miércoles, 26 de mayo de 2010

GEOESTRATEGIAS TAN DISÍMILES

26/mayo/2010

*México-Estados Unidos, cada quién lo suyo
*Calderón se balconea con la prensa extranjera

“La indignación moral es la estrategia tipo para dotar al idiota de dignidad”: Herbert Marshall McLuhan (1911-1980).

Lo dicho. Mientras el gobierno mexicano duerme el sueño de los justos, Estados Unidos despliega su propia geoestrategia con México. O en contra de México. Y lo menos que se puede decir, es que de nada sirvió la reciente reunión de Felipe Calderón con el presidente Barack Obama en Washington. Ni el aplauso de los demócratas en el Congreso.
Porque Calderón regresó a México con las manos vacías. O hasta peor. Porque no alcanzó acuerdo sustancial alguno. Fue escuchado, pero desatendido. Hasta ahí. Nada con el compartido problema del narcotráfico. Tampoco con la expiración de la ley de 1994, que restringía la venta de armas en ese país. Pese a la “correlación” que planteó Calderón entre dicha ley de armas y los crecientes decomisos —unas 75 mil, la mayoría contrabandeada desde Estados Unidos, dice Calderón—. Tampoco sobre una posible ley para favorecer a inmigrantes mexicanos. Pese a que lo recibieron con bombo y platillo. Y al presidente Felipe Calderón lo trataron como “héroe”. Obama le dijo que era el Eliot Ness mexicano, por sus combates en contra del crimen organizado y el narcotráfico.
Calderón entró a EU el día 19 de mayo, procedente de España. Pronto la prensa se encargó de prepararle el terreno, por no decir a desacreditarlo. Le dio hasta con sus propias palabras, porque The Wall Street Journal publicó una nota y una larga entrevista con los reporteros David Luhnow y Nicholas Casey. De esa entrevista derivarían algunas secuelas importantes en México.
Un día antes de su llegada, el día 18, la National Public Radio (NPR) leyó un despacho de la agencia EFE (esa nota en México la difundió Apro-Proceso), “la primera parte de una investigación periodística” en la cual se sostiene que el gobierno de Calderón ha favorecido al cártel de Sinaloa en esa “cruenta guerra por las rutas y negocios que ha dejado miles de muertos en México”. Aunque dicha lectura fue desmentida por el portavoz de la Secretaría de Gobernación, Luis Estrada. Como algo “inexacto, porque el gobierno combate con toda determinación al crimen organizado en todo el territorio nacional”. Pero en EU el golpe estaba dado.
Y en la larga entrevista previa, y publicada por el WSJ el día del arribo de la comitiva del gobierno mexicano a EU, Calderón habría hecho algunas revelaciones importantes que colocan en entredicho su tesis de combatir el narcotráfico sólo con el uso del Ejército. Porque no previó la posible reacción del crimen organizado. Como lo reconocería después el propio Gómez Mont, en el marco del Segundo Foro Sobre Seguridad y Justicia.
Entre otras cosas, Calderón dijo a los entrevistadores del Journal, que tras largas reuniones con Lázaro Cárdenas, el gobierno local de Michoacán —su tierra natal— y atendiendo a la solicitud del envío “no sólo de la fuerza federal sino de la fuerza armada”, porque en la localidad el crimen organizado había escalado, él se comprometió. “Él percibía (dice de Lázaro), que tenía muy penetrada la propia policía estatal, y la Procuraduría. Mi percepción es que es un problema que venía de antes del gobierno; el gobierno anterior (¡de Vicente Fox!) fue el que detonó prácticamente la apertura”.
Los criminales empezaron a tomar el control de amplias estructuras en la sociedad y del propio gobierno. El llamado cártel de La Familia, una expresión de Los Zetas en Michoacán, refiere Calderón. “No sé qué pueda decirle ahora, pero él (gobernador) le había solicitado varias veces al Presidente Fox sin encontrar respuesta, y al llegar a mi gobierno se formalizó”. En otras palabras, Calderón reconoce que Fox se quedó con las manos cruzadas, por un lado y por otro que el propio Lázaro no emprendió acción alguna para reconstruir o bien a las propias policías “infiltradas” como tampoco el tejido social dañado, desde su gobierno.
A la pregunta con el dicho que “ningún plan de ataque sobrevive al primer contacto con el enemigo”, FCH responde ejemplificando con una “metáfora” de su invención. “Si yo fuera un doctor y llegó un paciente que tenía un dolor en el estómago, un dolor en el abdomen, y él pensaba que como a un tío de él le había dado alguna vez apendicitis, pues era una apendicitis, sólo que al explorarlo y abrir para operarlo me di cuenta que tenía un gran tumor canceroso, y la alternativa es cortar el tumor y darle un tratamiento que es muy severo ciertamente, pero que sería el único que pueda darle posibilidades de sobrevivir al paciente”. Pero el problema no es el médico sino el paciente.
Su propio dicho lo pone en duda. ¿En qué país vivía Calderón antes de ser candidato de su partido para la Presidencia? ¿En qué país hizo campaña política? ¿Acaso vale la falsa metáfora —porque el paciente está a la vista de todos, y sus problemas también— del médico y por eso determinó “al llegar a la Presidencia”, combatir al crimen sólo con el Ejército?
¿Porqué, como bien lo reconoce —“nuestra presencia es transitoria”, un “espacio tiempo y de fuerza que les damos a las autoridades locales de manera tal que sea suficiente para, como debe ser en cualquier ciudad del mundo, controlar la criminalidad”— no ha hecho nada porque haya una “policía funcional”, preparada, capacitada, con un policía cerca de la genta por cuadra, manzana y barrio; buscar pagarles mejor, en lugar de desarticular a la policía que existe en aras de un control estatal como lo ha propuesto al Congreso? ¿Acaso se trata de que siga siendo, como él dice, “esa parte el eslabón más débil, digamos”? ¿Por qué seguir las pisadas de Fox?
Si, como dijo al WSJ, también “es un problema de procuración de justicia… y están muy deterioradas las instituciones en México, en todo el país y en todos los niveles, y en consecuencia un elemento clave es restaurar, insisto, este tejido institucional que incluye no sólo a los órganos policiacos sino de procuración y administración de justicia”. ¿Por qué no ha iniciado ese camino paralelo de restauración del tejido institucional? ¿Por qué tantas declaraciones, a estas alturas, cuando esas son algunas de las acciones que se demanda reestructurar en la estrategia contra el narcotráfico y el crimen organizado? Ni qué decir del lavado de dinero y atacar el corazón de las bandas: su estructura financiera.
Por eso el mismo Gómez Mont se atrevió a declarar que “al proponer y plantear la fuerza, no era del todo previsible entender el grado de respuesta en la contención en la que se iban a ver enfrentados, venían con toda una racha de no ser sometidos”. Aprovechando tanta ambigüedad, en EU Obama responde a Calderón con el despliegue de 1.200 efectivos de la Guardia Nacional para la frontera con México y la ampliación en 500 millones de dólares en presupuesto para su seguridad. Sin geoestrategia no hay logros. Ni adentro ni afuera.

Correo: maniobrasdelpoder@gmail.com

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