lunes, 2 de agosto de 2010

ARRECIAN KUKLUXKLANES

02/agosto/2010

*Ley Brewer, discriminación latente
*Suspensión parcial de la legislación

“El hecho de que exista una minoría privilegiada no compensa ni excusa, la situación de discriminación en la que vive el resto de sus compañeros”:
Simone de Beauvoir (1908-1986).

Las reacciones xenofóbicas ya despertaron. Pese a que la Ley SB1070 fue restringida en sus principales artículos por la juez Susan Bolton, de todas maneras entró en vigor. De poco valieron las protestas generalizadas en contra de la ley de la gobernadora Jan Brewer; ni el recurso interpuesto por el presidente Barack Obama; el tibio reproche del gobierno mexicano, o el masivo repudio de inmigrantes en los propios Estados Unidos. No sólo en el estado de Arizona sino en todo el país.
Nada. Pudo más la actitud racista, discriminatoria y de rechazo a la presencia de los inmigrantes latinoamericanos —principalmente mexicanos, claro; pero también de El Salvador, Guatemala, Honduras, Costa Rica, etcétera—, que la valoración de su trabajo, los bajos salarios que reciben y el tipo de actividades que desempeñan, tanto en el sector de los servicios y las manufacturas con procesos de intensidad laboral, como en las cosechas en las actividades agropecuarias.
Ganó el racismo contra los inmigrantes en un país de migrantes. Es el triunfo de las encuestas, porque en todas se decía que la ley Brewer recibía todo el apoyo. ¡Pero acaso en EU no se manipulan las encuestas? ¿De verdad que más del 50% de entrevistados están en contra de los inmigrante? ¿Será porque el estatus de su estancia en ese país tiene la calidad de ilegalidad? ¿Pero por qué permanecen en la ilegalidad? ¿Valió más el empuje de la derecha republicana que gobierna en Arizona? ¿Será que verdaderamente la derecha en todo el país, que rechaza y mantiene a Obama a la raya, así como en permanente campaña de descrédito y acosado permanentemente al punto del descrédito frente a un pueblo manipulado por los grandes medios masivos de comunicación?
Un ejemplo tomado del diario La Opinión de Los Ángeles, nos pone a tono con esas actitudes xenófobas que están ocurriendo en estos momentos en Arizona, pese a lo trunco de la ley más no cancelada. Bajo el encabezado: “Más de 23 mil mexicanos urgen ayuda en Arizona”. Y el balazo que a la letra dice: “La mayoría de las peticiones y quejas están relacionadas a la ley migratoria”, con fecha 30 de julio y firmada por la reportera Gabriela Mendoza Aguilar.
Dice: “¿Tienes hambre? Un oficial de la patrulla fronteriza preguntó a un mexicano indocumentado quien respondió que sí, pues llevaba dos días sin comer desde que estaba a punto de ser deportado desde Arizona. Lo que vio después fue una bolsa de frijol en polvo sobre su cara y la voz del agente que dijo como despedida: ‘Ahí tienes… eso es comida para perros’. El migrante llegó horas después al albergue de San Juan Bosco, en la frontera Nogales, Sonora, con el orgullo hecho pedazos: la peor secuela de la Ley SB1070.”
Nogales es la ciudad que recibe el mayor número de quejas de migrantes relacionados con los maltratos en territorio de EU, especialmente Arizona, sigue la nota de La Opinión: “(Son) 15 mil 393 registrados oficialmente, durante los últimos ¡siete meses!”. Y luego otros números que coadyuvan a comprender el problema. “La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) reportó ayer que entre el 1de enero y el 27 de julio 23,444 mexicanos solicitaron atención a la red consular de México en Arizona, donde radican 1,860,600 de origen mexicano que representa en 88.6% de la población hispana”. Y el cálculo de la propia cancillería es que entre 400 mil y 530 mil son inmigrantes indocumentados; alrededor de la cuarta parte.
“En un recuento frente a la entrada en vigor de a SB1070, además detalló que las peticiones se realizaron en los consulados de Douglas (3,406), Phoenix (2,389), Nogales (15,393), Tucson (1,749) y Yuma (593). De un total de quejas 19,164 estaba relacionada con asuntos migratorios: 114 por faltas a los derechos humanos; 2,188 por asuntos administrativos, 1,451 penales, 504 civiles y 34 laborales. (Y) a través de la atención telefónica en el centro de llamadas de la SRE en Arizona, desde el pasado 23 de abril se registraron hasta el 25 de 9,566 llamadas relacionadas a la SB1070 que en el porcentaje general de requerimientos promediaron 14%”.
Un botón de muestra, de las reacciones que ha generado y seguirá desatando la Ley SB1070, en el estado de Arizona. Más lo que sigue, que seguramente serán otras leyes vejatorias en contra de los inmigrantes en ese país cuya memoria es tan corta como su miopía, en cualquiera otro de los estados colindantes con la frontera mexicana.
Sin olvidar los que mueren en el intento. Es decir, aquellos hermanos que se quedan en el desierto. “La oficina del médico forense en el condado de Pima, Arizona, ha recibido este julio, 38 cuerpos de inmigrantes. Sin embargo, muchos cuerpos son ‘devorados’ por el desierto y quedan sin ser registrados. Oficialmente el gobierno mexicano reconoce que desde el 2001, más de 1,750 hombres, mujeres y niños han muerto en el desierto”. Más los 80 o 90 que son recibidos en los albergues que piden auxilio. Ciertamente, concluye la nota, “no se ha incrementado en número con relación a otras fechas, pero sí más maltratados, sin dinero y con la moral destrozada”. Más lo que falta.
No obstante el mismo día de la entrada en vigor de la ley, el viernes 30 de julio, arreciaron las detenciones al igual que las protestas en Arizona. Frente al capitolio estatal hubo cientos de manifestantes, frente al tribunal donde la juez Bolton emitió su dictamen el miércoles 28. Sin embargo, el promotor clave de la ley Arizona, el republicano Russell Pearce, opinó que la jueza Bolton se equivocó, pero pronosticó que el estado ganará al final.
Y tal vez le asiste la razón. No sólo por el empuje de la derecha discriminatoria, también porque en cualquier momento la Ley SB1070 puede ser restablecida. Nada más porque está vigente y los artículos que obligan a la policía a solicitar documentos como licencia de conducir, pasaporte o cualquier otro documento de identificación, a todo sospechoso de ser indocumentado e ilegal en su estancia en EU permanece.
Una ley que otorgará a los inmigrantes un trato que no se merecen, pero que en el caso mexicano, los gobiernos no han sabido brindarles las condiciones de vida necesaria. Tampoco ha defendido sus intereses en un país al que le debe tanto como casi la mitad del territorio. Ganan los kukluxklanes.

Corre: maniorasdelpoder@gmail.com

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