GLOBALIZACIÓN E
INGOBERNABILIDAD NEOLIBERAL
“La
globalización no es sinónimo de modernidad, sino de retroceso y destrucción”.
Por Salvador González Briceño
BREVE
INTRODUCCIÓN
I.- UNA
GENERALIDAD APOCALÍPTICA
La “globalización neoliberal” profundiza en todo el mundo, países desarrollados y en desarrollo
[capitalistas por supuesto], un abanico
de contradicciones. Cuasi
perversas.
Destaca la guerra
[justificada por el uso del terrorismo (“es más seguro ser temido que amado”:
Nicolás Maquiavelo); el fundamentalismo (el “choque de civilizaciones” de
Samuel Huntington); la “guerra contra las drogas” (de Richard Nixon dixit, en 1971) y hasta las temidas
“conspiraciones” (los atentados a las Torres Gemelas el 11 de septiembre de
2001 apuntan a eso), todo en aras primero de la hegemonía, luego de la
“seguridad nacional”] como método
generalizado, empleado ya por los imperios del pasado (romano, persa, griego,
árabe, otomano, español, británico, etcétera), y ahora por el estadounidense
desde los años de la Segunda Guerra Mundial, para perpetuarse como el único
garante del estatus quo mundial.
La contradicción riqueza
versus pobreza extrema, persistente entre las principales. Es decir, la
elevada concentración de la riqueza en pocos países, algunas empresas y unas
cuantas manos.
Y, pasando por la destrucción de la naturaleza: espacio,
mar y tierra [“sustentabilidad” económica, ecológica, energética o social en
entredicho], simultáneamente se crean situaciones de enfermedad, hacinamiento y
muerte.
En pocas palabras, con la globalización se aceleran los
contrastes económicos, así como la descomposición
violenta por la acción del crimen organizado que trastoca pueblos enteros y
alcanza al núcleo de la sociedad: la vida familiar.
La globalización destruye todo lo que está a su alcance,
vía la carrera libre que se disputan países, empresas (las del adelanto
tecnológico) y capitales, o viceversa. La “selección natural” de Darwin, o la
ley de la selva del capital financiero de las principales bolsas, que derrumba
países enteros. Europa como botón de muestra.
El impacto social es incalculable, porque lastres
sociales como el narcotráfico desestabilizan territorios, regiones, estados y
amenazan países. Sus valores, en fin, son la competencia, el individualismo, el
consumo, el beneficio por sobre todo, la carencia de ética.
LA
JUSTIFICACIÓN
II.- EL “MUNDO
FELIZ”
Hay quienes desean un
mundo mejor, “justo” o “feliz”. Para recordar a Aldous Huxley; “Utópico” por
referirnos a Tomás Moro. Qué decir de San Agustín en La ciudad de Dios, La
República de Platón o los socialistas Owen de Inglaterra, Saint Simon y
Charles Fourier de Francia. Es claro que cualquier nación requiere proyectos
propios y de largo plazo. Pero con gobernantes estadistas al frente, o un mínimo de espíritu nacionalista y
sentido común.
Atendiendo sus
potenciales naturales, económicos y sociales, para un desarrollo que responda a
las necesidades [no consumistas por cierto] de la población.
Pero en la actualidad,
las últimas dos décadas, sólo unas cuantas naciones se han atrevido a quitarse
la soga del cuello que imponen las empresas multinacionales y la banca mundial.
Se pueden mencionar a los
BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) y algunos países
latinoamericanos como Cuba, Argentina, Venezuela, Ecuador, Bolivia. Con
propuestas alternativas de desarrollo.
Claro que en referencia a
los países “desarrollados” como Gran Bretaña, Alemania o Estados Unidos, ellos
son dueños de proyectos propios; pero lo son en sentido estrictamente nacional [con sus particularidades].
LA REALIDAD
III.- EL
CABALLERO DE LA TRISTE FIGURA
Pero en la mayoría de
países, los planes son unos y la realidad resulta muy otra. ¿Por qué? Todos
padecen y reproducen el engaño que,
al mismo tiempo, se alimenta con acciones. “El Quijote” cabalga de nuevo. El
mundo ilusorio del espejismo, del fetichismo mercantil.
Como seguir el guión
trazado por los grandes medios de comunicación, la moda, las películas de
Hollywood, etcétera, hasta llegar a las Tecnologías de la Información y la
Comunicación (TIC), donde los jóvenes se sienten amos y señores del Internet.
Una herramienta muy útil pero con la que fácilmente se cae en el engaño o el
error [léase el robo de identidad].
Es la política del “Gran
Hermano” de George Orwell, donde el Estado lo controla todo. ¡Qué decir del
espionaje al estilo de la Agencia Nacional de Seguridad de EU donde cabemos
todos: países, empresas, organismos, personas! Para recordar a Bradley Manning,
Edward Snowden, Julian Assange, y otros como Daniel Ellsberg que reveló en 1971
los “Papeles del Pentágono” sobre Vietnam.
En el fondo, una realidad
impuesta, vgr. de consumismo [por eso el éxito de las
grandes marcas, o que los mexicanos, por ejemplo, ahora tienen el 1er lugar en
obesidad]; mercantilismo [donde no
hay dinero que alcance]; el fetichismo
señalado por Marx donde las mesas bailan patas arriba.
Como el “american way of
life”, la ilusión de los inmigrantes que a falta de oportunidades aspiran a un
mayor nivel de vida, alquilándose como mano esclavizada moderna.
A.- EL ESTADO
DE LOS RICOS
Es claro que el Estado, o
la organización estructurada de la sociedad (sus formas de gobierno, los
poderes, la política, la democracia, el territorio y la población), resulta imprescindible para conseguir los
fines del desarrollo deseado.
Pero el Estado responde
siempre a una “ordenación comandada”, es decir, dirigido por políticas con
cualquier tipo de controles desde los centros del poder mundial. Incluida la
maquinaria electoral que “legitima” las formas de gobierno como tales
expresiones de poder.
Marx nos advirtió, ya
desde el Manifiesto comunista, que el
Estado responde a los intereses de las clases dominantes. Luego entonces, quien
se apodera del Estado se posesiona del mecanismo primero para el control
social. Y después todos validan, “legitiman” el procedimiento, no pocas veces
ilegal de los operadores, vía el consenso “popular”.
Tamaño engaño, puesto que
se avala el proceder de una estructura gubernamental que luego trabaja con
fines específicos, más no en función del “interés general”.
B.- EL ESTADO
GLOBAL
El mismo esquema nacional
se reproduce a escala mundial. Por eso las relaciones inequitativas entre los
países. “De te fabula narratur” (a ti se refiere la historia: Horacio), el
espejo de las naciones en desarrollo que van tras los pasos de los
desarrollados, desde el punto de vista capitalista.
Por ello, la
complementariedad de los unos por los otros, resulta de un simple ideal, puesto
que rigen los principios del gran capital: “Cuánto tienes cuánto vales”.
De ese modo, las
instancias o instituciones internacionales sólo “legitiman” los atropellos.
Porque al igual que los Estados nacionales sirven o responden a objetivos
precisos. Es el caso de la ONU, la OTAN, la OMC, G-8, G-20, la UE, la OCDE, el
BM, el FMI.
Con excepción de algunos
organismos regionales (Mercosur, Unasur, Celac; Unión Africana, Liga de Estados
Árabes, etcétera).
¡Qué dieran países como
Estados Unidos que desean el reinado del “mundo libre”!: Un gobierno mundial,
una moneda única o, en pocas palabras, “el fin de la historia”, como planteara
en 1992 (tras la caída del Muro de Berlín 1989 y de la URSS en 1991) el
politólogo Francis Fukuyama.
Las metas que pregonara
en su momento George Bush un 11 de septiembre, pero de 1991, de crear “un Nuevo
Orden Mundial” [expresión de la revista Time
de enero del mismo año] “¡para alcanzar las aspiraciones de la Humanidad”!,
siguiendo los principios de la ONU. (Ver video: http://www.youtube.com/watch?v=E05adbXs_JA). Un sueño ya planteado
en los Catorce Puntos de Woodrow
Wilson al final de la Primera Guerra Mundial, para la Liga de Naciones,
antecedente de Naciones Unidas.
