04/noviembre/2010
*Avanza la derecha republicana de EU
*Elección comprada por fuertes intereses
“Nunca se miente tanto como antes de las elecciones, durante la guerra y después de la cacería”: Otro von Bismark (1815-1898).
Se cumplieron los vaticinios electorales en Estados Unidos para el 2 de noviembre. El presidente Barack Obama perdió [recibió “una paliza”, dijo él ayer] las elecciones intermedias por varios factores que armaron la crisis política de la derrota: la debacle económica profunda del país que no ve luz al final del túnel; una mala estrategia de comunicación desde su gobierno que no supo vender los beneficios de sus primeras acciones y logros legislativos; el respaldo tibio del Partido Demócrata que se ha mostrado débil ante el acoso del opositor; la agresión continua de la organización de derecha Tea Party (Partido del Té) surgida de las filas del Partido Republicano en 2008 tras el triunfo demócrata y, finalmente, la desesperación de unos los electores que esperan siempre soluciones rápidas a los problemas.
Con un coctel de ese tamaño, el presidente que llegó con grandes simpatías al gobierno hace dos años, perdió el martes el control de la Cámara de Representantes, seis escaños en el Senado y varias gubernaturas en estados que pasaron de manos demócratas a republicanas. Eso sí, hubo cuantiosos recursos que financiaron actividades de la derecha, como muestra de los intereses en juego en estas elecciones de EU. Según el diario The Washington Post del pasado 25 de octubre, al término de las campañas se habrían invertido más de 2 mil millones de dólares, equivalente a 4 millones de dólares por cada asiento en disputa este 2 de noviembre. Si no es que más.
¿Qué muestra todo esto? Que Obama emprendió medidas difíciles para un presidente —sí que fue “ambicioso” en sus planes de gobierno, como reconoció en una entrevista con Peter Baker de The New York Times; ver el texto en Proceso—, y que ni su partido ni sus colegas de gabinete han estado a la altura de tales acciones. ¿Resultado? Un presidente incomprendido, no se diga vilipendiado por el espectro ideológico de derecha, hasta por el centro y la izquierda. Algunos hablan del “solitario de la Casa Blanca”. Así lo quieren algunos. Se olvida que, tanto a EU como al mundo le va todavía peor con un presidente republicano. México lo sabe bien.
Eso sí, con toda una campaña, de gran histerismo, a flor de piel donde suenan calificativos y señalamientos como de conducir al país al “comunismo”, minar los “valores sagrados” de la sociedad estadounidense, alentar “movimientos religiosos” y destruir a las familias con las bodas gay y permitir el aborto. Todas acusaciones desde la derecha que minan la credibilidad de Obama. Por eso ahora la popularidad del presidente ha caído varios puntos. Como lo señalan las encuestas: el 54% rechaza su gestión, 53% desaprueba a los demócratas, pero igualmente 53% desaprueba a republicanos. La ironía es que el 59% cree que “el gobierno está haciendo demasiado”.
La verdad es que la situación heredada por los Bush no es tan sencilla. Si no es de lo más complicado de las últimas décadas. Y se vino a cuestas el país con la crisis económica —el gasto del gobierno y el elevado déficit público—, cuyas secuelas están en las restricciones en el empleo. Y el desempleo es el termómetro más delicado para un presidente, cuando los desempleados no encuentran trabajo. Todos quieren soluciones prontas. De eso se agarró la derecha para calentar la cabeza a los votantes que acudieran a sufragar por los republicanos. Pero esas son acciones engañosas para los estadounidenses. Pronto quedará claro, cuando se vea a la derecha actuar nuevamente; pues son sus intereses y no los del país ni los estadounidenses.
Peor cuando se descubra lo que llegó. Candidatos demasiado “raros”, aún para las filas republicanas [dice el reporte de David Brooks de La Jornada de ayer]: Al menos compitieron “una exbruja y activista antimasturbación; la codueña de la Federación Mundial de Lucha Libre; uno al que le gusta disfrazarse de nazi; varios que rechazan la teoría de Darwin y apoyan la bíblica; otros que desean privatizar o desaparecer cosas como el sistema de seguridad social, el Departamento de Educación, e incluso hacer que este país abandone la ONU… Y aquellos que han usado la retórica antimigrante o aislacionista. Ahora tenemos un partido de centro-derecha y una partida de locos. Durante los últimos 30 años, los demócratas se han derechizado y los republicanos se han trasladado a un manicomio, declaró recientemente el comediante y crítico Bill Maher”. Para guión de telenovela.
Cierto que la estrategia para la aceptación de las leyes conseguidas por Obama no ha sido la más efectiva. Es el caso de la reforma financiera y la política social de su gobierno. Pero no sólo eso. Han fallado los demócratas en apoyar al presidente, igual que la difusión de los logros. Como el retiro de tropas de Irak. O la ley de seguridad social, la más importante de la historia de EU. Beneficios para los estadounidenses que no se supieron vender como tales.
Tras el maremoto llegará la calma. Pese a la “paliza” recibida el martes, para Obama no todo está terminado. Sostendrá su agenda de gobierno. Resaltará la preocupación de los estadounidenses por la economía; el tema de la energía, el cambio climático y la educación. Y si no poyan los republicanos quedarán al desnudo frente al electorado nuevamente dentro de dos años, cuando venga la presidencial. Recuérdese que tanto Reagan como Clinton perdieron la intermedia pero ganaron la reelección.
Nada se conseguirá ahora sin los republicanos. Cierto. Pero nada tampoco conseguirán ellos sin apoyar al presidente. Obama sabe ahora de los errores cometidos, como estar tan lejos de las personas que lo llevaron al cargo y no negociar lo suficiente con los republicanos. Ahora eso y más. Pero el fondo de las inconformidades seguirá en pié: la crisis económica.
Alentados por el triunfo, los peones de la derecha recalcitrante, que políticamente se mueve a través del Tea Party, seguirán dando lata. Los ciudadanos no votaron por los demócratas y castigaron a Obama. Pero también reprueban a los republicanos en un 53%. ¿Cómo olvidar que fueron ellos con los Bush quienes contribuyeron a la situación que vive hoy EU? El caso es que si a EU le va mal al mundo le va peor. Ni se hable de México, donde ahora habrá tres estados fronterizos con gobernadores de la derecha que apoya la ley SB/1070. Mal para Obama, golpe para México.
Correo: maniobrasdelpoder@gmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario