay contratos “muy flexibles” a la inversión privada. ¡Casi nada! Trascendió —por Proceso— que hubo al menos dos reuniones con ejecutivos de 35 multinacionales españolas. De ahí, “podría invitar a los empresarios a invertir para el periodo 2007-2012”.
Lo menos son 100 obras en 2010 con capital público y privado, por montos de 56 mil millones de dólares. Otro tanto ocurre con los proyectos de la CFE, sobre “energías renovables”. Dizque. Pero como se sabe, antes de la desaparición ilegal de Luz y Fuerza del Centro, y el lanzamiento a la calle de los 44 mil trabajadores del SME, las españolas Telefónica y Repsol ya estaban de por medio. El negocio de la fibra óptica para el triple play, representa ganancias por 6 mil millones dólares anuales. De ese tamaño es el entreguismo de Calderón.

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lunes, 17 de mayo de 2010

DIEGO, EL MÓVIL POLÍTICO

18/mayo/2010

*Peligro, si el plagio es del narcotráfico
*Llegó el tiempo de repensar la estrategia

“Los hombres y pueblos en decadencia viven acordándose de dónde vienen;
los hombres geniales y pueblos fuertes sólo necesitas saber a dónde van”:
José Ingenieros (1877-1925).

Hay zozobra entre la clase política. Es el temor entre la sociedad. La indignación es generalizada. Es sólo parte del sentir de los mexicanos, porque no aparece Diego Fernández de Cevallos. Amigo de muchos, enemigo de otros tantos. Pero la desgracia es la desgracia. Algo que a nadie se le desea. No se sabe todavía quiénes habrían sido los plagiarios. Pero en cualquier caso el móvil a todas luces es político.
Porque el excandidato presidencial panista es una pieza clave de la vida política nacional. Lo ha sido durante las últimas décadas. Aparte de ser abogado de sonados litigios y un hombre que habría amasado cuantiosas sumas en dinero y propiedades. El caso es que sigue en calidad de desaparecido. Desde las altas horas del viernes 14 de mayo. Allá en una de sus propiedades conocida como La Cabaña, ubicada en San Pedro Escobedo, Querétaro.
Desde que se difundió la noticia, el sábado por la tarde hasta este lunes, las autoridades no lo encuentran y, al parecer tampoco tienen pistas. Únicamente la descripción del lugar de los hechos: que lo esperaban adentro de su finca, que hay rastros de sangre en unas tijeras confirmando que es de su tipo, unos lentes rotos y… el resto es materia de investigación. Eso sí, en su búsqueda se ha desplegado un cuantioso aparato policiaco y militar, para rastrear cualquier pista.
De los delincuentes, nada. Pero habrían tenido la noche del viernes y madrugada del sábado para escabullirse. Los hijos de Diego abrieron ya las puertas de una posible negociación. En tanto no aparezca, el caso obliga a plantear algunas hipótesis. No hay mucha tela de dónde cortar. Sólo que es un plagio con claros tintes políticos. Eso no es mucho, pero sí lo es. El delito común estaría descartado por obvias razones; porque nada le robaron. Luego, ¿podría tratarse de un ajuste de cuentas de un enemigo personal, o secuela de alguno de sus tantos litigios? Tal vez.
Pero si su plagio está asociado u orquestado desde algún grupo ligado o perteneciente a las bandas del crimen organizado o del narcotráfico, entonces su vida corre peligro. Y no sólo él. Porque de ahora en adelante cualquier otro político —¡y qué decir del ciudadano de a pié!— estría en alto riesgo. El caso Diego es un parteaguas en el tema del crimen, dijo ayer el presidente de la Comisión de Defensa Nacional, diputado Ardelio Vargas Fosado del PRI. Y tendrá que haber cambios en la política de seguridad interior.
Porque el crimen organizado estaría comenzando, a partir de ahora, a golpear directamente a la clase política. Como sucedió en Colombia. Por eso, lo que admitió Felipe Calderón también ayer en España no es poca cosa. México, dijo, está viviendo algunas fases como las que enfrentó Colombia en los años 80. Pero no de la gravedad del asesinato de un candidato presidencial (¿Luis Carlos Galán?), el secuestro de la Suprema Corte de Justicia y un asalto al Congreso de ese país.
¡Pero cuidado!, porque la amenaza es real y las consecuencias están a la vista. No cabe, como lo dijo el propio Calderón, que “México está combatiendo dichas fases en menos tiempo que el que ha requerido en Colombia”. Porque la estrategia de Calderón carece de logros. O ¿en dónde están? No se puede seguir metido en el engaño.
No se ve que el golpe fue directo al corazón del gobierno federal. Como al centro del propio PAN (porque Diego es un político de consulta permanente) y a los procesos electorales (el plagio ocurrió a unas horas del proceso electoral yucateco; la primera elección de 2010). Por eso es que el asunto se vuelve una preocupación de Estado.
Primero, porque le compete al Estado responder por la seguridad de todos los mexicanos. En segunda instancia, porque a partir de ahora el gobierno tiene que repensar, replantear, volver a estudiar y analizar a conciencia (aprovechar la experiencia de otros países que han pasado por situaciones similares), la estrategia contra el narcotráfico y el crimen organizado.
¿Será que ya llegó el momento de los balances y de componer lo que anda torcido? ¿Acaso no vale el esfuerzo de tantos miles de mexicanos caídos en esta cruenta lucha entre y contra los cárteles de la droga? ¿Será que como parte del Estado, el gobierno tenga que esperar a que la violencia tenga todavía manifestaciones de mayor crueldad? No. Llegó el tiempo de replantear la estrategia antinarco. La política de seguridad interior, como dice el diputado Presidente de la Comisión de Defensa Nacional.
Nadie en su sano juicio ha pedido el retiro per sé de las Fuerzas Armadas. Pero las funciones de policía no le van. Desgate aparte, su mera presencia ha sido insuficiente o contradictoria. Véase en cualquier ciudad dónde han estado: Ciudad Juárez, Morelia, Monterrey, Chihuahua, etcétera. Podrán seguir, pero bajo nuevas reglas. Más no con mayores facultades. ¡De por sí los “daños colaterales”!
Además, el gobierno debe inicia la indagatoria de todos los delitos cometidos hasta ahora que deban investigarse. Es tiempo de acotar la impunidad desde el poder que padece la sociedad. Aparte. En el replanteamiento de la estrategia, hace falta que el Estado se apoye en la sociedad. Que vaya con ella, no en contra de ella. Porque el gobierno desoye las propuestas de la sociedad civil. Por eso tampoco hay resultados.
Porque el gobierno debe construir una estrategia integral para combatir al narcotráfico y a las bandas del crimen organizado. La pauta la debe dar el gobierno federal. Porque así como ocupa y preocupa la desaparición de un personaje como Diego de Cevallos, así también duelen los caídos inocentes. Basta ver cualquier drama familiar. Hasta de aquellos que están involucrados, porque ¿cuántos mexicanos no son atraídos a las bandas del crimen porque no tiene una opción laboral y de ingreso? ¿Y la política social y de prevención?
Porque la solución es integral es que se trata de una cuestión de Estado. En bien de la tan anhelada seguridad. Y de la democracia electoral coyuntural. A ver qué dicen —no los políticos— los estadistas…

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CASO DIEGO, ASUNTO DE ESTADO

17/mayo/2010

*Encontrar al excandidato presidencial panista
*La desaparición enrarece el ambiente electoral

“La violencia es el miedo a los ideales de los demás”: Mahatma Gandhi (1869-1948).

