martes, 24 de agosto de 2010

LA AUTOCRÍTICA, EL COMPROMISO

24/agosto/2010

*Tiempos, también, para la reflexión personal
*Los proyectos propios también se comparten

Cuando comencé a escribir esta columna bajo el título que tiene ahora: “Maniobras del poder” (puede verse completa en mi blog http://maniobrasdelpoder.blogspot.com; antes le llamé simplemente “Inseguridad”), platiqué con algunos amigos referente a los contenidos que comenzaría abordar en ella. Y sobre la conveniencia, o no, de tratar la problemática del poder.
Más que nada porque —me auguraban— tendría problemas en lo sucesivo para colocarla en algunos medios impresos tradicionales de alcance nacional, o incluso en aquellos de impacto regional y local. Tanto por el tema como por la idea de criticar lo establecido. Y porque a nadie le gusta que le digan lo que está mal. El gobernante prefiere, o aduladores o incondicionales, pero no críticas. Sin embargo, eso no me desanimó y seguí con el proyecto. Simplemente hay cosas del acontecer nacional que se tienen qué decir. El país no se puede deshacer entre las manos por causa de unos cuántos, y el resto quedarnos en la contemplación. Esa fue la guía que me alentó a escribir sobre estos temas.
Las respuestas llegaron pronto. Cuando en lo inmediato coloqué la columna aparecida todavía bajo el nombre de “Inseguridad” (está en http://inseguridadcolumna.blogspot.com), se dio el primer borrón o tijeretazo de la misma. Fue en un diario de circulación restringida al Valle de México y con un contenido en dónde hablaba del gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, en la cual no dije más de lo que se sabía ya de tiempo atrás, sobre las evidencias que carga en hombros el político en cuestión. La columna fue censurada, en párrafos completos, y me salí del diario, no sin antes manifestarle por escrito la inconformidad al director.
Recién dejaba la dirección (que cubrí durante 2009, pero renuncié por cuestiones administrativas) de un periódico que había salido nuevamente, luego de muchas penurias por parte de la sociedad cooperativa que lo administraba y de estar fuera de circulación por un breve tiempo, ahora con capital privado. Por cierto por dos socios que no saben nada de hacer un diario, y por eso no hacen nada por sacarlo del bache; al contrario.
Su nombre: De Nuevo El Día, remembranza del histórico El Día, que en los tiempos de mayor fortaleza (durante la década de los años 90, siendo su directora Socorro Díaz) llegó a imprimir hasta 50 mil ejemplares diarios y circular en México y algunos países de Latinoamérica y estados en Estados Unidos. [Mi trabajo escrito de esta etapa puede verse también en: http://mipasoporelda.blogspot.com].
Tengo algunos años en el medio impreso. Con conocimiento de casi todas las áreas donde se hace un diario o una revista. Y escribiendo tantos más. Por cierto comencé en Mundo Político (a principios de los años 90), aquella revista que editaba un maestro venido a periodista que del Distrito Federal se fue para Acapulco, de donde desapareció y ninguna autoridad ha indagado su paradero. Se trata de Leodegario Aguilera, cuya presunta muerte quedó en la penumbra de la impunidad. Como tantos compañeros del medio.
Antes de El Día, con Carlos Ramírez contribuí a la elaboración de la revista La Crisis durante varios años como jefe de redacción. Con trabajo de edición, de corrección y supervisión de planas. Luego vino, también con Ramírez, La Crisis Diario. Tiempo después el periódico Transición. Con Ramírez aprendí muchas cosas en la práctica. Un columnista que tiene una capacidad de trabajo tan acelerada como pocos.
La colocación de la columna no ha sido una tarea sencilla. Entiendo que no es fácil encontrar los espacios para publicar. Son muchas las razones y trataré de enumerar algunas ahora: 1) Los diarios están conformados por equipos bien armados, muchos de ellos desde su fundación. Y no se le publica a nadie si no forma parte de la plantilla de colaboradores admitida con antelación. 2) Un medio impreso también es un negocio, y cada empresario define los perfiles o el tipo de colaboraciones que admite conforme a su línea editorial. 3) La zozobra de los medios de comunicación en nuestro país, data desde los tiempos de Ernesto Zedillo para acá, cual reflejo del control desde el gobierno vía las restricciones de la publicidad oficial, que es inequitativamente repartida. 4) La crisis económica que anida en el país desde principios de los años 80, con la aplicación de un modelo de desarrollo contraccionista, donde las empresas no despegan en sus actividades productivas y reducen con ello sus alternativas de comercialización y asimismo de promoción publicitaria. 5) Las herramientas como el internet han contribuido al desplazamiento, que cada vez será mayor, de los medios tradicionales mediante los cuales las personas se informan de los acontecimientos, incluso coyunturales, de su país. 6) La crítica de las secuelas del poder no le viene a los poderes establecidos. Espero que esto sea apenas un pretexto, más que una explicación. Pero tampoco lo descarto.
Pero el espíritu que mueve a Maniobras del poder se justifica ampliamente. Y acepto que es poco tiempo aún de promoción y colocación. Pero debe continuar su tarea de criticar los artilugios del poder. Así eso tenga que ser nada más mediante el uso de las páginas web. Es ahí, sobre todo, en donde he encontrado el espacio para una muy amplia difusión. Al final de cuentas es el medio de un presente-futuro que ya nos alcanzó (ver mi nota de anteayer).
La inclusión en portales importantes como http://alainet.org, o en http://rcci.net/globalización, sobre todo; pero igual en www.ciudadcapital.com (de la cual soy director general), www.acento2010.com, www.benjaminbernal.com, etcétera, le ha dado a la columna presencia en muchos países del mundo. Eso es altamente satisfactorio. Comenzando por Latinoamérica, pero también en España, Estados Unidos y otros tantos países de Europa. En su búsqueda bajo nombre de columna o de su autor en el buscador de Google, el despliegue es enorme. Agradezco a los amigos de los sitios que me ofrecieron el apoyo. La denuncia seguirá, en tanto los atropellos no paren. Y eso, seguro, caerá cuando la sociedad organizada se decida a ponerle un hasta aquí. Estaremos en ello.

Correo: maniobrasdelpoder@gmail.com

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