domingo, 4 de julio de 2010

EU DERROCÓ A ALLENDE

04/julio/2010

*Nixon-Kissinger, arman el complot
*El miedo a la “expansión socialista”

“La bestialidad es un mal menor que la perversidad, pero es más temible”: Aristóteles
(384 AC-322 AC).

El golpe militar que encabezó el dictador Augusto Pinochet en contra del presidente Salvador Allende, el 11 de septiembre de 1973 en el Palacio de la Moneda en Chile, fue una decisión de Estado orquestado por el presidente de Estados Unidos, Richard Nixon, y su consejero de Seguridad Nacional, Henry Kissinger, para evitar la expansión del socialismo y la presencia soviética en América Latina —su ‘patio trasero’— en pleno auge de la Guerra Fría que confrontó a las dos superpotencias desde la Segunda Guerra Mundial: EU-URSS.
El 11 de septiembre de 2008, BBC Mundo publicó la siguiente nota: “Nixon y Kissinger contra Allende”, elaborada por la redacción del diario digital. En la introducción decía: “Nuevos documentos recién publicados en Estados Unidos confirman que el otrora presidente Richard Nixon y su consejero de Seguridad Nacional, Henry Kissinger, querían evitar que el electo presidente de Chile, Salvador Allende, llegara al poder”.
La información procedía del Archivo de Seguridad Nacional, una organización privada, “y coincide con el 35° aniversario del golpe militar del 11 de septiembre de 1973, en el cual murió Allende”. Eran, “transcripciones de llamadas telefónicas realizadas durante esa época que demuestran la preocupación de la administración Nixon de que Allende asumiera el poder y la perspectiva de tener un gobierno socialista en el ‘patio trasero’ de EE.UU.”
“En una de las conversaciones —prosigue la nota—, Kissinger le comenta al entonces director de la CIA, Richard Helms, que el gobierno de EE.UU. no ‘dejará que Chile se eche a perder’”. Y en otra parte, “el secretario William Rogers (secretario de Estado de Nixon), le dice a Kissinger que Washington debería ‘tomar una decisión a sangre fría y ejecutarla’, añadiendo que debería ser realizada ‘discretamente, para que no salga el tiro por la culata’”.
“Nixon también se involucra en las conversaciones. Cuando Kissinger informa al presidente sobre la propuesta del Departamento de Estado de intentar trabajar con Allende, Nixon responde: ‘No dejes que lo hagan’”. Pese a la oposición, Allende asumió el poder a finales de 1970, y luego fue derrocado por un golpe militar “respaldado por la CIA”. Y ese ha sido el supuesto generalizado: que tanto la CIA como el embajador de EU en Chile, Edward Korry, fueron los que orquestaron y apoyaron el golpe militar encabezado por Pinochet, que le quitaría la vida a Salvador Allende para instaurar un régimen de terror durante diecisiete años, entre 1973 y 1990.
Pero eso no es todo. El pasado jueves 1 de julio, El Mundo.es, publicó la nota con el siguiente encabezado: “El ex presidente Richard Nixon quería derrocar al ‘hijo de puta’ de Salvador Allende”. La información, ahora está basada en “grabaciones desclasificadas” de cintas que se publicaron en Estados Unidos en la página web nixontapes.org, y su contenido se resume en un artículo publicado en Chile por el Centro de Investigación Periodística (CIPER), redactado por el periodista Peter Kornbluh”.
La aclaración que de las grabaciones del presidente Nixon, hace nixontapes.org, es como sigue: “Entre febrero de 1971 y julio de 1973, el presidente Richard Nixon gravó en secreto 3,700 horas de sus llamadas telefónicas y reuniones a través de las oficinas ejecutivas”. Digno de creer. Recuérdese que el caso Watergate sobre el espionaje a los demócratas, estalló el 17 de junio de 1972 gracias a las publicaciones de Bob Woodward y Karl Bernstein en The Washington Post, con información de Garganta profunda.
Uno de los misterios mejor guardados en la historia del ejercicio periodístico, pero con los años —apenas en 2005— se sabría que la identidad correspondía con W. Mark Felt, entonces subdirector del FBI. Espionaje orquestado merced a la obsesión de Nixon por descubrir las operaciones de los contrarios. No se olvide que había sido reelecto presidente, pero presionado por la Corte Suprema, se vio obligado a renunciar el 8 de agosto de 1974 por el escándalo que le costó su carrera política.
Pues se trata del mismo personaje que, según sus propias grabaciones, revelan su intención de “golpear en el trasero y derrocar al hijo de puta de Salvador Allende, el ex presidente chileno muerto en el golpe de Estado perpetrado por el dictador Augusto Pinochet el 11 de septiembre de 1973”, dice la nota de El Mundo. Y sigue así: “Las conversaciones también muestran por primera vez el posible reconocimiento del papel de la CIA en el asesinato, en 1970, del comandante en jefe del Ejército chileno, el general René Schneider, con el objetivo de boicotear la toma de posesión de Allende como presidente de Chile”.
Varias grabaciones de “conversaciones sobre Chile entre Nixon (1969-1974) y su Consejero de Seguridad Nacional y posterior secretario de Estado, Henry Kissinger, en las que trataban a Allende de ‘hijo de puta’ y decían que querían ‘patear su trasero’…”. “Es un Estado fascista, dice Nixon en una conversación en el Salón Oval de la Casa Blanda, al referirse al triunfo de la coalición de Allende, la Unidad Popular, en las elecciones municipales de abril de 1971”.
El enojo es porque Allende comenzó a “nacionalizar las empresas estadounidenses” ubicadas en Chile, como las dedicadas a la extracción del cobre, el principal producto de exportación del país. Ese fue el pretexto. “El 11 de junio de 1971 —sigue la nota— Nixon transmitió a Kissinger la opinión del secretario del Tesoro, John Connally, quien le había dicho que si Washington no paraba a Allende otros países latinoamericanos empezarían a nacionalizar empresas estadounidenses”. “Eso va a ser malo para nosotros”, dijo Nixon.
Y remató el presidente: “Los americanos se mueren de ganas de que golpeemos a alguien en el trasero”. Y “todo lo que hacemos con el gobierno chileno será observado por otros gobiernos y grupos revolucionarios en América Latina”. Por eso, “unos meses más tarde, el 5 de octubre de 1971, Nixon comunicó a Kissinger y Connally su decisión: ‘He decidido eliminar a Allende’”. Y de la instrucción a la acción: “Todo vale en Chile. Golpeen sus traseros, ¿ok?”, remató Nixon. Tras la intentona de golpe de Estado, el tanquetazo del 29 de junio, perpetrado por Souper —sofocada por Pickering, Sepúlveda y Pinochet—, y la renuncia del general Carlos Prats, Pinochet es nombrado por Allende Comandante en jefe del Ejército de Chile.
Para la historia.

Correo: maniobrasdelpoder@gmail.com

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