viernes, 10 de junio de 2011

EU, LA CRISIS CONTRA OBAMA

10/junio/2011

*Bernanke, de la FED, no puede ocultarla
*Los indicadores no ayudan a la reelección

Con la economía, el presidente de Estados Unidos (EU), Barack Obama, no da pie con bola. Y si con esa carta de presentación llegara hasta las elecciones del 6 de noviembre de 2012 en búsqueda de la reelección, entonces estará perdido. Pero, ciertamente, no es únicamente responsabilidad del presidente Obama, como tampoco de los directores de la Reserva Federal (FED) en dicho país, ahora Ben Bernanke y antes Alan Greenspan, como en su momento —enero de 2011— fueron señalados culpables por el dedo flamígero de la “Comisión Investigadora de la Crisis Financiera” de EU, creada ex profeso.
No. La crisis de la economía estadounidense es de carácter estructural, y no saldrá sólo con la recuperación del empleo o el repunte del sector inmobiliario, porción del mercado en donde apareció la burbuja financiera en 2007 que luego estallaría en 2008 y devendría como el mayor indicador de la debacle. O sea, que no se gestó por una mala decisión, como se criticó a Greenspan, cuando “permitió que se expandiera la burbuja inflacionaria más allá de los límites de lo plausible” —y por eso será recordado el hombre—, o porque Bernanke no supo ver “lo que se nos venía encima”, dictó la citada Comisión. Pero nada más corto de visión que eso.
Porque la economía, todavía más fuerte del mundo, la estadounidense, arrastra problemas que ya la colocan en los límites de operatividad en muchos terrenos. Es decir, que la economía sigue en crisis, tan profunda que es catalogada como la peor desde la gran recesión de los años 20 del siglo XX, 1929-30. No sólo en los sectores mencionados, el de la falta de empleo y el de construcción de vivienda. Y, por lo tanto, no saldrá pronto de la crisis en la que se encuentra, porque los baches que tiene al frente todavía son muchos.
Por lo pronto, no podría ser de otra manera, la propia FED se justifica. Y es el mismo Bernanke quien ayer dijo que “la economía se está recuperando a un paso “moderado”, saliendo de la “peor crisis financiera y la más grave caída en el sector de la vivienda desde la Gran Depresión”. En otras palabras, “que el crecimiento económico de Estados Unidos en el año 2011 ha sido más lento de lo que se esperaba”. Los pretextos, desde luego —dijo—, pasan por “las interrupciones en las cadenas de distribución asociadas con el terremoto y el tsunami en Japón”. De la mano del alza de “los precios de muchos bienes (que) han subido durante el año pasado, lo que resultó en considerables aumentos de los precios al consumidor en alimentos, gasolina y otros productos energéticos”.
Será tras la “moderación” en los meses venideros de los efectos del desastre japonés en la producción manufacturera y en los precios de la gasolina, que hacia la segunda mitad del año el crecimiento cobre vigor. Con tamaña moderación avanza el crecimiento, porque “todavía es desigual en los distintos sectores y demasiado lenta para los millones de trabajadores estadounidenses desempleados y subempleados”, asintió Bernanke. Es decir, que el desempleo sigue como muestra de la complicada situación, porque la tasa de los desocupados sigue siendo del 9.1 por ciento, al igual que en abril pasado.
Del mismo modo, en la industria de la construcción y en el sector de la vivienda siguen los problemas. De ahí que el titular de la FED solicite al Congreso de EU que busque soluciones a largo plazo a los problemas fiscales del país. Dicho con pocas palabras, “aunque la economía avanza en la dirección correcta, todavía está produciendo a niveles muy por debajo de su potencial. En consecuencia, todavía se necesitan políticas monetarias que sean acomodaticias”, tarea que le compete a la Reserva Federal que él encabeza.
Lo cierto es que el director de la FED, Ben Bernanke, asume con tamaños términos de “moderación”, el pronóstico de la economía de EU. Porque, basándose en el informe Beige Book de la propia institución que él representa y fue publicado un día antes, el pasado miércoles, no asume que más bien hay una “desaceleración” en el ritmo de crecimiento y preocupación por el aumento de las materias primas procedentes de Japón. Una situación descrita que más bien corrobora la desaceleración, tal y cual apuntaban los diversos indicadores desde hace algunas semanas. Baste recordar que el informe Libro Beige de la FED, impactó a los mercados agudizando las caídas en los indicadores de Wall Street.
Por tanto, y más allá de la visión de los estadounidenses, resulta claro que además de la economía de EU, la zona euro y Japón —que contribuyen con el 50 por ciento del PIB mundial [ver El Financiero de ayer]— padecen más que recuperación muestras de debilidad y en casi todos los casos signos recesivos todavía. En el caso de Japón que actualmente es la tercera [la segunda es la china luego de la estadounidense] en importancia y está en recesión, según el Fondo Monetario Internacional (FMI), tendrá una contracción del 0.7 por ciento en este 2011. Luego de variaciones del 3.7 hacia el último trimestre de 2010 y de 3.0 en el primero del 2011, acumuladas por problemas de abastecimiento de energía eléctrica e interrupción de algunas exportaciones.
En Europa, la confianza está depositada en Alemania. El propio Barack Obama se lo dijo recién a la primera ministra Angela Merkel, de visita oficial por ese país donde fue recibida con condecoraciones. Obama presionó a Merkel para apoyar a Grecia, porque una moratoria en los pagos de ese país podría arreciar la crisis de los propios EU. Además, le dijo Obama a Merkel, Alemania es un aliado de EU. La visita reafirma los lazos “indispensables” entre los dos países, y como dijo Obama: “Alemania, en el corazón de Europa, es uno de nuestros más fuertes aliados”. Y agregó: “Uno de mis socios globales más cercanos”.
Pero mientras EU voltea hacia afuera, los problemas son internos. Los problemas son variados. Un ejemplo: ayer los legisladores estadounidenses discutieron como lograr un acuerdo para la reestructuración de la deuda que permita al gobierno seguir pidiendo prestado. La salida está en los impuestos que irán al alza si se avala. Porque se sigue presionando al Congreso para que el nivel de endeudamiento se eleve hasta los 14.0 billones de dólares antes del límite de pago del 2 de agosto. Pero también los legisladores quieren el compromiso del gobierno de recortar los gastos.
Y tanto demócratas como republicanos acordaron que EU necesita reducir su déficit en 4 billones de dólares durante la siguiente década. Pero echar a andar esa medida de manera más o menos urgentemente, le acarreará a Obama impopularidad. Y eso posiblemente le complicará el asunto de su reelección; pero eso lo tiene complejo desde que perdió las intermedias frente al Tea Party que le impuso agenda presidencial. La crisis económica seguirá siendo su piedra en el zapato, porque la solución no responde a caprichos ni a pulsos electorales.

Correo: maniobrasdelpoder@gmail.com
http://maniobrasdelpoder.globspot.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario