05/septiembre/2010
*Fidel Castro insiste sobre la amenaza nuclear
*Tropas desde Azerbaiyán preparan el ataque
“Lo maravilloso de la guerra es que cada jefe de asesinos hace bendecir sus banderas e invocar solemnemente a Dios antes de lanzarse a exterminar a su prójimo”: Voltaire (1694-1778).
Con todo y que para muchos líderes mundiales e intelectuales, el dirigente Fidel Castro Ruz merece la crítica por erigirse como “dictador” de Cuba y mantenerse en el poder durante décadas sin elecciones ni libertad de expresión, hasta que heredó el poder a su hermano Raúl, además ahora en plena decadencia, como lo refleja aún sin dedicatoria —pero prototipo del dictador latinoamericano de los años 70 y 80— Gabriel García Márquez en El Otoño del patriarca, eso no le resta presencia o importancia a lo que dice.
La insistencia de Castro, desde que comenzó recién sus apariciones esporádicas ante el público y los medios, sobre la posibilidad de una guerra nuclear en contra de Irán por parte de Estados Unidos y su aliado del Medio Oriente, el Estado guerrero de Israel, luego de la movilización y presencia de tropas en aguas del Golfo Pérsico, no pierde sentido. Al contrario, se consolida cada vez. Ayer se dijo que, además, hay presencia en Azerbaiyán de tropas conjuntas.
El pretexto es la presunta amenaza que Irán representa para la dupla EU/Israel en la región. No quieren a un “enemigo” armado. Mucho menos con artefactos nucleares, pese a que nadie lo ha comprobado. Pero los aliados en esta ocasión le temen al programa iraní de desarrollo y aplicación pacífica de la energía nuclear en forma de reactor, del presidente Ahmadineyad. Argumentan que, el antiguo país persa podría construir sus propias armas nucleares. El precepto es falso, pero aceptado a conveniencia en el mundo, desde los tiempos de la Roma imperial: “Si quieres la paz prepárate para la guerra” (Flavius Renatus Vegetius).
No obstante que EU e Israel poseen arsenales nucleares a raudales, para ellos Irán representa una amenaza porque atenta sus intereses estratégicos. Es la política de: o estás a mi servicio o contra mí, del imperio de EU a nivel global. Vientos de guerra de un orden mundial dentro del cual, ningún país al margen de la órbita imperial tiene derecho a ejercer su autonomía. En ningún sentido; así sea con fines energéticos, como es el caso, o de la geopolítica.
El control de la zona petrolera no puede entrar al rejuego con un Irán armado. Eso explica el interés geoeconómico de la región. Ahí está la zona petrolera controlada por EU en Irak, pero también Kuwait (ambos países escenario de guerras por el petróleo), los países árabes y hasta el propio Irán. Eso alienta al imperio estadounidense y su achichincle de zona, para avanzar rumbo a la escenificación de una guerra que, como advierte Castro, en este caso puede ser por un ataque nuclear. Y el horno ya no está para bollos. Porque las consecuencias serían fatales.
Contra eso reaccionó el líder cubano el pasado viernes, frente a un público de estudiantes en la Universidad de la Habana, como lo ha advertido en otras ocasiones. “Las potencias atómicas —dijo Castro— occidentales que tratan de detener el programa de desarrollo nucleoeléctrico de Irán, no tienen ninguna prueba, ni la pueden tener, del supuesto proyecto iraní de fabricación de armas nucleares, pero esos países, Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Alemania, pueden utilizar como pretexto para agredir que la república islámica posee una central nuclear en funciones para lanzar un ataque contra ella y desatar una guerra”. Difícil escenario.
Dice que es “increíblemente limitado” el tiempo que tiene la humanidad para contener la conflagración en ciernes en el Golfo Pérsico. Porque “al mundo se le ocultó deliberadamente esta realidad [la movilización de tropas comenzó en junio durante el Mundial Sudáfrica 2010] y le ha correspondido a Cuba la dura tarea de advertir a la humanidad del peligro real que está confrontando”. Porque dentro de unos días se cumple el plazo que fijó el Consejo de Seguridad de la ONU (en su resolución 1929 del 9 de junio pasado), de los tres meses para que el gobierno de Irán detenga su programa de enriquecimiento de uranio, con el cual abastecerá su planta de Bushehr.
Entretanto, asumiendo, como citó al general egipcio Amin Radi, presidente de Seguridad Nacional, el diario israelí Yedioth, “la decisión de declarar la guerra a Irán no es fácil”, pero Israel quiera iniciar una guerra “para seguir siendo la única potencia nuclear en la región”. Eso con información de junio. El mismo mes comenzó el flujo de tropas, el portaviones estadounidense Harry S. Truman, acompañado de otros doce barcos israelíes pasaron por el Canal de Suez a principios de junio. El presidente egipcio Mubarak se aseguró de que todo ocurriera sin contratiempos.
La medida va acompañada a la presunta vigilancia del paso comercial controlado rumbo a Irán, que incluye evitar el paso de material radioactivo para su programa nuclear, tras el fallido programa Turquía-Brasil-Irán para el abastecimiento a Irán del uranio enriquecido; la solución viable para EU. Todo ello, en tanto se cumple el plazo de la ONU, que cumple en unos días más. Por eso la preocupación y llamado urgente de Fidel.
El caso es que, si estuviese decidido un ataque en contra de Irán, EU e Israel tendrían copado a ese país. Además del Golfo, por el este desde Afganistán hay 17 mil soldados en tres bases: Bagram, Kandahar, Shindand. Por Paquistán, Musharraf ha autorizado el uso de tres bases: Shahbaz, Dalbandin, Jacobabad. Por el oeste, en Irak todavía hay presencia militar del Pentágono. Tropas de EU en Qatar. En el norte, en las antiguas exrepúblicas soviéticas, además de los 3 mil soldados de EU instalados en Bishkek, Kirguistán; la luz verde de Tayikistán, Kazajistán y Turkmenistán para usar sus aeropuertos, en Azerbaiyán está la alerta roja para Irán.
Pero la tropa “Guardia Revolucionaria” ya se moviliza hacia su frontera noroeste. “La movilización se hace por la presencia de fuerzas americanas e israelíes en la frontera”, dijo el general Mehdi Moini. Según Teherán, tropas de EU/Israel se alistan en las bases militares y aéreas de Azerbaiyán para ejecutar desde allí un ataque a las instalaciones nucleares de Irán. Y el presidente Ahmadinejad ya declaró estado de guerra en su frontera noroeste, en la zona del Caspio. El peligro ya llegó. Y la amenaza nuclear también.
Por eso, la preocupación de Fidel.
Correo: maniobrasdelpoder@gmail.com
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