EL SALDO
IV.- TESIS
EXPLICATIVAS
PRIMERA: LA
INGOBERNABILIDAD COMO FRUTO DE LA AUSENCIA DEL ESTADO, O EL DESGOBIERNO COMO
SECUELA NEOLIBERAL
Luego entonces, con un
escenario tan contradictorio, la ingobernabilidad se explica por partida doble:
1) La ausencia
de un Estado preocupado en resolver la problemática social. El Estado de
Bienestar o benefactor keynesiano le dio buenos resultados a Teodoro Roosevelt
en Estados Unidos para salir de la recesión de 1929-30, el famoso “New Deal”.
Pero la situación cambió
a raíz de la crisis de los años 70-75 cuando declinan tasa de ganancia y
acumulación de capitales. Entonces se aceleran las reformas liberales, por
Ronald Reagan en EU que le otorga mayor autonomía al sector financiero con las
políticas desregulatorias, al igual que en la Gran Bretaña la “Dama de hierro”
Margaret Thatcher. Ambos son los padres del neoliberalismo.
2) Recordemos que en términos económicos, la
liberalización incluye junto a la privatización, el abandono de la sociedad por parte del Estado. Es la tesis del pensamiento único que reina desde
principios de los 80 entre los países de la globalización. Actores hoy en
profunda crisis.
Luego entonces, la pérdida de herramientas o de controles
por parte del Estado se refleja en la poca o nula posibilidad de conducción
otrora eficaz. Pero no sólo eso: la tesis de que el mercado libre lo compone
todo no da resultados.
Porque la iniciativa privada
no tiene otro fin que la ganancia; además, la ganancia pronta y expedita. O los
saldos son sólo benéficos para los particulares, sobre todo los grandes
empresarios o los banqueros tanto internos como de fuera. Por cierto que en
esta nueva etapa la tasa crece sin acumulación, por eso las burbujas flotantes
que estallaron en 2008-09
En ese tenor, es por ello
que el Estado se ausenta y pierde los hilos de control que retoman otras
expresiones, como los llamados “poderes fácticos”. Los mecanismos de gobierno
se interrumpen o simplemente se bloquean. El neoliberalismo versus la gobernabilidad.
SEGUNDA: LA
INGOBERNABILIDAD IMPACTA DIRECTAMENTE LA SEGURIDAD INTERNA, PERO TAMBIÉN
VULNERA LA SEGURIDAD NACIONAL
¿CÓMO SUCEDE ESO?
1) Cuando se rompen ciertos vasos comunicantes
entre el Estado y la sociedad, se pierde el control
interno desde los poderes reales establecidos para con los interlocutores y
la problemática corriente. Recuérdese que en política los vacíos de poder no
existen. Y la gobernabilidad cuando no se rompe se resquebraja.
2) Si los hilos llegan a
romperse, rápidamente son sustituidos por “otros” en cualquier dirección. Sí.
Por una parte entran al escenario los “grupos de presión” tradicionales, ahora
más abiertamente [pero el tema no queda ahí]. La otra es: el peligro que
representa la presencia de los poderes fácticos con fines claramente ajenos,
hasta perversos para la sociedad.
3) Aquí ya se perdió la
gobernabilidad. Es decir, que los problemas que se presentan al interior de la
sociedad ya no encuentran interlocutores desde los gobiernos, y no se resuelven
sino todo lo contrario. O peor aún si se hace uso de la fuerza represiva del
Estado para contenerlos. Aquí se abre un futuro negro para trabajadores,
empleados, campesinos, indígenas, jóvenes, todos. Es cuando se pierden las
conquistas históricas.
4) Si el uso de la fuerza
deslegitima, cuantimás la falta de respuesta o la complicación de los
problemas. Eso es lo que impacta la seguridad interna. La agrava. Y, o el
Estado llega a perder el control o se militariza. El autoritarismo es uno de
los riesgos tanto de la ingobernabilidad como de la fractura en la seguridad
interna. Porque los asuntos propios de un país no encuentran autoridades que
resuelvan y éstas se alejan todavía más de la población. La ingobernabilidad
polariza a la sociedad entre gobernantes y gobernados.
5) La vulnerabilidad interna
deja al garete la relación con otros Estados. O sea que un país en las
circunstancias descritas queda expuesto a los injerencismos o intervenciones
extranjeras. Con eso la primera en trastocarse es la seguridad nacional. Porque
la globalización trastoca la seguridad nacional de los países que asumen el
espejismo.
TERCERA:
ELEMENTOS PARA UNA EXPLICACIÓN
Por lo tanto, la ingobernabilidad tiene tres vertientes
explicativas:
A) La legitimidad interna vulnerada, y;
B) La presencia de intereses extranjeros, los que encabezan las
multinacionales y el sistema financiero global (la pretendida cara bonita de la
globalización).
La primera, que se
consiguió en las urnas se ve luego trastocada por la ausencia de directrices y
compromisos de los gobiernos.
La segunda, se suscribe
por los gobiernos con argumentos de estabilidad económica [macroeconómica en el
caso de México], monetarios y fiscales, en tiempos de crisis, con actores
externos.
C) El asunto no para ahí. No
únicamente aparecen pronto las señales del deterioro estatal. Los países se
derrumban. Las crisis pegan más fuerte y las fracturas económicas se
profundizan. Por ejemplo, todavía no se ve cómo Europa saldrá de la recesión
profunda que viven algunos países, sin el compromiso del sistema financiero.
Claro que los señalados son otros: “el euro”, “el mercado”, el “endeudamiento
público” y sin control de los gobiernos, “los políticos irresponsables” [que
los hay y para eso baste voltear la mirara a España], los elevados salarios, y
hasta la falta de saneamiento de los bancos, etcétera.
Pero nadie señala a los
verdaderos responsables representados por la Troika: la Comisión Europea (CE),
el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI). Es
decir, el sistema financiero global.
Nunca regulado [ni en
términos de controles legales ni de cortes a sus ganancias] y siempre apoyado
por instituciones “privadas” como la Reserva Federal, que está en el negocio
del dinero global vía las tasas de interés permitiendo la especulación abierta
y cínica.
Además, que las bolsas de
Nueva York y las europeas permanecen intocables y no asumen ninguna
responsabilidad. Por eso las presiones contra los países débiles no cesan
[Grecia, España, Portugal, Irlanda], y son los pueblos los que son sometidos a
los más durísimos recortes.
La vulnerabilidad de los
Estados llega al límite de no saber si permanecen o no en la UE. O si se mantiene
el Euro como moneda única. Peor aún, si recibirán los apoyos para sortear la
crisis o cómo lo harán. Angela Merkel sólo presiona para que los gobiernos
paguen sus deudas y para eso exige mayores recortes. La seguridad nacional de
los países europeos en crisis está más vulnerada que nunca.
De la mano de eso, los
gobiernos responden con la fuerza pública antimotines a los manifestantes que
reclaman el respeto a sus derechos, tanto legítimos como a la libertad de
expresión. Contra todos estos derechos atentó la globalización, o el librecambismo moderno atroz. Movimiento
Ocupy Wall Street, Seattle, Foro Social Mundial, etcétera.
En ambos puntos se
refleja la vulnerabilidad; es decir, aparecen los peligros para la seguridad
nacional. Por lo tanto, los riesgos devienen estructurales; como la
explicación.
V.- CONCLUSIÓN
INGOBERNABILIDAD
DE LA GLOBALIZACIÓN
La Globalización genera
las condiciones para la descomposición/destrucción económica, política y social
de los países. Los ganadores de la globalización son ya no sólo las grandes
multinacionales como las petroleras; son los sistemas financieros del mundo,
los especuladores y acumuladores de la riqueza.
Las pérdidas de controles
estatales redundan en la ilegitimidad de las elites políticas, de los
gobiernos. Ello se refleja también en ambientes de clara ingobernabilidad, por
la ausencia del Estado de la globalización.
Por la ingobernabilidad
florecen los “giros negros” del capitalismo mundial: el tráfico de armas, la
venta de drogas, el tráfico de órganos, la pornografía, y todas las actividades
del crimen organizado. Su poder es tal que corrompen gobiernos y políticos; los
sistemas de justicia son infiltrados, florecen la corrupción y la impunidad.
Porque hay intereses por
encima de países, de tratados, de instituciones, etcétera. Y todos dañan a la
sociedad, en unos países más que en otros. Son los peligros que acompañan a la
ingobernabilidad. Son los riesgos de la globalización que se instaló en los
cuatro rincones del planeta. El problema es que, sin ser catastrofistas, esa es
la vía de la destrucción. El reto es revertirla.
¿Cómo? Hay palabras,
muchas, de sabiduría que resuenan como ecos de un pasado despreciado, pero que
nos iguala porque nos brinda identidad como humanidad: