lunes, 23 de agosto de 2010

EU O IRÁN, ¿AMENAZA NUCLEAR?

23/agosto/2010

*En la mira por su nueva planta
*EU, fuerte potencial destructivo

Día simbólico. El sábado pasado Irán inauguró su primera planta nuclear en Bushehr, al sur del territorio, con el apoyo tecnológico de Rusia después de 35 años de iniciada su construcción. “La planta alcanzará su máxima capacidad de producción de 1,000 megavatios en los próximos seis o siete meses”. Estados Unidos se ha parado de pestañas por ello. Alega la amenaza regional con un Irán poseyendo la tecnología nuclear. ¡O porque no es país amigo!, como sí lo fue antes de la revolución iraní de 1978-1979 que derrocó al Sha. Pero el programa iraní fue la respuesta al embargo de armas por EU durante la guerra de 1980-1988.
De nada sirve que el país asentado en el antiguo territorio persa tenga la supervisión de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), o que el Consejo de Seguridad de la ONU —comenzado por los cinco miembros permanentes, más Alemania— en el sentido que el programa nuclear no tiene fines militares. Tampoco que Irán esté rodeado por estados nucleares como la India, Pakistán o Israel, que no han firmado el Tratado de No Proliferación (TNP), como él sí lo hizo. Para EU se trata de una amenaza. No importan sus necesidades energéticas, de al menos 20 mil megawatts de electricidad para su desarrollo.
Se ha dicho hasta el cansancio, pero se tiene que reiterar. Si nos atenemos al número de armas nucleares (bombas atómicas) que poseen los países desarrollados que tienen el potencial científico-tecnológico (de la física nuclear) desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, el mundo sigue pendiendo de un hilo. La tierra puede ser destruida varias veces; incluso por accidente, donde los malentendidos sobran. Veamos.
No obstante que la toma de protesta de los presidentes de EU es con la mano izquierda sobre la Biblia —una medida tradicional para “preservar, proteger y defender” la Constitución—, el mismo ritual de los generales del Pentágono cuando hacen la guerra a otros países, se olvidan de aquél principio bíblico que dicta: “Con la vara que mides serás medido” (Mt. 7-2/Mr. 4-24/Lc. 6-38). Por citar sólo uno.
Porque a su mal entender y extraídas de contexto, atienden más aquellas palabras bíblicas que se refieren a la guerra viendo enemigos frente a sus intereses (“Porque con ingenio harás la guerra. Y en la multitud de consejeros está la victoria”, Proverbios 24-6; un mensaje contrario a la violencia), desdeñando además que: “Al que piensa hacer el mal, le llamarán hombre de malos pensamientos”, Ibid. 24-8. Y “Daré al pago al hombre según su obra”, sin mucho andar”, en Ib. 24-29. Ni se diga hacer el bien y sin mirar a quién. Porque aún los principios bíblicos son echados, en ellos, como las perlas a los cerdos.
Y eso, sin referir que la Escritura es para el protestantismo la única fuente de autoridad. La máxima en términos de fe, de conciencia y de moral. ¡Qué tal si no lo fuera! Distorsionados los preceptos, todo lo demás es atropello. Y el abuso se convierte en guerra en contra de cualquiera que represente una amenaza para los intereses geoestratégicos de ese país: EU. Y, por tanto, del bienestar imperial, así sea en tierras con referencia del Antiguo Testamento.
Y si eso no importa, tampoco lo demás. Pero eso sí, ya entrados en materia, a los gringos les cabe la consigna: “¿Por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo?” (Lc. 6-41). Como el mundo lo suponen suyo, al igual que les ha ocurrido a todos los ambiciosos conquistadores en la historia de la humanidad (hablando de imperios como el Mongol, Romano, Español, Otomano y Británico; con hombres no poco perversos como Gengis Kan, Ciro el Grande, Alejandro Magno, Napoleón Bonaparte o Hitler y cía.), actúan con lujo de violencia en cualquier rincón de la tierra. Sobre todo en aquellos países ajenos a la órbita occidental.
Es el caso de las reacciones en contra de países “enemigos”, conforme al último referente antiterrorista. A donde han sido embutidos países por la simple razón de no acceder a la voluntad e intereses de EU. Ahí están ahora en la mira, después de Afganistán e Irak recientemente acusados de ser protectores o abastecedores de los terroristas de Al Qaeda (acusados de los atentados del 9/11), Corea del Norte e Irán.
Contra ambos, EU trata de hacer válido el pretexto del presunto potencial nuclear, como para construir armas que pongan en peligro la paz mundial. O el orden que imponen como imperio, así sea en los hechos una amenaza latente. A nombre de dicho “orden”, está la “protección” del armamento atómico de EU. Que recién se dio a conocer que está conformado por 5,113 cabezas nucleares, hasta septiembre de 2009. Con todo y que representa una reducción del 84 por ciento de la máxima alcanzada a finales de 1967, de 31,255. Entre 1994 y 2009 se desmontaron 8,748 cabezas nucleares. Y las armas nucleares no estratégicas declinaron cerca del 90 por ciento entre septiembre de 1991 y 2009.
Cierto que el propio reactor representa un peligro. Son los riesgos de la energía nuclear. Y los alcances de su uso son todavía discutibles. Pero EU no es quién para cuestionar el programa de un país que con trabajos inauguró apenas un reactor. Además que, entre los percances, se cita frecuentemente el accidente de Chernóbil, en Ucrania. ¿Pero y el ocurrido en 1979, en la planta nuclear de Theree Mile Island, en el estado de Pennsylvania? Nada tampoco. A septiembre de 2009, EU contaba con un total de 104 reactores en funcionamiento, y estaban previstas 30 centrales más. Menos que los 112 de 1990. Pero con una producción de electricidad que se ha mantenido estable; un 20 por ciento de total consumible. Sin olvidar que hay 442 reactores nucleares en 32 países que producen materiales utilizables en armas nucleares.
Con un programa nuclear incipiente, ahora sigue el reto del enriquecimiento de uranio. Como dice el jefe del programa nuclear (la Organización de Energía Atómica de Irán) pacífico, Ali Akbar Salehi: “Hoy nuestra única opción en la disputa nuclear es la resistencia (a las presiones de Occidente, especialmente de EU); y si resistimos, entonces la oposición contra nuestro programa nuclear de paz colapsará”. Pero el peligro no está en un solo país, cuanto en las 30,000 armas nucleares, producidas por el desarrollo nuclear mundial, con EU a la cabeza.

Correo: maniobrasdelpoder@gmail.com

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