La desaparición de un excandidato presidencial, en este caso de Diego Fernández de Cevallos dada a conocer el sábado por la tarde, no es cualquier cosa. Adquiere el tamaño de un asunto de Estado por la coyuntura electoral en que se da. Presunto secuestro (dejémoslo en eso). O muerte, porque las huellas de sangre encontradas cerca de su camioneta, según confirma la PGR, le pertenecen. Es un caso de preocupación para todos. O debe serlo. Sí, porque cimbra a la sociedad, al gobierno y a la clase política en general. Nadie podría hacerse el occiso o deslindarse frente a tamaño agravio.
Prueba de ello es que la noticia ocupó ayer las primeras planas de los diarios. Porque el asunto rebasa a su partido político. Del Partido Acción Nacional Fernández de Cevallos ha sido, además de candidato presidencial en 1994, diputado y senador en muchas ocasiones, igual consejero y asesor político, siempre consultado y respetado. Sólo en los últimos años se mantenía más bien con un bajo perfil en la política nacional, no así al interior del PAN.
Abogado de profesión, Cevallos es un panista de la vieja guardia en su partido; de la estirpe de Manuel Clouhtier y Luis H. Álvarez. Hombre polémico y muy activo desde que se incorporó a la política allá por los años 60 (ingresó al PAN en 1959), hasta alcanzar la candidatura presidencial para el proceso electoral de 1994, cuando compitió contra Ernesto Zedillo por el PRI y Cuauhtémoc Cárdenas por el PRD.
En esa elección alcanzó el 26.69 por ciento de los votos, para quedar en segundo lugar. Perdió frente a Zedillo, quien ganó con el 50.03 por ciento de la votación total. Y Cárdenas sólo consiguió el tercer escaño con un 17.03 porcentual. Ya durante la anterior elección, a Cevallos se le endilgó parte del rejuego político que ayudó a legitimar a Carlos Salinas de Gortari, después de la elección abiertamente fraudulenta de 1988 en donde, ahí sí, habría ganado Cárdenas.
Con todo y eso, hablar de Diego Fernández de Cevallos es tratar con un político de alto impacto en el proceso democratizador del país. Buen negociador y muy astuto —sólo reculó cuando tuvo enfrente a otro político molón: Andrés Manuel López Obrador—. Sobre todo en aquellos tiempos en que la única oposición que el PRI tenía enfrente era la del PAN. ¡Porque no siempre el partido en el poder actual ha sido tan antidemocrático como ahora!
El posible secuestro de Cevallos adquiere el carácter, pues, de una preocupación de Estado. Dijeron ayer los gobernadores panistas que es un “agravio a la Nación”. Pero es más que eso. Repito, por la coyuntura actual. Tan grave como el asesinato de un candidato presidencial, cual ocurrió con Luis Donaldo Colosio en Lomas Taurinas el 23 de marzo de 1994. Con la proporción guardada. Pero de ese impacto es la desaparición de El Jefe Diego. Por muchas diferencias ideológicas, de principios y hasta personales que cada quien haya tenido con Colosio, o los tenga ahora con Fernández de Cevallos, o con su partido, el PAN (que las hay, y muchas: ver mi artículo de ayer). Pero ese es un tema aparte.
Posibles víctimas de la violencia lo somos todos. Esa es una amenaza creciente para cualquier mexicano. Ni se diga desde que la inseguridad avanza a pasos acelerados en el país, por las acciones del crimen organizado y las bandas del narcotráfico, y la declarada guerra en su contra por parte del gobierno actual. La inseguridad es un problema que genera un trastrocamiento social, donde la responsabilidad primera de encontrarle solución es del Estado. Ese podría ser uno de los escenarios posibles para explicar la desaparición de Cevallos. Una víctima más de la violencia desatada y desbordada que hay en México.
Pero el otro posible escenario resulta todavía más preocupante. El ambiente preelectoral que reina en el país, en donde alguien —individuo, grupo o miembros de la mafia; de algún cártel o grupo del crimen organizado— estuviera persiguiendo intereses ajenos a la realización de unos procesos electorales pacíficos y limpios. Así como lo demanda el ciudadano para nombrar autoridades y representantes populares. Porque entonces la situación se complicaría, porque enrarece las elecciones en puerta. Como cualquier intromisión extralegal y violatoria de la Constitución. Ni más ni menos.
No obstante, eso le pegaría directamente a la institucionalidad del país. A ver: le toca al corazón de una democracia como la que se está construyendo, o quiere edificar en México. Donde las autoridades sean legítimas merced a la voluntad del ciudadano. Ya que sin legitimidad no hay, entonces, condiciones para gobernar. En otras palabras, la violencia dirigida a personalidades de la vida pública representa un rudo golpe para la democracia y para la gobernabilidad de todos. Por eso es un asunto que debe resolverse a la brevedad. Esclarecer en todo y con todo. Incluida la intencionalidad que esté atrás de semejantes delitos.
El Estado tiene que resolver, y cuanto antes mejor. Ojalá no llegue a tanto y que Fernández de Cevallos aparezca sano y salvo. Pero por la tesis de enrarecer las elecciones en puerta, podría estar también la explicación del asesinato del candidato a la presidencia municipal de Valle Hermoso en Tamaulipas, Mario Guajardo Varela, ocurrido el jueves inmediato anterior. Él sí había recibido amenazas de muerte. No en el caso Diego. Por eso las autoridades judiciales no tienen alguna pista. Pero la búsqueda apremia.
Y la premura para que el Estado resuelva no es “especular”. Como lo calificó ayer desde Yucatán el coordinador priista en la Cámara de Diputados, Francisco Rojas. No. Porque la desaparición de por medio de un político como Cevallos ya es delicada. El marco electoral le pone el ingrediente de premura.
Investigar para deslindar responsabilidades e intencionalidades es lo urgente. Porque los actos violentos dirigidos estarían apuntando al enrarecimiento no únicamente de Yucatán, sino de todos los procesos electorales en puerta que culminan el 4 de julio. Por eso la urgencia de resolver el asesinato del candidato en Tamaulipas. Por ello, igualmente, encontrar a Cevallos.

