lunes, 8 de noviembre de 2010

MÉXICO 2012, ¿PARTIDO O CIUDADANO?

08/noviembre/2010

*Rejuego anticipado de candidatos partidistas
*Coalición PAN-PRD, continuidad perversa

“Yo soy un ciudadano, no de Atenas o de Grecia, sino del mundo”: Sócrates (470 aC-399 aC).

México padece ya el ambiente preelectoral presidencial. El 2012 anticipado. No obstante falta todavía la elección del 2011, que lleva en su seno la definición de la gubernatura del Estado de México. En el Partido Revolucionario Institucional las cosas parecen estar asentadas desde hace tiempo. Enrique Peña Nieto es el bueno para competir por su partido rumbo a la Presidencia de la República.
En el Partido de la Revolución Democrática no hay nada claro todavía, ni siquiera con el Jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard Casaubón. Salvo quizá el Partido del Trabajo que llevará como gallo a Andrés Manuel López Obrador. Y tal vez el Partido Convergencia en coalición. Sin embargo, el 2011 será el toque definitivo para mover y asentar el rumbo de las fuerzas políticas, y la definición última de los candidatos.
Entretanto, en el Partido Acción Nacional ya se soltó el avispero. No obstante reina en el ambiente un clima de indecisión, de indefiniciones todavía. Mejor dicho, la víspera será más clara. La alianza perversa entre la derecha y la “izquierda” espera la elección del año entrante. El candidato común. Porque el líder del PRD está casado con el gobierno; porque amarró directamente con el presidente Felipe Calderón o con el PAN.
Ninguna sorpresa será el candidato de coalición para la elección del Edomex, PAN-PRD. El candidato presidencial no será, precisamente, alguno de los recién “destapados” por Francisco Ramírez Acuña. El exgobernador de Jalisco que “destapó” a Felipe Calderón para la candidatura en el 2006 desde mediados del 2004. Ahora nombró ya a los que le pueden ganar al PRI, entre quienes están: los gobernadores de Jalisco y Guanajuato, Emilio González Márquez y Juan Manuel Oliva; la diputada federal Josefina Vázquez Mota; el senador Santiago Creel Miranda y los secretarios del Trabajo y de Hacienda, Javier Lozano y Ernesto Cordero, respectivamente.
Esas menciones son apenas distractoras. Lo cierto es que ninguno de dichos candidatos tiene con qué ganarle a Enrique Peña Nieto, a López Obrador o a Marcelo Ebrard, como asegura Acuña. Es más, por eso será clave el 2011, si hay alianza perversa PAN-PRD, entonces habrá candidato común para la presidencial en el 2012. Queda el escollo de la presidencia electoral interna del PRD. Pero harán todo Los Chuchos para aportarle a ganar si no la reelección partidista sí mantener el control. Eso a beneficio del gobierno y la continuidad de la misma línea.
De ser así resulta que el PRD perderá hasta la identidad a manos de Los Chuchos. Pero amarrado como está Jesús Ortega Martínez con el PAN se podrá esperar un fraude en esa elección interna del PRD. Al menos los perredistas deberán cuidar dicha elección si quieren arrebatarle a Los Chuchos el partido. De eso dependerá el proyecto PAN-PRD para el 2012. Al tiempo.
Pero si van unidos, el candidato común no será ninguno de los mencionados por Ramírez Acuña. La verdad es que nadie tiene la talla, mejor dicho, la propuesta para ganarle al PRI. Sí la tiene, en cambio, quien hasta puede ser el candidato común del PAN-PRD y anda en campaña ya, Marcelo Ebrard. Sí, porque Marcelo puede ser el candidato común, con tal de ganar y conservar el poder presidencial por parte del PAN. U otro posible, que también puede ser invitado como candidato, el exrector Juan Ramón de la Fuente, recién aplaudido por el mismísimo presidente Felipe Calderón.
Ambos podrían abanderar la coalición. Mal por Marcelo, pero eso es posible incuso a costa de lo que pueda quedar del PRD. De ser Ebrard, sin embargo, es seguro perdedor frente al PRI. No tiene mayores méritos que ser el Jefe de Gobierno del DF, pero sin grandes propuestas de cambio. Mejoras no les ha traído a los habitantes de la ciudad capital. Ha gobernado nadando de a muertito. Ninguna reforma importante, siquiera para contrarrestar la crisis, digamos en materia de empleos.
En ese sentido tendría mayor consenso y apoyo De la Fuente, pero lleva el riesgo de no ser un político de cepa. Eso lo hace, por lo mismo, un candidato ideal porque sería manejado al atojo del PAN. A la vez que tendría mayores posibilidades de ganar. Recuérdese que el personaje es crucial para vendérselo a la gente, al ciudadano para cooptar el voto. Ramón de la Fuente sería un candidato de esos; ingenuo en política y al mismo tiempo manejable.
Porque el PAN no quiere perder el control todavía, y conservar la presidencia hasta el 2018, como presumiblemente lo augurara Vicente Fox. Desde la política y con el control del proceso electoral, se pueden hacer las trampas necesarias para no perder, aunque se pierda. Por eso se cuida tanto al Instituto Federal Electoral, y a sus integrantes. Los partidos saben que la ciudadanización del mismo quedó en el papel. O en el primer Consejo General.
El PAN es el partido en el gobierno, o del gobierno —y por eso el mismísimo Calderón está interfiriendo en la elección del próximo dirigente nacional; uno de los reclamos de los panistas disidentes— que no ha sabido gobernar. Ha sido más el partido del caos. Sin proyecto de país, sin resultados para la población. Cerrarán los dos sexenios como pesado lastre.
Con un saldo en contra, y sin soluciones nacionales, de la única manera que podría ganar el PAN sería con trampas. Mejor dicho, mediante un nuevo fraude electoral, como en el 2006. Porque lo ganado por Fox en las urnas en el 2000 lo perdió en los hechos. Y lo perdido por Calderón en el 2006 nunca lo legitimará en los hechos. Los resultados, el saldo de su sexenio quedará como una mancha negra en la historia de México. Pésima celebración del Centenario de la Revolución Mexicana. Ni se diga del Bicentenario independentista.
Le queda al PRI la posibilidad de ganar. Con un mal candidato. Pero el PRI quiere retomar Los Pinos. Le echará toda la carne al asador para lograrlo. Claro que será tanto como un albur para el país, más de lo mismo en tanto no cambie. No lo hará en poco tiempo. A El Peje tampoco lo dejarán ganar. La sociedad todavía no toma conciencia de la importancia de no dejarse manipular el voto. Falta mucho para ciudadanizar todo el proceso electoral. ¿Se logrará en 2012? Cuidar el voto, para que gane el que la gente quiera y no el que se imponga desde el poder mismo, bien puede ser un primer paso. Andando todos.

Correo: maniobarasdelpoder@gmail.com

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