14/mayo/2010
*Calderón-Obama, repudio a Ley Arizona
*Prioridad del vecino, la seguridad nacional
“La riqueza es un poder usurpado por la minoría para obligar a la mayoría a trabajar en su provecho”: Percy Bysshe Shelly (1792-1822).
Vale. Se trata de aprovechar las reacciones de repudio generalizado que está despertando en Estados Unidos la Ley Arizona, para que en la próxima visita que haga el presidente mexicano, Felipe Calderón a Washington, los días 19 y 20 de mayo, acelere las gestiones para pugnar por una reforma migratoria en ese país, sobre todo resaltando lo que pocas o muy pocas veces se menciona: la riqueza que aporta la mano de obra migrante (no sólo mexicana) a la economía de ese país vecino. Eso es lo sustancial, pero el gobierno nunca lo hace valer.
Así como muchos otros estados han denostado la Ley SB 1070, que avaló el congreso local y promulgó la gobernadora de Arizona, Jan Brewer, porque alienta la segregación racial y violenta los derechos humanos de los migrantes, también ayer se dio a conocer que el gobierno municipal de Los Ángeles, secundando al de San Francisco, anunció aplicar un boicot de empresas y actividades en ese estado por una ley abiertamente racial.
El cabildo de Los Ángeles aprobó el miércoles, sanciones que “incluyen la prohibición de casi todo viaje oficial a Arizona, y nuevos contratos municipales con empresas de ese estado”. En una votación de 13 a uno. Y afectará contratos hasta por 60 millones de dólares. No sin antes señalar que la SB 1070 es comparable en algunas medidas utilizadas antes del Holocausto por los nazis de Alemania, a principios de la Segunda Guerra Mundial, apuntan.
El municipio de San Francisco, también votó una resolución que insta al boicot de empresas con sede en Arizona, y pide que las instancias municipales “no firmen contratos o extiendan los existentes con esas empresas” (el reporte es de La Jornada de ayer). Quieren enviar el mensaje de que la gente consciente tiene la obligación de reaccionar y no guardar silencio ante leyes discriminatorias como la Ley Brewer.
Por cierto que el pretexto a raíz del cual el congreso de Arizona aceleró la discusión, y aprobación después de la Ley SB 1070 que atenta contra los inmigrantes mexicanos (igualmente centroamericanos) ya se les olvidó. Todo partió de la muerte de un “ranchero” de nombre Robert Krentz el 27 de marzo pasado, que se le atribuyó a “un migrante mexicano o a un narcotraficante”.
Nada probado. Al contrario, Proceso (ver edición 1749) investigó que esa frontera es la entrada de la mariguana de Joaquín El Chapo Guzmán, porque por ahí pasa el cannabis que se consume en EU. Ni más ni menos. Y Arizona es la bodega ¡más grande del mundo! Pero no es todo. Los “ranchos ganaderos” ni tienen ganado y sus ranchos son utilizados por los narcotraficantes mexicanos para el trasiego de la droga para otros estados del país vecino.
Para eso la extensión de Krentz sobrepasa los 141 kilómetros cuadrados. Cierto que el “ranchero” fue asesinado en su propiedad, pero “los medios locales manejan una versión diferente: Los hermanos Robert y Phil Krentz permitían que los narcotraficantes mexicanos utilizaran sus terrenos para el trasiego de la droga, pero tuvieron diferencias por el cobro que recibían y Phil disparó contra su hermano…” (Ver Proceso). En ese estado hay mucha corrupción. Y la DEA, no aparece por el lugar. Unos días después, el 23 de abril, fue cuando Brewer avaló la ley racista en cuestión.
Felipe Calderón irá a tratar asuntos de la relación bilateral, tan amplia y complicada como siempre. Pero está claro que a EU le interesa, principalmente, el tema de su “seguridad nacional” que arrastra consigo la lucha contra los cárteles de las drogas. Ahora Obama se ufanará porque está estrenando estrategia antidroga en su país. Pero ante Calderón, es claro que él insistirá en los temas de la agenda de EU. Seguirá presionando para militarizar la frontera so pretexto de la inseguridad que permea en varias ciudades aledañas con México.
Se dice, del lado mexicano, que la agenda comprende, aparte del tema delincuencial, la “infraestructura fronteriza, la facilitación comercial, medio ambiente y los retos de la comunidad mexicana en EU”. Y está claro que Obama no dirá una palabra sobre el triple problema de Arizona: 1) el contubernio de las autoridades de su país con los cárteles de la droga mexicanos; 2) el flujo monumental de cannabis que entra por ese estado al mercado consumidor más grande del mundo; 3) la aprobación de una Ley Arizona sin causa ni motivo de fondo.
Por eso Calderón debe aprovechar su presencia ante Obama y el Congreso de EU, para insistir en el tema de interés para México: la reforma migratoria. Pese a no ser una prioridad para Obama en estos momentos, porque quiera utilizarlo para su reelección. Pero no es un favor ni una concesión. Se trata de contener las reacciones xenofóbicas como la de Arizona, que azuzan y crean un ambiente de violencia antiinmigrante, más que de convivencia. Aprovechar la coyuntura por las reacciones que están uniendo a la comunidad hispana con autoridades locales en total repudio, como ocurre también en ciudades como Boston, Oakland, San Diego, Boulder, El Paso, St. Paul, Milwaukee; y otros alcaldes, como el de Nueva York, Chicago y San Francisco estudian las medidas de boicot contra Arizona.
Al gobierno mexicano se le olvida siempre resaltar que los inmigrantes ni son delincuentes ni van a quitarles oportunidad alguna de trabajo a los estadounidenses. Todo lo contrario. Van en busca de una opción que en México no tienen. Por ejemplo, entre 1994 y 2007 se crearon en EU 24.7 millones de empleos, de los cuales sólo uno de cada seis fue ocupado por un mexicano. Y otro dato sobre la contribución de los migrantes mexicanos al PIB de EU: en los últimos 14 años se duplicó hasta alcanzar en 2006 un total de 485 mil millones de dólares, monto que representa el 3.7 por ciento del PIB estadounidense y el 57.7 por ciento del PIB de México.
En materia de ingresos. Los migrantes mexicanos recibieron en 2006, 165 millones de dólares, equivalente al 2.2 porcentual de la derrama salarial en EU, y enviaron como remesas el 14.4 por ciento. Pero coadyuvaron con 268 mmdd en 2006 a dinamizar el mercado interno de EU por su capacidad de compra. Lo que equivale al 47 por ciento del gasto de consumo en México. En pocas palabras, los inmigrantes mexicanos contribuyen con su fuerza de trabajo a crear riqueza para EU.
Correo: maniobrasdelpoder@gmail.com
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