martes, 5 de abril de 2011

MORELOS, HASTA LA MÉDULA

05/abril/2011

*El crimen organizado florece bajo protección
*Llamado a protestar de la sociedad morelense

“Un día vinieron por los negros y no dije nada; otro día vinieron por los judíos y no dije nada; un día llegaron por mí y no tuve nada que decir”: Bertolt Brecht (1898-1956). Nos lo recordó el poeta Javier Sicilia en su “Estamos hasta la madre… (Carta abierta a los políticos y a los criminales)”. En solidaridad.

En ningún país, en ningún estado, municipio, ciudad, población, serranía, colonia, calle, florece el crimen organizado en cualquiera de sus facetas, sin el proteccionismo de las autoridades, desde los niveles más bajos hacia arriba, o viceversa. Es decir, que los negocios sucios prosperan sólo en el marco de un Estado infiltrado hasta la médula; desde las instancias policiacas hasta los más encumbrados empresarios y políticos.
En el caso del narcotráfico, desde el sujeto que cultiva, el que cosecha, procesa, traslada, trafica, distribuye, vende, lava, hace fortuna, reinvierte, disputa el terreno con otros competidores, asesina inocentes, etcétera, sucede enteramente igual. Millonario negocio, de ahí salta a otros niveles; es decir, desde la conformación de apenas un eslabón de la cadena, hasta grados internacionales. Porque el capitalismo imperialista y globalizador es corrupto, violento, sucio y que promueve actividades delictivas, por su avidez por la ganancia fácil. Y el crimen organizado forma parte de, apenas, uno de los síndromes de tamaña descomposición. Por eso pasa por encima de lo que sea, destruyendo cuanto se le pone enfrente.
En ese triste y lamentable papel está el Estado mexicano ahora, como el torero, lidiando con su propio síndrome. Porque a estas alturas el problema se le ha escapado de las manos a los políticos; o se les ha salido de control. Cierto que el problema no es de ahora, con todo y que durante este sexenio se desbordó, porque o bien se rompieron las reglas de la tolerancia y la autorregulación de unos por otros, o mal porque se rompieron los entendidos, los acuerdos. ¡A saber! El caso es que la confrontación como medida de contención, la simple violencia desató más violencia. Por ese sólo hecho es que la guerra de ahora está perdida. Porque se desecharon otros medios de acabar con el problema.
Ya en 1998, el Instituto Mexicano de Estudios de la Criminalidad Organizada, A.C., en su informe titulado Todo lo que debería saber sobre el crimen organizado en México, publicado por la editorial Océano, en general describía el asunto con las siguientes palabras: “En términos generales la mayoría de las tendencias del crimen organizado está presente en México. La especificidad fundamental del crimen organizado en México es que se origina, se sostiene, y nutre desde las estructuras del Estado, en particular de aquéllas que teóricamente existen para combatir, precisamente, la delincuencia.
“Dicho de otro modo, el crimen en lo fundamental es organizado desde el Estado, protegido desde el Estado y defendido desde el Estado ante las exigencias de las víctimas —la sociedad— de poner fin a las agresiones de estos grupos delictivos. De hecho las ‘mafias’ mexicanas habitan el corazón del mismo Estado.
“Aunque la corrupción de servidores públicos es una constante en diversas naciones desde donde existe el crimen organizado, en México el fenómeno es particularmente acentuado y determinante”. (p. 31).
Cuando el río suena es porque agua lleva. Secreto a voces si se quiere, pero para el caso da lo mismo. Tal como ocurre en otros estados del país, en Morelos el crimen organizado cuenta historias de sangre. En la ciudad de la “eterna primavera”, ruta entre el Distrito Federal y Acapulco, en Guerrero —zona centro y sur del país—, la violencia se recrudece. Los muertos aparecen con frecuencia en la “autopista del sol”, o lo que se le conoce ya como la “ruta de la muerte” —80 ejecuciones en lo que va del año, cinco más que el primer trimestre de 2010; o 335 en total durante el último año, y 1,200 ejecuciones en los últimos cinco años con igual número de desaparecidos—. De las víctimas recientes resaltan los siete jóvenes asesinados, entre quienes estaba Juan Francisco Sicilia, el hijo del poeta Javier Sicilia.
El crimen en el estado se recrudeció desde la caza en 2009 del capo Arturo Beltrán Leyva, El Barbas, que controlaba el negocio de la mano de Édgar Villarreal, alias La Barbie también detenido después. La pugna es por la plaza. Es claro que ambos capos operaban en Morelos, no bajo el agua. Beltrán Leyva se refugiaba en un departamento en Cuernavaca a poca distancia de la residencia del gobernador del estado. Incuso era vecino, a sabiendas o no, de importantes políticos de la entidad. A mediados de ese año, luego del descubrimiento que uno de sus principales lugartenientes, José Alberto Pineda Villa, El Borrado, vivía a 200 metros de la casa de Gobierno de Morelos, se capturó a dos de sus principales protectores, como presumiblemente se dijo eran los directores de la policía estatal y municipal, Luis Ángel Cabeza de Vaca y Francisco Sánchez, respectivamente, según reportes periodísticos.
Pero el negocio tiene cola. En diferentes momentos y por evidencias circunstanciadas, los gobernadores morelenses han sido salpicados con el narco. Es el caso de Jorge Carrillo Olea, de Sergio Estrada Cajigal y al actual Marco Antonio Adame. Al primero, el The New York Times lo señaló en enero de 1997 por presuntos vínculos con Amado Carrillo Fuentes, El señor de los cielos. Con todo y que en enero de 2004 fue liberado de cargos de incumplimiento de funciones públicas y ejercicio inadecuado del servicio público, a falta de elementos, por la Segunda Sala del Tribunal Superior de Morelos; en1998 Olea pidió licencia al cargo luego que se iniciara juicio político en su contra por el Congreso del estado por su responsabilidad al descubrir al jefe del grupo antisecuestros, Armando Martínez Salgado, intentando deshacerse de un cadáver. También el coordinador de la policía judicial, Jesús Miyazawa Álvarez fue separado del cargo y puesto a disposición por los mismos hechos.
El panista Jorge Estrada Cajigal, que ganó por el efecto Fox en el 2000, fue separado del cargo en octubre de 2004, restituido después por la SCJN, para enjuiciarlo políticamente. Señalamientos: varios relacionados con presuntos nexos con el narcotráfico. En 2009 renunció a su filiación panista. Del actual Adame, o bien se habla de su incapacidad o hasta la posible protección al cártel de los Beltrán Leyva. Lo menos es su omisión por “la ruptura del tejido social y el involucramiento de grupos policiacos en acciones ilícitas”. [Proceso, N° 1796]. ¿Gobernadores inocentes? Ahora la sociedad morelense despierta y llama a la movilización y a la protesta. Como dijo el dolido poeta: “Lárguense si no pueden hacer su trabajo”.

Corre: maniobrasdelpoder@gmail.com

1 comentario:

  1. Mi estimado y respetado master y amigo, agradezco profundamente la deferencia que me dispensa y la oportunidad de tener un diâlogo epistolar contigo... MI RESPUESTA A TU COMENTARIO recibido recientemente es extensa por eso te la dejo de esta manera...
    http://www.kaosenlared.net/noticia/aclaraciones-exclamaciones-comentarios-resultas-sobre-dilogo-epistolar
    saludos

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