martes, 8 de marzo de 2011

PAN-PRI-PRD, LA MOVILIDAD PARTIDISTA

08/marzo/2011

*El partido en el poder le apuesta a repetir
*Peña-Moreira, los enlaces del dinosaurio

Elección anticipada, cualquier paso que den ahora los partidos políticos en México —una situación que va más allá de las elecciones estatales de este 2011, incluida la del Estado de México—, va encaminado hacia la sucesión presidencial del 2012. Estar al tanto de lo que ocurra, principalmente en los tres “grandes” —el Partido Revolucionario Institucional (PRI), el Partido Acción Nacional (PAN) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD)—, resulta, por lo tanto imprescindible para el análisis y la revisión de sus tipos de maniobras.
Lo interesante es ver cómo se ajustan las políticas a cada paso que dan los partidos y sus dirigencias, sus principales actores también. Cómo se van perfilando los posibles candidatos y los fines partidistas rumbo al 2012. El PRI, por su parte, con el reciente nombramiento —el viernes 4 pasado ante un escenario de manipulación o acarreo de masas (más de 2 mil priistas en el Centro de Convenciones) al viejo estilo priista, procedentes de diferentes estados hacia el estado sede del constitucionalismo mexicano en Querétaro— de su nuevo y flamante presidente, Humberto Moreira exgobernador de Coahuila, va por todo a fin de recuperar la silla presidencial con su presunto candidato, Enrique Peña Nieto.
Es decir, el PRI está aceitando la maquinaria [de viejo modelo] para recuperar el poder presidencial en 2012, no obstante el continuismo de sus viejas prácticas porque la renovación generacional que tanto pregonan no les da para cambiar al partido de raíz y tirar por la borda prácticas añejas. Porque el viejo dinosaurio sigue vivo, como en el cuento de Monterroso. Y la muestra la tenemos en el férreo control ejercido por Peña en temas como: su presunta candidatura por el PRI a la Presidencia —un posicionamiento que le ha costado inversiones millonarias en publicidad al erario público de la entidad—, la sucesión misma en la dirigencia de su partido y la designación del candidato priista para el Edomex.
La elección de Moreira tiene el tufo del dedazo priista, promovido y para el allanamiento de la vereda a Peña hacia el 2012. Además los une la relación política con la lideresa del SNTE, Elba Esther Gordillo. Viejos principios, añejas prácticas, anquilosadas alianzas caciquiles de un PRI que, como el PAN que no aprendió a ser el partido en el poder, aquél tampoco a renovarse con durante los ya casi dos sexenios que lleva como principal partido de la oposición. Lo que da pie, por cierto, a pensar que si bien en la superficie de la política hay una competencia entre PRI-PAN por el poder, en el fondo tienden a lo mismo: a la imposición del bipartidismo, a una simple alternancia en el poder meramente compartida, a la defensa de los mismos intereses de los hombres que detentan el poder tanto adentro —los hombres más ricos de México— como afuera —los organismos internacionales procedentes y al servicio del Consenso de Washington.
El PAN, por su parte, se prepara para sorprender a los mexicanos con su política de alianzas y la recientemente propuesta de “candidatura ciudadana”, para volver a colocar al inquilino de Los Pinos entre 2012 y 2018. Es Felipe Calderón quien está dando aire a dicha postura. Pero unos días antes el titular de Gobernación, Fernando Blake Mora [quien casi no suena al igual que el procurador Arturo Chávez Chávez], hizo llegar la iniciativa de las candidaturas ciudadanas, hasta para la Presidencia de la República, al Congreso pero pasó desapercibida por los problemas de coyuntura.
Está claro que el PAN no quiere dejar el Poder Ejecutivo. Ya se engolosinó con el poder presidencial y quiere seguir. Y saben los panistas que no tienen con qué ganar solos. Por eso le apostarán a la política de alianzas con el PRD. Eso queda cada vez más claro, incluso por encima de la elección del Edomex. Esto significa que, si no van juntos en la entidad gobernada por Peña, dejarán pasarla con tal de perfilarse rumbo al 2012 con un candidato ciudadano.
Cierto que, como dijo el también reciente dirigente blanquiazul Gustavo Madero: en el PAN hay “caballada suficiente capaz para 2012”. Pero con ninguno ganan la Presidencia, y lo saben. Pese a Creel, Lujambio, Cordero, Lozano, Mota, e tutti quanti. Por eso la promoción de la “candidatura ciudadana”. Con ello el PAN intenta cerrar la pinza para proponer a personalidades como Juan Ramón de la Fuente; ahí sí en coalición con el PRD. Por eso también el interés de esa dirigencia, encabezada por Jesús Ortega, de aliarse con el PAN. Para impedir el retorno de las “viejas prácticas” del PRI. Las alianzas que van de lo perverso hasta lo “impúdico y espurio”, como califica Moreira.
No importa que por ahora el presidente del PAN se oponga y se haga el occiso, como si desconociera la intención de Felipe Calderón. Es el manejo de las apariencias en lo que se acercan los tiempos de las definiciones políticas importantes. Calderón ha propuesto que sean los mejores candidatos sean o no panistas, con tal de “conservar el poder”. Más claro no podría ser. En otras palabras, Calderón tiró la línea más viable para el PAN. Bajo el argumento de que está en juego “el futuro del país” [¡sí, pero en peligro!] y el del propio panismo [¡ese sí que está en jaque!], dijo el pasado sábado 5.
Lo que difícilmente conseguirán, eso sí, es la difusión de los “logros de 10 años del PAN” en el poder, porque son pírricos o nulos. Y no hay más. Pero lo intentarán, según lo dicho por Calderón durante la sesión del Consejo Nacional panista del fin de semana. Reacio a que el país está cada vez peor en cualquiera de los rubros que se analice. Pero le apostarán a “los 30 millones de jóvenes que votarán en 2012”, y no conocieron el pasado con el PRI donde regía “el autoritarismo, la corrupción, la represión y las crisis económicas”. Por eso, dicen, ellos deben “explicar las diferencias”. Además cuenta con “aquellos sectores que hoy son beneficiarios de los programas sociales”; es decir, el manejo populista del apoyo a la pobreza desde el Estado, al viejo estilo pronasolero priista y salinista.
En fin. De lo que se trata es de avanzar en la consolidación de sus candidaturas. No importan las propuestas sino los incondicionales para seguir con el estatus quo. Tanto el PRI como el PAN y ahora el PRD se olvidan del país al que sirven o deberían de. Pero es claro que si nadie defiende sus principios, mucho menos defenderán los ajenos. Se olvidan que los otros intereses, los del país, son los que realmente importan y no los de las elites del poder. Las sorpresas que faltan todavía, la víspera de la elección del 2012. Pero los políticos andan en pleno jolgorio.

Correo: maniobraesdelpoder@gmail.com

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