martes, 5 de octubre de 2010

UN GRITO DEL DOLOR

05/octubre/2010

*México, la situación social se descompone
*Llegó el tiempo de la organización social

“Democracia: es una superstición muy difundida, un abuso de la estadística”: Jorge Luis Borges (1899-1986).

Bajo la firma de “Circo volador”, llegó a mi correo el 1 de octubre, un video bajo el título de “Al sordo hay que gritarle”, y registrado como: “El verdadero grito de la Independencia. Dolor México”. La verdad me sacudió. Y lo comparto ahora, porque es un buen ejemplo de lo que entre el común de las personas aparece como eso, como un grito de dolor, o grito de desesperación, por la situación que estamos pasando. Algo que muchos comparten. Incluso algunos medios, impresos pero sobre todo ahora en el instrumento de la globalización que es el internet [y los gobiernos no saben cómo controlar pero ya lo intentan].
Muestras como esta sirven para medir el pulso de lo que está sucediendo en la sociedad, y también para abrir los ojos. Tomar conciencia de la situación que se vive; mejor dicho, se padece. Sí, para que quede claro que el poder lo tienen los nefastos y como ciudadanos se los entregamos; o lo arrebataron sin impedimento alguno. Principalmente porque tuvieron el control siempre de todo el proceso, hasta sus resultados. En nuestro caso, del sistema electoral mexicano.
Estar ciertos que el voto tiene una tremenda utilidad. Sí, para no emitirlo por cualquier candidato impuesto por los medios de comunicación manipuladores y enajenantes, sobre todo, como la televisión. La empresa Televisa marcha de la mano de los poderes establecidos. Desde el poder está claro que si la mayoría de la población se informan por las pantallas televisivas, pues entonces hay que promocionar candidatos por esas vía. Es la más poderosa. Por eso también el mejor instrumento. [Al menos hasta ahora, porque la web apenas comienza].
Videos como este, para que los jóvenes tengan claro que una parte importante de su destino está en la emisión del voto; en el cruce de una boleta. Pero no sólo eso. En el fututo mediato [para ello hay que luchar], en la ciudadanización y automatización completa de los procesos electorales. En donde la “independencia” del IFE sea también total. Y no como ahora, que está bajo el control de los partidos políticos, porque son quienes ponen y quitan a su antojo a los consejeros electorales, avalan los presupuestos como cotos de poder e imponen incondicionales candidatos.
Porque en el fondo, la situación no depende ni de los poderes establecidos, ni de los partidos; como del Congreso ni de la televisión, tampoco del servilismo de los medios o de los candidatos que se venden más como artículos publicitarios cual viles mercancías. Porque el poder radica en el pueblo y emana de él, pero se nos olvida por el andamiaje sobrepuesto de tantas leyes que distorsionan los preceptos constitucionales de 1917.
Pero no. Todo depende de la organización y de la participación social. Parece un imposible, pero no lo es. Porque la sociedad se puede y debe organizar para imponer los cambios que el país requiere. Porque cuando a la sociedad no le funcionan ya los sistemas de representación y gobierno, le compete determinar cómo resolver todos los asuntos, por muy complejos que sean como el cambio de modelo económico [tenemos la muestra en los argentinos que salieron avante de una crisis económica que los llevó hasta el fondo en…] y muy delicados como el del sistema político mexicano tan disfuncional a estas alturas.
Dejo de lado los preámbulos. He aquí el mensaje de El grito del dolor.
“Buenas tardes…. Mi nombre es Perla [puso ser cualquier otra joven]. Y bueno, yo quisiera decir que…la verdad es que no sé por dónde empezar.
“Yo creo que algo no está bien. La verdad es que yo ya estoy harta. Harta de que haya basura por todas partes. Baches en todas las calles. Tanta contaminación. De que no haya agua en mi casa, y todo se vea tan gris. Y vivir al día. De no trabajar en lo que me gusta. De que los sueldos sean tan bajos y las cosas cada vez más caras. [Comienza con el tono bajo].
“De ver cómo en vez de invertir en policías de cuarta y fuerzas armadas, los gobernantes no mejor invierten en buenas escuelas, ¡caray! Bueno maestros. Para formar profesionistas, investigadores, científicos.
“De que cada vez que me subo al Metro me manoseen. Del servicio tan nefasto de los microbuses. De machismo, de la violencia, del racismo, la discriminación, la inseguridad, la ignorancia. Las crisis económicas, las crisis políticas, las epidemias. [Sube el tono de voz].
“Estoy cansada del mal gobierno. De su ceguera. De su falta de compromiso. De la mala calidad de la educación. La vivienda, la salud; de la miseria que se vive en el campo. De las condiciones en las que subsisten los indígenas. Del abuso constante de las autoridades. De la iglesia pederasta y la policía corrupta.
“De los fraudes electorales. De que la impunidad en mi país sea una norma. Estoy harta de la burocracia. De la derecha. De la izquierda. Del narcotráfico. De los muertos. De los militares. De que los medios me digan qué pensar, qué comer, qué vivir, qué sentir.
“Estoy cansada de vivir en un país que nomás no agarra la onda, chingada madre. Estoy harta de tener qué cerrar los ojos, agachar la cabeza y callarme la boca.” [Gritando las palabras]. Hasta aquí el mensaje.
Este video puede verse en la siguiente dirección de youtube: http://www.youtube.com/watch?v=NfHkEOYfs2M&feature=player_embedded. Demás características de dirección y edición están ahí. Un grito de desesperación de muchos mexicanos, en este año de celebraciones del Bicentenario de la Independencia y del Centenario de la Revolución Mexicana. Paradójico, porque no hay nada importante qué festejar.
Todo lo contrario. La Dependencia ahora es mayor, no sólo de España sino sobre todo de Estados Unidos. Y las condiciones sociales y políticas no son muy distintas de los tiempos de la Revolución. Un movimiento social declarado “muerto”. No por las demandas sociales satisfechas, cuanto porque el PRI la institucionalizó y echó a perder.
Incluso la descomposición de ahora por la inseguridad que se vive, sería preludio suficiente para desatar otra revolución, siguiendo la fatalidad de los 10. Pero hay que apostar a la movilización y la presión social. La violencia desata más violencia. Hoy se viven las consecuencias. Las gentes comunes y corrientes lo padecemos diario. Tiempos de conciencia, de organización.

Correo: maniobrasdelpoder@gmail.com

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