viernes, 9 de julio de 2010

ÁLEX, DILUVIO NORTEÑO

09/julio/2010

*Daños en NL, Tamps. y Coahuila
*Las lluvias más fuertes en un siglo

“Los actos contra la naturaleza engendran disturbios contra la naturaleza”:
William Shakespeare (1564-1616).

Cíclicos como son, los fenómenos meteorológicos —naturales desde luego— resultan cada vez más impredecibles. Y por la fuerza con la que se presentan, implican también mayores peligros para el hombre. Sobre todo, desde hace algunos años para acá; digamos la última década del XX y la primera del XXI en todo el mundo. Recuérdese las últimas inundaciones en Europa en 2005, 2008 y 2009, en diversos países.
Pese a que abundan las explicaciones, digamos que las causales no son tantas. Citemos al menos tres. 1) Desde que el mundo industrializado y de consumo desmedido ha derivado en un creciente deterioro de la naturaleza, por los desechos contaminantes en cielo mar y tierra. Y la madre natura reacciona. 2) La pésima planeación de los gobiernos del mundo y de todos los niveles (muchas veces desbordados para satisfacer demandas sociales, como la vivienda y otras), permiten la expansión de la mancha urbana hacia zonas bajas (del nivel del mar), como son los cauces de los ríos e incluso hacia barrancas o las faldas de cerros. Luego vienen las calamidades. 3) La negligencia gubernamental y una nula política de protección civil. Como sucedió con el más grande desastre en Estados Unidos, que causó el huracán Katrina un lunes 29 de agosto de 2005 en los tiempos de George Bush, que anegó la ciudad de Nueva Orleans (hasta 7 metros de profundidad), causando cuantiosos daños (75 mmdd) y cientos de muertos (1,836 personas).
El caso es que con los huracanes llegan las inundaciones. Álex llegó a México hace una semana, y ha cobrado la vida al menos 33 personas (hay 15 en NL). Entró por el Golfo de México como huracán de segunda categoría en la medición Saffir-Simpson, tocando territorio mexicano en Tamaulipas, al norte del país. Llegó después de su paso por Centroamérica. Golpeó ciudades en estados como Nuevo León, Tamaulipas y Coahuila. Con unos 616 milímetros de lluvia, representa el doble de Gilberto que azotó la región en septiembre de 1988. Los daños a su paso son incuantificables a estas alturas. Las autoridades de estas entidades del país están solicitando ayuda urgente.
En Nuevo León hay 116 comunidades incomunicadas que sólo por helicóptero reciben víveres. En la capital del estado, Monterrey, son 72 colonias las afectadas por la destrucción de vivienda y la infraestructura: carreteras, calles y servicios de agua potable, drenaje y luz. Hay presas que representan una amenaza por la cantidad de agua; se están abriendo compuertas controladas. En Tamaulipas se desbordaron al menos 7 ríos que causaron desastre en 19 municipios. En Coahuila, la muerte le llegó al propio secretario de Obras y al alcalde de Piedras Negras, al caer la avioneta que sobrevolaba la zona de desastre.
El gobernador de Nuevo León, Rodrigo Medina de la Cruz, ha dicho que la ciudad capital está colapsada. La tormenta provocó las lluvias más fuertes en un siglo. Por eso el canal del céntrico río Santa Catarina, normalmente seco, se desbordó arrastrando todo a su paso. Son comunes las escenas con autos llenos de piedras. Con al menos 130 mil personas sin el servicio de agua; 12 mil 361 que han sido rescatadas y evacuadas; 68 mil 14 familias con necesidades de apoyo en víveres y material de limpieza. Son 7 mil 642 personas que pernoctan en 53 albergues, y el número aumenta. Entre 8 y 10 mil casas tendrán que construirse. La reconstrucción podrá durar meses o años.
Los ríos que se desbordaron en Tamaulipas, dejaron a 115 comunidades incomunicadas, en los 19 municipios mencionados declarados zonas de desastre, y siguen aislados. Y sin servicios de agua potable y electricidad. En Reynosa fueron desalojadas 5 mil 700 familias que viven en 17 colonias cercanas al Río Bravo, cuyo nivel aumenta amenazador.
El Bravo se pone bravo. Con niveles de hasta 6.8 metros de altura, amenaza desbordarse también. Su máximo de 8 metros. Pero se está liberando agua de las presas de Nuevo León. Pero, como informa el responsable de Aguas y Drenaje, Méndez Villagómez, “a esta situación (del río Bravo), se suma el riesgo que significa las lluvias de la depresión tropical número dos que nos puede dejar hasta 10 pulgadas de lluvia, por eso es que la alerta crece, sobre todo para las comunidades aledañas al Río Bravo y que carecen de bordo de contención”.
En el estado de Coahuila, hay al menos 20 mil viviendas en “las que se perdió el cien por cien de los muebles”, según informa el gobernador Humberto Moreira. Son alrededor de 80 mil personas las que duermen en albergues. La mayoría son del municipio de Sabinas y hay muchas comunidades incomunicadas. Son “muchísimas casas más que tienen diversos daños, problemas en techos, con alguna pared, inundaciones menores”. Alrededor de 160 mil personas todavía están sin agua potable en el estado, informó Moreira.
Les llueve sobre mojado. A los daños causados por Álex, se suman los riesgos por la siguiente tormenta que, según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) impactó ayer en la frontera entre Tamaulipas y Texas, con lluvias torrenciales de hasta 200 milímetros en las siguientes horas, para los tres estados mencionados más afectados: Tamaulipas, Nuevo León y Coahuila.
La ayuda ha comenzado a fluir desde todo el país. Víveres básicos vía la Cruz Roja. La población se solidariza. El gobierno federal autorizó el envío de 115 millones para Nuevo León del fondo de desastres, para las labores de “infraestructura más urgentes”. Pero los ayuntamientos calculan pérdidas millonarias: Guadalupe, mil 800 millones de pesos; García, 835 mdp; Santiago, 600 mdp; San Pedro Garza García, mil millones; Escobedo y Sta. Catarina, 700 mdp; Apodaca, 500 mdp; Juárez, 300 mdp; San Nicolás de los Garza, 150 mdp. Y aumenta el número de colonias afectadas.
Los reclamos no se han hecho esperar para el director de Conagua, Luis Luege, quien recién dijo que “estaban preparados para la temporada de huracanes”. Habló de 13 programas prioritarios, entre ellos uno para el norte, expuso ante diputados federales. Pero más que claro que fue rebasado ante la primera emergencia. La Sedena ha instrumentado el Plan DN-III, para auxiliar a la población en estos y otros estados del país en donde también han pegado las lluvias por Álex, como Oaxaca y Veracruz, Guerrero, Chiapas y Guanajuato. Las facturas.

Correo: maniobrasdelpoder@gmail.com

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