viernes, 12 de noviembre de 2010

BANCA EXTRANJERA, ERROR GARRAFAL

12/noviembre/2010

*México, la hipoteca del sistema bancario
*Los absurdos de un ex: Guillermo Ortiz

“Cuida de los pequeños gastos; un pequeño agujero hunde un barco”: Benjamín Franklin (1706-1790).

“Es la economía, estúpido[s]”. Para citar el autorrecordatorio Clinton, en sus tiempos de Presidente de los Estados Unidos. Que, por cierto, bien le caería en estos momentos también al presidente Barack Obama, como paisaje colgado de las paredes de la Casa Blanca. Como bien se lo manifestaron subrepticiamente los ciudadanos en las pasadas elecciones intermedias.
Resulta que ahora, como luego nos vienen a decir a toro pasado algunos expresidentes mexicanos [porque no todos, porque la soberbia no se los permite], que siempre sí se equivocaron en la conducción del país; pero lo dicen cuando ya lo echaron todo a perder. Resulta, decía, que más tarde que temprano reconocen ser unos estúpidos —en toda la extensión de la palabra— todos aquellos que han manipulado como un pésimo especialista la columna vertebral de este como cualquier otro país: la economía.
Presidentes y gabinete económico. Estúpidos e inútiles buenos para nada. Para muestra basta el botón, porque al buen entendedor pocas palabras. Craso error privatizar la banca. El manejo de los dineros públicos en manos de extranjeros; inversiones, depósitos, préstamos y control de cambios [¿algo más? Sí. Las ganancias que son repatriadas cada año a los países de origen]. Y en México hasta el 80 por ciento es manipulado por dueños de bancos de otros países, principalmente España, como buen ejemplo de la “Madre patria”. Todo por el entreguismo ramplón de los gobernantes mexicanos, secuela de la aplicación a tabla raza del modelo neoliberal que conlleva la privatización de organismos del Estado en aras del reinado librecambista y depredador dirigido desde Washington por la Casa Blanca, aplicado por el Banco Mundial y el vigilado desde el Tesoro norteamericano.
Lo dijo ayer mismo Guillermo Ortiz Martínez, el exgobernador del Banco de México y antes secretario de Hacienda, exhijo putativo del también artífice privatizador del mismo renglón y muy amigo del expresidente Carlos Salinas [el que prometió llevar al país a la antesala del “Primer Mundo”, (¡sic y recontra sic!)], el flamante amedrentador de diputados y vendepatrias Pedro Aspe Armella, exalumno del ITAM-MIT [la misma gata donde se capacita a los administradores de este país con pura cifras y sin el mínimo de conciencia sobre las secuelas de sus políticas y acciones de gobierno]. Los tres son parte de la camarilla que ha contribuido a llevar a este país al punto en el que está de bancarrota, tanto en materia económica como política y social —porque la crisis mexicana tiene nombres y apellidos.
En los siguientes términos se expresó Ortiz, el próximo presidente del único banco mexicano que existe ahora, el Banorte, cuando se le preguntó: “¿Cuáles son los retos de la banca en términos de financiamiento, de servicios bancarios del nivel de extranjerización de la banca?” (Ver portal de La Jornada de ayer). A lo que respondió: “Vamos por partes: el tema de la extranjerización de la banca no ha sido nada nuevo [recuérdese que inició en 1982]. Yo creo que fue un error haber propiciado que 80 por ciento del sistema financiero esté en manos de bancos extranjeros [resulta que fue un error, ¿y por qué no hizo algo en consecuencia cuando fue titular de Hacienda o del Banxico, durante años, entre 1997 y 2009?].
“La crisis internacional reciente —prosiguió Guillermo—, hizo patente que la situación de la banca internacional fue mucho más trágica, cuando lo que se suponía es que iba a venir a contribuir a consolidar la banca en México”. Tamaña falacia, seguramente aprendida en la Universidad de Stanford en 1977, con su tesis “Acumulación de capital y crecimiento económico. El caso de México”. ¿Qué no aprendió Ortiz que a la “banca internacional” solo le importa la acumulación pero de sus propios capitales? ¿Dónde se ha visto que el sistema financiero de un país “contribuya” con otro a consolidarlo si su ley es de simpe y llana depredación?
Ah, pero sin embargo, agregó: “Creo que la banca extranjera si ha contribuido a darle estabilidad y modernidad al sistema financiero porque estaba muy mal [¿en qué estaba mal?, ¿en que prestaba para financiar el desarrollo otorgando créditos a los empresarios de todos los tamaños para hacer productivo el dinero y crear empleos, algo que ahora la banca no opera?], pero creo que sería muy conveniente que los bancos extranjeros estuvieran en la bolsa de valores [¿otra vez, para que se lleve ahora los remanentes de los inversionistas como de por sí se llevan los recursos de los depositantes mexicanos?], que hubiera excedentes minoritarios para que los consejos de administración de los bancos, las subsidiarias de los bancos, realmente funcionen para que haya disciplina en el mercado” [¿disciplina de qué?].
Sigue la propuesta de Perogrullo de Guillermo Ortiz Martínez: “En segundo lugar, el crédito al sector privado es del orden del 20 por ciento [¡muestra de que el banco extranjero no invierte sólo se lleva las “ganancias”!], y uno de los retos fundamentales es proporcionar servicios en condiciones favorables a la mayor parte de la población que no tiene acceso al sistema financiero [¿para qué quiere “la población” acceder al sistema si no tiene para ahorrar y menos para invertir, como un salario digno para comprometerse con préstamos bancarios?, ¿en qué mundo y México viven personajes como Ortiz?].
“Finalmente, confluye sus peroratas, la banca tiene que tener rentabilidad paro hay que hacer un esfuerzo mucho mayor, tanto de cobertura como de oferta de servicios de calidad en precio”. Eso dijo Ortiz, entre otras barbaridades. Sólo preparándose para tomar posesión de Banorte. Nada más. Porque como todos los demás operadores neoliberales, no saben o se hacen ignorar el suelo que pisan y lo que han echado a perder al país en términos no solo financieros sino de la economía real en general con sus políticas públicas entreguistas. Por eso estamos como estamos, con esos flamantes funcionarios públicos y con los respectivos gobernantes.
Con idénticos principios se aplicó también el modelo neoliberal que tiene postrado a México. Y entre los responsables se cuenta a los expresidentes desde Miguel de la Madrid hasta ahora Felipe Calderón, pasando por los “estúpidos” Carlos Salinas, Ernesto Zedillo y Vicente Fox; unos más otros también. Y sus secretarios de Hacienda, y sus titulares de Economía. Y los gobernadores del Banco de México. ¿Y los “estúpidos”?

Correo: maniobrasdelpoder@gmail.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario