domingo, 16 de octubre de 2011

EUROPA, LA RESISTENCIA DE LOS INDIGNADOS

14/octubre/2011

Europa, la resistencia de los indignados
*Juventud se moviliza contra el capital vía la web
*Tras la crisis económica, crece la protesta social



A los manifestantes del 15 de octubre, por el derecho a la indignación con un grito de libertad.

Frente a la crisis económica actual que padece el viejo sistema capitalista, financiero, usurero y globalizador europeo[1] —comenzó a tronar por lo más débil: Grecia, Portugal, Irlanda, España e Italia, ¡por ahora!—, se carece de más opciones para salir avante que las ya tradicionales medidas restrictivas, abiertamente atentatorias de los niveles de bienestar de una sociedad, que no la debe pero sí la paga.

Es porque los gobiernos no le responden a la población como a los banqueros y a los especuladores por igual, cuando como en estos casos la población toma las calles en señal de protesta. Es porque los gobiernos desatan una serie de medidas para tonificar las finanzas, para rescatar a los bancos y por consiguiente, para sostener los niveles de paridad monetarios —en este caso el euro—, para soportar el peso del endeudamiento del Estado, etcétera, sostener los privilegios de unos pocos.

Medidas todas por las cuales los gobiernos tratan de resolver, a través de la contención o recorte de los presupuestos sociales, de los servicios que presta el Estado, el control de los salarios, o el desempleo generalizado, por la simple razón de que el Estado neoliberal hizo hasta lo imposible para desinflar o abandonar toda participación en la economía. Pero no la economía en general —como no sucedió nunca—, sino en cumplimento de los requerimientos del rescate de los usureros, de los bancos prototipos o modelo y de los gobiernos de otros países que avalan tales medidas taxativas.

Alemania y Francia, a conveniencia, han tomado la sartén por el mango. Pese a las restricciones legales desde los acuerdos de Maastricht para la Unión Europea (UE), ambos países están trabajando y participando del rescate de los demás países [¡dizque!]; no obstante más bien quieren el rescate de los amos de las finanzas. Antes Alemania habría adquirido “bonos de deuda” de algunos países como Grecia, de la mano de la propia UE, el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Ahora, el papel de rescatar a los bancos de la casi inminente quiebra lo está asumiendo el propio BCE. El caso es que, por supuesto, esa no es la salida para la crisis europea. Lo hemos dicho en otras ocasiones: así como están en riesgo los eslabones débiles del sistema, también lo está el resto de la (des)UE. Por dos motivos: 1) porque la crisis es global y, 2) porque las acciones tradicionales de rescate al sistema financiero serán insuficientes y altamente costosas. El G-20 presume que resolverá la crisis de deuda europea en octubre.

Peor aún, que con las medidas restrictivas actuales no habrá solución, como empobrecimiento derivado de la debilidad de los estados. Y no sólo de los países en crisis señalados, sino del resto de Europa. Esto sin olvidar la consabida debilidad estatal que dejará a las economías entre el abandono y la penumbra. En otras palabras: en los tiempos de la Gran Depresión, en Estados Unidos, Franklin Delano Roosevelt tenía los recursos o los medios para impulsar la economía con el New Dale. Y lo logró.

Pero ahora ni el Estado de EU ni los estados europeos cuentan con los recursos para rescatar a todas las economías en crisis, porque se trata no de una crisis endémica sino sistémica. Así que, en cuanto continúe la depresión, en primer término se generalizará todavía más allá de las mismas bolsas, porque abarcará a todos los países capitalistas del orden global; en segundo, no habrá quién lance una tabla de salvación. ¿O acaso los gobiernos se someterán a las condiciones de, por ejemplo China como segunda economía mundial, que sería el único país con ciertos recursos para apoyar en este caos del capitalista mundial, sin suponer que lo hará? Con todo y que no haya un rescate sostenido por esa vía.

En el ínter, las acciones de los presidentes Angela Merkel y Nicolás Sarkozy, de asistir a los gobiernos de los países con problemas, resultarán en el corto plazo meros paliativos. Porque todo lo que se hace es en aras de rescatar los abultados déficits de los estados para luego apostarle a la preservación de los sistemas financieros.

Ese es el cuento de nunca acabar. Porque los sistemas financieros son los verdaderos causantes del desastre. Una crisis que, cuando se presente en toda su magnitud, y eso será de un momento a otro, habrá un crujido mayor al de 1929; sencillamente más profundo porque arrastrará a un gran número de países. Y luego salir del caos costará ¡sangre, sudor y lágrimas! ¡Pero por supuesto que no a los hombres que están al frente!

De ahí derivan las movilizaciones de la sociedad, principalmente jóvenes conectados vía las redes sociales en varios países de la vieja Europa. “Los ciudadanos no son mercancías en manos de políticos y banqueros”, es el grito de los españoles. Jóvenes que están reaccionando contra las artimañas de los gobiernos, tanto para proteger a los especuladores como para socializar los elevados costos. Y si el indicador de desempleo no se mueve a la baja, es porque los estados no operan para impulsar la economía en la creación de empleos. O, incluso, por la llamada financiarización[2] económica.

Y sin trabajo no hay ingresos, como sin recursos no hay consumo. Un círculo vicioso del capitalismo que deviene y es producto de la crisis. El asunto es que esta crisis es global. Una crisis en la que está no sólo la (des)UE sino Europa oriental y Asia; EU y sus satélites como México. Y alcanzará a Latinoamérica, más que menos.

Por supuesto que no habrá salidas reales en tanto las restricciones no se apliquen al mismísimo sistema financiero. Porque tanto banqueros, como todo tipo de especuladores de las bolsas del mundo, están atrás de los beneficios de la acumulación dineraria que manejan. Ahí están, en primera fila, los magnates o los llamados “barones del dinero”. Pero al parecer los gobiernos ni los estados —aún en los países desarrollados— tienen el poder como para contrarrestar suficientemente a los hombres ricos y meterlos en cintura. Salvo la sociedad.

Muchos no pagan impuestos, o son directores o gerentes de grandes monopolios que tienen controlado gran parte del mercado global y se allegan enormes cantidades de los recursos que la sociedad produce, aunque ellos pongan las condiciones. Porque en esta sociedad de consumo “el que tiene más saliva traga más pinole”. Serviles nada más, los gobiernos son incapaces de controlar a los hombres ricos del planeta, y obligarlos a asumir los costos y consecuencias de sus acciones. El Estado, a su servicio también.

Por eso la sociedad sale a las calles. Por ello las acciones de protesta. Porque se le carga todo el peso a la sociedad desde el abandono del Estado con sus medidas restrictivas. Por lo mismo prende la indignación en Europa. Son los jóvenes de algunos países quienes se manifiestan en contra de la globalización que amenaza con despedazarlos económica, social, política y moralmente. Del mismo modo que sucede en EU con el movimiento Ocupa Wall Street, o en Chile con las protestas contra la educación neoliberal.

Por eso se han organizado para impedirlo. Son las movilizaciones en países como España, Francia, Holanda, Italia, Alemania, Portugal, Austria y Londres. Los jóvenes que rechazan los privilegios de los poderosos que generan lo demás; saben que ellos son los causantes del desastre actual. Tan sólo la “larga marcha” —no hay símil alguno con la de Mao en los tiempos de la “Revolución Cultural”— de los indignados que partió de la Puerta del Sol en Madrid, ombligo del 15-M —el 27 de julio— recorriendo mil 700 kilómetros hasta Bruselas como la capital de la UE, demandaron entre otras cosas: “No más privilegios a banqueros”.

Cero privilegios para las grandes fortunas, que evaden impuestos, control al fraude fiscal y a la fuga de capitales hacia los paraísos fiscales. No privilegios a políticos, sus elevados ingresos y al no pago de impuestos, entre otras acciones para que el Estado tenga los fondos suficientes para sueldos más dignos y mejoras en la calidad de vida de la población, etcétera. Porque “los políticos deben entender que su labor debe ser en bien de la sociedad, y no de los mercados” (Reportaje de Proceso N° 1823).

Lo interesante es que todo este rol de la juventud que se indigna frente a las condicionantes del mercado —la crisis del sistema financiero global, con impacto en Europa—, no sería posible en la rapidez con que surge sin el internet, sin las redes sociales, sin facebook y el twitter. El sistema del capital financiero y los estados que los sostienen, no podrán desdeñar la movilización social o utilizar la violencia[3].

La crisis que toca a las puertas de la UE, hoy más bien (des)UE, es ya como el “fantasma” cadavérico del capitalismo. Los jóvenes que se indignan cumplen su rol. Aunque el cambio no esté a la vuelta de la esquina. El caso es que los actores se mueven gracias a la red. Y también se alimentan con posturas como la del fenómeno editorial europeo del panfleto ¡Indígnate!, del veterano Stéphane Hessel. Cual suerte de “Manifiesto comunista” de Marx; que no lo es porque no hay parangón. ¡Indígnate! no llama al cambio socialista, pero sí es una bandera para la “resistencia”.

Correo: maniobrasdelpoder@gmail.com
http://maniobrasdelpoder.blogspot.com




[1] Por supuesto que la crisis comenzó en el sistema financiero de Estados Unidos, pero afectó al resto del mundo. Por ahora nos interesa destacar la siguiente faceta de la crisis europea.
[2] O el control y sujeción  de todas las variables económicas de un país por una sola: el sistema financiero que se sobre pone.
[3] Ver, por ejemplo, en http://bit.ly/mWzI5Y, el desalojo violento del “campamento indignado” de Plaza Cataluña, España.

miércoles, 12 de octubre de 2011

El NorthCom y la afganización de México

*La persecución de los intereses de EU, tras la guerra sucia
*Apoyar a narcos con Rápido y furioso, para desestabilizar
*Militarización, apropiación energética y peligro de invasión

El NorthCom lleva a cabo la defensa nacional, el apoyo civil y la cooperación de seguridad para defender y asegurar los Estados Unidos y sus intereses.

El área de operaciones incluye a Estados Unidos, Canadá, México, partes del Caribe y las aguas contiguas en los océanos Atlántico y pacífico. El comandante es responsable de la defensa de la tierra, espacio aéreo y el mar de los Estados Unidos.
Área de comando de responsabilidad abarca los Estados Unidos continentales, Alaska, Canadá, México y de seguridad de otras naciones en su área de responsabilidad.
Documentos oficiales del NorthCom.


¡“Es la extrema derecha, estúpido!”. Porque así opera. Principalmente la de Estados Unidos (EU), el país promotor del interés —el librecambismo decimonónico llevado al extremo con perversa actualidad— como modus operandi del capital financiero-especulativo, e imperialista de una globalización ahora en crisis.

La guerra, como su principal herramienta para obtener riquezas. La invasión a Kuwait el 2 de agosto de 1990 sentó precedentes. Ya por el sometimiento de gobiernos enteros, o en forma de inversiones y préstamos condicionados [el “Consenso de Washington” y los Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional como bucaneros de la colonización neoliberal], pero sobre todo apoderándose mediante invasiones armadas de los estratégicos recursos naturales ajenos. Es la derecha extrema, primordialmente de EU, la que creó costumbre durante toda la segunda posguerra amenazando al resto del mundo con su maquinaria militar-industrial.

Especialmente, arreció, porque los estadounidenses modernizaron sus preceptos de “seguridad nacional”, tras el ardid de los autoatentados [los avionazos no soportan el análisis serio; véase el comentario al respecto en http://maniobrasdelpoder.blogspot.com, “El 11/S, guerra con mentiras”, el informe de “Arquitectos e Ingenieros por la Verdad del 11/S”, sobre la gran estafa imperial de los halcones de Washington] terroríficos a las Torres Gemelas de Nueva York, con el Pentágono como principal actor y Al Qaeda como ¿el enemigo real?, ¿cómplice o chivo expiatorio? [no se olvide que Osama bin Laden fue un aliado de la Agencia Central de Inteligencia, la CIA], que cambiaron los parámetros de la guerra. Porque conviene a los intereses geoestratégicos como imperio en decadencia.

Desde el post11/S, EU le puede declarar la guerra a cualquier país que a su consideración represente una amenaza para su seguridad nacional, como lo hizo contra Irak y Afganistán; sin comprobar nunca las “armas de destrucción masiva” del primero —el pretexto bushiano—, y tampoco el “apoyo militar” a los terroristas musulmanes del segundo, un plantío de amapola desde la invasión. El terrorismo como herramienta y pretexto para invadir países con importantes reservas energéticas. “Los atentados del 11 de septiembre de 2001. (Con) estos ataques se dio un impulso a la formación del Comando Norte de EEUU”, que data de octubre 2002.


México, en la picota

De ahí que el vecino del sur, México, esté en peligro. El país no está lejos de ninguna consideración imperial guerrera —para ello trabaja el sistema de espionaje de EU desde la diplomacia, soterrada o cínicamente—, sobre todo desde el año 2006 a la fecha cuando la presidencia de Felipe Calderón Hinojosa creó los escenarios más propicios para ello, con su guerra sucia y su ilegitimidad electoral.

Fue en ese contexto, porque sucedió “después del fraude electoral de julio de 2006, cuando en plena transición y bajo la batuta del secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, Mouriño, Sarukhán y Cordero asistieron en el hotel Fairmnot Banff Springs, de Alberta, Canadá, a un cónclave secreto con ministros, altos ejecutivos —entre ellos los de la petrolera Chevron, Bechtel y Lockheed Martin, la mayor contratista de armas del mundo— y militares de cinco estrellas, incluido el almirante Tim Keating, jefe del Comando Norte”. [“Cordero, la ASPAN”, Carlos Fazio en La Jornada, 19 de septiembre de 2012] El ardid se oficializó en secreto, ¿por qué?

En dicha reunión se abordaron los temas de “la interrelación de los sistemas de defensa, militarización, seguridad nacional, fronteras, migración, producción de equipo militar y control sobre los recursos energéticos de Norteamérica”. [Ibíd.] Pero la ofensiva continuó en varios frentes: declaraciones oficiosas de pregoneros de diversas dependencias del gobierno de EU, ni se diga de los diplomáticos injerencistas —la herencia de Carlos Pascual desnudado por Wikileaks, a manos de Anthony Wayne—, hasta la vocería militarista.

Problema es que así como marcha el combate al narcotráfico, el país no sólo está perdiendo con la fallida estrategia sino que es conducido hacia la balcanización [la agencia de investigación de origen texano-israelí, Stratfor, se ha pronunciado desde hace un año por la balcanización en caso de que México se desvíe de la ruta marcada por el NorthCom o Comando Norte (ver infra)] o, dicho con una perversa actualidad, rumbo a una afganización [y no “colombianización” porque en Colombia el gobierno tiene resultados a favor, sin triunfalismos] que incluye ¡peligrosamente! la desarticulación funcional del Estado mexicano, y cualquier cosa que quede como reducto de “nacionalismo” posrevolucionario, lo cual incluye a las Fuerzas Armadas (FAM). Una ofensiva tanto hacia adentro como desde el exterior.

La afganización comprende, en palabras del asesor de la ONU, Edgardo Buscaglia, los casi mil “bolsones territoriales” que en el país están controlados por la delincuencia organizada. Siguiendo la tipificación para Ciudad Juárez del exzar antidrogas, Barry McCaffrey, de diciembre de 2009 —conforme a Reporte Índigo del 9 de enero de 2010, “México camina hacia la afganización”—, cuando afirmó que la situación “es similar a la de Afganistán”. Y en su estudio sobre aquél país refirió: “Las violaciones de los derechos humanos son endémicas: matanzas extrajudiciales, impunidad oficial, restricciones contra libertad de prensa y religión, y abuso infantil severo y extendido”. Cualquier semejanza es mera coincidencia.

Lo que dijo al respecto fue en su calidad de profesor adjunto de Asuntos Internacionales del Departamento de Ciencias Sociales de la Academia Militar de Estados Unidos en West Point, Nueva York. Que en palabras de Buscaglia se traduce en que McCaffrey, “manifiesta la posición del Pentágono y del Departamento de Defensa norteamericano, que tiene una visión mucho más amplia, más global, de la delincuencia organizada. No tiene esa visión acotada de la DEA”. [Reporte… cit.].

El Senado de México debe exigir explicaciones tanto al gobierno de Calderón como a los propios gringos. También el presidente Calderón a los mexicanos. Porque todo indica que la situación de violencia es tanto desatendida porque la fallida estrategia no se mueve un ápice, como atizada desde el exterior en todo momento en que se apoya a los carteles de las drogas con sofisticado armamento. Con fines claramente desestabilizadores, así sea en estados fronterizos de México.

