22/abril/2010
*Gaviria recomienda con elementos de causa
*La sociedad seguirá padeciendo la guerra
“El hombre que pretende obrar guiado sólo por la razón, está condenado a obrar muy raramente”: Gustavo Le Bon (1841-1931).
Dicho sea con conocimiento de causa, de “muy largo” calificó aquí el exPresidente de Colombia, César Gaviria, el proceso de aprendizaje de México para tener una política que ayude a recuperar la seguridad. Pero fue más allá, al decir que el Presidente Felipe Calderón evidencia que “no está preparado” para combatir el narcotráfico, ya que “la lucha ha resultado muy larga” también.
Y agregó puntual: “No porque las cosas que se están haciendo no se necesiten, sino porque no están focalizándose lo suficiente, porque está tratando de mejorar toda la policía y creo que ese no es el camino”. Para ser más eficiente, hay la necesidad de “crear grupos de élite” que se encarguen de los operativos y estrategias para combatir con más eficiencia al crimen organizado”.
Invitado a debatir en el foro “Compromisos por México”, organizado por el gobierno del Estado de México, Gaviria vertió opiniones que van más allá del señalamiento de Calderón de que “la ropa sucia se lava en casa”, porque como bien dijo el exPresidente colombiano, “en un mundo globalizado es necesario abrirse a la crítica, no sólo del gobierno sino de la sociedad y en general en (la) forma en que se hacen las cosas”. Porque, tiene razón, el problema no es sólo de México; ni mucho menos.
El visitante advirtió también sobre los organismos de seguridad privada (que están proliferando en el país), “para tratar de evitar que se vuelvan ejércitos y tengan las mismas armas que las fuerzas armadas y terminen con más poder de fuego que éstas, como ha ocurrido con los carteles de la droga que a veces tienen más poder de fuego que el propio Estado”. Cuerpos de seguridad que están creciendo, pero sobre todo en la región norte del país, donde muchos empresarios se autoprotegen del crimen organizado.
Finalmente en otra de sus declaraciones, que interesa resaltar, dijo el exPresidente que se está perdiendo la gobernabilidad de México al subestimar el trabajo del Ejecutivo. Pero también fue claro en el sentido que eso es consecuencia de que no tiene aliados. Claro que no los tiene, consenso de la crítica, porque no los buscó desde que arremetió solo contra el narco, al punto que a estas alturas hasta los generales están inconformes. Porque fueron sacados de los cuarteles y ahora, tras el desgaste que padecen, se ven en la calle sin protección jurídica alguna haciendo tareas de policía. Así lo expresaron el lunes en entrevista anónima con La Jornada.
Luego vendrá el reclamo por los derechos humanos violentados, dicen ellos con justa razón, pero le compete a la sociedad misma poner en la balanza tanto este asunto como la responsabilidad presidencial de enviarlos a las calles a la guerra contra el narco del presidente en turno. Por eso la jerarquía militar, comenzando por el general secretario Galván reclaman respaldo legal a los legisladores.
Pero además Gaviria le dio al clavo en este tema, porque aseguró que: “Se debe aprender a hacer alianzas (porque), se está perdiendo la gobernabilidad; Fox no la tuvo y Calderón un poquito”. No lo dice más contundente, pero ese ha sido un gran déficit del presidente mexicano actual. Como del anterior. Y más allá. Porque vale el reclamo de la preparación de los policías o la sugerida creación de cuerpos de elite para hacer más eficiente la lucha. Pero ni lo uno ni lo otro. Y tantas lagunas más, entre otras que la sociedad está quedando como víctima, porque pone los muertos y ni siquiera se le consulta. Ese es su mayor déficit de Calderón.
Todavía más, retrotrayendo algún otro de los argumentos de los generales entrevistados en cuestión el lunes en La Jornada, ellos afirman que el secretario Galván le ha propuesto al Presidente y a los legisladores, “dar valor probatorio a las investigaciones de inteligencia realizadas por el Ejército para que se combata la corrupción en los círculos gubernamentales y, en caso de detectar ilícitos de este tipo, los responsables sean castigados sin importar si se trata de gobernadores o secretarios de Estado, por ejemplo”.
Y no pondrían el “ejemplo”, si no hubiera algo. Porque como critica el diputado del PAN por Sinaloa, Manuel Clouthier, que en su estado se ha implantado un modelo de narcopolítica. Con tres principales vertientes: la económica-empresarial, la de los políticos que alcanza hasta el gobernador y el negocio del narcotráfico. Y ese modelo se estaría imitando en otros estados, sólo menciona a Tamaulipas. Pero seguramente que inteligencia militar tendría mayores elementos probatorios de tamaña participación de los políticos con los hombres de la mafia. Porque como bien dice el propio Clouthier, no hay negocio en el narco sin la participación de los políticos y la protección que se les brinda desde el poder.
Todo lo anterior, de la mano de la investigación de las finanzas de los narcotraficantes, como señalan muchos analistas más, estaría reestructurando la estrategia contra el crimen organizado. Pero como se ve, al parecer al Presidente no le interesa redefinir el rumbo. Peor para él si no lo hace. Sólo falta la voz de los legisladores y la presión de la sociedad para dejarse de timideces.
Porque será, finalmente, de la sociedad de quien dependa presionar a los poderes para que cambien las cosas. Entre tanto, si la guerra sigue como hasta ahora continuarán las estadísticas de sangre. Calderón debe aprender la lección propia, si es que no quiere ver los esfuerzos de otros gobiernos como el de Colombia, donde sí se ha sometido a los mafiosos de la droga. Pero con timideces no se resuelven las cosas. La responsabilidad primera de los resultados será del mismo Calderón. Lo que se tarde en aprender tardará en cambiar el rumbo por el bienestar de los mexicanos.
Correo: maniobrasdelpoder@gmail.com
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