06/diciembre/2010
*De la política imperial al sometimiento
*Pascual y su trabajo de intervencionismo
Los tremendos escándalos que desataron las publicaciones de Wikileaks en el mundo, se han tratado de minimizar en México al extremo pero bajo el riesgo que eso conlleva para la seguridad nacional, por varios motivos que podemos referir de la siguiente manera, sin pretender ser exhaustivos porque las secuelas se verán mejor en el tiempo y apenas se han publicado [de viernes a domingo] unos cuantos cables.
Según los documentos, México quedó al desnudo frente a Estados Unidos. Aparece como un país frágil institucionalmente por la problemática tan compleja que enfrenta del crimen organizado y su estrategia tan desordenada, descoordinada y errática bajo la cual pretende resolverla, y la alta dependencia hacia EU que se deriva.
Ante EU el gobierno de Calderón reconoce, así en corto, situaciones que internamente o en público ni se mencionan. Y son varios temas que están bajo esta circunstancia. El que sobresale es el de la guerra contra el narcotráfico. Y los balances de los reportes no le favorecen a México. Así, El País dice que “Estados Unidos desconfía de la capacidad de México para luchar eficazmente contra el narcotráfico debido a la rivalidad entre los cuerpos de seguridad, la ‘generalizada’ corrupción oficial y la incapacidad manifiesta del Ejército para reunir pruebas que incriminen a los detenidos”.
No solo eso. Resalta también que México requiera la ayuda de EU. “Sus altos mandatarios, desde el propio presidente Felipe Calderón hasta funcionarios de la Segob o la PGR, aprovechan cualquier reunión con autoridades de EU para insistirles en su petición de ayuda tecnológica y de formación”.
La descoordinación entre autoridades. En un documento del 29 de enero de 2009 se dice: “Calderón ha atacado agresivamente a las organizaciones de tráfico de drogas, pero ha luchado con la descoordinación de los servicios de seguridad, con ratios de violencia en espiral que le han hecho vulnerable a las críticas de que su estrategia anticrimen ha fracasado”. No sólo eso, se registra también que la estrategia de seguridad del presidente Calderón carece de un aparato efectivo de inteligencia para producir información de alta calidad y operaciones específicas. Más bien, según el Departamento de Estado de EU, “El uso que hace México de inteligencia estratégica y táctica es fragmentada ad hoc y dependiente del apoyo de EU”.
Como en el caso del operativo en el que se llevó la captura y muerte de Arturo Beltrán Leyva, que ocupa un trato especialmente desarrollado en los informes desde la embajada dirigida por Pascual. Pese al compromiso “sin precedentes” del gobierno de Calderón de lucha contra el narcotráfico, pone de relieve la “nula preparación del Ejército, lento y que tiene aversión al riesgo”. A la vez que elogia a la Marina. Según Pascual, en el informe 240473 del 17/XII/2009, “la operación fue posible gracias a la información proporcionada por la legación de EU sobre la ubicación del capo”.
Y detalla: “El lunes, los servicios de inteligencia de la embajada situaron a Arturo Beltrán Leyva en un edificio de apartamentos localizado en Cuernavaca, alrededor de una hora al sur de la ciudad de México, donde Arturo Beltrán Leyva estaba escondido. Marina inició una operación de arresto el miércoles por la tarde…”. Pascual reúne tres elementos: la fiabilidad de la Marina, la torpeza del Ejército y la omnipresencia de EU en las cuestiones de seguridad de su vecino del sur. No sólo eso, igual se reporta que el titular de la SSP, Genaro García Luna “también puede ser considerado un perdedor… [él] ya ha dicho en privado que la operación debería haber sido suya”.
Pero la descoordinación de las instancias, como la estrategia misma de la lucha anticrimen, está a la orden del día para los servicios de inteligencia del vecino del norte que recoge puntos de vista y saca conclusiones temerarias para México. Precisamente porque salta que uno de los “desafíos más importantes es la falta de confianza entre y dentro de las instituciones del gobierno de México”. Y porque sin información, los soldados en el caso del Ejército, son “desplegados en puntos calientes a operar virtualmente a ciegas, con la excepción de información anónima”.
Pero el asunto no queda en eso. El documento filtrado a Wikileaks, con número 003195, clasificado por el ministro consejero Gustavo Delgado marca que entre las agencias involucradas, PGR, la SSP y Sedena, cada una tiene función diferente “y distintos niveles de profesionalismo, pero lo más grave es que México se ha quedado sin un coordinador interinstitucional efectivo de las agencias de espionaje ante el fracaso del Cisen para llevar a cabo esta tarea, en gran medida porque fue incapaz de asumir el control de un aparato burocrático tan grande como la SSP” federal.
Las conclusiones que de ello se derivan es que las agencias de espionaje e inteligencia se caracterizan por proteger su propia información, sin compartir esos datos con gente ajena a la agencia, en parte debido a los temores por la corrupción, en parte por el miedo al éxito de las demás [Ver tmb., información en La Jornada, de: vie, sab, dom.]. Delicado, por la vulnerabilidad mostrada por México y sus instancias de seguridad y defensa para con un país extranjero como EU que arremete con fuerza contra terceros.
La fragilidad del gobierno también quedó al desnudo, no solo porque Hillary Clinton pide información sobre Calderón [cable 238295], de cómo le afectan en su personalidad las noticias adversas de la guerra contra el narcotráfico, la caída de la economía y los resultados de la elección intermedia del 2009, sino también porque como reveló “de manera angustiosa” el subsecretario Jerónimo Gutiérrez, de Segob [cable 228419]: “Tenemos 18 meses, y si no conseguimos un éxito tangible que sea reconocible por los mexicanos, será difícil aguantar la confrontación en la próxima administración”. Es más, agregaría el funcionario: “Se ha percatado de que ya ni siquiera hay tiempo para afianzar la preparación de las instituciones en los años que restan de la administración de Calderón” que termina en 2012.
En fin, que la política exterior de México es de tal sometimiento frente al vecino del norte, que como imperio trata a los demás con desdén y ejerce una diplomacia de abierta injerencia, cuando no de intromisión directa en los asuntos internos. El embajador Carlos Pascual, como el artífice de dicha intervención contra México, porque es el responsable del aparato de inteligencia y espionaje que elabora los “informes” para el Departamento de Estado de EU. Y México, sin inteligencia y abiertamente expuesto.
Correo: maniobrasdelpoder@gmail.com
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