Desde luego que ayudan tanto el sometimiento de los gobernantes mexicanos hacia EU como las pésimas políticas internas; súmese la descomposición del sistema político mexicano por lastres del pasado versus corrupción e impunidad, que le corroen las entrañas a cualquier proyecto sexenal falto de una perspectiva nacional [¿alguien dice que el Estado-nación ya desapareció?]. Ambas circunstancias, internas y externas, tienen al país hecho un desastre. Sin olvidar que el Estado mexicano ha desatendido la mayoría de sus funciones para con la economía y la sociedad, porque presenta saldos retrógrados.

El contexto explica el desastre de México, a contentillo tanto de los gobiernos del Partido Revolucionario Institucional (PRI) —con una política exterior otrora ejemplar, luego tirada por la borda gracias al presidente Carlos Salinas de Gortari, el modernizador y vendepatrias cual resultó en los hechos—, como ahora del Partido Acción Nacional (PAN) que (des)gobierna México a partir del año 2000. Porque ambos partidos han aplicado, permitido o tolerado, una política de sometimiento paulatino y vil a los intereses geopolíticos de EU, desde la década de los 80 del siglo XX. La evaluación negativa del neoliberalismo, de por medio.


Legalizar la intervención

Luego entonces, tras la firma de acuerdos como el TLCAN o NAFTA, que entró en vigor en enero de 1994, fecha del levantamiento chiapaneco zapatista, luego el ASPAN o TLCAN-plus, se suscribió en marzo de 2005 en Waco Texas, por George Bush y el entreguista de Vicente Fox Quesada, con la finalidad dizque de “aumentar la seguridad y realzar la prosperidad”. Sí, pero la seguridad imperial.

Sobre todo con el Plan Mérida, para México y Centroamérica de junio de 2008, donde se abrieron las puertas al intervencionismo y actuación de instancias gringas: el Departamento de Estado, el Departamento de Justicia, el Consejo Nacional de Seguridad, el Pentágono, la Agencia Central de Inteligencia (CIA), el Buró Federal de Investigación (FBI) y la agencia antidrogas (DEA). En el sentido militar se firmó la cereza del pastel: el NorthCom, donde se habrían amarrado convenios secretos en el terreno militar. Y México no quería ser exhibido. El vicencanciller de Tlatelolco, Enrique Berruga, por ejemplo, pidió al gobierno de George Bush, “que manejara con cuidado” el lanzamiento del NorthCom. Por la ¡sensibilidad nacionalista! mexicana, claro está.

Se trata de una prolongación de la Doctrina Monroe de 1823, pero en estos tiempos de globalización caduca para sostener a costa de otros la hegemonía de EU. Donad Rumsfeld dijo, según la prensa canadiense, que el NorthCom para toda América del Norte como su comando geográfico, “es la mayor transformación del Plan de Comando [UCP] desde su creación en 1947”.

Por eso, “la proyección espacial del NorthCom, que abarca Canadá, México, posiciones del Caribe (Cuba incluida) y aguas contiguas en los océanos Pacífico y Atlántico (en particular el Golfo de México), tiene que ver con la geografía, la política, la economía capitalista y lo militar como complemento bélico de la integración vertical de América del Norte; como zona segura de abasto de petróleo, gas natural, agua, uranio y biodiversidad para la economía estadounidense, contenida en el documento ‘(Los) Nuevos Horizontes’, del Centro de Estudios Estratégicos Internacionales, con sede en Washington, difundido una semana después de los atentados del 11 de septiembre de 2011”. [Fazio, “Cordero, la ASPAN, cit.].

Un NorthCom que surgió tras los autoatentados terroristas del 11/S, es el “responsable” de la defensa interna de Estados Unidos, ante nuevas amenazas como “el terrorismo, el narcotráfico, el tráfico ilegal de personas (¡la inmigración!)”, entre otras y donde México es considerado también “zona protegida”. Fue en el marco de NorthCom que se ha permitido la intromisión directa en territorio mexicano de las agencias CIA, DEA, FBI, etcétera; a más de la “colaboración” del Pentágono en el campo de la capacitación de integrantes de las Fuerzas Armadas mexicanas y policiales estatales y federales del país, para romper el nexo nacionalista de raíz.

Luego entonces, en la forma, los gobiernos de México se han sometido mediante dichos acuerdos económicos, políticos y militares sobre todo a EU (un tanto menos a Canadá), desde Carlos Salinas dixit hasta Felipe Calderón en su fase más crítica de intervencionismo abierto y claramente peligroso atentatorio de la seguridad nacional mexicana. Es decir, mediante acuerdos que revelan políticas más bien agresivas que surgen de la derecha gringa, pero adoptados con sumisión por la derecha mexicana, ya desde los tiempos del presidente Miguel de la Madrid.

México no protestó como sí lo hizo Canadá. “El mundo está en la encrucijada de la crisis más grave de la historia moderna. Los EEUU han puesto en marcha una aventura militar que amenaza el futuro de la humanidad. Se ha formulado los contornos de un proyecto imperial de dominación mundial. Canadá es contiguo al ‘centro imperial’. Control territorial de Canadá es parte de la agenda de los EEUU geopolíticas y militares”. [Ver: “El despliegue de tropas de EEUU dentro de Canadá”, en el sitio web: http://metaexistence.org/uscanada.htm].

Incluso el Toronto Star no publicó lo siguiente: “Negociando discretamente [desde abril de 2002] un acuerdo de largo alcance de cooperación militar, que permite a los militares de los EEUU para cruzar la frontera y el despliegue de tropas en cualquier lugar de Canadá, nuestras provincias, como buques de guerra de la estación y Estados Unidos en aguas territoriales canadienses. Este diseño de Canadá sistema de defensa está siendo discutido a puertas cerradas, no en Canadá, pero en la base de la Fuerza Aérea Peterson en Colorado, en la sede del Comando Norte de EEUU (NORTHCOM)” [sitio cit.].

Continúa la reflexión de Meta Existence Organization: “La creación de NORTHCOM anunció en abril de 2002, constituye una violación flagrante de la soberanía territorial de Canadá y México. El secretario de Defensa Donald Rumsfeld anunció unilateralmente que EEUU Comando Norte tendría jurisdicción sobre toda la región de América del Norte. Canadá y México se presentaron con un hecho consumado ‘accompli’ jurisdicción de los EEUU de Comando Norte de los descritos por el Departamento de Defensa de EEUU, incluye, además de los EEUU continentales, todos de EEUU, México, así como partes del Caribe, las aguas contiguas en los océanos Atlántico y Pacífico a 500 millas de la mexicana, las costas de EEUU y Canadá, así como el Ártico canadiense”. [Ib.].


Militarización versus descomposición

Sólo desde este contexto se explican las diversas circunstancias que están generando la creciente descomposición en México, por la vía de una guerra fallida. Aceleradamente desde el año 2006 a la fecha en que arribó al poder Felipe Calderón. Es ahora cuando crece el consenso también de que se está consolidando muy rápidamente —la guerra sucia como instrumento— una militarización incluso con tintes contrainsurgentes con afrentas a la población, útil además para un Estado que desatiende su responsabilidad social. Doble o triple golpe a los mexicanos.

En otras palabras, que la militarización de México de los últimos años es un fenómeno ligado a los intereses geopolíticos del imperio estadounidense, acelerado por una guerra donde uno de los frentes [los diferentes carteles de las drogas que tienen una disputa entre sí y contra el Estado mexicano por el control territorial] es alimentado desde afuera con apoyo armamentista [en la vieja tesis de “divide y vencerás” con programas como Fast and furious (Rápido y furioso) y Wide reconver (Receptor abierto)], para contribuir a minar tanto la presencia como la fuerza del Estado y conducirlo a la descomposición.

Ambos operativos Rápido y furioso y Receptor abierto —este último según revelaciones recientes de Los Angeles Times— que dejaron “correr” o “caminar” armas a manos de los carteles mexicanos —el primero entre 2009 y 2010, el segundo orquestado antes, entre 2006 y 2007—, y fueron llevados a cabo desde la ATF la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos, oficina de seguridad que responde al Departamento de Justicia de EU. Acciones, ambas, de clara intención desestabilizadora del Estado mexicano, como bien lo reconoció recién el Senado de México, pero sin hacer algo más allá y exponiendo a todos los riesgos al país.

Por cierto que, dentro de dicho plan imperial perverso, las FAM —una de las pocas instituciones rescatables del país— están siendo sometidas a un paulatino desgaste desde 2006, porque son utilizadas para un trabajo ajeno —y por demás sucio— que más bien le compete a las policías federales, conforme el mandato constitucional de ser aquéllas las encargadas de resguardar la seguridad nacional del país.

Empero, el simple uso de las FAM en el combate al narcotráfico y la reiterada negativa del gobierno de Calderón a recular en la fallida estrategia [sin otras acciones aleatorias o complementarias, como pegarle al corazón de las finanzas del crimen organizado, combatir el lavado de dinero y juzgar a los cómplices, funcionarios del gobierno coludidos], por no meter a los soldados al cuartel hacen de las suyas o cometen errores que luego devienen violaciones a los derechos humanos, que no son ciertamente pocas.

El problema es que los “daños colaterales” le salen muy costosos, en vidas, a la sociedad que es quien padece las temibles consecuencias. Ni qué decir por los ya casi 60 mil muertos, entre cómplices y víctimas. Pero hay más de mil niños y niñas caídos en esta guerra. Y el impacto social en general es incalculable, como la desarticulación de grandes núcleos familiares y los trastornos sicológicos que se generan. Verbigracia. Según datos recientes, en sólo tres años —de 2007 a 2010— la violencia ha sacado de sus hogares ¡a 230 mil personas! Son los desplazados por la guerra: en varios estados del país, sobre todo del norte como Tamaulipas, Sinaloa, Durango, Chihuahua, Zacatecas, Nuevo León y otros antes pacíficos como Colima y Nayarit.

Recrudecida la violencia, los métodos de desaparición de personas que luego encuentran en fosas clandestinas por decenas en varios estados del país, son apenas un aspecto de la limpieza de contrarios entre los carteles en disputa territorial. Pero el problema va más allá: la aparición del grupo paramilitar Los Matazetas, abrió un debate que apunta a que la presencia de este tipo de corporaciones en México —a semejanza de los escuadrones de la muerte de algunos países centroamericanos que actuaron en el pasado— tienen fines de “limpieza social” o de contrainsurgencia.

Operan, según Buscaglia, al menos unos 167 de esos grupos, “financiados por empresarios empeñados en proteger ‘vida y propiedad’, garantías que ya no puede otorgar el Estado mexicano, y en otros casos son pagados por los propios gobernantes, quienes ante la incapacidad de otorgar seguridad a la gente, pagan a estos grupos armados para limpiar territorios y salvar los mercados de las drogas…”. [Proceso, N° 1822, 2/octubre/2011].

En el fondo se trata, pues, de los intereses geoestratégicos de los EU en la llamada América del Norte. A costa de lo que sea. No importa que sean vidas de mexicanos, como sucedió con los iraquíes o los afganos —por citar los últimos lastres de violencia imperial contra “los enemigos”— cuando llegó el Pentágono con sus aliados. El saldo final de la dichosa guerra de Felipe Calderón todavía está por verse. Entre tanto el país está al borde del colapso. Son las fuerzas que mueven las derechas, republicana y panista, en EU, México, y Canadá también. Al fin que las reservas energéticas del país están a tiro de piedra para el imperio gringo.

Y el tiro de piedra puede convertirse en otra cosa. México tiene la espada de Damocles encima. El peligro de una invasión militar del Pentágono pulula en el ambiente de las relaciones entre ambos países. Recuérdese que los planeadores de la guerra de Afganistán están deseosos de llegar, porque “los militares intentan aplicar en México lo mismo que hicieron en Afganistán”, según revelaciones de un oficial estadounidense a The New York Times. Lo aprendido contra los terroristas de Al Qaeda lo quieren traer a México para combatir a los carteles de las drogas. [Ver: “¡A México!, guerra antiterrorista”, en http://bit.ly/nqwXzV]. Seguro que, al menos los mexicanos rechazan eso, tanto como el entreguismo de sus gobernantes.

Luego entonces, no se olvide que el NorthCom es el proyecto geoestratégico del post11/S terrorista, militarista imperial de EU. Tampoco que el NorthCom va incluso más allá del sector energético. Es la “seguridad nacional” gringa lo único que le interesa a la extrema derecha de EU. El coletazo de una fiera herida, que hoy padece una crisis estructural demasiado profunda.

Correo: maniobrasdelpoder@gmail.com
http://maniobrasdelpoder.blogspot.com


lunes, 3 de octubre de 2011

México, el doble compromiso

03/octubre/2011

México, el doble compromiso

*Descomposición de un sistema político vetusto
*EU, amenaza latente de sus políticas imperiales
*El mundo también plantea sus propias exigencias


Dadas las circunstancias actuales, México enfrenta dos peligros crecientes derivados tanto de sus condicionantes internas como de sus relaciones con el exterior, y que exigen una revisión de fondo.

1.—El del modelo económico anquilosado que ha conducido al país al desastre, dada la aplicabilidad de las políticas neoliberales desde los años 80 por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) hasta la fecha, y ahora por los gobiernos del Partido Acción Nacional (PAN).

2.-- La del imperio estadounidense que ha estado instrumentando una serie de operativos —por todos los medios posibles— tendientes a imponer por la fuerza sus políticas geoestratégicas a su vecino del sur.

La amenaza derivada de las condicionantes desde adentro está generando en México una inestabilidad política y una incertidumbre como nación de tal magnitud, que ponen en riesgo la viabilidad dada la algidez de los problemas brota cada vez más amenazante, sin aparente y suficiente remedio desde la acción gubernamental.

Y es que, por un lado está la inviabilidad mostrada desde las mismas políticas públicas operadas por el Estado, que tienen como soporte el absurdo de los preceptos de un liberalismo ortodoxo en desuso; de la mano de un presidencialismo que está mostrando una incapacidad en cuanto a la conducción del país que deriva, o bien en situaciones de ingobernabilidad o peor aún en el surgimiento de fenómenos alternos que, tratando de llenar los huecos dejados por aquél, rompen con el hilo conductor de una Política como nación.

No está demás mencionar los antiguos lastres que paralizan al propio sistema económico/político/social mexicano, y tienen que ver con la profundización de fenómenos como la corrupción, la impunidad y la violación de los derechos humanos fundamentales de los mexicanos; además de la incapacidad sistémica de renovación en sentido democrático y, sobre todo, de incidir en cambios trascendentales que solucionen también de raíz los problemas que atizan la descomposición.

En ese contexto se insertan también los temas políticos relativos a la continuidad del sistema político —porque lejos está de la muy sonada, en tiempos electorales, transición democrática—, y el cambio de estafeta en el poder presidencial que ocurrirá en el 2012, ya sea a favor de un partido político o de otro, del PRI o el PAN. No obstante ambos partidos han orquestado lineamientos similares, tanto en las políticas internas como frente al exterior.

La presión desde afuera dirigida por el gobierno de los Estados Unidos y sus intereses geoeconómicos están apuntando recién  en contra de México, y se están convirtiendo en una latente amenaza de seguridad nacional. Eso incluye la posibilidad de una ¡invasión armada! Soterrada, pero continuamente preparada tanto en términos políticos como diplomáticos. Todo bajo el precepto gringo de que los acontecimientos internos de México representan una amenaza para su seguridad nacional imperial.

Ni se diga que la declarada guerra contra el crimen organizado, especialmente dirigido a las bandas del narcotráfico y la violencia derivada desde entonces, se asume como un pretexto por EU para operar militarmente en contra de México (el perverso plan Rápido y furioso no tiene otro interés). Y lo más grave de todo es que internamente no hay reacciones a tamañas políticas imperiales, a pesar de tantas evidencias que apuntan en ese sentido, ni desde el gobierno ni a partir del poder legislativo mexicano.

Aquí, en Maniobras del poder hemos insistido en esa posibilidad, cada vez que EU trata de justificar sus amenazantes políticas. Los acontecimientos internacionales, fuera de la relación EU/México, tienen también una relevancia que igual demandan una atención puntual, e igualmente serán abordados.

Por ello, porque ambos puntos señalados supra son prioritarios y exigen asumir el reto con una mayor responsabilidad analítica, es que a partir de ahora esta columna dejará —temporalmente y en cuanto las circunstancias no exijan otra cosa— el modo de columna/diario con temas de coyuntura tratados siempre bajo el mismo formato, para asumir el compromiso del análisis ensayístico. Porque las condiciones lo requieren y porque es urgente hurgar también en el renglón de la propuesta para enderezar el rumbo como país.

