17/agosto/2010
*Advertencia sobre la amenaza nuclear
*El espaldarazo para Andrés Manuel
“Me honro en compartir los puntos de vista de Obrador, y no albergo la menor duda que mucho más pronto que lo que él imagina, todo cambiará en México”: Fidel Castro.
Guerrero de las mil batallas, cuando Fidel Castro Ruz habla levanta tempestades. Con reacciones diversas. No importa el tema, el caso es que regularmente resulta incómodo. Más ahora, cuando ha reaparecido —totalmente “restablecido” después la enfermedad que lo puso al borde de la muerte— con otro libro a cuestas, de memorias bajo el título de La victoria estratégica, y a sus 84 años de edad completamente activo.
Cuántas veces se le ha querido desaparecer (500 intentos), pero sigue. Es el hombre que tiene el mayor número de atentados orquestados por la CIA. Desde luego, porque como presidente y líder de la revolución cubana durante décadas, se sale de los cánones del discurso imperial de los Estados Unidos. Y porque desde siempre ha sido considerado un mal para la región Latinoamericana. Es el rebelde que más se ha opuesto a los intereses gringos.
Por eso es un “izquierdista” repudiado, “revolucionario” trasnochado, “socialista” iluso, semejante a los peores “dictadores”. Las críticas le vienen de la derecha radical, desde la contrarrevolución (con Posada Carriles a la cabeza) de Miami hasta la Casa Blanca en Washington (pasando por todos los presidentes desde Eisenhower hasta Obama) porque en Cuba no hay elecciones “libres”. Como también lo recuerdan algunos intelectuales panegiristas al servicio del imperio.
Entiéndase “liberal” bajo el concepto de la democracia liberal tramposa, que arrebata el control del Estado y los recursos con toda la apariencia del consenso ciudadano mediante la emisión y control del voto, etcétera. No se habla, a cambio, casi nunca de los avances en materia de protección social, salud y educación, para la población que reconoce y avala su sistema de gobierno. Tampoco, que la autodeterminación de los pueblos es un principio del derecho internacional y propuesto por México para la no intervención en los asuntos de otros países.
Por eso el bloqueo económico desde EU, que ha mantenido a Cuba postrada en el atraso en muchas áreas del “desarrollo” nacional. Por eso también, si se quiere, el pretexto de sostenerse en el poder con el discurso antiimperialista y antinorteamericano que le ha permitido al régimen el apoyo de la población. Pero por lo mismo, la continuidad de los principios revolucionarios de dar lo mejor (así sea poco) a la población. Como la dignidad y la libertad de elegir para un pueblo y su gobierno, desde afuera de la órbita y el control imperial.
Lo peor para EU, y lo mejor para Cuba, es que la sobrevivencia de Fidel a tantos gobiernos del imperio, así como su argumentación en muchos temas polémicos del concierto mundial que desnuda cualquier tropelía imperial, les pega duro a los gringos. Y la reacción que no pasa de la descalificación. Así, para la crítica reaccionaria de derecha, o Fidel está en la “senilidad” o bien “loco”. Cualquier calificativo, con tal de no reconocer sus críticas, estrategias y calidad de estadista. Y sus denuncias del imperio de EU en el mundo.
Uno de esos temas importantes sobre los que Castro ha llamado más a atención últimamente, es la posible guerra contra Irán por el dueto EU-Israel. O el otro de EU y Corea del Sur contra Corea del Norte. En ambos casos pueden desatar un ataque y una reacción nuclear. El peligro que eso representa para el mundo, para la sobrevivencia humana. Amenaza real, tanto por el despliegue de fuerzas especiales estadounidense-israelíes en el Golfo Pérsico, desde hace algunas semanas; como por las maniobras militares intimidatorias de EU-Corea del Sur en el mar de Japón contra la otra Corea. Sobre esto ha insistido Fidel en varias de sus apariciones y reuniones recientes. Porque sabe cómo se maneja el imperio estadounidense en el mundo. Algo que incomoda tanto a EU como a sus aliados.
Su libro más reciente (no ha llegado a México todavía) es autobiográfico. Según las reseñas de la prensa cubana —Granma Internacional— está lleno de detalles de los primeros años del autor, y de los planes para el derrocamiento del dictador y proestadounidense Fulgencio Batista. La niñez, la juventud, los años de estudiante, las condiciones de vida de su país, su amigo Roosevelt con quien se carteó. La lucha revolucionaria del ejército rebelde, los amigos, los tiempos del combate, el triunfo; los detalles, la memoria (como refiere uno de los protagonistas de la historia, el general Guillermo García Frías, durante la presentación del libro en el poblado de Bueycito en Granma), etcétera.
El espaldarazo propinado a Andrés Manuel López Obrador que levantó tremenda ámpula en México, con reacciones del gobierno de Felipe Calderón y amplios sectores de opinión. La reseña de su libro La mafia que se adueñó de México… y el 2012. En dos entregas, una del 11 de agosto, la otra el día siguiente, bajo el título de “El gigante de las siete leguas”, recordando un texto de Martí. Obrador, “la persona con la que nunca hablé, ni sostuve con él relación de amistad”, es también la de más “autoridad para hablar de la tragedia de ese país”, en las pasadas elecciones del 2006, cuando fue candidato por la Coalición por el bien de todos.
Yo conocía, dice, como otros líderes de la región, “cómo Washington había elaborado las ideas del neoliberalismo que vendió a América Latina… pero nunca tuve idea tan nítida de la forma con que el imperio utilizaba esa doctrina para destrozar y devorar las riquezas de un importantísimo país, rico en recursos naturales y hogar de un pueblo heroico que tuvo cultura propia desde antes de la era precristiana”, como México.
Así, Fidel reproduce en la primera parte, amplios párrafos donde Obrador habla del gatopardismo de Vicente Fox para entregar los recursos naturales a las grandes corporaciones y monopolios y obtener ganancias millonarias. Las devoluciones de impuestos a la IP, la pobreza que ello derivó para la población. El México rural y el atraso en los municipios del país. El conteo del atraso en materia educativa, salud, alimentación, etcétera. Los diez puntos, “síntesis de su pensamiento político”, y “la revolución de las conciencias que está en marcha para construir la nueva República”.
Concluye así: “Su libro es una valiente e irrefutable denuncia contra la mafia que se apoderó de México”. No obstante reclama no abordar temas como la industria militar de EU y del cambio climático. Pero dice: “Obrador será la persona de más autoridad moral y política de México cuando el sistema se derrumbe y, con él, el imperio. Su contribución a la lucha por evitar que el Presidente Obama desate esa guerra nuclear será de gran valor”. La segunda parte habla del complot que se armó desde el poder: el caso Ahumada y los viceoescándalos, y el papel de hombres como Fox, Salinas, Cevallos, Macedo, Creel, para que Obrador no llegara a la Presidencia en el 2006. Un hombre en pie de lucha.
Correo: maniobrasdelpoder@gmail.com
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