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PAN, UN LASTRE PARA MÉXICO

16/mayo/2010

*El marasmo y la ineptitud de la derecha
*Un partido que gobierna para los ricos

“Lo malo, cuando se finge bueno, es pésimo”: Francis Bacon (1561-1626).

No así para Nicolás Maquiavelo, porque nunca lo escribió. Pero para el Partido Acción Nacional sí: “El fin justifica los medios”. Porque lo practica como mística de gobierno a nivel nacional, desde que tiene en sus manos el poder presidencial: una vez como “esperanza de cambio” con Vicente Fox, quien ganó en el 2000 por amplia mayoría derribando al PRI que tenía 71 años en el poder; otra como arrebato porque Felipe Calderón no ganó en las urnas sino con la ayuda de las computadoras. Por eso llegó por la puerta de atrás, hasta la sede del Congreso el día de la toma de posesión, el 1 de diciembre de 2006.
El partido que usurpa la Presidencia en México, el PAN, guiado por la doctrina de la derecha que lo rige [yunquista de corazón azul; su relación con la derecha española de abierta tradición franquista es muy estrecha] y con la voracidad de hacer negocio de todo lo que se le ponga enfrente [las revelaciones del libro: Camisas azules, manos negras, de Ana Lilia Pérez, adquieren el carácter de denuncia pública por las trapacerías ocurridas en Pemex durante los últimos años, comenzando por el flamante dirigente blanquiazul, César Nava cuando fungió como director jurídico de la paraestatal], utiliza todas las herramientas que le proporciona el Estado para conseguir sus fines. Incluido el uso de la fuerza.
Porque en los hechos, luego del sexenio de desatinos de Fox y lo que va del actual gobierno pleno de tropelías de Calderón, el PAN ha demostrado que no le importa gobernar al país. Administra la riqueza de la camarilla en el poder. Marasmo para México. El botín para unos cuantos. Por eso, de colofón, tanto el gobierno de Calderón como el de Fox en su tiempo, se han dedicado al atropello de absolutamente todos los derechos de los mexicanos. No a ser gobierno.
A ambos presidentes no les interesa la gente. Tampoco su bienestar. ¡Cuánta riqueza amasó Fox!, todavía no se sabe. Pero Marta [émulo grotesco de Eva Perón, como en su momento ella se lo creyó, hasta ¡con aspiraciones presidenciales!] que aprovechó el casorio para ejercer el tráfico de influencias desde la Presidencia y ayudar al enriquecimiento de los hijos, tiempos aquellos cuando en los chismes de “alfombra roja” se decía que México era gobernado por la “pareja presidencial”.
¡Qué más da pasar por encima de la legalidad! Sin importar, incluso, lo que dicta la Constitución, sobre aquello de gobernar para todos y procurar el bienestar de los mexicanos. Nada. Por eso no hay proyecto de nación panista: ni sexenal ni anual. Las metas están en el papel. Por eso tampoco hay solución de los problemas más urgentes, como el de la inseguridad desbordante. Sobre todo desde la guerra atroz en contra de las bandas del crimen organizado y del narcotráfico.
Una guerra desmedida y sin planeación alguna. Más como acción de botepronto de Calderón de sacar a las Fuerzas Armadas del país a las calles, antes que todo utilizando la fuerza para legitimarse en un poder que no ganó con legitimidad. La fuerza como arma de legitimación. Luego, más que resultados, la “guerra” contra el narcotráfico se le ha complicado. Y a estas alturas del sexenio, lo único que ha hecho es verter sangre de miles de mexicanos en esa guerra sin inteligencia. Eso ha costado muchas vidas: más de 22 mil, según el dato reciente del gabinete de seguridad.
Así, con tres años y medio en el poder, Felipe Calderón sólo le ha traído desgracias al país. Lo lleva hacia el desfiladero, porque además se han agudizado los demás problemas. Y la distracción del combate al crimen organizado es el garlito para no resolver. Aparte de proyecto inexistente de nación, no hay la intención mínima de sacar al país adelante. Ni más ni menos que George Bush, a quien los halcones de la derecha tras el ataque a las Torres Gemelas, lanzaron al Pentágono a la guerra en Asia Central a matar terroristas y dominar la región petrolera. El caso es que Osama bin Laden, el personaje capacitado por la CIA para confrontar a Rusia tras la invasión a Afganistán, sigue vivo. Como a Calderón se le esfuman los principales capos de la droga.
El Estado es utilizado, pero no para componer las cosas. Qué importa si la crisis le afecta a la clase media y a los más pobres. Por eso las crisis le pegan tan duro a México. Porque no hay diagnóstico ni medidas preventivas. A lo mucho hay una tímida reacción. Lo que avanza en la economía, por cierto, que lo hace por inercia, no por las políticas del gobierno federal.
Por ejemplo, la estabilidad macroeconómica que heredó al país el PRI desde la adopción del dogma neoliberal, sólo sirve para satisfacer el interés de los organismos internacionales de Estados Unidos. Y a la élite de los negocios: al sector financiero de la economía. Todavía, el equilibrio que se consigue es fraudulento —de estabilidad de precios vía la contención salarial, control de la balanza de pagos— porque las otras variables igualmente importantes para dicha estabilidad están en el abandono: el pleno empleo, el crecimiento económico y la redistribución del ingreso. Todo va en perjuicio de la población trabajadora y de la población en general.
Por cierto que el sacrificio de las clases trabajadoras acumula ya los casi 30 años de vigencia del ajuste neoliberal. De ahí la pérdida del poder adquisitivo del salario cercano al 70 por ciento, con base en 1970. De ahí también la acelerada concentración del ingreso del país en pocas manos, al grado de contar con el hombre más rico del mundo, pero el 50 por ciento de todos los pobres de América Latina (datos del Banco Mundial).
Más daño que bien le ha hecho el PAN a México. Y el PRI haciéndose el occiso, o en pleno contubernio. Porque como oposición también ha acompañado al gobierno y al partido en el poder. Desde la política y desde el poder legislativo. Por eso el deterioro social es general. El sistema de salud [IMSS e ISSSTE] está en el abandono. La educación [en manos de la incondicional Gordillo] está en la calle. El derecho al trabajo [Calderón se vendió como el “presidente del empleo”] es violentado, como le ocurre a los 44 mil trabajadores del SME. La seguridad pública no existe, porque en la mayoría de ciudades del país personas temen salir a las calles. No se diga con los indígenas. Igual ocurre con la protesta social que se criminaliza.
Gracias a Fox: el líder del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra, de San Salvador Atenco, Ignacio del Valle, purga una condena de ¡112 años de prisión! Por “impedir” la ampliación del Aeropuerto en el DF. Gracias a Calderón: el Sindicato de Electricistas está en la calle, porque “estorba” para la privatización de la fibra óptica. Son los costos de un PAN que está, por la fuerza, en el poder. Lastre, por sus propios medios.

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viernes, 14 de mayo de 2010

MIGRANTES, RIQUEZA PARA EU

14/mayo/2010

*Calderón-Obama, repudio a Ley Arizona
*Prioridad del vecino, la seguridad nacional

“La riqueza es un poder usurpado por la minoría para obligar a la mayoría a trabajar en su provecho”: Percy Bysshe Shelly (1792-1822).

Vale. Se trata de aprovechar las reacciones de repudio generalizado que está despertando en Estados Unidos la Ley Arizona, para que en la próxima visita que haga el presidente mexicano, Felipe Calderón a Washington, los días 19 y 20 de mayo, acelere las gestiones para pugnar por una reforma migratoria en ese país, sobre todo resaltando lo que pocas o muy pocas veces se menciona: la riqueza que aporta la mano de obra migrante (no sólo mexicana) a la economía de ese país vecino. Eso es lo sustancial, pero el gobierno nunca lo hace valer.
Así como muchos otros estados han denostado la Ley SB 1070, que avaló el congreso local y promulgó la gobernadora de Arizona, Jan Brewer, porque alienta la segregación racial y violenta los derechos humanos de los migrantes, también ayer se dio a conocer que el gobierno municipal de Los Ángeles, secundando al de San Francisco, anunció aplicar un boicot de empresas y actividades en ese estado por una ley abiertamente racial.
El cabildo de Los Ángeles aprobó el miércoles, sanciones que “incluyen la prohibición de casi todo viaje oficial a Arizona, y nuevos contratos municipales con empresas de ese estado”. En una votación de 13 a uno. Y afectará contratos hasta por 60 millones de dólares. No sin antes señalar que la SB 1070 es comparable en algunas medidas utilizadas antes del Holocausto por los nazis de Alemania, a principios de la Segunda Guerra Mundial, apuntan.
El municipio de San Francisco, también votó una resolución que insta al boicot de empresas con sede en Arizona, y pide que las instancias municipales “no firmen contratos o extiendan los existentes con esas empresas” (el reporte es de La Jornada de ayer). Quieren enviar el mensaje de que la gente consciente tiene la obligación de reaccionar y no guardar silencio ante leyes discriminatorias como la Ley Brewer.
Por cierto que el pretexto a raíz del cual el congreso de Arizona aceleró la discusión, y aprobación después de la Ley SB 1070 que atenta contra los inmigrantes mexicanos (igualmente centroamericanos) ya se les olvidó. Todo partió de la muerte de un “ranchero” de nombre Robert Krentz el 27 de marzo pasado, que se le atribuyó a “un migrante mexicano o a un narcotraficante”.
Nada probado. Al contrario, Proceso (ver edición 1749) investigó que esa frontera es la entrada de la mariguana de Joaquín El Chapo Guzmán, porque por ahí pasa el cannabis que se consume en EU. Ni más ni menos. Y Arizona es la bodega ¡más grande del mundo! Pero no es todo. Los “ranchos ganaderos” ni tienen ganado y sus ranchos son utilizados por los narcotraficantes mexicanos para el trasiego de la droga para otros estados del país vecino.
Para eso la extensión de Krentz sobrepasa los 141 kilómetros cuadrados. Cierto que el “ranchero” fue asesinado en su propiedad, pero “los medios locales manejan una versión diferente: Los hermanos Robert y Phil Krentz permitían que los narcotraficantes mexicanos utilizaran sus terrenos para el trasiego de la droga, pero tuvieron diferencias por el cobro que recibían y Phil disparó contra su hermano…” (Ver Proceso). En ese estado hay mucha corrupción. Y la DEA, no aparece por el lugar. Unos días después, el 23 de abril, fue cuando Brewer avaló la ley racista en cuestión.
Felipe Calderón irá a tratar asuntos de la relación bilateral, tan amplia y complicada como siempre. Pero está claro que a EU le interesa, principalmente, el tema de su “seguridad nacional” que arrastra consigo la lucha contra los cárteles de las drogas. Ahora Obama se ufanará porque está estrenando estrategia antidroga en su país. Pero ante Calderón, es claro que él insistirá en los temas de la agenda de EU. Seguirá presionando para militarizar la frontera so pretexto de la inseguridad que permea en varias ciudades aledañas con México.
Se dice, del lado mexicano, que la agenda comprende, aparte del tema delincuencial, la “infraestructura fronteriza, la facilitación comercial, medio ambiente y los retos de la comunidad mexicana en EU”. Y está claro que Obama no dirá una palabra sobre el triple problema de Arizona: 1) el contubernio de las autoridades de su país con los cárteles de la droga mexicanos; 2) el flujo monumental de cannabis que entra por ese estado al mercado consumidor más grande del mundo; 3) la aprobación de una Ley Arizona sin causa ni motivo de fondo.
Por eso Calderón debe aprovechar su presencia ante Obama y el Congreso de EU, para insistir en el tema de interés para México: la reforma migratoria. Pese a no ser una prioridad para Obama en estos momentos, porque quiera utilizarlo para su reelección. Pero no es un favor ni una concesión. Se trata de contener las reacciones xenofóbicas como la de Arizona, que azuzan y crean un ambiente de violencia antiinmigrante, más que de convivencia. Aprovechar la coyuntura por las reacciones que están uniendo a la comunidad hispana con autoridades locales en total repudio, como ocurre también en ciudades como Boston, Oakland, San Diego, Boulder, El Paso, St. Paul, Milwaukee; y otros alcaldes, como el de Nueva York, Chicago y San Francisco estudian las medidas de boicot contra Arizona.
Al gobierno mexicano se le olvida siempre resaltar que los inmigrantes ni son delincuentes ni van a quitarles oportunidad alguna de trabajo a los estadounidenses. Todo lo contrario. Van en busca de una opción que en México no tienen. Por ejemplo, entre 1994 y 2007 se crearon en EU 24.7 millones de empleos, de los cuales sólo uno de cada seis fue ocupado por un mexicano. Y otro dato sobre la contribución de los migrantes mexicanos al PIB de EU: en los últimos 14 años se duplicó hasta alcanzar en 2006 un total de 485 mil millones de dólares, monto que representa el 3.7 por ciento del PIB estadounidense y el 57.7 por ciento del PIB de México.
En materia de ingresos. Los migrantes mexicanos recibieron en 2006, 165 millones de dólares, equivalente al 2.2 porcentual de la derrama salarial en EU, y enviaron como remesas el 14.4 por ciento. Pero coadyuvaron con 268 mmdd en 2006 a dinamizar el mercado interno de EU por su capacidad de compra. Lo que equivale al 47 por ciento del gasto de consumo en México. En pocas palabras, los inmigrantes mexicanos contribuyen con su fuerza de trabajo a crear riqueza para EU.

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