Nota Bene. Quiero agradecer a todos aquellos lectores y medios impresos, que hasta ahora habían recibido el material bajo el formato de columna cinco días a la semana, y pedir su comprensión porque a partir de hoy publicaré tres días o en cuanto el material esté preparado en forma de un pequeño ensayo, bajo una extensión que todavía no tengo precisa. Para mis amigos de las WEB supongo que no habrá problema, porque en estos medios los espacios no tienen mayores límites que los propios del autor. Mucho agradezco a todos por su preferencia y compresión.

Atentamente


viernes, 9 de septiembre de 2011

EL 11/S, GUERRA CON MENTIRAS

09/septiembre/2011

*El uso y abuso de la ciencia “oficial”
*Halcones crearon complot perverso

En el estudio de la realidad, la objetividad no es tan fácil de alcanzar. Mejor dicho, es más un artilugio de la “ciencia” para aceptar como válido sólo lo que conviene a los “científicos”, en un contexto o en un país determinado. Pero, eso sí, la ciencia tiene la argucia de, como Santo Tomás, no creer hasta no “ver”. ¿Cuál ver? El del microscopio o el de la prueba “experimental” del ácido. Ni más ni menos.
Pero el dilema, si bien es complejo en el terreno de las ciencias físicas, se embrolla sobremanera cuando los preceptos para alcanzar tamaña objetividad son trasladados a las ciencias sociales. Ahí es cuando [la puerca tuerce el rabo, dice el adagio] lo pretendidamente verdadero es más permeado por las mentiras, porque las “verdades” cuelgan de los puntos de vista de los muchos que participan de ella. Por eso es que no resulta fácil encontrar la verdad, sobre todo aquí.
En el caso de la primera, de la ciencia física, existen sin embargo, ciertos criterios adoptados como preceptos, además de los experimentos [los filtros] y hasta las teorías que guían el decurso del avance. Y de ese modo, claro está que de tumbo en tumbo, se consiguen ciertos descubrimientos novedosos, como por ejemplo en los usos de los materiales, las biotecnologías, la robótica, la computación, etcétera. Aquí la objetividad se convierte en una verdad por razones utilitarias, o mercantiles.
Con las segundas, las ciencias sociales, lo que ocurre no es muy diferente: la verdad, cuando se dice que alcanzó cierta objetividad, se ciñe a la visión de unos cuantos. De aquellos que tratan de justificarlo todo, ni más ni menos que, como una verdad universal o como caída del cielo. Porque, siguiendo un viejo principio medieval, si lo dijo el Papa es verdadero e irrevocable, aunque el ungido sea un perfecto idiota.
Lo mismo sucede con los “científicos” que son ensalzados como los poseedores de la objetividad. Si ellos dicen que el orden social es como es porque se parece al orden natural, luego entonces es verdadero. De ese modo se impone, dirigido por los objetivistas y fieles servidores de dicho orden social [excluyente, de clases y completamente mercantilista, donde el hombre con su romántico humanismo no interesa aunque se muera de hambre], otra vez el sentido material o utilitario.
Ah, pero como no falta un pelo en la sopa, tampoco quien les diga sus verdades —a tamaño orden establecido— y que esa visión es tan miope como la mismísima objetividad empañada cuando los cristales de sus lentes de aumento están sucios.
El orden social, que de natural tiene lo que de libre la mano invisible del mercado, está estructurado conforme a fuertes intereses materiales. La ambición que alimenta la voracidad de ganar más y más, para poseerlo todo, porque entre más se tiene se es más rico [¿cuánto de lo que acumula en oro se lleva el hombre cuando muere?], es la que dirige la existencia del hombre en este mundo tan pleno de desequilibrios y desigualdades por lo mismo.
La predominancia de un Estado sobre otro [o muchos más], no es más que la voracidad de uno sobre el resto. Más cuando el primero tiene fines imperiales, o de existir como dominante de todos los demás. En ese contexto, también bajo lineamientos teóricos si se quiere, todo encuentra explicación.
Incluso fenómenos como —que ahora nos ocupa— el atentado a las Torres Gemelas del 11/S en Nueva York, en su décimo aniversario, adjudicado a Al Qaeda como grupo terrorista, pero convino a Estados Unidos como país en invadir a otros, Irak y Afganistán, estados poseedores de grandes reservas naturales, muy útiles para sus fines militar-industrial e imperial.
Así, del 11/S se ha hablado tanto para justificar las guerras mencionadas emprendidas por George W. Bush y los halcones de su gabinete [Donald Rumsfeld, Dick Cheney, Condoleezza Rice, Colin Powell, George Tenet, en primera fila], que va desde: hacer justicia a los caídos matando a los responsables —por cierto con la caza de Bin Laden se supone erradicado el problema—; explotar el dolor de las víctimas y sus historias personales; el hecho mismo del derrumbamiento de las torres [las teorías de las conspiraciones, pero no son tan inteligentes para planearlo todo]; hasta la exaltación del patriotismo y el nacionalismo estadounidense, y su misión como salvador del mundo. Un país, el más bueno, destinado a derrocar a los tiranos e implantar la democracia en cualquier rincón del planeta que se lo proponga. Para eso están también los superhéroes y el cine de hollywoodense.
Lo que no se dice es que se trata de un país que, a cambio de conseguir lo que quiere, es capaz de todo, incluso provocar la caída de sus propias Torres. Un perverso y sucio acto de autoatentado, para justificar la apropiación de grandes yacimientos petroleros sin importar que mueran cientos o miles de personas de otros países.
Pues bien. En el informe de Arquitectos e Ingenieros por la Verdad del 9/11 [sitio: www.ae911truth.org], 1,554 profesionales, con motivo del 10 aniversario ahora exigen una investigación sobre las Torres Gemelas, porque consideran que es una gran estafa. Han enviado una petición, con el apoyo y firmas de 12,947 personas, a miembros del Congreso de EU. “La destrucción del WTC 1, 2, y 7 [éste, de 47 pisos], que no fue alcanzado por un avión, muestra en cada caso, repentina, simétrica, destrucción secuencial y rápida, con temperaturas sobrecalentadas confirmadas por pruebas físicas, instrumental, fotográfico e incluso testimonial”.
Con las pruebas explosivas en mano, los ingenieros y arquitectos reclaman una investigación real de lo que pasó ese día que azotó a EU y se llevó a muchas víctimas inocentes, además de que se generaron dos guerras en el exterior. Porque, por ejemplo, los edificios se desplomaron “en caída libre” como si nada les “opusiera resistencia”. No obstante los pisos inferiores al impacto, compuestos de acero, estaban intactos. ¿Pero cómo se “pulverizó” el acero de las Torres? ¿Qué energía deshizo los castillos, cuando edificios más altos y con temperaturas más altas nunca se han colapsado?
Sin embargo, el análisis de fragmentos de la destrucción indica la presencia de nanotermita [recortes de óxido ferroso incrustadas en carbono], así como microesferas de hiero fundido y aluminio. Explosivos no convencionales con los que se pudo eliminar la resistencia de los materiales del as Torres para que se derrumbaran como las vimos por televisión, a velocidad newtoniana. La ciencia al servicio del imperio. Ni más ni menos.

[NB. Atención Editores. Por asuntos personales, Maniobrasdelpoder tomará unos días de descanso a partir de ahora. Nos vemos el 3 de octubre].

Correo: maniobradelpoder@gmail.com

jueves, 8 de septiembre de 2011

¡A MÉXICO!, GUERRA ANTITERRORISTA

07/septiembre/2011

*¡Cuidado!: EU viene tras el petróleo
*Mismas tácticas de Afganistán e Irak

Urge. Prioritario para los mexicanos. Para, al tiempo de exigir al gobierno de Felipe Calderón una revisión de su fallida estrategia contra el crimen organizado, particularmente el narcotráfico —en todo caso relanzarla con tantos frentes como se requiere, si es que no se está camuflando el problema; ¿un trabajo sucio para quién o a beneficio de qué intereses?—, brinde una explicación al país sobre qué tanto y en qué materias ha negociado o cedido frente a los Estados Unidos, que impacte su seguridad nacional y sus intereses económicos y estratégicos como nación.
La urgencia es que, a juzgar por la ofensiva emprendida por EU contra su vecino del sur, ya no lo mira como amigou sino bien parece tenerlo ya de enemigo. Esta consideración, porque desde los autoatentados del 11/S a las Torres Gemelas de Nueva York, EU modificó los principios de su política exterior al pasar de una relación de mero espionaje, a otra contra quien se le ponga enfrente y amenace su “seguridad nacional”. Y México, como muchos otros países del mundo, parece que cayó también de todas sus gracias.
Sabido es que, tras la urgencia de los halcones de EU, los guerreros que llevaron a George W. Bush de la mano cuando inventaron el pretexto de la “guerra contra el terrorismo”, está el asunto este de “seguridad nacional” para ellos que es el abastecimiento de petróleo, dadas sus exigencias de consumo a futuro inmediato que crece a pasos acelerados. Recordemos los datos: “De 1999 a 2002, EU quintuplicó su consumo de petróleo hasta llagar a los 22 mil millones de barriles diarios. E importa más de la mitad, es decir, 12 mil millones por día. Y para 2025, se calcula que consumirá ¡30 millones de barriles! Y tendrá que importar más de 20. Lo que quiere decir que, EU pasará de una dependencia del 55 al 70% del exterior para el consumo. Por eso el petróleo del Golfo de México es declarado de ‘seguridad nacional’ para EU. ¿Y México qué?”. [En “PRI/PAN=EU, con Pemex”, http://maniobrasdelpoder.blogspot.com, 02-septiembre-2011]. También el gas del norte del país.
De ahí la ofensiva gringa sobre México. Muy similar a la que se dio cuando, so pretexto de la “guerra contra el terrorismo”, se atacó tanto a Irak como Afganistán. Por eso el espíritu guerrero del imperio contra su vecino del sur, el primero del ¡patio trasero! O la geopolítica del imperio con fines geoestratégicos y geoeconómicos.
Pero de ahí también salen las explicaciones siguientes:
1) El por qué las ofensivas en todos los sentidos del terreno diplomático de EU con México. El papel del espía principal, con cartera de embajador, Carlos Pascual, y su injerencismo en la política interior de México [las revelaciones del portal Wikileaks que nunca fueron desmentidas, desnudaron tamaño proceder en las embajadas del mundo]. El arribo de más espías, el caso de los agentes de la CIA, de la DEA y del Pentágono: unos asentados en el corazón de México, en Reforma 265; los más, en una base militar en el norte del país [luego se ubicó en Escobedo, Nuevo León], los planeadores de guerra de Afganistán e Irak. ¿A qué llegaron? ¿Quién los llamó y para qué?
2) Las amenazas continuas que están atrás de los descalificativos también constantes emitidos por políticos gringos todo calibre. Como aquél de México como Estado fallido —que en este espacio hemos abandonado, por ser útil a los intereses de EU—; o la clasificación de “narcoinsurgencia”, como se catalogo recién a la violencia desatada por los carteles de las drogas, que más parecen aliados del “trabajo sucio” contra los mexicanos y favorables al interés vital de los gringos. ¡Ni hablar de narcoterrorismo!
3) La tan llevada y traída —pero nunca cumplida—, y famosa corresponsabilidad prometida por los más altos niveles del gobierno de Washington, tanto el propio presidente Barack Obama como su ahora nada confiable y secretaria de Estado, Hillary Clinton, para atender el problema del narcotráfico como un asunto común. O de los dos países, con EU a la cabeza como principal demandante/consumidor, y de México como abastecedor, sea por cultivo/proceso o trasiego desde Centro o Suramérica.
4) El sospechosísimo programa Rápido y furioso, en el cual ha quedado de manifiesto que participaron altos funcionarios desde el despacho de Clinton —la ATF no se manda sola; y menos para un proyecto tan delicado de armar a peligrosas bandas—, y más parece un programa para fortalecer al enemigo de México, a los carteles de las drogas y así calentar la zona norte del país, que para seguir la pista de las armas hasta alcanzar la detención de los capos que encabezan los carteles mexicanos. ¡Tamaña tomadura gringa!
5) Ya toca a la puerta el sucesor de Pascual. Al ser palomeado ya por el Senado de su país, como el nuevo embajador de EU en México, Earl Anthony Wayne no tarda. Un diplomático experto en seguridad. Pero que viene desde Afganistán, como segundo de a bordo en ese país al que EU llevó su guerra para apoderarse del negocio de la amapola. ¡Ah, perdón!, pero es que el señor Wayne sabe cómo ayudar a los estados en cuestión para impulsar su desarrollo económico. De todos modos cabe preguntar, ¿a qué viene a México; lo sabe el gobierno de Calderón? ¿Por qué el gobierno mexicano no cuestionó seriamente ese nombramiento al de EU? ¿Por qué el mutis de alfombra roja de Relaciones Exteriores? ¿Y el Senado de México para qué sirve?
6) Pues mal. Lo último de la lista, por ahora, es que México está en la mira de EU para expandir su guerra contra el terrorismo. ¿No que no? Es lo nuevo. Con revelaciones, entre otros medios, de The Washington Post y de la prensa mexicana. Que el mismo comando que aniquiló en un operativo secreto a Osama bin Laden, compuesto por fuerzas especiales militares Seals, ahora EU pretende traer contra su vecino del sur. Se trata del Comando Conjunto Operaciones Especiales del Pentágono (JSOC), la fuerza militar más poderosa de los gringos.
Los reporteros del Post, Dana Priest y William Arkin, revelaron que “México está primero en la lista de sus deseos”. Sobre las tácticas y los enfoques de la guerra antiterrorista estadounidense, “los militares intentan aplicar en México lo mismo que hicieron en Afganistán”, reveló un oficial de EU también a The New York Times. Lo aprendido contra los terroristas de Al Qaeda, lo quieren traer a México para el combate a los carteles de las drogas. ¿Nada más? De entrada, como se sabe, las naves no tripuladas, los llamados drones —tecnología belicista más moderna—, ya sobrevuelan territorio mexicano. ¿Sólo la frontera compartida? ¿Qué sabe de todo esto el gobierno de México?

Correo: maniobrasdelpoder@gmail.com
http://maniobrasdelpoder.blogspot.com

miércoles, 7 de septiembre de 2011

MÉXICO, BARCO QUE ZOZOBRA

07/septiembre/2011

*Miopía, para no ver las consecuencias
*Empujar la propuesta de la UNAM

No hay tierra a la vista. Todo lo contrario, el barco zozobra en la tormenta. En el corto plazo no existe solución para el dilema que padece México, en todo lo que genera la inseguridad. La violencia seguirá detonando en el país. Porque no hay más opciones que las hasta ahora puestas en práctica para combatir el crimen organizado. El gobierno mexicano está empecinado en seguir con lo que viene haciendo desde diciembre de 2006, pese al terrorífico saldo de más de 50 mil mexicanos muertos.
Con oídos sordos y haciéndose de la “vista gorda”, el principal responsable como jefe supremo del ejército, da por hecho que las Fuerzas Armadas seguirán haciendo un trabajo que no les corresponde. Pese a que el dilema que representa la inseguridad es para los cuerpos policiacos; los policías federales, la policía investigadora (PGR, ministerios y jueces). Esa policía que —se enorgullece Genaro García Luna, el titular de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), un funcionario que, sin resultados, tampoco se quita los señalamientos como protector de uno de los grandes capos de las drogas en México—, a la fecha es incapaz de ofrecer resultados, no obstante los enormes emolumentos que goza para el cumplimento de unos fines que no ofrece.
Porque los cuerpos policiacos no cambian. Nadie hace nada por modificar sus prácticas. Peor aún, cuando las policías están o infiltrados por criminales, o son copartícipes de las propias bandas de narcotraficantes. Son síntomas de una corrupción que tiene imbuido todo el sistema. El sistema económico, el político y el social [la corrupción es de herencia española, data desde los siglos de la invasión y la posterior instauración del sistema colonial, pero con innovaciones que han madurado incluso al interior de la misma sociedad hacia las últimas décadas]. No hay exámenes de confiabilidad para policías; el propio García Luna no lo hace como titular de su corporación. La situación de dichos cuerpos policiacos es peor en los estados y mucho mayor a nivel municipal.
La violencia se ha generalizado en el país. Cierto que por un lado es la pugna entre los carteles por el dominio de los territorios para el negocio de las drogas —sintomático, en aquellas rutas principales como el Golfo y el Pacífico, la frontera con Estados Unidos, así como del corredor donde fluyen los inmigrantes desde el sur centroamericano hasta la frontera norte—, pero por el otro que la dichosa guerra ha acelerado la violencia porque la disputa se vuelve más aguda.
Hay estados del país donde reina la violencia. El crimen organizado ha controlado gran parte territorial en varios estados, como Chihuahua, Nuevo León, Tamaulipas, Sinaloa, San Luis Potosí, Veracruz, Zacatecas, etcétera. Los gobernadores de los estados más bien muestran fragilidad que control de la inseguridad. Varias ciudades también padecen un clima de violencia, desbordada.
Sin atender la corrupción y la impunidad, flagelos que demandan una estrategia desde el Estado pero de largo plazo, es como sembrar en empedrado. En el largo plazo también se atiende todo lo relacionado con la economía y con la sociedad. Pero el actual gobierno no tiene proyecto económico, mejor que el heredado por el sistema priista en sus últimas secuelas de neoliberalismo de 25 años [a la fecha casi 30], para resolver el atraso en todos los terrenos, que no sea el utilitario, pragmático y de corto plazo. La política social también del actual gobierno, sin creación de empleos ni salarios justos, no sienta las bases para que la sociedad enfrente los dilemas de la desintegración social —Ciudad Juárez es un lacerante ejemplo—. Peor aún si el Estado abandona su compromiso con la población [hay atrasos en todos los terrenos].
En el último debate cara a cara con Calderón, que se dio merced a la presentación de la más completa propuesta elaborada por 88 especialistas en todos los temas, Elementos para la construcción de una política de Estado para la seguridad y la justicia en democracia, el rector de la UNAM, José Narro, insistió en que se requiere un acuerdo político nacional de corte político social, pero ya: “antes de que termine septiembre”.
Para, en todo caso, entrar a discutir un “giro” en la estrategia de seguridad. “Sabemos —dijo Narro— que no es un asunto de voluntarismo, pero también estamos convencidos que conviene diseñar un plan para el regreso de nuestras fuerzas armadas a sus funciones naturales”. De ahí la integración de un grupo de trabajo en los temas donde pudiera haber consensos, admitidos no obstante en algunos puntos por Calderón.
Pero de entrada, a estas alturas del sexenio ya no hay condiciones para cambiar las formas; mejor dicho, la fallida estrategia. Porque, por una parte, Calderón no ve la “carnita”, para el “giro inmediato” en la estrategia de seguridad; dice que el documento de la UNAM tiene “algunas cosas que suenan genéricas, más de propósito”. Típico de un visionario de corta mirada, no obstante hay al menos 10 coincidencias en las que se puede avanzar —dijo Calderón— como: un diagnóstico estatal sobre la violencia, que la universidad encabece un foro sobre el debate de la prevención, encuesta sobre los actos de corrupción, etcétera.
Por el otro, los tiempos políticos son fatales. El país más bien está entrando de lleno a las definiciones electoreras del 2012. Y Calderón dedicará tiempo a este asunto por encima de otros. En otras palabras, tanto a él como al PAN, les interesa más la definición política que revisar siquiera el asunto de la inseguridad. El tiempo político se acabó para el presidente actual. Es más, el sexenio ya se le acabó a Calderón. Sin logros, sin metas, nada más la inercia de lo que ha emprendido hasta la fecha.
La participación por la vía de la inclusión de la sociedad organizada resulta ahora primordial. Y eso no lo hará el gobierno desde alguna de sus dependencias. Antes bien lo podría hacer, convocar a la participación —por qué no— abierta de la sociedad, la propia institución universitaria. No se olvide que tanto la UNAM como los profesores mismos tienen una elevada aceptación social por encima de otras incluida la presidencia y ni se diga los partidos.
En otras palabras, que movimientos como el que representa el poeta Javier Sicilia, se amplíen al máximo. Llegó el momento, para eso no importan los tiempos políticos [con todo y sean los partidos quienes imponen el itinerario de la sucesión presidencial y por tanto electoral calendarizada], de convocar a la participación social. A todas las asociaciones civiles. La sociedad debe hacerse oír ya. Porque basta de miopía.

Correo: maniobrasdelpoder@gmail.com
http://maniobrasdelpoder.blogspot.com

martes, 6 de septiembre de 2011

LA CRISIS MUNDIAL ASOMA

06/septiembre/2011

*Detonante: el incumplimiento griego
*Fragilidad tanto de la UE como EU

Ninguna invitada. No la quiere nadie para la reunión, pero ya está tocando a las puertas del gran salón. La expectación está latente entre los asistentes al festín. Y no falta tanto. Será el más leve movimiento de una sola ficha lo que provoque que todo el dominó se venga al piso. Son las leyes del propio funcionamiento del sistema capitalista-industrial e imperial, usurero y especulador, las que darán al traste con todo el entramado económico mundial.
Con todo y esto último no sea lo que está sobre la mesa de la discusión. Porque el mea culpa, superficialmente, es de las enormes deudas de los estados, de los déficit fiscales y la poca o nula creación de fuentes de trabajo —cual si la responsabilidad fuera de los gobiernos malsanos que no saben administrar un país en un momento dado, o porque no se toman las medidas pertinentes en tiempo y forma—; es decir, de todos menos del funcionamiento mismo de un deplorable sistema excluyente y explotador burgués al borde del caos.
Lo cierto es que, como en otras ocasiones, los países desarrollados abusaron de su Jauja, y ahora la situación es tal que ya no pueden culpar a otros de sus propios dilemas; ni siquiera los altibajos de las monedas [al mínimo escozor de las bolsas] o los elevados crecimientos de economías como China, India o Brasil. Porque se trata de ellos mismos. La (des)Unión Europea por un lado, y los Estados Unidos (EU) por el otro. Con tantos problemas encima desde Fukushima, Japón también caerá de refilón, como los demás afectados. Es decir, que el mundo está al borde de la catástrofe por una recesión profunda que no tarda.
Ni siquiera es un asunto de los presidentes o de los primeros ministros de Europa o de Barack Obama de EU. Como tampoco, y mucho menos, de los trabajadores y la sociedad en general, sobre los que se está inclinando la balanza en contra. En el fondo es el saldo de la propia especulación; es el saldo de los excesos de los mercados financieros internacionales. Porque son los mercados a futuro los que detonaron al final de 2007 y durante 2008 el problema de los créditos en EU, y la crisis en general.
Una situación que se corrió hacia Europa, la (des)Unión Europea que está —por cierto en estos momentos— al borde de la desintegración, por la falta de propuestas para salir unidos del dilema, pero no lo hacen. En cambio, se pretende sacar a Grecia de la “unión”, con la pretensión de evitar cualquier contagio a los mercados europeos. El absurdo de tal propuesta es que, la sola mención es señal de que también España, Portugal, Irlanda e Italia podrían correr la misma suerte. Camino a la desunión.
Pésima señal, entonces, de la (des)UE. Porque cierto que las presiones para los gobiernos hacia los pueblos, quienes están obligados a cargar con el peso de los recortes estatales en todos los sentidos, no se vale porque son los que ni la deben. Mejor dicho, son obligados hasta por la fuerza para pagar la crisis. Porque los culpables resultan intocables; son los mercados financieros locales y mundiales los grandes detonantes.
Lo ha dicho Christine Lagarde, la titular del Fondo Monetario Internacional (FMI), en el sentido que hay riesgo de una recesión global. Que hay pocas opciones para evitarla. Tiembla la UE, ciertamente, pero también EU. Grecia está poniendo el ejemplo; juzgue el lector si es justo o no. Recuérdese que para recibir los recursos para el rescate, Grecia prometió fuertes medidas presupuestales restrictivas, presupuestales y de crecimiento. Pues resulta que el país heleno está reculando al compromiso.
Eso tiene ya encendidos los focos rojos en toda la zona euro. Y los “mercados” ponen los ojos en los demás países con problemas. Por ejemplo, dice Luis Garicano, según la nota de ayer de El País: “Europa vive una encrucijada histórica. Hemos llegado al límite de lo que se podría hacer sin cambios sustanciales. Mientras, llegan muy malas noticias de Grecia e Italia, que parecen un país sin rumbo”. Porque resulta que, el sector financiero cual verdadero causante de los problemas actuales en el mundo, a la postre es intocable.
En ese marco “limitado” y de “pocas posibilidades”, resalta Lagarde, para Der Spiegel: “Todavía podemos evitarla [la nueva recesión]. Las posibilidades de los gobiernos y de los bancos centrales son algo menores que en 2009, porque ya han disparado buena parte de la pólvora. Pero si los gobiernos, organizaciones internacionales y bancos centrales trabajan juntos, la evitaremos”. Pero eso es precisamente lo que no han intentado siquiera los gobiernos más fuertes en el marco de tamaña circunstancia. Por ejemplo, Angela Merkel de Alemania o Nicolas Sarkozy de Francia. Ni lo harán. Por lo tanto, la situación no está fácil.
Por otro lado, Obama está padeciendo intentando sacar una reforma para activar el mercado interno. Un plan estilo Roosevelt, para impulsar la infraestructura cuyos detalles por cierto presentará este jueves 8. Pero es tan limitado como las cadenas que le han impuesto los republicanos de la Cámara baja. Seguro que se quedará en el intento, y al igual que en la (des)UE carece de un proyecto más de fondo. A decir verdad no tiene tampoco el control, las herramientas ni las políticas viables para destapar la fuerte recesión que es tan profunda como la del 29-30 y con menos alternativas para salir.
Por eso, todavía y aún con ese muy corto margen de maniobra que tienen dichos gobiernos, de EU y la UE, les queda cobrársela al sector empresarial y financiero más fuerte, que es el principal beneficiado en cada etapa de crisis. Pero eso también se ve como imposible. Por lo tanto, pese a los llamados para hacer algo al respecto, lo cierto es que la invitada entrará por la puerta grande al festín.
Será la segunda gran recesión mundial, y puede comenzar ciertamente tanto en Europa como en EU. El pretexto puede ser cualquier movimiento en falso, como los que ya están dando los gobiernos griego, ¿italiano?, ¿portugués?, ¿español?, etcétera. Pero más profunda. Tanto porque el margen de maniobra de los gobiernos es menor —incluso para presionar al sector de las finanzas internacionales—, como porque hay menores opciones con estados tremendamente endeudados y sin recursos para aplicar planes de rescate estilo keinesianos. El problema es que no van solos, sino que arrastran al resto del mundo. De no ser por los países del BRIC (China, India, Brasil), al resto no les queda más que el grito desesperado de: “¡Sálvese quien pueda!”.

Correo: maniobrasdelpoder@gmail.com
http://maniobrasdelpoder.blgospot.com

lunes, 5 de septiembre de 2011

V INFORME, SIN INFORME

05/septiembre/2011

*La opacidad de logros es general
*La clase política sin acuerdos base

Gobierno sin logros, sexenio de caos. Porque a casi cinco años de gobierno, el balance no le favorece a Felipe Calderón. Tampoco hay metas sin proyectos. Y el actual titular del poder ejecutivo nunca ha mostrado más que propuestas de papel; o buenas intenciones frente a la pantalla de la televisión, más como método de propaganda que en cumplimiento de fines.
El aludido presume que sus logros se ven opacos frente a la abrumadora realidad de la inseguridad. Dicho sea un día después del Informe escrito presentado el pasado 1° de septiembre, en un discurso a modo y ofrecido ante un escenario de fieles seguidores [más bien, el evento sirvió de pasarela política para los presuspirantes del PAN a la candidatura presidencial del 2012].
Pero la realidad es que carece de metas en todo. Por eso, la discusión del Quinto Informe, entre los legisladores que se sumarán tras la apertura del nuevo periodo de sesiones del Congreso, seguramente dará pié a severas críticas. Porque de entrada es falso que la preocupación por la inseguridad oculte el resto de logros en todo lo demás.
Porque no hay tales logros. Y el país lo siente y vive en carne propia. El asunto del combate a la inseguridad motivada por la proliferación del crimen organizado, ha metido al país de lleno en una guerra. Una guerra que nadie pidió sino el propio presidente alentó, más como un golpe de timón para legitimarse en el poder que para contener el avance de temas delicadísimos como el narcotráfico [de ser esta la meta no se habría procedido tan desatinadamente].
Y el saldo de la guerra es atentatorio de la vida de los mexicanos en muchos sentidos. No sólo los más de 50 mil caídos, cuanto el resto de secuelas derivadas de un clima de guerra [la desintegración de las familias, la desatención médica y sicológica, etcétera], que se padece en todo el país, principalmente en los estados del norte fronterizo con Estados Unidos. Lo que traerá consecuencias todavía impredecibles. Como el juicio político a Calderón; si no es que las cosas van más lejos porque, como lo señaló el juez Baltasar Garzón, en México se han cometido “crímenes de lesa humanidad” y alguien tiene qué responder por eso. Queda como un gran pendiente para un futuro no lejano.
Así, como no hay más metas sexenales que la dichosa guerra, tampoco hay logros. Nada más recuérdese que las dependencias que ejercen más presupuesto no son por ejemplo Economía, apoyo al campo o a la industria, pesca, minería siquiera Pemex, sino el ramo judicial. En especial el policiaco-militar. Porque la prioridad de este gobierno no es la economía, la generación de empleos, el apoyo a la producción industrial o del campo, siquiera energético o de otro tipo cuanto el énfasis está en la llevada y traída guerra.
Por eso, frente a una guerra fallida, ¿qué otros logros puede presentar el presidente Calderón en su Informe por escrito, el que llevó Francisco Blake al Congreso? La economía no pasa de tasas de crecimiento pírrico [del 0.48% en cuatro años del PIB per cápita], porque sigue a pie juntillas el precepto neoliberal auspiciado por Washington. La privatización de Pemex es una muestra conspicua de la política económica del actual sexenio. La generación de empleos, que tanto canturrea un inepto titular del Trabajo, de 751 mil permanentes en los cuatro años, no es nada comparable con la demanda del millón 300 que demanda el mercado laboral año con año. El saldo del “presidente del empleo”.
El entreguismo hacia el exterior, desde luego que solo a EU, es de un consentimiento tan servil como reprobable. La política hacia afuera no sirve y carece de cualquier precepto de autonomía e independencia en cuanto al respeto a la soberanía, la autodeterminación y la no intervención. Nada qué ver con el pasado [¿por qué todo lo pasado fue mejor?].
En política el país está tan entrampado como el propio presidente con su partido, con montones de asuntos pendientes y cosas irresueltas. Sin la calidad moral ni el liderazgo suficiente —mínimo siquiera—, Felipe Calderón no atina hacer avanzar el país hacia un posible acuerdo siquiera con los gobiernos de los estados que más lo padecen, para desenmarañar el problema de la seguridad.
Pero claro está que el país reclama más que acuerdos mínimos. Exige propuestas sólidas y de fondo. Pero estas sólo pueden ser planteadas por políticos con visión de largo plazo; con altas miras y no visión de miope [sin ofender a los enfermos]. No hay no habrá en lo que resta del sexenio una propuesta de solución a fondo de los graves temas que tienen al país postrado en la ignominia y el atraso.
No lo han hecho los panistas como tampoco lo han evitado los priistas que lo generaron; ni en su momento ni después. Se trata de la elevada dependencia del país de las fuertes ligas con Estados Unidos. Porque gran parte de los males radican en la mala, pésima relación de México con su vecino del norte. La negociación de acuerdos y tratados que ponen de rodillas a México ante el imperio gringo no tiene precedentes más que de sujeción esclava de un país por otro más poderoso.
Pero en fin. El caso es que el Quinto Informe de gobierno de Calderón dará mucho de qué hablar al poder legislativo, o brindará material de sobra para que los “representantes populares” se explayen todos los temas. Para presionar al gobierno a dar explicaciones que no tiene para muchas materias; más lo que resulte con tantos pendientes.
Por lo pronto, el “día del presidente” se acabó en el sistema político mexicano. Claro que anuló una pisca de democracia al presentarse éste a la realidad tanto de la calle con las protestas de los independientes, como los cuestionamientos de los legisladores de los demás partidos que el propio.
Además, que no hay más el culto personal al protagonista principal previo al Informe: seguir la pista del presidente, desde el desayuno, la salida de Palacio hacia la sede de los poderes, el recorrido en automóvil al descubierto y el confeti, la entrevista personal, el discurso central desde tribuna, la salida triunfal y el famoso besamanos, etcétera.
Sigue tan campante, eso sí, la pasarela de los aspirantes a la candidatura presidencial por el PAN. Y se aprovecha cualquier marco para eso, como el discurso de Calderón de “un día después”. Pronto habrá definiciones en ese sentido, si no del PAN porque esperará a lo que suceda con el candidato del PRD [¡para ir en alianza si es un independiente o incluso Cuauhtémoc Cárdenas, ¿otra vez?!], sí de los demás partidos. Lo peor es que, aún sin logros, Calderón sigue gobernando. Al menos no por mucho tiempo.

Correo: maniobrasdelpoder@gmail.com
http://maniobrasdelpoder.blogapot.com